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Un portafolio de trabajo es la presentación de todos los productos que muestran tus habilidades en un área específica. Es lo que acompaña la hoja de vida con los trabajos que se han realizado.
Aunque un portafolio no debe ser muy extenso, sí debe tener por lo menos las suficientes piezas que determinen cada talento y así el empleador podrá hacerse a una idea de las capacidades.
Esta herramienta es mayormente usada por diseñadores gráficos, artistas y fotógrafos, arquitectos y algunos administradores de empresa.
Selecciona todos los trabajos hechos y clasifícalos según el área.
Ejemplo: un portafolio de un diseñador gráfico puede llevar contenidos de diseño web, diseño impreso, avisos publicitarios, fotografías, entre otros.
Compáralos entre sí para ver cuáles son mejores y elige los más llamativos y creativos.
Ajusta tu elección al tipo de empleo que buscas.
Ejemplo: Si vas a aplicar a un empleo de diseño web, no debes desgastarte eligiendo las mejores fotografías que has tomado.
Dale un contexto a cada trabajo seleccionado y organízalo del más importante al menos importante, según el empleo al que vas a aplicar.
Si tu portafolio es digital, puedes subirlo en una página de internet o en redes sociales para que más personas puedan ver tu trabajo. Si lo quieres físico, organiza una carpeta y trata de no mostrar más de un trabajo por página.
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