Artefacto de Coso

El artefacto de Coso es, aparentemente, una bujía encontrada dentro de un trozo de arcilla dura el 13 de febrero de 1961 por Wallace Lane, Virginia Maxey y Mike Mikesell mientras buscaban geodas cerca del pueblo de Olancha, California. Mikesell lo encontró al romper en dos una roca.[1]

Esta foto fue tomada por Pierre Stromberg en 2018 como parte de su investigación de décadas sobre el Artefacto Coso. La familia de uno de los descubridores originales le proporcionó el artefacto para que lo examinara. Después de tomar la fotografía, Stromberg dispuso que el artefacto se expusiera en el Pacific Science Center de Seattle, Washington, Estados Unidos.

Virginia Maxey especuló en diferentes momentos que este objeto tenía una antigüedad de 100 o 500.000 años como indicaron Stromberg y Heinrich (2000, 2004). Maxey no pudo proporcionar información sobre la técnica de datación usada o evidencia alguna para calcular su edad. La fecha de los 500.000 años solo está basada en la opinión de un «geólogo» anónimo nombrado por la gente que descubrió este objeto. Tampoco se conoce la identidad, credenciales ni la especialidad de la persona que nombró a este «geólogo». Ni siquiera se conoce si existe realmente. Como resultado esta fecha no tiene ningún fundamento pues no se conoce como fue calculada. Está bien documentado que el nódulo que envuelve la bujía pudo haberse formado en años o décadas como se ha demostrado en ejemplos de encapsulamientos de objetos de metal o acero similares.

Origen

El origen del artefacto ha sido objeto de muchas especulaciones.[1] Explicaciones pseudocientificas incluyen:

  • Una antigua civilización (como los Atlantes)
  • Una «Humanidad» anterior a la actual.
  • Visitas extraterrestres durante la prehistoria.
  • Viajeros del tiempo que dejaron olvidado el objeto durante una visita al pasado.

Ciertos creacionistas han afirmado que el objeto es evidencia de una Tierra Joven, argumentando que si un objeto moderno como una bujía puede ser envuelta en piedra entonces la idea de rocas que toman millones de años en formarse puede deducirse como falsa. Sin embargo, geólogos y arqueólogos conocen desde hace muchas décadas que el ritmo al que se forman diferentes tipos de hormigón y sedimentan en capas de roca varía tanto que el grado en el que se consolidan los sedimentos en rocas no puede usarse para determinar su edad, ni siquiera la de la tierra.[2]

Una investigación llevada por Pierre Stromberg y Paul Heinrich con la ayuda de los Colecionistas de Bujías de los Estados Unidos sugiere que el objeto es una bujía Champion de la década de 1920 y que fue usada en el área en trabajos de apoyo a la minería. En su informe, Stromberg y Heinrich (2000, 2004) indican que la bujía quedó envuelta en un hormigón compuesto de hierro derivado de la oxidación de la misma.[2] Es común que objetos de metal y acero formen rápidamente sedimentos de óxido de hierro a su alrededor a medida que se oxidan en el suelo.

La localización actual del artefacto de Coso es desconocida. De sus descubridores sólo vive Maxey, que evita cualquier comentario al respecto.[1]

Véase también

Referencias

  1. Stromberg, P., and P.V. Heinrich, 2004, The Coso Artifact Mystery from the Depths of Time? Archivado el 14 de diciembre de 2007 en Wayback Machine., Reports of the National Center for Science Education. v. 24, no. 2, pp. 26-30 (March/April 2004)
  2. Cronyn, J.M. (1990). The Elements of Archaeological Conservation. London: Routledge. ISBN 0-415012-07-4.

Enlaces externos

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