Agricultura en Mesoamérica

El maíz es el cultivo que más tuvo una estrecha relación con la vida en Mesoamérica Mesoamérica fue siempre un territorio muy y por los temporales y por su agradable clima, situación que propició la aparición de la agricultura como forma de vida sedentaria en este territorio, que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice, así como el occidente de Honduras

Ningún cultivo tuvo tan estrecha relación con la vida como el maíz, que se extendió desde Canadá hasta las pampas chilenas. El maíz se empezó a cultivar en el valle de Cholula, en lo que hoy es Puebla, hace alrededor de siete u ocho mil años,[1] sobre el

La coa, un palo con extremo puntiagudo,[2] fue uno de los primeros instrumentos empleados para el cultivo de maíz. En ocasiones era necesario talar la vegetación y algunos árboles maduros, a fin de conseguir una mejor cosecha. Existían diversas técnicas de cultivo utilizadas hasta la fecha, como la roza, que consistía en limpiar la tierra, y las terrazas, áreas cultivadas sobre una ladera retenidas por un pequeño muro. En cambio, las chinampas usadas en el valle de México tenían un sofisticado sistema que permitía a los campesinos aprovechar el suelo de las zonas lacustres de forma intensiva. La propiedad de la tierra fue en un principio comunal, antecedente directo de los actuales tejidos, aunque posteriormente pasó a propiedad del Estado teocrático. Los calpullis mexicas eran habitados por los macehuales, quienes tenían la obligación de trabajar la tierra para su subsistencia y pagar tributo al jefe de cada barrio.

Cada terreno cultivable era otorgado a los naturales del barrio, pero podían rentarse con la condición que los arrendatarios fueran naturales de la misma localidad. La nobleza heredaba a sus hijos las tierras de su posesión y al extinguirse la línea pasaba a manos del tlatoani. Las tierras fueron:

  1. Teopantlalli, para la manutención de los sacerdotes.
  2. Tlatocatlalli, para los gastos del palacio.
  3. Tecpantlalli, para pagar a los criados del palacio.
  4. Tecuhtlatoque, de cuyo producto se pagaba a los jueces.
  5. Michmalli, para abastecer a las tropas en campaña.
  6. Yoatlalli, tierras ganadas en la lucha.
  7. Tlatocanlli, destinada a los nobles.
  8. Tlamilli, para la familia del macehual.
  9. Altepetalli, para la comunidad en general.

Otras plantas cultivadas en el territorio mesoamericano fueron la calabaza, el chayote, el epazote, el huatli, el camote, la mandioca, la jícama, la vainilla, el algodón y el tabaco.

Véase también

Mesoamérica fue siempre un territorio muy fértil y favorecido por los temporales y por su agradable clima, situación que propició la aparición de la agricultura como forma de vida sedentaria en este territorio, que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica

Ningún cultivo tuvo tan estrecha relación con el desarrollo de la vida mesoamericana como el maíz y uva , que se extendió desde Canadá hasta las pampas chilenas. El maíz se empezó a cultivar en el valle de Tehuacán, en lo que hoy es Puebla, hace alrededor de siete1 u ocho mil años,2 sobre el 5000 a. C.

La coa, un palo con extremo puntiagudo,3 fue uno de los primeros instrumentos empleados para el cultivo de maíz. En ocasiones era necesario talar la vegetación y algunos árboles maduros, a fin de conseguir una mejor cosecha. Existían diversas técnicas de cultivo utilizadas hasta la fecha, como la roza, que consistía en limpiar la tierra, y las terrazas, áreas cultivadas sobre una ladera retenidas por un pequeño muro. En cambio, las chinampas usadas en el valle de México tenían un sofisticado sistema que permitía a los campesinos aprovechar el suelo de las zonas lacustres de forma intensiva. La propiedad de la tierra fue en un principio comunal, antecedente directo de los actuales tejidos, aunque posteriormente pasó a propiedad del Estado teocrático. Los calpullis mexicas eran habitados por los macehuales, quienes tenían la obligación de trabajar la tierra para su subsistencia y pagar tributo al jefe de cada barrio.

Cada terreno cultivable era otorgado a los naturales del barrio, pero podían rentarse con la condición que los arrendatarios fueran naturales de la misma localidad. La nobleza heredaba a sus hijos las tierras de su posesión y al extinguirse la línea pasaba a manos del tlatoani. Las tierras fueron:

1.-Teopantlalli, para la manutención de los sacerdotes. 2.-Tlatocatlalli, para los gastos del palacio. 3.-Tecpantlalli, para pagar a los criados del palacio. 4.-Yoatlalli, tierras ganadas en la lucha. 5.-Teopantlalli, para la manutención de los sacerdotes 6.-Yoatlalli, tierras ganadas en la lucha. 7.-Tlatocanlli, destinada a los nobles. 8.-Teopantlalli, para la manutención de los sacerdotes 9.-Altepetalli, para la comunidad en general.

Otras plantas cultivadas en el territorio mesoamericano fueron la calabaza, el chayote, el epazote, el huautli, el camote, la mandioca, la jícama, la manzanilla, el algodón y el tabaco.

Referencias

   Mg :  tu mamá  ( 2016)  "Sobre   la   agrucultura y su  historia  facetas del hombre "
  1. Treviño, Héctor (1997). Historia de México. México: Castillo.
  2. Cortina Campero, Cecilia (2004). Historia de México: época prehistórica, época prehispánica. México D.F.: Panorama. p. 22. ISBN 9789683812513.

Bibliografía

  • Esquivel, Gloria (1996). Historia de México. Oxford: Harla.
  • Moreno, Salvador (1995). Historia de México. México: Ediciones Pedagógicas.
  • Garcia Limon Janet aylin (1997). Historia de México
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