Anexo:Presidentes del Consejo de Aragón

El Consejo de Aragón, desde su institución por Fernando II en 1494 hasta su abolición por Felipe V en 1707, fue habitualmente presidido por el vicecanciller de la Corona de Aragón, cargo de naturaleza jurídica, aunque durante ciertos periodos del s. XVII fue nombrado a tal efecto un noble castellano con título de presidente (resaltados en sombreado).

La Corona de Aragón a mediados del s. XV.

El vicecanciller o presidente era nombrado por el rey en un plazo máximo de dos meses a partir de la cesación o muerte de su antecesor; debía ser (en el caso de los vicecancilleres) natural y residente en los reinos de Aragón, Valencia, Cataluña o Mallorca;[1] tenía potestad para decidir en caso de paridad de votos en el consejo, y su salario era el doble que el de los regentes. En su ausencia, los asuntos de justicia quedaban a cargo del regente más antiguo, y los de gracia, del tesorero general. Al igual que el presidente de Castilla, recibía el tratamiento de "Señoría Ilustrísima".[2]

Lista cronológica de presidentes del Consejo de Aragón

1494 - 1506	Alfonso de la Caballería	Aragonés, vicecanciller desde 1484.[3] En 1504 fue conquistado Nápoles.	Desde 1479 reina Fernando II.
1508	Tomás Malferit	Mallorquín.
1508 - 1523	Antonio Agustín	Entre 1515 y 1517 estuvo desterrado en Flandes. Murió en el cargo.	Desde 1516 reina Carlos I.
1523 - 1529	Jerónimo de Larraga	Por Aragón. Entre 1522 y 1530 fue presidente Mercurino Gattinara.
	Ximén Pérez de Figuerola	Por Valencia.
	Federico Honorato de Gualbes	Por Cataluña. Era hijo del regente Joan de Gualbes.
1529 - 1532	Juan Sunyer	Era yerno de Gualbes. Murió en el cargo.
1533 - 1546	Miguel May	Catalán. Fallecido. Su padre fue regente de Cataluña. En 1543 se dio nueva planta al consejo.[4]
1546 - 1552	Jerónimo Coll	Catalán. Murió en el cargo.
1552 - 1559	Pedro de Clariana de Seva	Catalán. Fallecido. Desde 1558 fue tesorero el II conde de Chinchón. Hacia 1558 se instituyó el Consejo de Italia, al que pasaron los asuntos de Milán, Sicilia y Nápoles.[5]	Desde 1556 reina Felipe I (II de Castilla).
1562 - 1585	Bernardo de Bolea	Aragonés. En 1578 entró como tesorero el III conde de Chinchón.
1585 - 1598	Simón Frigola	Valenciano. Renunció tras la muerte de Felipe I. En 1593 el Consejo adquirió competencias sobre la Orden de Montesa.
1598 - 1607	Diego de Covarrubias y Sanz	Valenciano. Murió en el cargo.	Desde 1598 reina Felipe II (III de Castilla)
1608 - 1612	Diego Clavero	Aragonés. Desde 1612 fue tesorero el IV conde de Chinchón.
1612 - 1622	Andrés Roig	Valenciano, murió en el cargo.	Desde 1621 reina Felipe III (IV de Castilla)
1623	Pedro de Guzmán y de los Cobos	Murió tres meses después.
1624	Garci Pérez de Araciel	Riojano, con título de presidente.[6] Murió antes de tomar posesión.
1628	Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros	Castellano. Fallecido. Fue tesorero general desde diciembre de 1626; le sucedió en la tesorería Ramiro Núñez de Guzmán.
1628 - 1632	Enrique Pimentel, obispo de Cuenca	Castellano. Renunció para volver al obispado.
1632 - 1637	Francisco Fernández de la Cueva, duque de Alburquerque	Castellano. Murió en el cargo.
1637 - 1645	Gaspar de Borja, arzobispo de Sevilla	Castellano. Murió en el cargo.	Entre 1640-1652 tuvo lugar la guerra de Cataluña
1646 - 1652	Matías de Bayetola y Cabanillas	Aragonés, con título de vicecanciller. Jubilado debido a su avanzada edad.	Entre 1640-1652 tuvo lugar la guerra de Cataluña
1652 - 1671	Cristóbal Crespí de Valldaura	Valenciano. Murió en el cargo.	Desde 1665 rige Mariana de Austria
1671 - 1677	Melchor de Navarra y Rocafull	Aragonés. Destituido por sus diferencias con Juan José de Austria.	Desde 1675 reina Carlos II
1677	Pascual de Aragón	Catalán. Murió en el cargo.
1677 - 1690	Pedro Antonio de Aragón	Hermano del anterior. Ambos se destacaron por su afinidad a Castilla, pese a su origen catalán.
1690 - 1691	Melchor de Navarra y Rocafull	2ª vez. Murió en el cargo.
1692 - 1694	Gaspar Téllez-Girón y Sandoval, duque de Osuna	Murió en el cargo.
1695 - 1698	Fernando de Aragón y Moncada, duque de Montalto	Cesó en el puesto manteniéndolo en propiedad.
1698 - 1702	Rodrigo Manuel Manrique de Lara, conde de Frigiliana	Gobernador del Consejo.	Desde 1700 reina Felipe IV (V de Castilla)
1702 - 1707	Íñigo de la Cruz Manrique de Lara, conde de Frigiliana	Hijo del anterior. El Consejo fue abolido.[7]	Guerra de sucesión
			Guerra de sucesión

Véanse también

Listas cronológicas de presidentes y gobernadores de Castilla, de Hacienda, de Indias y de Italia, virreyes de Aragón, de Valencia, de Cataluña, de Nápoles, de Sicilia y de Cerdeña y gobernadores de Milán.

Notas y referencias

Su nacionalidad fue una fuente constante de desavenencias: la reina María había aceptado en 1422 la solicitud de las Cortes de Barcelona de que el vicecanciller fuera natural y residente en los reinos de Aragón, Valencia, Cataluña o Mallorca, disposición que fue confirmada por el rey Alfonso V de Aragón en las Cortes de Barcelona de 1431. Sin embargo cada uno de estos reinos intentó siempre elevar a la vicecancillería a uno de sus naturales, y en ciertos periodos del s. XVII fue el reino de Castilla el que consiguió imponer un presidente castellano, más afecto al rey y a la corte, en vez de un vicecanciller, jurista más apegado a los fueros locales.
Nueva Recopilación: libro IV, tít. I, ley XVI.
El vicecanciller de la Corona de Aragón, cargo aparecido en el siglo XIII como adjunto y sustituto del canciller, fue adquiriendo importancia en el s. XIV al absorber la Cancillería la administración de justicia según las Ordenaciones de Pedro IV en 1344. El canciller, que era un clérigo de alto rango, no podía por su condición eclesiástica entender en causas criminales ni desatender su diócesis acompañando a la corte real en sus desplazamientos, por lo que el vicecanciller, un laico doctorado en leyes que no tenía estas limitaciones, fue paulatinamente tomando de facto sus competencias hasta relegarle a finales del s. XV a serlo sólo del Principado de Cataluña, y así cuando Fernando II instituyó en 1494 el Consejo de Aragón, el vicecanciller fue el encargado de ejercer su presidencia por su carácter de administrador supremo de la justicia.
En las Ordenanzas de Palamós, ampliando en tres el número de regentes.
Sobre la fundación del Consejo de Italia puede verse Manuel Rivero: El Consejo de Aragón y la fundación del Consejo de Italia y La fundación del Consejo de Italia: Corte, grupos de poder y periferia.
El Conde-duque de Olivares era partidario de sustituir al vicecanciller aragonés por un presidente castellano, a fin de evitar favoritismos y asegurar su fidelidad a Castilla: Gran memorial de 1624. Algunos autores dudan que el memorial fuera obra suya: Manuel Rivero, El "Gran Memorial" de 1624, dudas, problemas textuales y contextuales de un documento atribuido al conde duque de Olivares.
En el contexto de la guerra de sucesión española, en 1707 Felipe V de Castilla dispuso la abolición de los fueros de Aragón y Valencia y la agregación al Consejo y Cámara de Castilla de todos sus negocios, excepto las relativas a Cerdeña y Baleares, que pasaron al Consejo de Italia, y las de la Orden de Montesa, que pasaron al Consejo de Órdenes. El cargo de vicecanciller o presidente del Consejo desapareció con él, aunque hasta 1713 todavía perduró el consejo austracista instituido por Carlos III el Archiduque (Virginia León Sanz: Corts i Parlaments de la Corona d'Aragó, pp. 244-247).

Bibliografía

Gil González Dávila: Teatro de las grandezas de la Villa de Madrid, pp. 419-439 (1623).
Rodrigo Méndez Silva: Catálogo real y genealogía de España, pp. 132-133 (1656).
Juan Francisco Andrés de Uztarroz: Anales de la Corona y Reyno de Aragon, libro II, pp. 130-131 (1653).
Marqués de La Lapilla en Papeles varios (s. XVIII), fo. 151, p. 375 de la edición digital, transcrito por José Antonio Escudero López en Los hombres de la Monarquía Universal, p. 153.
Pedro Escolano de Arrieta: Práctica del Consejo Real en el despacho de los negocios, vol. I, cap. I, secc. II.
Carlos Riba y García: El Consejo Supremo de Aragón en el reinado de Felipe II (1914).
Jesús Lalinde Abadía: El vicecanciller y la presidencia del Consejo Supremo de Aragón, en Anuario de Historia del Derecho Español, tomo XXX, pp. 175-248 (1960).
Pere Molas Ribalta: Los cancilleres de Carlos V y Letrados y nobles en la corona de Aragón.

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[1] Su nacionalidad fue una fuente constante de desavenencias: la reina María había aceptado en 1422 la solicitud de las Cortes de Barcelona de que el vicecanciller fuera natural y residente en los reinos de Aragón, Valencia, Cataluña o Mallorca, disposición que fue confirmada por el rey Alfonso V de Aragón en las Cortes de Barcelona de 1431. Sin embargo cada uno de estos reinos intentó siempre elevar a la vicecancillería a uno de sus naturales, y en ciertos periodos del s. XVII fue el reino de Castilla el que consiguió imponer un presidente castellano, más afecto al rey y a la corte, en vez de un vicecanciller, jurista más apegado a los fueros locales.

[2] Nueva Recopilación: libro IV, tít. I, ley XVI.

[3] El vicecanciller de la Corona de Aragón, cargo aparecido en el siglo XIII como adjunto y sustituto del canciller, fue adquiriendo importancia en el s. XIV al absorber la Cancillería la administración de justicia según las Ordenaciones de Pedro IV en 1344. El canciller, que era un clérigo de alto rango, no podía por su condición eclesiástica entender en causas criminales ni desatender su diócesis acompañando a la corte real en sus desplazamientos, por lo que el vicecanciller, un laico doctorado en leyes que no tenía estas limitaciones, fue paulatinamente tomando de facto sus competencias hasta relegarle a finales del s. XV a serlo sólo del Principado de Cataluña, y así cuando Fernando II instituyó en 1494 el Consejo de Aragón, el vicecanciller fue el encargado de ejercer su presidencia por su carácter de administrador supremo de la justicia.

[4] En las Ordenanzas de Palamós, ampliando en tres el número de regentes.

[5] Sobre la fundación del Consejo de Italia puede verse Manuel Rivero: El Consejo de Aragón y la fundación del Consejo de Italia y La fundación del Consejo de Italia: Corte, grupos de poder y periferia.

[6] El Conde-duque de Olivares era partidario de sustituir al vicecanciller aragonés por un presidente castellano, a fin de evitar favoritismos y asegurar su fidelidad a Castilla: Gran memorial de 1624. Algunos autores dudan que el memorial fuera obra suya: Manuel Rivero, El "Gran Memorial" de 1624, dudas, problemas textuales y contextuales de un documento atribuido al conde duque de Olivares.

[7] En el contexto de la guerra de sucesión española, en 1707 Felipe V de Castilla dispuso la abolición de los fueros de Aragón y Valencia y la agregación al Consejo y Cámara de Castilla de todos sus negocios, excepto las relativas a Cerdeña y Baleares, que pasaron al Consejo de Italia, y las de la Orden de Montesa, que pasaron al Consejo de Órdenes. El cargo de vicecanciller o presidente del Consejo desapareció con él, aunque hasta 1713 todavía perduró el consejo austracista instituido por Carlos III el Archiduque (Virginia León Sanz: Corts i Parlaments de la Corona d'Aragó, pp. 244-247).