Anabantoidei

De acuerdo al sistema de Nelson, la familias Anabantidae, Helostomatidae y Osphronemidae se encuentran incluidas en el suborden Anabantoidei.[1] Estudios recientes promovieron la propuesta de ascender la categoría de suborden al orden Anabantiformes.[2] Las relaciones filogenéticas de los Anabantiformes se han dilucidado utilizando datos moleculares..[3]

Se muestra la filogenia de Anabantoidei-Anabantiformes de acuerdo con los resultados obtenidos por Near et al. (2012):

A continuación se muestran las relaciones filogenéticas entre las familias anabantiformes después de Collins et al. (2015):[4]

Los laberíntidos son principalmente oriundos del este de Asia, hallándoselos en Corea, el sur de China, Malasia, Filipinas y la India. Solamente los de los géneros Ctenopoma y Microtenopoma habitan en aguas africanas.

Se los halla en una gran variedad de ambientes, particularmente en cuerpos de agua lénticos vegetados, tales como lagunas y charcas. En China y otras regiones del sudeste asiático son muy comunes en los arrozales, donde incluso algunas especies de anabántidos son criadas para el consumo humano. El rango de condiciones físico-químicas del agua en donde viven estos peces es variable, pero en general prefieren aguas cálidas, de pH ligeramente ácido y baja dureza.

La longitud varía entre 3 y 8 cm. El cuerpo es generalmente alargado y lateralmente comprimido. Suelen tener las aletas dorsal y anal muy desarrolladas, y la caudal redondeada. Las escamas son ctenoides (salvo en el género Sandelia, que posee escamas cicloideas). Suelen presentar dimorfismo sexual, siendo el macho generalmente más vistoso que la hembra.

La principal peculiaridad anatómica de los laberíntidos es el laberinto, órgano respiratorio accesorio consistente en un retículo de laminillas altamente vascularizadas que se halla bajo el opérculo. Gracias a esta estructura anatómica, los laberíntidos pueden respirar oxígeno atmosférico y vivir en aguas estancadas prácticamente anóxicas: el pez asoma a la superficie, traga aire y lo mantiene como una burbuja en la cavidad branquial; una vez agotado el oxígeno de la burbuja, la misma es liberada a través del opérculo para liberar el dióxido de carbono contenido en ella. El desarrollo del laberinto es variable: en algunos tipos de aguas con muy poco oxígeno, el laberinto se desarrolla a expensas de las branquias, que son casi rudimentarias, a tal punto que el pez puede morir si se le impide tomar aire; en otras especies (ej. Ctenopoma) el laberinto está menos desarrollado.

Los anabántidos son de carácter activo y en algunos casos agresivos (particularmente los del género Ctenopoma). Puede haber hostilidad entre machos congéneres (ej. Betta, Macropodus).

Reproducción

Nido de burbujas de Macropodus opercularis.

Son ovíparos y el apareamiento suele ir acompañado de una danza “nupcial” relativamente compleja. Suelen brindar notables cuidados parentales tanto a los huevos como a los alevines.

La mayor parte de los anabántidos asiáticos incuban los huevos en un nido de burbujas, consistente en una masa de burbujas producida gracias a una secreción mucosa, generalmente del macho; también hay especies que realizan incubación oral. Las especies africanas construyen nidos muy precarios o directamente no construyen ninguno.

Los laberíntidos son fáciles de mantener en cautiverio. Son generalmente resistentes a las variaciones de temperatura, pH y dureza, si bien los rangos óptimos de estos parámetros son: 24 a 28 °C, pH de 6 a 7, y 8 a 10 °dH (escala de dureza alemana). Se adaptan rápidamente al consumo de alimento balanceado. En general se reproducen fácilmente en cautiverio. Se debe poner atención al carácter belicoso, particularmente entre machos de algunas especies (ej. Betta, Macropodus). Los laberíntidos africanos suelen ser aún más agresivos que los asiáticos.

Son uno de los grupos de peces de acuario más importantes, tanto a nivel local como internacional. Entre las especies más conocidas de este suborden están Betta splendens, célebre por la tendencia que tienen los machos de esta especie a enfrentarse entre sí y que deriva en riñas, o Macropodus opercularis, uno de los primeros peces ornamentales introducidos en Europa (en el siglo XIX). La afición de los acuaristas por los anabántidos se debe, entre otras razones, a su reducido tamaño, su intensa coloración, su interesante comportamiento y la facilidad con que pueden ser mantenidos en cautiverio.

También hay anabántidos de importancia pesquera, particularmente a nivel local, como Anabas testudineus y Osphronemus gourami, los cuales son pescados o son cultivados en granjas ictícolas.

• http://www.fishbase.org
• http://www.itis.gov/index.html
• http://www.labyrinthfisch.de (en alemán)
• Artículo sobre laberíntidos en Portalpez.com