Antonio de Gregorio Rocasolano
Antonio de Gregorio Rocasolano (Zaragoza, 11 de abril de 1873[1]-25 de abril de 1941) fue un químico y académico español, catedrático de Química general de la Universidad de Zaragoza, ciudad en la que desarrolló prácticamente toda su vida profesional.[2]
Antonio de Gregorio Rocasolano | ||
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Rector de la Universidad de Zaragoza | ||
1929-1931 | ||
Predecesor | Ricardo Royo Villanova | |
Sucesor | Domingo Miral López | |
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Información personal | ||
Nacimiento |
11 de abril de 1873 Zaragoza (España) | |
Fallecimiento |
25 de abril de 1941 (68 años) Zaragoza (España) | |
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Profesor universitario, químico y político | |
Miembro de | ||
Distinciones | ||
Biografía
Discípulo de Bruno Solano en la Escuela de Química de Zaragoza, donde se licencia en 1892. Completó su formación en 1893 con un curso de Microbiología impartido por Émile Duclaux en París,[3] doctorándose en Madrid en 1897. En 1902 obtiene la cátedra de Química General de Barcelona, incorporándose a la Universidad de Zaragoza para el desempeño de dicha cátedra por permuta al año siguiente. En 1913 viaja a París para completar sus estudios sobre la alimentación del nitrógeno por vía bacteriana, gracias a una pensión concedida por la JAE.[4][5] En Zaragoza fue vicerrector en 1921 y rector en 1929.[6] Fue presidente de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza desde 1922 hasta 1932[7] y doctor honoris causa por la Universidad de Toulouse. En 1923 fue uno de los anfitriones en una visita de Albert Einstein a Zaragoza.[8]
Después del golpe de Estado de 1936 juega un papel importante en la configuración de la Universidad y la ciencia durante el periodo franquista. Fue nombrado presidente de la Comisión para la Depuración del Personal Universitario (o Comisión “A”),[9][10] que tendrá su primera sede en Zaragoza. Esta Comisión, formada inicialmente por Rocasolano (Zaragoza), Ángel González-Palencia Cabello (Madrid), Lorenzo Torremocha Téllez (Valladolid), Isaías Sánchez Tejerina (Valladolid) y Teodoro Andrés Marcos (Salamanca) fue responsable de la separación de servicio, sanción, inhabilitación o traslado de un gran número de profesores de valía.[lower-alpha 1] En 1938 fue nombrado académico numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. [12]
En 1939 se crea el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para sustituir a la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), y Rocasolano es nombrado vicepresidente en 1940. Recibe también en 1940 la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.[13]
El Instituto de Química-Física del CSIC, sucesor del Instituto fundado en 1932 gracias al apoyo económico de la Fundación Rockefeller y que fuera centro científico español puntero hasta la Guerra Civil, fue renombrado y se conocía hasta 2023 como “Instituto Rocasolano”, cuando se cambió su denominación a Instituto Química Física Blas Cabrera, (IQF) para cumplir con la Ley de Memoria Democrática. Tras su fallecimiento Rocasolano fue alabado como «capitán de la Ciencia española, maestro preclaro, falangista entero en servicio permanente y espíritu selecto en la visión de la enseñanza nacional».[14]
Ideas Políticas
El pensamiento político de Rocasolano está expuesto en diversos materiales. Durante la Segunda República fue miembro del grupo político Acción Española, creado a partir de la revista del mismo nombre.[15] Tras la guerra participó en la construcción del discurso nacional-católico.
En 1940 fue uno de los colaboradores de la obra colectiva Una poderosa fuerza secreta,[16] con un artículo titulado La táctica de la Institución[17] en el que se criticaba la labor de la Institución Libre de Enseñanza (ILE).[18][19]
Lo que importa es que las Logias masónicas no puedan actuar sobre el Ministerio de Instrucción Pública contra la paz y el progreso de España, desde la trinchera de la Institución Libre de Enseñanza. Lo que importa es que los que llevamos en el corazón a [130] España opongamos a la funesta táctica internacionalista de la Institución una labor cultural de honda raíz española, alejada de toda política de partido, puesto nuestro ideal en el servicio de Dios y en la grandeza de la España inmortal.
También lanzó ataques contra la JAE, que se centraban en la falta de apoyos al laboratorio que fundara en Zaragoza, al carácter no directamente aplicativo de la investigación («poco aprovechable para la industria nacional o para la producción del campo») y, finalmente, al tópico de que la JAE «desarticula nuestra propia cultura, atacándola en su base religiosa».
Obra Científica
En su obra se encuentran estudios relacionados con la agricultura y la alimentación nitrogenada de las plantas, así como con cinética y catálisis de coloides y el movimiento browniano.[20] También se han señalado sus privilegiadas relaciones con notables científicos extranjeros.[21] Escribió, entre otras obras, Estudios químico físicos sobre la materia viva (2ª ed, 1917)[22] o Aportaciones bioquímicas al problema agrícola del nitrógeno (tres volúmenes, 1933-1939). Falleció en 1941.[3]
Véase también
Notas
- Pedro Laín Entralgo usó posteriormente para referirse a esta depuración de la Universidad española la expresión «atroz desmoche».[11]
Referencias
- Cebollada, 1988, p. 194.
- Cebollada, 1988, p. 190.
- Glick, 2005, p. 124.
- «Real orden concediendo las pensiones que se mencionan para la ampliación de estudios en el extranjero.». Gaceta de Madrid (Madrid) (261): 655-656. 18 de septiembre de 1913. Consultado el 12 de octubre de 2017.
- Cebollada, 1988, p. 195.
- «Real decreto nombrando Rector de la Universidad de Zaragoza a D. Antonio de Gregorio y Rocasolano Vicerrector y Catedrático de la Facultad de Ciencias de la expresada Universidad». Gaceta de Madrid (Madrid) (216): 973. 4 de agosto de 1929. Consultado el 12 de octubre de 2017.
- «Antonio de Gregorio Rocasolano». Universidad de Zaragoza. Archivado desde el original el 14 de julio de 2007. Consultado el 4 de agosto de 2007.
- Glick, 2005, pp. 123, 130.
- Otero Carvajal, 2006, p. 71.
- Franco, F., Decreto núm. 66.- Disponiendo se lleve a cabo una revisión total en el personal de Instrucción Pública, por medio de las Comisiones que se crean. Orden de 8 de noviembre de 1936 (BOE 11 de noviembre de 1936)
- Laín Entralgo, P., Descargo de Conciencia, Galaxia Gutemberg, 2003
- «Real Academia de Ciencias». Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Archivado desde el original el 28 de septiembre de 2007.
- «Decretos de 13 de julio de 1940 por los que son nombrados Caballeros, Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, los señores que se indican.». Gaceta de Madrid (Madrid) (200): 5005-5006. 18 de julio de 1940. Consultado el 12 de octubre de 2017.
- Delegación Provincial de Educación Nacional de Zaragoza, Homenaje de los Colegios Oficiales de Licenciados y Doctores ... a la Memoria de D. Antonio de Gregorio Rocasolano, Zaragoza, E. Berdejo Casañal, 1941.
- Claret Miranda, 2006, p. 35.
- Varios autores, Una poderosa fuerza secreta, Editorial Española S.A., San Sebastián, 1940
- La táctica de la Institución Antonio de Gregorio Rocasolano 1940
- Gil Cremades, 2010, p. 117.
- Otero Carvajal, 2006, pp. 68-72.
- Glick, 2005, pp. 124-1256.
- Cebollada, 1988, pp. 206-207, 209.
- Gregorio Rocasolano, 1917.
Bibliografía
- Obras de Gregorio Rocasolano
- Gregorio Rocasolano, Antonio de (1917). Estudios químico físicos sobre la materia viva (2ª edición). Zaragoza: Tipografía de Gregorio Casañal.
- Fuentes secundarias
- Cebollada, José Luis (1988). «Antonio de Gregorio Rocasolano y la Escuela Química de Zaragoza». Llull (Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas) 11 (21): 189-216. ISSN 0210-8615.
- Claret Miranda, Jaume (2006). El atroz desmoche. Barcelona: Crítica. ISBN 9788484327608.
- Gil Cremades, Juan José (2010). «Los detractores aragoneses del institucionismo: El libro Una poderosa fuerza secreta: la institución libre de enseñanza (1940)». En Mainer, José-Carlos (ed.), ed. El Centro de Estudios Históricos (1910) y sus vinculaciones aragonesas (con un homenaje a Rafael Lapesa). Zaragoza: Institución Fernando el Católico. pp. 115-130. ISBN 978-84-9911-055-4.
- Glick, Thomas F. (2005) [1986]. Einstein y los españoles: ciencia y sociedad en la España de entreguerras (2ª edición). Madrid: Editorial CSIC. ISBN 9788400083588.
- Otero Carvajal, Luis Enrique (2006). «La destrucción de la ciencia en España». La destrucción de la ciencia en España: depuración universitaria en el franquismo. Madrid: Complutense. pp. 15-72. ISBN 9788474918083.
- Bibliografía adicional
- Manuel Castillo Martos, Juan Luis Rubio Mayoral (2014). Enseñanza, ciencia e ideología en España (1890-1950). Sevilla: Diputación de Sevilla - Vitela. ISBN 9788494243936.
- Castillo Martos, Manuel (2001). «La visita de Einstein a España según los periódicos». En E. Arias, E. Barroso, M. Pérez, M. J. Ruiz, ed. Comunicación, historia y sociedad: homenaje a Alfonso Braojos. Universidad de Sevilla. pp. 294 y ss. ISBN 9788447206698.