Asesinato de Marielle Franco

Marielle llegó a la Casa de las Negras, en la calle de los Inválidos, en la Lapa, para mediar un debate promovido por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) con jóvenes negras, alrededor de las 19hs. Según imágenes obtenidas por la policía, un Cobalt con placa de Nueva Iguaçu, municipio de la Bajada Fluminense, estaba detenido próximo al local. Alrededor de las 21hs, Marielle dejó la Casa de las Negras junto a una asesora y un conductor, siendo inmediatamente seguida por el Cobalt. Alrededor de las 21:30hs, en la Calle Joaquim Paralhes, en el Estácio, un vehículo alcanza al coche de Marielle y hace trece disparos. Nueve aciertan la carrocería y cuatro aciertan el vidrio.[9] La concejala fue alcanzada por tres tiros en la cabeza[10] y uno en el cuello y el conductor recibió al menos tres tiros en la espalda, causando la muerte de ambos. La asesora fue alcanzada por esquirlas, llevada a un hospital y dada de alta.[9] La policía declaró creer que el coche de Franco fue perseguido por alrededor de 4 km. Los criminales huyeron sin robar nada.[11]

Imágenes tomadas por cámaras locales revelaron que un segundo vehículo posiblemente había servido de cobertura a los delincuentes que dispararon. Además, otras imágenes mostraban a dos hombres parados dentro de un vehículo, durante dos horas, en el lugar de un acto en el que participó el concejal poco antes. Según la policía, la munición de 9 mm utilizada no puede venderse a la población civil en general. La Red Globo informó que las municiones pertenecían a un lote vendido a la Policía Federal , hecho confirmado por la Policía Civil .  Los investigadores creían que el concejal había sido seguido desde el suceso de Lapa, durante cuatro kilómetros, hasta pasar por un lugar de menor tránsito, donde se produjo el ataque.[12]

El delegado Rivaldo Barbosa, jefe de la Policía Civil, trabajaba con la hipótesis de ejecución, dado que las pertenencias de los pasajeros no fueron sustraídas por los tiradores y que la concejala era militante de comunidades necesitadas, habiendo participado activamente en la defensa de los derechos humanos de residentes de estas localidades , principalmente personas de raza negra y mujeres, e incluso denunciaron muertes cometidas por agentes policiales. El sábado anterior al crimen, Marielle había denunciado en las redes sociales  al 41º Batallón de Policía Militar, en Acari , que había sido identificado por el Instituto de Seguridad Pública como el más mortífero de los cinco años anteriores.[13]

La investigación forense descubrió que la munición calibre 9 milímetros que mató al concejal de Río pertenecía al mismo lote de los proyectiles utilizados en la mayor masacre del estado de São Paulo.  Los asesinatos de diecisiete personas ocurrieron en Barueri y Osasco , en el Gran São Paulo, el 13 de agosto de 2015, y tres policías militares y un guardia civil fueron condenados por las muertes. Según la Policía Civil de Río de Janeiro, este lote fue vendido a la Policía Federal de Brasilia por la empresa Companhia Brasileira de Cartuchos , el 29 de diciembre de 2006. El análisis técnico también reveló que la munición era original, es decir, no fue recargada porque la espoleta que hace disparar el proyectil era original. La PF abrió una investigación para conocer el origen de las municiones y cómo llegaron a Río de Janeiro.[14]

El Ministro Extraordinario de Seguridad Pública, Raúl Jungmann , afirmó que las municiones fueron robadas de la sede de Correios , en Paraíba , años antes. Fuentes de la PF dijeron que el lote de dos millones de cápsulas fue ampliamente distribuido entre las unidades de la corporación y que las unidades de São Paulo y del Distrito Federal recibieron la mayor cantidad, más de doscientas mil cápsulas cada una. Además, el ministro dijo que la PF ya designó a un especialista en huellas dactilares y ADN para examinar las municiones y compararía los resultados con su base de datos, a fin de descubrir quiénes fueron los responsables del crimen.[15]

El 18 de marzo, la policía recibió una denuncia anónima y descubrió, en Minas Gerais , un automóvil que podría haber sido utilizado en el asesinato del concejal. La sospecha era que el auto, con placas de Río de Janeiro , había sido abandonado el día 15, pero, como la denuncia llegó a la policía recién el sábado, el vehículo fue incautado alrededor de las 21 horas de ese día. Además, la Rede Globo divulgó nuevas imágenes, en las que se puede ver el auto blanco, donde se encontraba Marielle, pasando y siendo seguida por dos vehículos plateados. La policía también investiga la hipótesis de que los asesinos de Marielle hayan seguido a la concejala en las redes sociales , ya que ella hizo una llamada en Internet el día antes del suceso en la Rua dos Inválidos, de donde salió antes de ser asesinada.[2]

El 1 de abril, el periódico O Globopublicó un artículo en el que dos testigos, que no fueron entrevistados por la policía, dieron detalles sobre la escena del crimen. Los periodistas escucharon a los dos testigos por separado, obteniendo versiones similares. Dijeron que el coche de los asesinos empujó al vehículo que transportaba a Marielle, casi trepando a la acera. Al contrario de lo que muestran las imágenes de la cámara, estas personas sólo vieron un coche en el lugar. Según el informe, en el asiento trasero iba un hombre negro que estiraba el brazo y portaba una pistola de cañón largo con un dispositivo que parecía un silenciador. Luego, el coche giró bruscamente y huyó por la calle Joaquim Palhares, no por la calle João Paulo Primeiro, como sospechaba la policía. Los testigos declararon que la policía militar les ordenó alejarse del lugar del asesinato, sin escucharlos. GloboNoticias _Cuestionó a la Policía Civil sobre la actitud de no escuchar a los testigos, pero no obtuvo respuesta de la corporación. Sin embargo, un investigador dijo al diario que los proyectos de la concejala estaban bajo análisis y que se consideraba que las agendas generaban conflictos con ciertos grupos, incluidos milicianos. La semana anterior, el secretario de Seguridad de Río de Janeiro, general Richard Nunes, admitió que la motivación política del crimen era innegable. [2]

El 10 de abril, los investigadores responsables del caso encontraron huellas dactilares en fragmentos parciales de los casquillos calibre 9 mm utilizados en el asesinato. Las cápsulas fueron encontradas en la esquina de las calles João Paulo I y Joaquim Palhares, en Estácio, donde ocurrió el ataque. Ocho cápsulas pertenecían al mismo lote vendido por la Companhia Brasileira de Cartuchos al Departamento de Policía Federal de Brasilia y distribuido en todo el país. La novena cápsula formaba parte de un cargamento importado y, según los investigadores, tenía características especiales, similares a las de un proyectil disparado en un homicidio ocurrido en otro lugar de la región metropolitana del estado. Las huellas dactilares estaban fragmentadas, lo que dificultaría la comparación de las huellas dactilares almacenadas en las bases de datos de la policía civil y federal.

El 6 de mayo, RecordTV transmite un informe que señala errores en la investigación. La emisora ​​​​anunció que el automóvil utilizado por las víctimas estuvo abandonado en el patio de la comisaría de homicidios durante 40 días sin que se hayan completado todas las evaluaciones y exámenes. Según el informe, los cuerpos del concejal y del conductor no fueron sometidos a exámenes radiológicos, ya que el Estado no contaba con el equipo. La televisión también anticipó -lo que sería confirmado días después por la Policía- que Marielle y Anderson no fueron asesinados con una pistola como pensaban los investigadores, sino con una metralleta HK MP5 ., que no son fáciles de arrebatar a los delincuentes y son utilizados por tropas de élite. Record también recordó que las cámaras del Ayuntamiento en la calle donde ocurrió el crimen fueron apagadas días antes del doble homicidio. Alegando secreto, las autoridades y organismos oficiales se negaron a comentar sobre el informe. [2]

El 8 de mayo, un testigo dijo a la policía que el concejal Marcello Siciliano y el ex policía militar y miliciano Orlando Oliveira de Araújo, conocido como Orlando Curicica, eran los verdaderos autores intelectuales de los asesinatos de la concejal Marielle Franco y del conductor Anderson Gomes.  Según este testigo, la motivación serían las acciones comunitarias de Marielle en zonas de interés para las milicias en la Zona Oeste.  La información fue publicada por el periódico O Globo., según el cual la testigo afirmó que fue obligada a trabajar para Orlando y habría contado en detalle toda la planificación de la ejecución. El citado como testigo informó que estuvo presente en las reuniones que tuvieron lugar entre Orlando y Siciliano, desde junio de 2017.  Según el informe, Orlando dijo en una reunión que el concejal lo estaba molestando y le comentó a Siciliano que la situación debía resolverse pronto. En tres declaraciones, el testigo habría informado fechas, horarios y encuentros entre ambos hombres, además de brindar los nombres de cuatro hombres elegidos para el asesinato, quienes comenzaron a ser investigados por la policía. La orden del asesinato habría sido dada desde el interior de la celda del penal 9 de Bangu, donde se encontraba recluido Siciliano.  Posteriormente, a mediados de 2019, se reveló que el testigo, el policía militar Rodrigo Jorge Ferreira, conocido como Ferreirinha, había mentido a instancias de las milicias para obstaculizar las investigaciones sobre los responsables de los asesinatos de Marielle y Anderson Gomes. .  Y el miliciano Orlando Curicica, luego de ser trasladado a una prisión federal, dio detalles en declaraciones alMinisterio Público Federalsobre el funcionamiento del crimen organizado en Río de Janeiro. Además de poder demostrar que no participó en el asesinato de Marielle Franco, el miliciano Orlando Curicica denunció en estas declaraciones a la jefatura de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro designada por el gobernador Wilson Witzel, el secretario de la Policía Militar . y el secretario de la Policía Civil, respectivamente Rogério Figueredo de Lacerda y Marcus Vinicius Braga.  Curicica también hizo acusaciones contra la mano derecha de Marcus Vinicius Braga, Allan Turnowski. Allan Turnowski fue jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro entre 2010 y 2011 y durante ese período como jefe de la Policía su agregado fue el policía militar Ronnie Lessa, acusado de ser el responsable de los disparos que acabaron con la vida de Marielle Franco y Anderson Gómez. [2]

El 11 de mayo, la policía reconstruyó el crimen, que duró cinco horas entre la noche y el amanecer. El objetivo era reproducir el momento en que los asesinos dispararon contra el auto donde se encontraban Marielle y Anderson, disparando con armas y municiones reales, para que los testigos pudieran reconocer el sonido del arma utilizada en el crimen. La conclusión de la policía fue que los asesinos utilizaron una metralleta HK MP5, un arma capaz de disparar ochocientas balas por minuto.  Cuatro testigos participaron en la simulación del crimen, incluido el asesor parlamentario de Marielle Franco, quien fue el único sobreviviente y se mudó fuera de Brasil poco después del asesinato de la concejala. [2]

En octubre se produjo un gran avance en la investigación. El Ministerio Público de Río de Janeiro (MPRJ) anunció que el uso de tecnologías de la información permitió identificar el biotipo del tirador . Además, el análisis de imágenes descubrió otros lugares por donde pasó el coche de los verdugos. El Ministerio no facilitó públicamente esta información, pero se avisó a la familia del concejal. Los fiscales también visitaron al detenido Orlando Curicica y la Fiscal General de la República, Raquel Dodge , envió al MPRJ la declaración que rindió a los fiscales, cuyo contenido tampoco fue revelado para mantener la confidencialidad de las investigaciones, que Era una preocupación de todas las autoridades involucradas en estas actividades.[2]

El 3 de julio de 2019, la Policía Civil y la Armada organizaron un operativo para dar con las armas que habrían sido utilizadas en el crimen. La sospecha surgió del testimonio de un barquero de la región de Quebra-Mar, en Barra, según el cual un hombre, posteriormente identificado como Márcio Montavano, Márcio Gordo – que había sustraído armas de domicilios vinculados al policía militar retirado Ronnie Lessa, fue identificado como autor del crimen- lo contrató para un viaje a las Islas Tijucas, para practicar pesca submarina. Según la policía, además de Márcio, en la acción participaron la esposa de Lessa, Elaine, su hermano Bruno y un hombre llamado Josinaldo. Según el testimonio del barquero, el contratista colocó en el barco una pesada caja de cartón, dentro de la cual había cajas más pequeñas y una maleta. Entonces el hombre abrió la maleta, Sacó seis rifles y arrojó las armas y la caja por la borda. Luego le dio trescientos reales al barquero para que pagara el transporte, llamó un taxi y se fue. La policía sabía que era amigo de Lessa.

Aún en julio de 2019, el ministro y presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli , suspendió la investigación sobre el asesinato del concejal. La Decisión Toffoli afectó temporalmente todas las investigaciones en el país, con el argumento de que se basaron en informes de inteligencia financiera elaborados con información obtenida sin autorización judicial. Es decir, se trató de información compartida por el Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf) y las Autoridades Fiscales, sin autorización del Tribunal. [2]

Hasta septiembre se sabía, según un informe de la Coordinación de Seguridad e Inteligencia del Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro , que el sargento de reserva de la Policía Militar Ronnie Lessa, acusado del asesinato, era un líder miliciano en la zona oeste. de Río, era dueño de un bingo clandestino en Barra da Tijuca y planeaba, antes de ser arrestado, expandir su negocio de distribución de agua a zonas dominadas por los narcotraficantes de la ciudad. El informe fundamentó la solicitud aceptada por el Tribunal de Río de Janeiro, con el fin de trasladar a Lessa al sistema penitenciario federal. [2]

Prófugo desde el inicio de la Operación Intocables, el miliciano Adriano Magalhães da Nóbrega era buscado por equipos policiales de Río de Janeiro y Bahía, que estaban alerta ante la posibilidad de detenerlo.  Adriano había logrado escapar de un asedio montado por la policía de Río de Janeiro y Bahía en un resort a finales de enero de 2020, pero el 9 de febrero de 2020 fue rodeado por la policía en una finca en el municipio de Esplanada y terminó muerto en un enfrentamiento con la Policía en el interior de Bahía. Era conocido como Capitán Adriano y fue designado jefe del grupo de asesinos profesionales llamado Oficina del Crimen, que agrupaba a policías y ex policías que cometían asesinatos a cambio de dinero, y también jefe de una milicia en Río de Janeiro. Fue ex capitán del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militar de Río de Janeiro, fue uno de los acusados ​​de la Operación Intocables y tuvo familiares cercanos involucrados, como su ex esposa y su madre, en la trama. de grietas en el despacho del entonces diputado estatal Flávio Bolsonaro . Las autoridades citaron a Adriano por el asesinato de Marielle Franco, pero no fue incluido en la investigación que investiga la muerte del concejal. Aunque fue escuchado durante la investigación, no fue considerado sospechoso. [2]

El 30 de junio, el delegado encargado de investigar la muerte de Marielle, Daniel Rosa, puso fin a las sospechas que se cernían sobre la organización miliciana denominada Oficina del Crimen.. La “Oficina” ya estaba bajo investigación por la sospecha de haber realizado muchas ejecuciones y se creía que la ejecución del concejal podría ser una de ellas, debido a la cercanía del grupo con Ronnie Lessa, pero no quedó demostrado que había sido parte de la organización criminal. Aun así, la investigación tomó ese rumbo a partir del testimonio de Orlando Curicica, quien fue detenido bajo sospecha de participar en el crimen de la concejala. Según Rosa, los milicianos efectivamente ejecutaron esa noche a otra persona, Marcelo Diotti. El crimen ocurrió en un restaurante de Barra da Tijuca, y una investigación detallada, con comparación de tiempos, descartó la posibilidad de que estos hombres hubieran participado en el asesinato de la concejala.

A mediados de julio de 2020, después de dos años sin respuestas sobre cómo los albaceas del concejal tuvieron acceso a municiones de uso restringido por parte de la Policía Federal, el delegado a cargo del caso solicitó el archivo de la causa, que había sido abierta a pedido de el Ministerio Publico Federal. Sin embargo, el fiscal Eduardo Benones no aceptó el archivo y solicitó profundizar la investigación, con el argumento de que no sólo pretendía responsabilizar a los agentes públicos, sino que pretendía principalmente ser una respuesta del Estado brasileño a las múltiples preguntas sobre un delito "cuyo carácter es notoriamente trascendental". Para ello, el Ministerio solicitó un peritaje de la munición, para determinar si se trataba de una carga original, y una solicitud de explicaciones al fabricante de los proyectiles, que había producido un volumen mayor al permitido por el Ejército[2]

A mediados de diciembre, la Policía Civil y el Ministerio Público encontraron una pista importante para esclarecer el crimen. Según el informe, Eduardo Almeida Nunes de Siqueira, residente de Muzema, una favela dominada por la milicia, clonó un coche del mismo modelo que se utilizó en el asesinato. Además, Siqueira fue defendido por el mismo abogado de Ronnie Lessa, considerado albacea del concejal. Confesó que clonó muchos vehículos, incluido un Cobalt plateado del año 2014, que era exactamente el tipo de coche utilizado por los pistoleros. Siqueira no sabía cómo se usaba el auto, pero vio mucha similitud entre el que clonó y el usado en el crimen. La policía también seguía otras líneas de investigación, como confirmar que la orden de matar a Marielle provino del ex bombero, ex concejal y miliciano Cristiano Girão,Marcelo Freixo , como Girão, era uno de los nombres de la lista de milicianos del CPI elaborada por el parlamentario. [2]

En julio de 2021 se produjeron cambios importantes en el equipo de investigación de delitos. En la Policía Civil, Edson Henrique Damasceno, sin explicación oficial, pasó a ser jefe de la Comisaría de Homicidios, que investiga todas las muertes violentas en el estado. Damasceno fue el cuarto responsable en el cronograma de investigación policial. Al mismo tiempo, los fiscales Simone Sibilio y Letícia Emile abandonaron el grupo de trabajo del Ministerio Público de Río de Janeiro, que también investigaba el ataque. Informaron de temor e insatisfacción ante las “injerencias externas”, pero no dieron detalles sobre estas fuerzas. Además, el cuerpo de Adriano da Nóbrega fue exhumado y el examen forense encontró contradicciones entre los hallazgos de la autopsia y los informes de los agentes de la policía militar que lo mataron en actos oficiales. [2]

En julio de 2023, Élcio de Queiroz firmó un acuerdo de culpabilidad con la Policía Federal y el Ministerio Público y contó en detalle cómo se cometió el crimen. Según información publicada en la prensa, el crimen habría sido premeditado desde 2017 e incluso hubo un intento fallido en el mismo año. Cuando realmente ocurrió el asesinato, todo comenzó con un encuentro entre Lessa y Élcio en el condominio de este último. Se posicionaron estratégicamente en un automóvil y persiguieron el auto del concejal, disparando mientras el vehículo desaceleraba. Una vez consumado el crimen, se dirigieron a un bar donde permanecieron bebiendo hasta las tres de la madrugada. Al día siguiente, concluyeron la operación deshaciéndose del coche utilizado en el crimen, antes de encargarse de manipularlo. [2]

• Muerte de la concejala Marielle Franco