Archidiócesis de Tarragona

La archidiócesis de Tarragona (en latín: Archidioecesis Tarraconensis) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en España. Es la sede metropolitana de la provincia eclesiástica de Tarragona con seis diócesis sufragáneas: Gerona, Lérida, Solsona, Tortosa, Urgel y Vich.

Archidiócesis de Tarragona
Archidioecesis Tarraconensis (en latín)

Escudo

Catedral de Santa Tecla de Tarragona
Información general
Rito rito romano
Sufragánea(s)Gerona
Lérida
Solsona
Tortosa
Urgel
Vich
Fecha de erección Siglo I
Elevación a archidiócesis Siglo V
Sede
Catedral Catedral de Santa Tecla de Tarragona
División administrativa Cataluña
País España
Jerarquía
Arzobispo Joan Planellas i Barnosell
Arzobispo(s) emérito(s) Jaume Pujol Balcells
Estadísticas
Población
 Total
 Fieles
(2014)
619 538
520 000 (83,9%)

Localización y extensión de la archidiócesis.
Sitio web
Web de la diócesis

La jurisdicción de la archidiócesis comprende los municipios del norte-España oriental, en la provincia de Tarragona, parte de la comunidad autónoma de Cataluña.

La sede episcopal de Tarragona fue establecida el siglo I, y fue elevada a archidiócesis en el siglo V.

La archidiócesis posee una gran riqueza arquitectónica en templos y santuarios, de los que varios han sido declarados Monumento nacional, varios de ellos son Basílicas menores.

Historia

Diócesis de Tarraco (hasta el siglo V)

Tarragona es una de las ciudades más antiguas de Hispania, probablemente de origen ibérico, como sus monedas y construcciones ciclópeas indican.

Los romanos eligieron Tarragona como el centro de su gobierno en España. En la división de la península fue la capital primero de Hispania Citerior y después de la provincia de Hispania Tarraconensis.

La Iglesia de Tarragona es indudablemente una del más antiguas en España, que viene, según la tradición, de los tiempos de Santiago y san Pablo. La visita de Pablo a Tarragona entra dentro de una gama de posibilidades, si hubiera sido el caso de una visita desde Roma a España, como prometió hacer en la Epístola a los romanos (Romanos 15:24), y que san Jerónimo afirma que hizo.

Se supone que san Pablo dejó alguien al frente de la comunidad cristiana y, sus sucesores, con el tiempo, serían obispos. Las primeras referencias datan del siglo III en las Actas del martirio del obispo san Fructuoso y su diáconos, Augurio y Eulogio. La lista de los obispos de Tarragona, por tanto, empieza con san Fructuoso, pero se supone que hubo otros obispos anteriores, cuyos nombres se han perdido.

El obispo tarraconense estuvo representado en el Concilio de Arlés (314) por dos procuradores, el sacerdote Probatius y el diácono Castorius. Más tarde, el obispo Himerio, por medio del sacerdote Basianus, solicitó al papa san Damaso la elevación a sede arzobispal, que fue concedida en el año 384 por su sucesor san Siricio.

En el 475, Tarraco fue ocupada por los visigodos y el rey Eurico.

Archidiócesis Tarraconense (siglo V-VII)

El rey visigodo, Eurico, tomó Tarragona en el 475 y la arrasó. Aun así Tarragona consiguió aguantar.

Con la llegada de los pueblos germánicos, florecieron los concilios provinciales:

  • Primer Concilio provincial de Tarragona (516-517): Convocado por el arzobispo Juan, en el que participan los 10 obispos de la provincia.
  • Concilio provincial en Gerona (517).
  • Concilios de Barcelona y Lérida (546): Convocado por el arzobispo Sergio.
  • Tercer Concilio de Toledo (589): El arzobispo Artemio manda como representante al clérigo Esteban.
  • Concilios provinciales de Zaragoza y Barcelona (599): Convocados por Artemio.
  • Concilio de Egara: Convocado por el arzobispo Eusebio.
  • El arzobispo Audax (633-638) participó en el Cuarto Concilio de Toledo (633), y Protasius (637-646) en el Sexto (638) y Séptimo (646) Concilios de Toledo. Cipriano (680-688) envió representantes al Decimotercer (683), Decimocuarto (684), y Decimoquinto (688) concilios de Toledo. El obispo Vera asistió personalmente al Decimosexto (693) y Decimoséptimo (694).

Gracias a las actas de estos concilios, se conocen los nombres de los arzobispos de Tarragona de aquellos años.

Tarrakuna musulmana (ca. 719-1116)

Entre el siglo VIII y mediados del X la sede estuvo vacante a causa de la invasión musulmana. En 711 el obispo san Próspero y otros habitantes de la antigua Tarraco se refugiaron en las costas italianas. Llevaron consigo las reliquias de santos que se conservaban en la sede y un antiguo libro litúrgico, el Oratorio visigótico tarraconense, que hoy se conserva en la Biblioteca Capitular de Verona. Los árabes destruyeron Tarragona en 719. Los obispos de Narbona y Barcelona presionaron para nombrarse metropolitanos, pero los diferentes papas no lo aceptaron.

Algunos clérigos, como Cesari o el obispo de Vich Ató se autodenominaron durante unos años obispos de Tarragona, pero sus intentos no perduraron. Con todo, el 1091 el papa Urbano II restituyó la sede arzobispal con dignidad metropolitana en la persona de Berenguer Sunifred. La cuestión estuvo parada hasta la reconquista de la zona por parte de Ramón Berenguer III.

Restauración de la archidiócesis de Tarragona

Tras la reconquista por los francos, la Marca Hispánica queda asignada a la archidiócesis de Narbona, y Tarragona fue restaurada como diócesis. Hay una leyenda que dice que Cesáreo, el primer obispo, consigue que el arzobispo de Santiago de Compostela lo ordene como arzobispo de Tarragona, restaurando la sede (y es leyenda, porque el primer Arzobispo de Santiago fue Diego Gelmírez consagrado en 1120, mientras que Cesáreo es de hacia 956). Mientras tanto, el obispo de Narbona Aimerico (927-977) y sus sucesores Armengol (977-1019), Guifredo de Cerdaña (1019-1079), Pedro Berenguer (1079) y Dalmacio (1079-1091) usaron ilegítimamente el título de arzobispo de Tarragona.

Después de Cesáreo, la sede permaneció vacante y Atón en 971 obtuvo del papa Juan XIII, por poco tiempo, el título de arzobispo de Tarragona e intentó restaurar la sede, instalándose en Vich. Por fin, el 1 de junio de 1091, el papa Urbano II restableció oficialmente la archidiócesis, a cuya cabeza puso a Berenguer Sunifred de Lluçà, que conservó la sede de Vich por la pobreza de la población tarraconense. El arzobispo de Narbona, acusándolo de querer desmembrar su sede, lo mantuvo preso hasta que no le pagara una importante indemnización.

En 1151 se fundó el monasterio cisterciense de Santa Maria de Poblet.

El 23 de marzo de 1154 el papa Anastasio IV estableció los límites de la archidiócesis y sus sufragáneas: Gerona, Barcelona, Urgel, Vich, Lérida, Tortosa, Zaragoza, Huesca, Pamplona, Tarazona y Calahorra. Ese año actuaba como obispo el capítulo de la catedral.[1]

En 1171 comienza la construcción de la catedral.

El 17 de junio de 1207, el papa Inocencio III concedió a los arzobispos de Tarragona el privilegio de coronar a los reyes de Aragón en Zaragoza.

El 10 de octubre de 1238 se erige la diócesis de Valencia y tras una larga disputa con Toledo, el papa se decide por integrarla en la provincia eclesiástica de Tarragona.

En 1318 Zaragoza fue elevada al rango de archidiócesis metropolitana teniendo como sufragáneas a Huesca, Tarazona, Pamplona y Calahorra, desintegrándose de la provincia tarraconense.

Tras dos siglos de obras, en 1331 se consagró solemnemente la catedral con presencia del arzobispo sardo y de los obispos de la provincia.

De 1380 a 1388 la sede permaneció vacante, porque Pedro III de Aragón se negó a apoyar a ninguna de las facciones en el cisma de Occidente, por lo que los papas se negaban a nombrar arzobispo.

El 19 de julio de 1492, el cardenal Rodrigo Borja consigue del papa Inocencio VIII la elevación de la sede de Valencia a archidiócesis metropolitana.

En 1498 se publica un misal siguiendo la «Consuetudinem Ecclesiæ Tarraconensis». Estará en vigor hasta 1589, cuando se aplicará el rito romano.

Inmediatamente tras Concilio de Trento, en 1570, se creó el seminario metropolitano de san Pablo y santa Tecla.

En 1593 se creó la diócesis de Solsona y agregada a la provincia eclesiástica de Tarragona.

En 1691 el concilio provincial establece que el arzobispo de Tarragona debe seguir usando el título de Primado de España.

El 15 de diciembre de 1712 el arzobispo Isidro Bertrán, partidario del pretendiente al trono Carlos de Austria, fue depuesto por Felipe V por real decreto y la sede declarada vacante. El año siguiente, el papa Clemente XI envió al rey de España una bula de protesta y el arzobispo hizo acto de sumisión. Aun así, Felipe no quiso volverse atrás.

En 1722 reaparece la cuestión sobre el derecho de primacía de Toledo sobre Tarragona, pero la pretensión toledana fue confirmada.

En 1813 las tropas napoleónicas saquearon el palacio arzobispal, destruyendo los archivos diocesanos y capitulares. Ni siquiera respetaron una reliquia de Santa Tecla conservada en el monasterio de San Cugat del Vallés. Tras la destrucción, en 1815 se empezó a construir el nuevo palacio arzobispal.

Con la expropiación de las tierras de los monasterios, a partir del decreto de desamortización del gobierno de Juan Álvarez Mendizábal en 1836, muchos de ellos debieron ser clausurados por falta de rentas para mantenerlos y, entre ellos, es abandonado el monasterio de Santa María de Poblet y durante casi un siglo será saqueado por la población local.

En 1869 el arzobispo Fleix y Solans participó en el Concilio Vaticano I tomando sitio entre los primados.

El 14 de agosto de 1897 el papa León XIII convirtió el seminario en universidad pontificia.

En 1930 se inició la restauración del monasterio de Santa Maria de Poblet, de forma que en 1935 pudo dedicarse nuevamente la iglesia al culto, y en 1940 se reanuda la vida monástica.

En 1957 los límites de la archidiócesis se ampliaron, incluyendo un arciprestazgo que había pertenecido a la diócesis de Barcelona y otro de la diócesis de Vich.

El 25 de marzo de 1964 la diócesis de Barcelona es elevada al rango de archidiócesis, con dependencia directa de la Santa Sede, para adquirir posteriormente el rango de iglesia metropolitana, el 15 de junio de 2004.

Disputa sobre la primacía

En la actualidad, el arzobispo de Toledo ostenta el honor de primado de España, lo que implica que es el primero entre los obispos de España, aunque en la actualidad el título solo sea honorífico.

Cuando Toledo pasó a ser la capital del reino visigodo, la idea de estado centralizado de la época hizo que a Toledo se le reconociera la primacía. El rey visigodo Gundemaro promovió la celebración de un sínodo que se desarrolló en Toledo y que designó a dicha ciudad como la metrópoli de toda la provincia cartaginense.

Durante el llamado periplo de la Reconquista, la alianza entre los monarcas y la Iglesia se irá concretando en los distintos privilegios que se ofrecen entre ambas. Con la conquista de Alfonso VI de la ciudad de Toledo, se otorga por el papa la bula Cunctis Sanctorum, de 1088/1089, en la que se reconocía a los titulares de la diócesis toledana la condición de primados y metropolitanos, recuperando el papel protagonista que la sede episcopal había tenido en época visigoda.

Sin embargo la importancia de Tarragona ya se había reflejado mucho antes. Durante la persecución de Valeriano (256-259), el obispo Fructuoso fue uno de los obispos ejecutados junto con San Cipriano, obispo de Cartago, y Sixto II, obispo de Roma. Más adelante, en el Concilio de Arlés, dos de los seis representantes de las iglesias de Hispania provenían de Tarragona. En el I Concilio de Nicea (325) Tarragona ya es mencionada como metrópoli mucho antes que Toledo. Hacia el 415 el obispo Ticia ya es mencionado como metropolitano. Del año 638 figuran unas actas del arzobispo Protasio firmadas con esta fórmula: In nomine Domini, ego Prothasius Sanctae primae sedis Tarraconensis Ecclesiae in merito Episcopus, in his constitutionibus a nobis editis subscripsi (En el nombre del Señor, yo Protasio por los méritos de obispo de la Santa primada sede de Tarragona, suscribo en estas Constituciones editadas por nosotros). Más adelante, en el VII Concilio de Toledo (646) cambia el término primada por metropolitana.

Tras la invasión musulmana y la Reconquista, El papa Urbano II (que en 1088/1089 ya había reconocido el título de primada a la sede toledana), a través de la bula Inter primas Hispaniarum (1091), mencionaba a Tarragona como una de las ciudades más importante de Hispania. En el siglo XIII, mediante una bula del papa Inocencio IV, fechada el 17 de noviembre de 1245, concedió al arzobispo de Tarragona el privilegio de llevar ante él la cruz alzada, privilegio que solo los primados ostentan. Un siglo después el papa Juan XXII confirmó este y otros privilegios que les fueron concedidos por medio de dos bulas (en 1320 y en 1321). Fue a partir de la celebración de un concilio provincial en 1691 que se dispuso el uso del título de “Hispaniarum primas” (primado de las Españas).

En el siglo XVIII, tras la unión de los reinos de Castilla y Aragón por los Decretos de Nueva Planta, Felipe V pretendió suprimir la dignidad primada de Tarragona por una pragmática de julio de 1722. Esta fue recurrida ante la Santa Sede y el Real Consejo y fue declarada inválida. En el siglo XIX, el arzobispo Francesc Fleix Solans ocupó un sitio entre los primados en el Concilio Vaticano I. Poco después, el papa León XIII, cuando elevó la catedral de Tarragona a basílica, reconoció que Tarragona fue la sede principal del Imperio romano en la península ibérica, existiendo desde los primeros siglos de la fe cristiana la Iglesia patriarcal y primada de las Españas.[2]

La sede metropolitana

Algunos de los edificios más importantes de la archidiócesis son:

  • La Catedral de Tarragona es un edificio sólido y elegante, que combina los estilos románico y gótico. Edificada encima de una mezquita (y encima de un templo romano), las obras fueron iniciadas por Oleguer de Barcelona. El altar mayor no fue elaborado hasta 1426 y el centro hasta 1493. No fue hasta el siglo XVI cuando se hicieron el órgano, las cristaleras, etc. La fachada tiene tres secciones y la nave es de planta en forma de cruz latina. Es destacable la Capilla de Santa Tecla, patrona de Tarragona, empezada en 1760 y acabada en 1776. La pila bautismal es una magnífica pieza de mármol que se encontró en las ruinas del palacio de Augusto.
  • La Iglesia de Sant Pau, edificada en el lugar donde, según la tradición, predicó Pablo de Tarso.
  • La Iglesia de Santa Tecla, patrona de Tarragona.
  • El Palacio del Arzobispo, situado al antiguo Capitolio romano, reconstruido en el siglo XIX.
  • El Seminario de Sant Pau y Santa Tecla, fundado el 1570, tiene el rango de Universidad Pontificia.
  • Son destacables también los monasterios de Poblet (Cuenca de Barberá), Vallbona de las Monjas (Urgel) y Santas Cruces (Alto Campo).
  • Otros edificios notables son: Los conventos de Clarisas, de Santa Teresa, de Capuchinos, de San Francisco (actualmente escuela), de los Jesuitas, de los Dominicos (actualmente es el Ayuntamiento de la ciudad), de los Mercedarios y de los Carmelitas (los dos últimos cedidos al ejército).
  • Antiguamente en el Anfiteatro de Tarragona había una iglesia en el centro de la arena, que fue el lugar donde sufrió martirio San Fructuoso.

Gobierno eclesiástico

Episcopologio

En el siglo I se crea la diócesis de Tarragona, luego en el siglo V es elevada al rango de archidiócesis. Desde su elevación, ha estado gobernada por 98 arzobispos y 8 obispos auxiliares.

Cuando Tarragona fue elevada a archidiócesis, el entonces obispo Joan pasó a ser el primer arzobispo.

La archidiócesis de Tarragona está actualmente regida por el arzobispo de Tarragona, encargado de la administración de la archidiócesis y la curia archidiocesana.

Monseñor Joan Planellas, actual arzobispo metropolitano, fue nombrado el 4 de mayo de 2019, y tomó posesión de la archidiócesis el 8 de junio siguiente.

Territorio

Mapa de los arciprestazgos.

La archidiócesis de Tarragona está situada en el noroeste de España, en Cataluña. Geográficamente, se encuentra en la zona del levante. Se extiende por las comarcas catalanas del Baix Camp, la Cuenca de Barberá, el Priorato y Urgel-Garrigas, Alt Camp, el Bajo Penedés y el Tarragonés. La jurisdicción del arzobispado comprende aproximadamente 3146,6 km²,[3] y abarca 136 municipios.[4]

La archidiócesis limita por el este con la diócesis de Sant Feliú de Llobregat, por el norte con Vich y Solsona, por el oeste con Lérida y al sur con Tortosa.

La ciudad de Tarragona, cuyo nombre asume el arzobispado, es la capital archidiocesana, y como tal, alberga la curia arzobispal y la catedral. La residencia del arzobispo se encuentra en el Palacio Episcopal de Tarragona.

Provincia eclesiástica

La provincia eclesiástica de Tarragona está formada por la archidiócesis de Tarragona -que es la sede metropolitana- y las diócesis sufragáneas de Gerona, Lérida, Solsona, Tortosa, Urgel y Vich. Además, el arzobispo de Tarragona es el metropolitano de la provincia y tiene autoridad limitada sobre las diócesis sufragáneas.[5]

Provincia eclesiástica de Tarragona
CatedralAdvocación[6]Diócesis
Catedral de Tarragona Santa Tecla Tarragona
Catedral de Gerona Virgen María Gerona
Catedral de Lérida Asunción de María Lérida
Catedral de Urgel Virgen María Urgel
Catedral de Solsona Virgen María Solsona
Catedral de Vich San Pedro Vich
Catedral de Tortosa Virgen María Tortosa

Actualmente, la provincia tiene alrededor de 459 parroquias, abarca unos 32 577 km² en donde habitan aproximadamente 2 766 106 de personas de las cuales el 87,94% son católicos.

Datos comparativos entre las diócesis de la provincia
Diócesis Erigida Área(km²) % C. Poblacióntotal P.
Tarragona[3] Siglo I 3095 83,9 619 538 200
Gerona[7] Siglo IV 4705 81,3 851 640 395
Lérida[8] Siglo IV 2977 87,2 236 525 125
Urgel[9] Siglo IV 7630 96,4 216 337 363
Solsona[10] 19 de julio de 1593 3536 87,9 141 800 174
Vich[11] Siglo V 4184 94,4 409 500 250
Tortosa[12] Siglo IV 6450 84,5 290 766 141
Total 32 577 87,94 2 766 106 1648
P.=Número de parroquias; % C.=Porcentaje de católicos;

Antiguamente, la Tarraconense también tenía autoridad metropolitana sobre las siguientes diócesis:

División pastoral

Para efectos de su organización interna y la provisión de los servicios pastorales a los fieles, la archidiócesis está dividida en tres vicarias mayores:

  • Vicaría de Tarragona
  • Vicaría del Baix Camp, la Cuenca de Barberá, el Priorato y Urgell-Garrigues
  • Vicaría de Alt Camp, el Bajo Penedés y el Tarragonés

Estadísticas

De acuerdo al Anuario Pontificio 2021 la arquidiócesis tenía a fines de 2020 un total de 523 500 fieles bautizados.

Año Población Sacerdotes Bautizados por
sacerdote
Diáconos
permanentes
Religiosos Parroquias
Bautizados
católicos
Total % de
católicos
Total Clero
secular
Clero
regular
Varones Mujeres
1950215 000215 000100.028324835759130625151
1969260 000263 00098.93552857073260940131
1980343 000350 00098.0259185741324196819193
1990366 000375 00097.62481856314751158788193
1999368 000381 00096.61971494818683124557198
2000396 000411 95096.11951484720304120555198
2001406 000422 90996.01861434321834113525199
2002409 000427 00095.81831434022345108523199
2003437 000456 52695.71841444023755104519199
2004437 000456 52695.71831414223875107512199
2010517 800549 50094.21741363829755110396200
2014520 000619 53883.9165131343151595439200
2017517 350615 63184.0163138253173983348200
2020523 500623 23084.0139114253766788254200
Fuente: Catholic-Hierarchy, que a su vez toma los datos del Anuario Pontificio.[3]

Cuenta en su territorio con dos seminarios:

  • Seminario Mayor Diocesano, en el que durante el curso 2017-18 estudiaron 8 seminaristas.
  • Seminario Mayor Interdiocesano de Cataluña, que es independiente de los seminarios de cada una de las diócesis catalanas y que durante el curso 2017-2018 contaba con 26 seminaristas.[13]

Se han celebrado 179 concilios provinciales, y es la provincia católica que ha celebrado más concilios. El primero data del 380 y el último de 1995.

Referencias

  1. Antonio Ubieto Arteta, Creación y desarrollo de la Corona de Aragón, Zaragoza, Anubar (Historia de Aragón), 1987, pág. 203. ISBN 84-7013-227-X.
  2. mussara.com. «Arquebisbat de Tarragona». www.arquebisbattarragona.cat. Consultado el 20 de marzo de 2017.
  3. Cheney, David (8 de diciembre de 2021). [en la página https://www.catholic-hierarchy.org/diocese/dtarr.html «Archdiocese of Tarragona»]. del sitio web Catholic-Hierarchy (en inglés). Kansas City. Consultado el 7 de enero de 2022. «Datos tomados del Anuario Pontificio de 2021 y precedentes ».
  4. «Municipios de la diócesis de Tarragona | CEE». www.conferenciaepiscopal.es. Archivado desde el original el 15 de septiembre de 2016. Consultado el 26 de agosto de 2016.
  5. «Organización y Gobierno de la Iglesia. Sección: Arzobispos». Catholic.net. Consultado el 18 de octubre de 2012.
  6. Edificios incluidos en el Plan de Catedrales del Ministerio de Cultura de España.
  7. Cheney, David M. «Girona (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  8. Cheney, David M. «Lleida (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  9. Cheney, David M. «Urgell (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  10. Cheney, David M. «Solsona (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  11. Cheney, David M. «Vic (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  12. Cheney, David M. «Tortosa (Diocese) [Catholic-Hierarchy]». www.catholic-hierarchy.org. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
  13. «Estadísticas de seminarios | CEE». www.conferenciaepiscopal.es. Archivado desde el original el 2 de marzo de 2017. Consultado el 20 de abril de 2017.

Enlaces externos

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