Anexo:Episodios de Esmeraldas (serie de televisión)

Los diálogos de paz se tornan álgidos. Hernan se retira de la mesa de paz, no sin antes haber envenenado la comida de todos los integrantes de la mesa negociadora. Javier, el esposo de Olga y Lizardo, uno de los caciques resultan envenenados y mueren. desatando así la ira de su hermano Ovalle, y a su vez nuevamente los deseos de guerra en toda la región. Ricardo cree que Octavio tuvo algo que ver con el envenenamiento masivo dado que firmar un tratado de paz no sería lo más conveniente para sus intereses.

En La Victoria se cumple el funeral de Javier, esposo de Olga, a quien ella le agradece por todos los años vividos. Mientras tanto en la cárcel Octavio sigue fraguando la manera de deshacerse del tigre y cobrar venganza. Hernan "El Pelusa" está orgulloso de haber organizado el envenenamiento y de frustrar el proceso de paz en la región, y busca culpar a Octavio como chivo expiatorio dada su ausencia en la mesa negociadora. Ricardo insiste en que el proceso de paz continue, dado que Javier deseaba que esto ocurriese. Esmeralda escucha que Ricardo y José Alejandro están pensando que Octavio tuvo que ver con el incidente, por lo que se dirige a la prisión de Tunja para salir de aquella duda en frente de su hijo.

Ricardo y el ministro idean un plan para revitalizar el mercado de las esmeraldas. José Alejandro comienza a sospechar de El Pelusa y pide colaboración con las autoridades. Mientras tanto Octavio, El Pelusa y otros caciques están cerca de los japoneses y de Mr Jones, los cuales están al frente del mercado de las esmeraldas sintéticas

Renzo y Jeremías, los huérfanos fueron encontrados. La directora del bienestar familiar habla con Olga, a la cual le permitieron tener a los niños. Esmeralda se entera por el doctor que atendió a Carolina en Quitaque, que ella se encuentra embarazada. Ricardo regresa a La victoria y Esmeralda le da la noticia a él. Ellos creen que se trata de José Alejandro pero lo descartan, y al final se dan cuenta de que podría ser Octavio. En prisión, uno de los guardas se encarga de apuñalar a Octavio, tras el cambio de celda ejecutado días atrás. Este falso guarda resulta ser uno de los prisioneros contratado por El Pelusa.

En casa, Carolina discute con su padre, a quien le dice que está embarazada, él le pide que por favor le jure que ese hijo es de cualquiera menos de Octavio Guerrero. En la casa de La victoria, José Alejandro le aclara a sus padres que Carolina es la madre del bebé que espera de Octavio, y que debe regresar a Quitaque para encargarse de los asuntos que le dejó su hermano mayor. Paula escucha la conversación que sostiene José Alejandro con sus padres, y cree que el hijo que espera Carolina es de él, debido a eso, se va de la casa un tiempo. A la prisión llega el padre de los huerfanitos Renzo y Jeremías, el cual está en la misma celda del hombre que trató de asesinar a Octavio.

Tanto José Alejandro como El Pelusa están prevenidos el uno del otro. Sin vacilar, el joven insiste en que no se irá de Quitaque y que cuidará de los intereses de su hermano. Así mismo Octavio empieza a fraguar algo para deshacerse de El Pelusa. En prisión cuestionan a Octavio por el paradero de El Tigre, por lo cual se hace el desentendido.

Evelino intentó atacar a Olga en la escuela a machetazos a raíz de la captura del padre de Renzo y Jeremías.Ante la negativa de Olga a quedarse a vivir en la casa de Ricardo, Olga recibe protección de la policía.

José Alejandro denuncia formalmente al Pelusa por todo lo acontecido respecto al envenenamiento y el intento de asesinato a Octavio, ante esto el coronel dicta orden de captura buscando en todo Quitaque y sus alrededores.

Por su parte Hernan "El Pelusa" se encuentra escondido en un concesionario de autos. Al mismo tiempo el Joven Guerrero logra una coalición con los señores caciques para luchar contra las esmeraldas sintéticas. Mr Jones es capturado por la elaboración de las esmeraldas falsas y por haber sido autor intelectual del secuestro de Ricardo. Tanto Esmeralda como Ricardo aplauden que la justicia llegó justo a tiempo.

José Alejandro le dice a Paula que el niño que espera Carolina es de Octavio. Mientras tanto y estando en prisión, Gabriel, padre de Paula, le da una carta donde hay unas coordenadas para localizar una caleta llena de dólares, la cual sacan de un departamento junto con Bocadillo, hombre de confianza del detenido.

Dos meses después Octavio y su hombre de confianza El Ñato, salen de prisión, lo primero que hace es visitar a Carolina a reclamar sus derechos como padre. Carolina se niega a volver y Octavio le dice que lo piense.

Dos de los trabajadores de la mina le hacen saber a Jeremías del hallazgo de unas esmeraldas que no comentaron a sus jefes ya que estos creen que el menor escuchó algo de lo que hablaban.

Jeremías llega ebrio a la casa tras una frustrada primera experiencia sexual. Octavio empieza a indagar si los caciques saben de El Pelusa. Con otros caciques comienzan a pensar en una estrategia contra las acciones del ministerio ante la bolsa de esmeraldas. Los caciques proponen una contra propuesta para seguir en sus fechorías ante esto los socios de la bolsa no parecen dejarse convencer, pese a una clara amenaza en tono indirecto. Ricardo indica que gracias a la bonanza de la bolsa, los.empleados podrán formarse y beneficiarse para mejorar sus condiciones de vida. Los empleados desleales y Jeremías van a Bogotá a vender por su cuenta las esmeraldas no notificadas. Paula le entrega una de las maletas llenas de dinero a Bocadillo. Ella decide entregar el dinero a las personas pobres a las que le fue robado dado que no le interesa tener ese dinero manchado de sangre. Paula cree que Bocadillo salió de la habitación del hotel pero este en realidad se devolvió para intimidarla con un arma. Entretanto José Alejandro va hasta la habitación del hotel a visitar a Paula.

Bocadillo se encarga de atar a Paula y de esconderla. Ante la insistencia de José Alejandro este sube con una empleada del hotel y al no encontrarla comienza a sospechar. Se entera de que Paula estaba con Bocadillo. José Alejandro indaga a Guaqueta por el paradero de Paula, creyendo que el padre de esta la metido en algo raro. Guaqueta le cuenta sobre lo que pudo pasar más o menos con Paula. Uno se los hombres a donde se dirigió Bocadillo, le da el dato a José Alejandro acerca de donde puede estar Paula (posiblemente en una bodega). Un enloquecido Bocadillo pretende matar a Paula, detallándole su extraño plan a su rehén. Esmeralda se reencuentra con su hijo Octavio y discuten sobre la situación de Carolina y del hijo que esperan. Mientras tanto Carolina ha tomado la decisión de irse a París, dar a luz y hacer su posgrado allá.

De forma hipócrita Octavio se muestra contento ante su madre con la bolsa de esmeraldas. uno de los caciques intenta por su cuenta capturar al Pelusa en el concesionario de autos, usando a una voluptuosa mujer como gancho ciego. Pronto El Pelusa detecta la trampa y emboscan a la sensual mujer junto a los hombres que la escoltan. El Pelusa hace creer a sus compañeros caciques que todo salió bien para tenderles una trampa.

El Pelusa envía un grotesco mensaje a Octavio, dándole a entender que si se meten con él deberán atenerse a las consecuencias. Eventualmente huye del falso concesionario de autos, sin que se sepa de su paradero. Jeremías es reclamado por Olga en el hospital. Los dos mineros ladrones lo dejaron a su suerte en el hospital. El menor le lleva a Olga la contraria y decide irse de casa. Olga permanece al cuidado de Renzo. Una vez más Jeremías se encuentra con los mineros deshonestos, quienes esta vez planean robar el carro de valores donde van las esmeraldas, dado que no quieren conformarse con lo poco que les brindan sus patrones, y sin aprender su lección. Las amistades que consiguió en la mina no le han sentado nada bien; Jeremías dejó de ser un niño bueno y cada vez se corrompe más. Este se reúne con sus nuevos amigotes para planear el robo del carro de valores de esmeraldas.

Tras su regreso del Brasil, Ricardo se entera de que los socios de la bolsa minera han sido asesinados por los caciques esmeralderos (entre ellos Octavio y sus hombres) y decide ir a Bogotá a poner la cara ante el ministro y los demás bolsistas para que no se desanimen. En la mina, Ricardo ordena enviar dos vehículos con esmeraldas: uno de señuelo, y el verdadero, a fin de evitar que los enemigos del proceso de la bolsa esmeraldera intervengan. Mientras toman el desayuno, José Alejandro y Paula ven que los dineros de la caleta han sido entregados a los campesinos, aunque sigue sintiéndose responsable de la muerte de Bocadillo.

El Pelusa planeaba secuestrar a Carolina, sin embargo, la rápida intervención y vigilancia de Octavio impidieron esto. Carolina es "secuestrada" por Octavio, quien le dice que se enteró de las intenciones del Pelusa. Ella, tras aclarar a su padre lo ocurrido, acepta irse a Quitaque donde se reencuentra con José Alejandro y Paula, haciéndose amigas.

Pese a su embarazo Carolina insiste en trabajar, y se reúne con José Alejandro, quien le dice a Octavio la verdad sobre Xiomara, la otra mujer que está esperando un hijo de su hermano mayor. Jeremías y sus compinches caen tras haber intentado robar el carro de valores que contenía las esmeraldas. Todo esto gracias a una de las prostitutas del Bar La Pringamosa, amiga de Chepe, capataz de la mina, y los tres son encarcelados. El capataz se entera de que Jeremías les dio aviso a sus dos compinches para robar. Tras haber tenido sexo de nuevo con una de las mujeres de la Pringamosa, el joven huérfano es dejado a disposición de la policía para cumplir su condena de prisión a cambio de prestar servicio militar. Olga se muestra compungida pero a la vez tranquila esperando que Jeremías aprenda la lección.

Ricardo se reúne con Octavio y el ministro para acordar que la bolsa continue y que haya un simposio tour de exhibición de las esmeraldas en Bogotá y Octavio insiste en que pase por Boyacá, a lo que en principio el ministro duda, pero al final todos acceden. Seguidamente Carolina y Octavio se dan una nueva oportunidad para esta vez ser una familia, pese al rechazo contundente por parte del ministro, padre de la joven.

El Pelusa planea escapar a Venezuela para lo cual ha cambiado su apariencia y ha mandado construir un falso camión de transporte de carga. Ulises, el compinche del Pelusa, que fue entregado por Octavio a las autoridades, le dice a la policía que probablemente el Pelusa va a escapar.

Carolina se entera de que Octavio tendrá un hijo también de Xiomara. El Pelusa estuvo a punto de ser descubierto por las autoridades pero estas no lo logran. Muchos desean reemplazar al Pelusa que se ha refugiado en donde Contreras y se entera de lo acontecido con Xiomara quien fuera una de sus mujeres. Ante esto decide quedarse para ajusticiar a Octavio.

Ricardo presenta con orgullo la mina "La Guita", siendo la más productiva y tecnológicamente avanzada del lugar. muestra a los accionistas una de las mejores vetas, quienes quedan impresionados. Don Oscar, otro de los caciques irrumpe en el simposio de esmeraldas y ante la mirada de todos declara no estar de acuerdo con el protocolo. Octavio accede a hablar con él, y en privado manifiesta a sus colegas que nunca ha estado de acuerdo con la bolsa.

Después del tour, Oscar detiene la caravana de simposio para mostrar a todos la verdadera cara del negocio esmeraldero a los inversionistas extranjeros, les enseñan a los tambreros y cuáqueros humildes no agremiados a las minas para mostrar una imagen lastimera, con lo que terminan decepcionados y les preocupa que los planteros no quieren formar parte del proceso.

Carolina pregunta por Xiomara, y decide irse a Quitaque a buscarla para aclarar el asunto. Esmeralda le reclama a Octavio por el enrarecido ambiente entre la pareja. Octavio manda un par de hombres para que vayan por Carolina. Ella trata por sus medios de hallar a Xiomara para aclarar el asunto. Carolina pregunta por el señor Contreras quien oculta a El Pelusa, que está interesado en hacer sufrir a Octavio. Es entonces cuando Contreras manda a Carolina a una trampa segura, en donde se encuentra con El Pelusa en el Hotel. Seguidamente Octavio pone en alerta a sus hombres en Quitaque ya que todos sospechan que El Pelusa está allá. Al saber esto José Alejandro, Ricardo y el ministro parten de inmediato a Quitaque. Los hombres anuncian a Octavio que se han llevado a Carolina, sin embargo al parecer todo fue una falsa alarma, ya que El Pelusa huyó, no sin antes dejarle una advertencia a Carolina.

Tras no escuchar la advertencia de Carolina, Octavio acuerda reunirse en secreto con El Pelusa y salir de la disputa que tienen de una vez por todas. Inicialmente accede a reunirse en el sitio designado por Pelusa, este ordena que le disparen al auto de Octavio. Finalmente los hombres de Pelusa descubren que se trataba de un señuelo dejado por Octavio, quien a su vez deja una nota donde pide reunirse con Pelusa en el cementerio, frente a la tumba de Lizardo. En el cementerio la alcaldesa de Quitaque ve al Pelusa y da aviso al coronel Marín, quien con un contingente de hombres se dirigen hacia ese lugar a fin de detener la batalla.

Octavio y Pelusa aceptan arreglar sus diferencias sin usar más que cuchillos para atacarse. Cuando Octavio acorrala al Pelusa el coronel Marin y sus hombres llegan para detenerlos, sin embargo las cosas se salen de control pues Octavio y Pelusa disparan a los oficiales dejándolos gravemente heridos. El Pelusa logra escapar y para su buena fortuna se encuentra con uno de los nuevos comandantes del grupo guerrillero MR-20 que desea cobrar venganza por lo sucedido con el comandante anterior "Negro Juárez". El comandante acepta ocultar al Pelusa a cambio de ayuda mutua. Mientras tanto en Quitaque y toda la región, Pelusa es buscado, y tanto Octavio como los oficiales reciben asistencia médica. Olga al enterarse de la noticia parte directo a Quitaque para cuidar al oficial Marín, dado que él le ayudó mucho con el caso de Jeremías y la buena amistad que formaron.

El Ñato y Octavio planean deshacerse de Marín a fin de que no diga nada de lo sucedido una vez recupere la consciencia, por lo que en la noche Octavio ingresa a la habitación de Marín, intentando asesinarlo con una jeringa llena de aire. Sin saberlo, Olga presencia esto, aunque Octavio logra disimular sus intenciones. Más adelante El Ñato le propone a Octavio volar el hospital para acabar con Marín.

Al día siguiente Octavio es dado de alta, sin embargo Olga le comenta a Ricardo lo que creyó ver y a su vez Ricardo notifica al médico en secreto para pedir protección especial y autorizar solo a Olga para que cuide al coronel Marín. Esmeralda nota con preocupación a Ricardo y este para distraerla, finge estar preocupado del Pelusa cuando en realidad está alerta frente a cualquier represalia que quiera tomar Octavio.

El Ñato decide enviar un atentado al hospital de Quitaque para deshacerse del coronel Marín, y al parecer según él ocurrió lo esperado, sin embargo Octavio no contaba con que Ricardo se adelantó a las intenciones de este, haciendo que trasladaran en secreto al coronel Marín a La Victoria. En la casa de Octavio todos creían que Ricardo se encontraba en el hospital de Quitaque al momento del atentado que según Octavio, mintiendo, era obra de Pelusa. La alcaldesa de Quitaque les hace saber que Ricardo, Olga y el coronel Marín están bien, Ricardo se encuentra con la familia pero mantiene en secreto lo que hará, sin decirles nada a sus seres queridos. En casa de Octavio, José Alejandro se entera de que Paula está embarazada, aunque cree que la criatura no llegará en un buen momento pues ella sintió la tensión entre Ricardo y Octavio en el momento que estaban tomando la cena ante la duda en la veracidad de la versión de la historia de Octavio. Paula y Carolina, ahora amigas, se alegran por la noticia del bebé de Paula.

En ese momento Xiomara le pide a una de sus captoras que la ayude a escapar, y esta accede, dejándole las llaves para que abra la puerta al anochecer. Lo primero que hace es ponerse en contacto con Carolina, quien va a recogerla al día siguiente en compañía de Paula. Tras saber de la noticia José Alejandro insiste en pedirle el favor al sacerdote de Quitaque para que los case a él y Paula, y que haga el anuncio de la boda en la próxima misa. Xiomara insiste en que Carolina sepa quien es Octavio en realidad, dejando atónitas a las dos jóvenes al saber que Octavio tenía encerrada a Xiomara. Ante esto Carolina lleva a Xiomara a la casa de Octavio para que entre los tres se arregle el enredo, y este se sorprende al verla. Carolina le dice a Octavio que Xiomara debe quedarse mientras se desarrolla el bebé y que si él intenta echarla, Carolina se va con ella. El Pelusa le dice a Oscar, uno de los planteros, que le diga a Ricardo la verdad sobre las intenciones de Octavio, quien era el más interesado en que el proceso de la bolsa de esmeraldas fracasara. Así mismo organiza a algunos en conjunto con Oscar y algunos subversivos, dispuestos a atacar.

Tras enterarse de la verdad, Ricardo va a la casa de Octavio y discuten de forma álgida, pues creyó que Octavio lo estaba apoyando siempre, cuando las palabras estaban subiéndose de tono y se vislumbraba una agresión, los dos Guerrero fueron separados por una preocupada Esmeralda, que insiste en creer en su hijo mayor. Ricardo le dice a su esposa que recojan sus cosas y que se irán del pueblo, a lo que Esmeralda se niega, viendo como este salía furioso del lugar. José Alejandro acuerda con su madre salir a buscar a Ricardo, no sin antes aclararle que es posible que Ricardo esté diciendo la verdad sobre Octavio a su incrédula e inocente madre.

Los hombres de El Pelusa llegan hasta la casa de Octavio, quien le da armas a toda su familia para que se protejan. Octavio se encuentra finalmente con Pelusa quien le dispara a quemarropa. Mientras tanto en un cuarto un abusivo sujeto atacó a Paula. Esmeralda, José Alejandro y los demás presencian como Pelusa y sus hombres los intimidan para después huir. La familia lleva a Octavio al hospital dado que aún respiraba, al mismo tiempo Marín comenzaba a despertarse y a recuperarse lentamente. En el hospital, el médico sale para dar una terrible noticia: Octavio ha fallecido y Paula ha perdido al bebé a causa de la herida durante el intento de abuso.

Toda la familia Guerrero se dirige a enterrar a Octavio, Esmeralda quiebra en llanto junto con Carolina. Transcurre un tiempo, y a raíz del fallecimiento de Octavio, Ricardo decide que ha sido suficiente guerra y vende su participación en la mina, Paula quiere irse lejos del lugar para pensar las cosas, y Carolina quiere alejarse de ese entorno para estar bien para ella y para su hijo. Ricardo insiste a Esmeralda en que dejen todo atrás, ya que ambos han perdido todo lo que querían: sus sueños de hacer de la región esmeraldera un mejor lugar, sus familiares y amigos, pero ella decide quedarse. Así mismo Ricardo insiste a José Alejandro en que lo mejor es que se vayan todos a formar una nueva vida, pero el joven se niega, y dice que hará justicia pues juró en la tumba de su hermano hacer pagar al Pelusa, a lo que Ricardo responde duramente que nunca ha habido justicia en ese lugar y que todo siempre se ha arreglado a plomo, sangre y muerte y que si José Alejandro sigue con esas ideas terminará como su hermano.

Olga insiste en que con lo que quedó de su parte tras acordar la venta de la mina construirá una escuela y le preocupa que del legado de su padre Alejandro no quede nada. Ricardo le responde que no debieron salir de Bogotá en principio allá en los años 50 cuando jóvenes, y ella le pregunta acerca de que fue de aquel hombre que luchó por el amor de Esmeralda, tras enfrentar a su padre, a su hermano y a todos, tras 20 años de haber esperado por su amada Esmeralda, a lo que Ricardo le contesta que ya no es el mismo ser de antes.

Esmeralda le pide al coronel Marín que le diga que clase de hombre era Octavio en vida, pues ella al igual que toda la familia, a excepción de José Alejandro, lo consideran muerto. Tras oír la verdad de los labios del oficial, Esmeralda quiebra en llanto, para ser posteriormente consolada por Olga quien le dice que todo eso se veía venir una vez que Eduardo se encargó de malencaminar a Octavio, y que inevitablemente era lo que pasaría. Ricardo y Esmeralda se reúnen y toman la decisión de irse para Bogotá tras haberse dado cuenta de que la misma tierra que les dio los mejores años de su vida también les quitó todo (la muerte de su padre Alejandro y su madrastra Reina, el ex sacerdote Javier, su hermana media Verónica, Esperanza e incluso el mismo Eduardo, el fin del proceso de paz, y el fin de la bolsa de esmeraldas), pues Ricardo entendió que luego de luchar casi toda su vida por el negocio de las esmeraldas, lo mejor era vender la mina para tranquilidad suya y la de su familia. En la mina Ricardo le dice a Chepe que haga la entrega de la propiedad a los nuevos dueños y se va de forma triste sin una gran despedida. Ricardo y Esmeralda le proponen a José Alejandro que se vayan todos a Bogotá a lo que él se niega, alegando que debe cumplir la promesa de vengar la falsa muerte de Octavio y de hacer pagar a Oscar y Pelusa por lo ocurrido.

El Ñato, con sed de venganza, fue emboscado por los hombres de Oscar, quienes envían un mensaje con José Alejandro para que se reuniera con el cacique.

Mientras tanto José Alejandro se reúne como es costumbre, y de forma clandestina con Octavio, y le dice que Oscar está dispuesto a entregar al Pelusa a cambio de que José Alejandro interceda por él ante la justicia. Todo esto no es más que una mentira de Oscar, quien en realidad se está apropiando lentamente de todos los bienes y terrenos del Pelusa, y en particular de un terreno despejado que le interesa sobremanera, y que a la vez nota la ingenuidad de José Alejandro al querer insistir con el asunto de la paz. Tanto José Alejandro como el coronel Marín están convencidos de que Oscar quiere hacer las cosas bien, sin embargo Octavio deja claro que podría ser una trampa. Sin saberlo, José Alejandro fue seguido hasta el refugio por Ricardo y El Ñato, quien se encarga de dejar inconsciente a Ricardo, a fin de que no se entere de que Octavio sigue con vida. Octavio se da un fuerte abrazo con El Ñato, quien no puede ocultar su felicidad al ver que su patrón está con vida, como parte del plan.

Marin y José Alejandro se dirigen al sitio donde presuntamente estaría el Pelusa, cerca de la frontera con Venezuela, ya que Oscar decidió vender a su colega a cambio de inmunidad judicial. En el cruce de disparos, Pelusa es acorralado por los oficiales y José Alejandro, pero en el último momento previo a su captura, decidió ingerir una píldora suicida a fin de evitar estar en la cárcel. Chepe le cuenta a Ricardo y Esmeralda que los nuevos dueños de la mina eliminaron todas las prebendas y beneficios de los trabajadores, y que hubo recortes de personal, y que a cambio implementarían más equipos y tecnología a fin de evitar romper la tierra para saber si hay o no piedras verdes. Ricardo le propone a Chepe que les cuide la casa finca familiar que alguna vez fue la casa de Reina y Alejandro.

En el refugio Octavio se vio tentado muchas veces a querer ver a Carolina, pero El Ñato y José Alejandro se lo impidieron. Octavio le deja su legado a José Alejandro como cacique de Quitaque diciéndole que de aquí en adelante él se las arreglaría por su cuenta y que finalmente vio en José Alejandro a un Guerrero que no arreglaba las cosas por las balas, viendo a su vez en su hermano menor la voluntad de su padre Ricardo y de su abuelo, Alejandro Guerrero, patriarca de la familia. Tras la muerte de Pelusa y la falsa muerte de Octavio, Oscar y José Alejandro, los últimos caciques, oficializan la firma de la paz, algo que sus predecesores no pudieron lograr, sin embargo Oscar explora el terreno del Pelusa, y se encuentran una veta de esmeraldas, las cuales son ofrecidas a la comunidad en un periodo de dos semanas, con libre albedrío de exploración. José Alejandro se entera de esto y encolerizado, le pide a Oscar que haya un orden para la exploración a fin de evitar más guerra y sangre.

Tiempo después, Ricardo y Esmeralda deciden renovar sus votos matrimoniales tras cumplir 25 años de matrimonio celebrando en compañía de sus familiares y amigos. El hijo de Carolina nace, al igual que el de Xiomara. Carolina ha accedido a encargarse de los dos herederos de Octavio. Tanto José Alejandro como Octavio se miran a los ojos, dando a entender que el sentimiento de amistad cobraría otro significado ante la mirada de Octavio, quien accedió a renunciar al amor de Carolina para que sea feliz con su hermano menor. Por otro lado José Alejandro argumenta que Paula Guaqueta, su exnovia, no quiso volver a saber más de él ni de la región. Mientras tanto Octavio disfrazado de campesino divisa a lo lejos la escena familiar, y se aleja del lugar. Durante la fiesta, Jeremías quien estaba de licencia del ejército, se reencuentra con Olga y la familia Guerrero, pidiendo disculpas a todos por su negativo comportamiento de aquel entonces.