Élmer Labog

Es veterano del movimiento obrero en Filipinas. Como supervisor de un nuevo hotel en su juventud, vio cómo las guardias de seguridad del hotel dispersaban a los trabajadores de construcción que pedían algo de comer.[3] Ya con autoridad formal, acabó con la conmoción, reprendiendo a las guardias: “Estos trabajadores construyeron este hotel con sus propias manos, y son la razón por la que ahora tenéis empleo.”[1] Eventualmente dejó la estabilidad de su cargo supervisorial, y la certeza de una promoción y por fin una vida cómoda,[3] para dedicarse a ser organizador sindical.[1] Por sus actividades, fue despedido de su cargo.[2][3] Trabajó después como barista en el Hotel Manila, donde llegó a conocer el KMU, al que más tarde se uniría.[2] La detención de los líderes del KMU en 1982 por el ejército le convenció de la llegada de la hora para comprometerse completamente al KMU.[2]

Decidió participar en la política del país, normalmente caracterizado no solo por una apatía obrera motivado por cinismo sino también por la antipatía de los políticos y ejército.[4][5] Es un candidato para el senado filipino en las elecciones de 2022.[6] Según los analistas, la prominencia de los sindicalistas como Labog, Norberto Gonzales, Leodegario de Guzmán, Sonny Matula y Luke Espíritu en las elecciones de los últimos años coincide con la desintegración del sistema político filipino,[2][7] en particular como se lo ha conocido desde la primera revolución amarilla.