Anexo:Tercera temporada de Mujeres asesinas

Rita es una mujer trabajadora y de escasos recursos. Fue una víctima ingenua quien confió plenamente en un hombre hasta sentirse atraída por su personalidad y llegar a intimar con él. Ella entiende que Camilo le abrirá el camino para mejorar su situación económica. Por tal motivo acepta trabajar en precarias condiciones para Oscar Belloso, conocido de su ahora gurú espiritual. Sin embargo, su hija adolescente, Consuelo, es más escéptica con respecto a los supuestos poderes de ese vividor. En su necesidad de creer, Rita aceptará lo que Camilo le pida. La situación llegará a un punto de inflexión que desencadenará en un trágico final. Rita golpea varias veces al hombre en la cabeza. Fue condenada a 12 años de prisión y se convirtió en evangelista.

Milagros es una mujer humilde y algo tosca que se dedica a “comunicar la palabra de Dios” en un modesto galpón acondicionado como “templo evangelista”. Ella es la “pastora”, que atiende a sus fieles y los ayuda a solucionar problemas de toda índole, sobre todo los económicos. Pero bajo esa apariencia entre bondadosa, comprensiva y espiritual Milagros encierra una personalidad sumamente vil, perversa y violenta: su único interés es sacarle el dinero a “sus devotos” sin ningún tipo de miramiento, aunque esto implique aplicar tormentos. Sus dos hijas y sus yernos formarán parte de este terrible clan que, bajo la tutela de “la pastora”, será el encargado de ejecutar las órdenes más atroces y execrables. Pero sus inconfesables pecados recibirán finalmente una justa condena.

La historia narra la relación entre Nora y Laura, que sufre una verdadera crisis cuando Nora es violada por un hombre desconocido. La vida de Nora cambia radicalmente: se vuelve más introvertida y renuente a salir de su casa. Hasta rehúsa cualquier contacto con Laura. Su justificado malestar no lo es tanto para Laura, quien comienza a sospechar que bajo el velo de una supuesta violación Nora esconde una relación clandestina. Los celos y la obsesión son los protagonistas y un lamentable desenlace pondrá fin a la constante tirantez entre las mujeres. Laura amenaza con matar a Nora con unas tijeras, al intentar enterrarlas Nora las desvía, apuñalando varias veces a Laura en el estómago asesinándola. Nora murió de cáncer de páncreas antes de recibir su condena.

Blanca es una humilde mujer que padece esquizofrenia. Está casada con Alberto, quien arregla electrodomésticos y deja de trabajar en su casa para instalarse en un nuevo local junto con su vecino. Blanca escucha voces constantemente, la atormentan y le dicen que su marido se irá y la dejará sola. Su hermana y su madre tratan de ayudarla. Las voces son cada vez más fuertes. Finalmente apuñala a su esposo con unas tijeras. Paso más de 20 horas al lado del cadáver de su esposo antes de ser detenida. Fue internada en un instituto neuropsiquiátrico, paso 9 años ahí y salió a principios del 2004. Actualmente vive con su hermana.

Sonia es una mujer casada con un médico. Aparentemente, el matrimonio parece funcionar como un perfecto engranaje; hasta que ella comienza a sospechar que su marido lleva una doble vida. Desgraciadamente lo que era una suposición se convierte en una realidad: Marcela, una enfermera del hospital parece ser la amante de su esposo. Desilusionada y desencajada por ese triste descubrimiento, Sonia empieza a planear la manera de deshacerse de Marcela. Los celos, rabia y sed de venganza se apoderan de Sonia maquinando un plan siniestro: secuestra a la joven y la mantiene durante varios días en cautiverio, sometiéndola a terribles torturas. Para Sonia esta es la manera de que la enfermera expíe sus culpas por “apoderarse” de su marido. La situación llega a un horrible punto de inflexión que desencadenará en un trágico final. Conduce hasta un sitio apartado, se deshace de Marcela vertiéndole gasolina y prendiéndole fuego. Fue condenada a reclusión perpetua.

Claudia es una mujer muy buena, trabaja en un hospital como secretaria y está casada con Fernando un hombre machista que solo la humilla y trunca sus sueños. Un día Claudia conoce a Sandra en el hospital (esta es novia del doctor/jefe de Claudia) y este mismo le renta una casa a Sandra, pero este la termina y corre de la casa que le rentaba entonces Claudia la acoge en una casa suya que tiene desocupada enfrente de la suya, Sandra cuando se ganó la amistad de Claudia empieza a mantener una relación con Fernando hasta que un día, Fernando esta en casa de Sandra teniendo relaciones y Claudia se entera ya que había pedido salir temprano de trabajar, ella no dice nada pero cuando llega Fernando a casa y se recuesta, Claudia toma agua hirviendo y se lo avienta quemándole el rostro, Fernando murió a los 2 días con quemadoras graves y Claudia fue condenada a 12 años de prisión, salió a los 8 por buena conducta. Ahora trabaja en un hospital en Paraguay.

Perla está casada con Daniel, un hombre déspota que la desvaloriza y menosprecia en forma permanente. Su único interés es el dinero que ella puede darle. Perla siempre sumisa, con tal de tenerlo a su lado es capaz de soportar cualquier cosa, hasta la violencia física y el adulterio. Ella sabe que su marido le es infiel. Sin embargo sigue luchando por su amor. Todas estas humillaciones parecen no hacer mella todavía en su corazón. Aún continúa con el rito de cocinarle a él y a sus amigos todos los martes, soportando incluso diálogos indecentes que siempre la menoscaban. El desprecio no podía durar demasiado. Perla llega a un punto en el que decide finalmente terminar con tanto desamor y desidia. Asesina a Daniel y lo corta en trozos, lo cocina en guisado para servirlo a sus invitados. Fue condenada a 12 años de prisión.