Abakuá

La Sociedad Secreta Abakuá, o Ñañiguismo, es el nombre por el que se conoce popularmente en Cuba a una sociedad secreta masculina Abakuá, la única de su tipo existente en el continente americano. Ñáñigo es el nombre que reciben sus miembros.[1][2]

Abakuá
Tipo Religiones afroamericanas
Seguidores conocidos como Ñáñigo
País o región de origen Cuba Cuba
Religiones relacionadas Palo monte, santería

Historia

La sociedad secreta Abakuá se desarrolló en Cuba hacia el 1820 entre los recién Ilegados de Calabar o "Carabalí", y encontró rápidamente adeptos entre los negros, esclavos o no, los mulatos, e incluso algunos blancos de extracción humilde de la Habana y Matanzas en los momentos de mayor hostilidad hacia el esclavo y el negro[1] quienes, ante el acoso, sólo hallaron un medio apropiado para evadir la represión: una agrupación mutualista bajo la expresión más desarrollada de su conciencia social, la religiosa.

Regla fue el kilómetro cero de la expansión, a partir de 1836, es una de las potencias abakuás en Cuba, teniendo alrededor de 18 plantes activos.

La primera de esas sociedades secretas diseñadas por los esclavos de origen carabalí o del Calabar —actual Nigeria— se nombró Efí Butón. Sus miembros, que juraron el secreto código de comportamiento y autodefensa, pertenecían a la tribu apapá efí y provenían de la dotación doméstica de una «ricachona» habanera. Solo habían negros y no admitían mulatos, mucho menos blancos.[3]

La primera sociedad de blancos se fundó a principios del presente siglo y llevó el nombre de Akanarán Efó Muñón Ekobio Mucarán. Su creador fue Andrés Facundo de los Dolores Petit, célebre también por sus aportes a la Regla de Palo con la elaboración del cuerpo conceptual y ritual de la variante Kimbisa. Petit admitió en su secta, de la rama efó, a “numerosos españoles y descendientes de blancos, predominantemente de la clase obrera, pero también se incorporaron algunos aristócratas, altos oficiales militares, políticos y jóvenes gentilhombres”, además de emigrantes asiáticos, como chinos y filipinos.[4]

Hacia fines de la cuarta década del siglo XIX, «se extendió el ñañiguismo por intra y extramuros de La Habana, a la que dividían las destruidas murallas, siendo mayor el número de los criollos que el de los africanos, y sus núcleos principales el barrio de Jesús María y la demarcación conocida por los Barracones», escribe Rafael Roche, inspector de policía del gobierno habanero en el libro La policía y sus misterios en Cuba, editado en 1925.

Esta interesante y misteriosa cofradía, única en Cuba en sus recuerdos sagrados —muy enmarañados—, se puede entresacar personajes que a modo de ver son los más importantes para transmitir conocimiento como: el hombre leopardo, designado e identificado con él las diferentes plazas y jerarquías de la sociedad, a Sikán, mujer que descubre el secreto y es sacrificada en aras de que este pasara a los hombres y no desapareciera. Sikán muere en vano, el secreto se apaga cada vez más; este consistía en una voz, UYO UYO ANFONO, voz sagrada producida por un pez descubierto por ella al regresar del río, el pez era la reencarnación del viejo rey llamado Obón Tanzé, Rey de Efigueremo quien en el mismo instante era la reencarnación de Abasí, DIOS SUPREMO.

Origen

Los antecedentes del Abakuá o Ñañiguismo se hallan en las sociedades secretas que existieron en la región nigeriana de Calabar, y su organización y contenido tiene como base una leyenda africana que narra la historia de la violación de un secreto por una mujer: la princesa Sikán encuentra al pez sagrado Tanze y reproduce su bramido en el tambor sagrado Ekué.[1]

El Ñañiguismo no puede desvincularse de las creencias africanas acerca de la influencia que ejercen los antepasados (espíritus), por lo que en todas sus ceremonias religiosas se les convoca para garantizar el desarrollo del acto ritual, según rigurosas normas litúrgicas. La representación simbólica es el Ireme o diablito.[1]

Jerarquía

En la actualidad, los abakuá poseen órganos de coordinación municipal en los municipios de Cárdenas, Matanzas, Guanabacoa, Regla, Marianao y San Miguel del Padrón, y dos a nivel provincial en Ciudad de La Habana y Matanzas, encargados todos de controlar la obediencia a los reglamentos y principios de la sociedad.

Poseen títulos:

  • Indisime: es el aspirante a entrar en una potencia, mientras el
  • Obonekué: es un hombre ya iniciado.
  • Plaza: es una jerarquía vitalicia que ocupa un puesto relevante dentro de la potencia y está comisionado de preservar y hacer cumplir las normas, así como los principios, rituales y sociales:
    • iyamba,
    • mokongo,
    • ekueñón,
    • nkrikamo,
    • nasako y
    • otros

Requisitos

En La Sociedad Secreta Abakuá sólo son admitidos hombres. Al indagar entre sus integrantes cuál es el concepto de hombre, expresaron: "Hombre no es sólo aquél que no es homosexual, sino el que refleja la más pura dignidad del ser humano como laborioso, fraterno, alegre, rebelde ante la injusticia, cumplidor del Código Moral establecido por los antepasados formadores del Abakuá. Es Aquél que es buen Padre, buen Hijo, buen Hermano y buen Amigo". Si bien para ser hombre no hay que ser abakua, para ser abakua si hay que ser hombre y hombre, es mucho más que una palabra o un sexo.

La iniciación de entrada en la sociedad abakuá se confiere a hombres que hayan demostrado su habilidad en el okuto mágico. De hecho, un requisito para ser admitido es realizar un okuto bajo observación del futuro padrino abakuá. Tras el óbito, el hombre pasa a ser abakuá.

Actualidad

La Religión Abakuá, se encuentra en los límites de la marginalidad y lo popular. Por desconocimiento, se le considera una asociación de personas de bajo nivel, delincuentes activos o en potencia, otros, entre los que se encuentran los nuevos adeptos, la consideran la máxima expresión de la valentía. Hay mucho desconocimiento sobre esta religión que es incluso se dice, son los Masones de África, precisamente su característica fundamental que es el secreto, hace inaccesible el conocer a fondo todo lo que encierra ser un abakuá.

Referencias

  1. Ortiz, Fernanado (1663). «La leyenda de los ñáñigos.». Abakuá una secta secreta. Publicigraf.
  2. Lopes, 2011, p. 26.
  3. «ireme-abakua-simbolo-cubania». Articulo ireme-abakua-simbolo-cubania. 2015. Consultado el 1 de abril de 2020.
  4. «sociedad-abakuá». Archivado desde el original el 17 de diciembre de 2014. Consultado el 27 de agosto de 2014.

Bibliografía

Fuentes

  • Morales, Ed: The Latin Beat (pág. 277). Da Capo Press, 2003. ISBN 0-306-81018-2.
  • Alcamo, Iyalaja Ileana: The Source Iya Nla Primordial Yoruba Mother. Athelia Henrietta Press, 2007. ISBN 1-809157-41-4.
  • McR El Pensador, Dioses y Orishas Del Panteón de Yoruba: Santoral Yoruba II, Palibrio, 2012 ed, ISBN 1463339143, 9781463339142.
  • Orisha ayé: unidad mítica del Caribe al Brasil, Ediciones Pontón, 1996, Digitalizado en 27 Feb 2008, ISBN 8486138078, 9788486138073.
  • Pulleyblank, Douglas (1990). «16. Yoruba». En B. Comrie. The major languages of South Asia, the Middle East and Africa. Taylor & Francis Routledge. ISBN 978-0-415-05772-1
  • Navarrete, Paloma. Aries 2011/Paloma Navarrete. —España: Harlequín Ibérica. ISBN 8467194537.SILVA, Vagner Gonçalves: Orixás da metrópole. Petrópolis: Editora Vozes, 1995.
  • SODRÉ, Muniz: O terreiro e a cidade: a forma social negro-brasileira. Petrópolis: Editora Vozes, 1988.
  • SODRÉ, Muniz y Luís Filipe LIMA: Um vento sagrado: história de vida de um adivinho da tradição nagô-kêtu brasileira.
  • ZIEGLER, Jean: Os vivos e a morte: uma "sociologia da morte" no Ocidente e na diáspora africana no Brasil, e seus mecanismos culturais. Río de Janeiro: Zahar, 1977
  • Cultos afrocubanos: un estudio etnolingüístico (Premio Pinos Nuevos, segunda edición. En coautoría con Grisel Gómez).La Habana: Ciencias Sociales, 1996.
  • Fuentes Guerra, Jesus (2005). Lengua y ritos del Palo Monte Mayombe: Dioses afrocubanos y sus fuentes africanas. Frankfurt, Vervuert:Verlag / Madrid: Iberoamericana.
Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.