Anexo:Roma (temporada 2)
Segunda temporada
La historia arranca en el 44 A.C., el mismo momento en que Julio César es asesinado por Bruto y los conspiradores. Su muerte marcará el comienzo de innumerables conjuras políticas e intrigas amorosas que condicionan el futuro de Roma.
Episodio 1: Pasar página
Tras el asesinato de César, Roma es un hervidero, el propio Marco Antonio debe huir de Quinto Pompeyo y sus secuaces y se refugia en la casa de Atia. Antonio le cuenta todo lo sucedido a Atia y le dice que se marcha a la Galia a reunir hombres para enfrentarse a los asesinos de César, Atia insiste en marcharse con él y Antonio a regañadientes acepta.
Mientras tanto, Voreno llora ante el cuerpo sin vida de su esposa Niobe, que se ha suicidado después de que Voreno descubriera que Lucio no es su nieto, sino el hijo que tuvo con el marido de su hermana. Voreno no puede contenerse y maldice a sus hijos condenándolos al averno, mientras, en las calles, todos los ciudadanos comunican la muerte de César. A las afueras de Roma, Pullo se casa con Eirene.
Antes de marcharse, Antonio, Atia y Octavio acuden a ver el cuerpo sin vida de César, Antonio planea llevarse a Calpurnia, la esposa de César con ellos pese a las protestas de Atia. Calpurnia los lleva a escuchar el testamento de César, según su testamento, lega todos sus títulos y posesiones a Octavio además de que le nombra su hijo adoptivo, Octavio insiste en quedarse en Roma pero tanto Antonio cómo Atia se niegan, Octavio logra convencer a su madre y finalmente Atia acepta quedarse en Roma. Octavio trata de convencer a Antonio de que aún puede oponerse a Bruto y Casio, ya que estos deben declarar a César tirano, sino, su muerte habría sido un asesinato, pero el declarar tirano a César implicaría que tanto Bruto cómo Casio pierdan sus cargos.
Mientras tanto, Tito Pullo regresa a Roma con su nueva esposa dónde se encuentra con un Voreno anonadado por las circunstancias. Mientras, en casa de Servilia, Marco Antonio se reúne con Casio y Bruto, Antonio les propone un trato, no declarar a César tirano para evitar perder sus cargos y privilegios, una amnistía general y un funeral público para César, Bruto y Casio aceptan sus condiciones, pero antes de marcharse, Antonio mata a Quinto Pompeyo por intentar matarle. Mientras Erasto Fulmen les hace una visita a Lide y a los niños
Ya en el funeral de César, Voreno también entierra a Niobe junto a Pullo y Eirene. El funeral de César es un mar de lágrimas, el pueblo está entristecido por su muerte y Antonio lo aprovecha para poner al pueblo en contra de Bruto y Casio, estos, presionados por la ira de la plebe, se ven obligados a exiliarse a las provincias orientales mientras Servilia permanece cómo "invitada" de Antonio. Mientras, en su casa, Voreno se entera de que sus hijos han desaparecido, la vecina y amiga de Niobe le dice que Erastes Fulmen se los ha llevado, Voreno y Pullo matan a los hombres de Erastes, este les dice que los sodomizó, los mató y los arrojó al río Tíber, Voreno enfurecido, lo asesina.
Episodio 2: El hijo de Hades
Marco Antonio ya se ha asentado en el poder en Roma tras expulsar a Bruto y a Casio y mantener bajo control a Octavio, Antonio se prepara para recibir a Cleopatra, la amante de César y reina de Egipto. Cleopatra le pide a Antonio que Roma siga custodiando el trono egipcio y a cambio se le darán grandes sumas de dinero, pero también le pide que reconozca a Cesarión como hijo legítimo de César a lo que Antonio se niega.
Pero Antonio aún tiene problemas en su mandato como cónsul, uno de los principales collegium, el Aventino, anda falto de liderato tras la muerte de Erastes Fulmen y el comercio amenaza con paralizarse. Antonio acude a ver a Lucio Voreno, el cual aún sigue en estado de depresión tras enterarse de la muerte de su esposa e hijos, Antonio le ordena a Voreno que se haga cargo del Aventino.
Al día siguiente, en casa de Atia se celebra una gran cena a la que acuden los patricios de toda la ciudad, incluida Servilia, también acudirá Cleopatra. Atia planea asesinar a Servilia pero Octavio avisa a tiempo a Antonio y este la detiene. Tras eso, Cleopatra llega a la casa de Atia con su séquito dónde les presenta a su hijo Cesarión, la cena transcurre con aparente normalidad aunque la tensión se palpa en el ambiente, Cleopatra se despide de Antonio y Atia y se marcha.
Mientras tanto, en el Aventino, Voreno acuerda una tregua santificada y llama a los capitanes de los collegium a reunirse con él en el Aventino, Voreno les muestra su oferta de paz pero los demás capitanes no la aceptan para evitar ceder ante el recién llegado, así que Voreno destroza la figura de la diosa Concordia y los capitanes, asustados, aceptan su oferta de paz.
Mientras, en casa de Atia, Octavio sigue presionando a Antonio para que este le entregue el dinero que César le ha legado, pero Antonio se niega y decide administrar él el dinero que César le ha dejado en herencia. Así que Octavio pide un ruinoso préstamo para entregarle el dinero a la plebe que César prometió en su testamento, eso desata la furia de Antonio que comienza a pegar a Octavio pese a las súplicas de su madre, la pelea solo se detiene cuando llega Octavia.
Octavio, furioso con sus familiares se marcha de Roma hacia Campania a reunirse con su amigo Agripa junto a sus legiones, pero en un carromato de esclavos se puede ver a los hijos de Voreno y a su hermana, eso quiere decir que siguen vivos.
Episodio 3: Las filípicas de Cicerón
Ahora que su mandato como cónsul está a punto de finalizar, Marco Antonio decide marcharse a Macedonia, pero Atia no quiere marcharse y logra convencer a Antonio de atacar a Bruto y a Casio, así que Antonio decide no ser el gobernador de Macedonia cuando culmine su mandato.
Mientras, en el Aventino, Voreno tiene problemas en su mandato de uno de los collegium, y una guerra entre bandas estalla cuando uno de los capitanes decide desobedecer a Voreno, Voreno echa las culpas sobre Pullo por cuestionar sus órdenes. Pullo, harto de sus enfrentamientos con Voreno decide marcharse de la ciudad junto a Eirene.
Marco Antonio se reúne con Cicerón, allí, Cicerón le advierte de que Octavio está reuniendo un poderoso ejército en Campania, pero a Antonio no le preocupa, y le pide a Cicerón que sea nombrado gobernador de la Galia Cisalpina cuando finalice su consulado, Cicerón no acepta pero debido a las amenazas de Antonio no tiene más remedio que ceder.
Mientras todo eso ocurre en Roma, Bruto y Casio siguen solicitando el apoyo de reyes y nobles extranjeros para reunir un ejército y dirigirse a Roma.
Mientras, Cicerón se marcha de la ciudad, no sin antes humillar a Antonio frente a todo el Senado al redactar una carta insultándole y declarándole "La Helena de Roma", luego, le da su apoyo a Octavio y le concede permiso para entrar en Roma. Pullo regresa a la ciudad donde se topa con Lyde, la hermana de Niobe la cual le dice que los hijos de Voreno aún están vivos.
Episodio 4: Testudo et Lepus (La tortuga y la liebre)
La conspiración de Servilia para asesinar a Atia es descubierta cuando Atia tortura a su cocinero y este confiesa que Servilia le pagó para matarla, Atia decide vengarse de Servilia y la secuestra cuando esta estaba en un templo, Atia tortura a Servilia, pero Timón, el hombre de Atia, se niega a seguir siendo su brazo ejecutor y libera a Servilia.
Mientras tanto, Marco Antonio se ha marchado a la Galia Cisalpina ahora que su consulado ha expirado, el Senado le ha declarado enemigo de Roma y Octavio, acompañado de los generales senatoriales Hircio y Pansa, derrota a Antonio en la batalla de Mutina, Octavio ha derrotado a Antonio pero tanto Hircio cómo Pansa fallecieron en la batalla, eso beneficia a Octavio ya que así se llevará el mérito de la victoria. Octavio envía a Agripa a Roma para pedirle a Cicerón un triunfo.
Mientras eso ocurre, Tito Pullo está buscando a Lucio Voreno para contarle que sus hijos aún viven, con la ayuda de Octavio, Pullo localiza a Voreno el cual consigue permiso de Antonio para abandonar la legión y buscar a sus hijos.
Voreno y Pullo localizan a sus hijos en unas minas, descubren que la hija mayor, Vorena, es usada cómo prostituta y los otros hijos también son esclavos, Voreno y Pullo se llevan a los chicos y se marchan.
Episodio 5: Héroes de la República
Voreno, tras rescatar a sus hijos de la esclavitud regresa al collegium del Aventino pese a que Pullo le pide que no lo haga, pero los hijos de Voreno no están contentos de reunirse con su padre, y planean fugarse en cuanto consigan algo de dinero.
Ya en Roma, Cesar Octavio le pide a Marco Tulio Cicerón que le conceda un triunfo, Cicerón dice que no puede ser ya que Octavio derrotó a otros romanos y además, que los generales senatoriales Aulo Hircio y Cayo Vibio Pansa Cetroniano hicieron todo el trabajo, aunque murieron. Así que Octavio pide ser cónsul amparándose en su ejército, además le dice a Cicerón que no tomará ninguna decisión sin consultárselo, así que finalmente Cicerón acepta.
Cómo Octavio está en Roma, su hermana Octavia aprovecha para ir a verle, pero observa que su hermano está muy cambiado desde que fuera aquel niño tímido e inteligente y que ahora es un joven frío y áspero. Octavia le pide a Octavio que vaya a ver a su madre, Octavio se niega ya que aún guarda rencor a Atia, pero finalmente es la propia Atia la que suplica perdón a su hijo, este se lo concede y ambos vuelven a estar en paz.
Mientras, en la Galia Transalpina, Lépido, el general enviado por el Senado para vencer a Marco Antonio se une a este, ya que sus tropas desertan, Antonio le propone a Lépido ser su segundo al mando, a lo que este acepta encantado. Mientras tanto, Octavio es investido cónsul en el Senado, su primera medida es declarar a Casio y Bruto enemigos de Roma para honrar a su fallecido padre, Cicerón le dice que así dividirá al Senado pero Octavio le ignora, Octavio hace entrar a sus legionarios en el Senado para asegurarse de que la moción es aprobada. Cicerón comprende que le ha engañado, pero tiene otro plan en mente, avisa a Casio y Bruto de que Octavio está solo y es vulnerable.
Tras recibir la carta de Cicerón, Bruto y Casio deciden partir hacia Roma con sus legiones, Octavio se entera de sus planes y decide forjar una alianza con su viejo enemigo, Marco Antonio para derrotar a Bruto y Casio.
Episodio 6: La batalla de Filipos
Bruto y Casio se dirigen hacia Roma con sus legiones, Octavio sabe que no puede enfrentarse contra ellos en solitario y decide forjar una alianza con Marco Antonio, el cual está asentado en la Galia Cisalpina, Antonio también está interesado en aliarse con Octavio ya que desea vengarse de Bruto y Casio por matar a su protector, Julio César.
Ya cómo aliados, Octavio y Antonio desean limpiar Roma de seguidores de Bruto y Casio así que envían a los collegium a asesinar a los nobles y patricios que apoyen a los asesinos de César, todos aprovechan para añadir nombres a la lista de futuras víctimas, incluida Atia, el único que parece estar en contra de los asesinatos masivos es Lépido.
Ya con la lista, Tito Pullo tiene órdenes de asesinar a Marco Tulio Cicerón, este es advertido de que Octavio y Antonio se han aliado y corre a comunicárselo a Bruto y Casio que no tienen conocimiento de esta alianza, antes de morir bajo la espada de Pullo, Cicerón envía a un mensajero a entregar el mensaje, pero este pierde el mensaje por el camino. Aunque llevan ya 1000 asesinatos, Antonio aún sigue añadiendo nombres a la lista, lo cual inquieta a Octavio, mientras tanto, Agripa, su segundo, se ha enamorado de Octavia y ambos inician una relación a espaldas de Octavio.
Octavio y Antonio reúnen a sus tropas listos para partir hacia Grecia, Atia se entera de la relación de su hija con Agripa y la previene de que aunque si permite que sean amantes, nunca podrán casarse. Poco después, Jocasta, la amiga de Octavia llega a la villa de Atia pidiendo ayuda, ya que unos hombres entraron en su casa y asesinaron a su familia, además de que abusaron de ella (el asesinato de la familia de Jocasta fue una de las peticiones de asesinato de Atia). Por su parte, Tito Pullo considera marcharse con Octavio y Antonio a Grecia, pero antes se entera de que su esposa Eirene está embarazada.
Ya en Grecia, Casio y Bruto se enteran de la alianza de Octavio y Antonio y saben que han perdido la ventaja de la superioridad numérica, Bruto insiste en que deben resistir en su posición. Ambos ejércitos, republicanos y triunviros reúnen a sus hombres, Antonio da la primera orden de ataque y rompe el flanco derecho de los ejércitos de Casio y Bruto, Casio junto a sus hombres carga contra las legiones de Antonio pero cae y es derrotado, Casio muere en brazos de Bruto y este sabe que ya no tiene posibilidades de victoria, viéndose derrotado, Bruto carga en solitario contra los hombres de los triunviros y muere bajo las espadas de los legionarios. La batalla ha concluido y Cayo Octavio y Marco Antonio han vencido.
Episodio 7: Mascarilla mortuoria
Servilia, tras enterarse de la muerte de Bruto en Filipos, llora amargamente culpándose de la muerte de su hijo, y clama venganza a las puertas de la casa de Atia.
Marco Antonio, César Octavio y Lépido establecen un triunvirato para dirigir la República, Octavio se queda con la parte occidental del imperio, Roma, Hispania, la Galia y Germania, Antonio por su parte con las provincias orientales más Egipto y a Lépido le tocan las provincias menos ricas, África, Cartago y Numidia.
Servilia sigue con sus reclamaciones a las puertas de la villa de Atia, esta, harta, sale a atender las peticiones de Servilia, pero esta, maldice eternamente a Atia y da su mayor sacrificio, su vida, suicidándose a las puertas de la casa de Atia.
Por su parte, Voreno tiene problemas dirigiendo el Aventino, Nemmio, uno de los capitanes de los collegium está dispuesto a hacerle la vida imposible a Voreno, mientras, Pullo tiene problemas con Eirene ya que a esta no le gusta Gaia, una de las jefas de las prostitutas, Pullo, con el pretexto de darle una lección a Gaia se acuesta con ella.
Tras acordar el triunvirato, Antonio recibe al rey judío Herodes, este le ofrece un "regalo" a cambio de que Roma proteja su trono, Antonio acepta el soborno pero no está dispuesto a compartirlo con nadie, eso desata una nueva discusión entre Octavio y Antonio, la relación entre ellos se resquebraja poco a poco. Así que para aparentar unidad frente al pueblo, Antonio y Octavio acuerdan un matrimonio entre ambas familias, Atia propone casarse con Antonio pero Octavio impone a Antonio que se case con su hermana Octavia, para disgusto de su madre.
Episodio 8: Una ficción necesaria
Octavio proclama unas nuevas doctrinas de virtud en Roma, pero son tan estrictas que ni siquiera su propia familia puede respetarlas, además, Octavio se casa con una bella joven llamada Livia.
Por su parte, Mecenas (el consejero de Octavio) y Posca, traman robar el oro de Herodes para ellos mismos y encargan al collegium del Aventino hacerse con el oro, pero los hombres de Voreno son traicionados y solo Mascius logra salvarse, además el oro es robado. Voreno informa a Octavio, Antonio y Lépido del hecho y promete recuperar el oro.
Mientras tanto, Gaia se ha encaprichado de Pullo y le da un tónico a Eirene para que aborte, pero el aborto le produce la muerte a la propia Eirene y al hijo recién nacido, Pullo entierra a Eirene junto a su fiel amigo Voreno.
Octavio, se entera gracias a Mecenas de que Antonio sigue acostándose con su madre desatendiendo a su hermana Octavia y esposa de Antonio, la cual es la amante de Agripa, Octavio, furioso, ordena que su madre y hermana queden bajo arresto domiciliario hasta que el dicte lo contrario y obliga a Antonio a marcharse a las provincias orientales que tiene bajo su gobierno, Octavio perdona a Agripa pero no así a su madre y hermana.
Mientras, en el Aventino, Voreno culpa a Mascius de la traición, pero pronto se entera de que es su hija Vorena la que está delatando a su padre ya que está enamorada de uno de los hombres de Nemmio, Voreno le dice que ese hombre solo está con ella para utilizarla y ella finalmente le declara todo su odio diciéndole que lo hizo porque el mató a su madre. Así que Voreno se marcha con Antonio a las provincias orientales dejando a Pullo a cargo del Aventino.
Agripa, mientras, le dice a Octavia que se ha reconciliado con Octavio y que por lo tanto no pueden seguir juntos, Octavia le dice que está embarazada aunque no sabe de quién.
Finalmente, se descubre que fue Nemmio el que robó el oro de Herodes, y junto a los demás collegium se alía contra el Aventino, Nemmio dice querer paz con Pullo pero este le responde arrancándole la lengua, finalmente los collegium luchan entre sí, saliendo el Aventino cómo vencedor.
El capítulo acaba con Marco Antonio llegando a Egipto con sus legiones donde se presenta ante la reina Cleopatra.
Episodio 9: Deus impeditio esuritori nullus (Hambre de gloria)
Roma sufre escasez de cereales y el pueblo se muere de hambre, César Octavio se ve obligado a pedirle grano a Egipto, pero este país está controlado por Marco Antonio y Cleopatra, los cuales no están dispuestos a darle el grano para que Octavio se vea obligado a declararles la guerra.
Pullo, debido a que está a cargo del Aventino, debe informar a Octavio, Pullo le dice que el pueblo le culpa a él de la hambruna ya que el pueblo respeta y quiere a Antonio. Octavio sabe que una guerra con Antonio estaría perdida salvo que el pueblo los apoyara, así que tiene una idea, envía a Atia y Octavia (amante y esposa respectivamente) a Egipto a solicitar la ayuda de Antonio, sabedor de que les dispensará una fría acogida.
Tal y como había planeado, Antonio se niega a recibir a Atia y a Octavia, eso hace estallar en lágrimas a Atia ya que ve cómo su amado la rechaza en favor de una extranjera. Pero no solo eso, Posca y su esposa Jocasta abandonan a Antonio y se marchan junto a Atia y Octavia. Con el lleva un regalo para Octavio, el testamento de Marco Antonio, según el testamento, Antonio abandona la fe romana y declara que él es Osiris y Cleopatra es Isis, además deja en herencia a sus hijos con Cleopatra las provincias orientales y a Cesarión le deja Roma, eso, sumado a que repudió a su esposa, hace que el pueblo se vuelva en contra suya. Octavio, con el apoyo del Senado y el pueblo le declara la guerra a Antonio.
Octavio se marcha a Egipto a luchar contra Antonio y le pide a Pullo que le acompañe, ahora Pullo mantiene una relación con Gaia tras la muerte de Eirene (aunque no sabe que fue Gaia la que asesinó a su esposa e hijo recién nacido). Pero cuando se marchaba, Memmio, el antiguo traidor al cual enjauló, le ataca por la noche. Gaia lo salva a costa de quedar gravemente herida y en su lecho de muerte, Gaia le confiesa a Pullo que fue ella quién asesinó a su esposa e hijo porque le quería para ella sola, Pullo la estrangula y arroja su cadáver a una fuente.
Episodio 10: De Patre Vostro (Sobre tu padre...)
Octavio, gracias a Agripa, derrota a la flota romano-egipcia de Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium, estos se ven obligados a refugiarse en Alejandría donde se arrojan a una vida de desenfreno ante la inminente derrota.
Octavio le pide a Antonio que se rinda sin condiciones, pero este no está dispuesto a hacerlo, y confiando en un último plan de salvación, reta a Octavio a un combate singular a muerte. Evidentemente, Octavio lo rechaza. Pero tiene otro plan en mente, y ofrece a Cleopatra una oferta, entregar a Antonio a cambio de mantener su trono. Cleopatra se debate entre conservar el honor o su trono, Antonio le dice a Cleopatra que lo mejor sería suicidarse y ambos acuerdan hacerlo al alba.
Tras una noche de fiesta, Antonio recibe una carta de la esclava personal de Cleopatra diciendo que esta ya se ha suicidado. Antonio, totalmente abatido, decide suicidarse también, y lo hace por la mano de su fiel Voreno, el cual le atraviesa con una espada. Poco después, Cleopatra aparece viva, ya que al parecer ha decidido vender a Antonio a cambio de mantener su trono. Cleopatra se entrevista con Octavio, y este promete mantener su trono y dejar vivos a sus hijos a cambio de que vaya con el a Roma. Cleopatra sabe que solo irá para ser expuesta como un trofeo de guerra y se suicida con la mordedura de un áspid, junto al cadáver de su "amado" Marco Antonio.
Voreno y Pullo se reúnen de nuevo, esta vez para salvar a Cesarión ya que Octavio ha dado orden de capturarlo y matarlo. Durante una escaramuza por culpa de Cesarión, Voreno queda gravemente herido y a duras penas consigue llegar a Roma. De nuevo en su casa, Voreno recibe el perdón de sus hijos. Por su parte, Pullo marcha a hablar con Octavio, el cual ha sido proclamado emperador de Roma, Pullo le dice que Cesarión murió en el desierto bajo su mano y Voreno también, Octavio le da las gracias y Pullo se marcha.
Todo acaba con Pullo y Cesarión paseando por las calles de Roma, Pullo le dice "Sobre tu padre...".