Atutía
La atutía o tutía era un fármaco o medicina antigua utilizado sobre todo contra las enfermedades oculares. El vocablo procede del árabe hispánico attutíyya (árabe clásico, توتياء, tūtiyā, sánscrito, tuttha).[1] En forma de ungüento, este remedio se elaboraba a partir de una capa de óxido de cinc que se impurificaba mezclándose con otras sales metálicas y quedaba adherida a las paredes de los hornos y de sus chimeneas.
Evolución del término
El Diccionario de la lengua castellana de 1770 definía esta medicina como «el hollín que se levanta de la fundición del cobre reducido a polvos o a ungüento que sirve para varias medicinas, principalmente para enfermedades de los ojos».[2]
La palabra atutía o tutía pasó a ser empleada como sinónimo de «remedio», de manera que cuando algo no tenía solución se decía «no hay atutía» (o «no hay tutía»). El uso convirtió la expresión, por falsa separación,[3] en el coloquialismo «no hay tu tía». La Real Academia Española acepta para esa expresión las formas «no hay tutía» y «no hay tu tía».[4]
Referencias
- Véase en el DRAE la voz "tutía".
- Arturo Montenegro, "Evolución del modismo 'No hay tutía'", en Centro Virtual Cervantes, consultado 25-X-2015 http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/noviembre_05/22112005_01.htm
- Véase en el DRAE, la expresión "no hay tutía"
- Voz tío, en el DRAE.