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Primero, lo que debes tener claro son tus objetivos para el año que estás presupuestando (el carro, el viaje, los estudios, la casa, etcétera). Piensa para cuándo puedes conseguir eso, según tus ingresos.
Planea cómo vas a conseguir el dinero y cuánto tiempo te tomará hacerlo. Ten en cuenta que es clave – y recomendable- ahorrar el 10 % de tus ingresos por si tienes algún imprevisto.
Basado en eso, no te afanes por las cosas. Probablemente, quieres conseguir tu objetivo lo más pronto posible, pero a veces del afán solo queda el cansancio. Si no te alcanza aún, es mejor esperar a sufrir una decepción.
Ejemplo, si quieres un carro y tus proyecciones te dan para comprarlo en septiembre, abstente de meterte en deudas que quizás no puedas pagar para comprarlo antes.
Los cuadros de Excel son muy buenos para hacer cálculos. Puedes ahí escribir el promedio del dinero que esperas ganar en el 2015, dividirlo en los 12 meses y ver cuánto puedes gastar mensualmente. Así sabrás exactamente cuánto tiempo te llevará cumplir tus metas. (Aquí puedes revisar nuestro curso de Excel).
Si vas a tomar créditos, ten cuidado con que el valor de las cuotas no exceda tus ingresos o queden muy apretados. Si ganas 500 dólares, no pienses que puedes endeudarte por 450 dólares. Siempre habrá más gastos: transporte, comidas, diversión, etcétera.
Procura no endeudarte por más del 50 por ciento de tus ingresos, así los bancos digan que el 70 por ciento es lo ideal.
Sé precavido. Si hiciste alguna inversión y esperas resultados favorables, lo mejor es que no hagas cuentas con ese dinero hasta que lo tengas. Muchas veces nos gana la emoción y la desinflada puede ser grande.
Con estos consejos quizás tu vida financiera sea más estable y puedas cumplir todos tus objetivos.
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