Bocadillo de calamares

El bocadillo de calamares o bocata de calamares[1] es una especialidad culinaria muy frecuente en España consistente en calamares rebozados en harina y fritos en aceite que suele ser de oliva, o bien la versión más sofisticada que es todo lo anterior más una salsa de tomate picante y mayonesa con ajo similar a la de las patatas bravas.[2] Se suele servir caliente, recién hecho. Este tipo de bocadillo es originario y muy popular en Madrid y puede encontrarse en la mayoría de los bares de la capital española, siendo muy típico de la plaza Mayor de Madrid y uno de los olores característicos de dicha plaza.[3] En Zaragoza es tradicional la versión sofisticada del bocadillo de calamares, con la salsa picante (tomate, mayonesa y ajo), y se le denomina bocadillo de calamares bravos, que se sirve en todos los bares de la calle Cinco de marzo.[4]

Bocadillo de calamares en baguette acompañado de una caña (vaso de cerveza).
Bocadillos de calamares bravos en Zaragoza acompañados de una caña

Preparación

Se suele cortar los calamares en rodajas con forma de anillo de un centímetro de grosor, y se rebozan con harina y levadura química. Tras esta preparación inicial se fríen en aceite hirviendo ligeramente hasta que queden dorados.[5] En Zaragoza se le añadiría la salsa a base de tomate picante, mayonesa y ajo. Por otra parte se suele rebanar el pan.[3] Era costumbre servirse con un pan lleno de miga.[6] Recientemente se suelen usar las baguettes elaboradas en el propio establecimiento a partir de pasta previamente congelada que generalmente se suele cortar por un lado dándole en cada local un toque característico.

Servicio

A veces se le añade al plato de calamar frito un poco de limón exprimido para dar sabor, y también es común agregarle mayonesa. Se suele acompañar con una caña de cerveza muy fría. Los calamares suelen ser servidos en un pan que se abre sólo en un lado y se rellena con las piezas fritas.

Variantes

El bocadillo de rabas es muy popular en el norte de España, donde las costas proporcionan el calamar fresco. La forma de preparación es similar a la versión madrileña y pueden encontrarse en diversos bares y restaurantes de Cantabria, así como del País Vasco. En Madrid, existen hasta "Rutas del Bocadillo de Calamares" que permiten descubrir variantes del bocadillo.[7] Otras variantes incluye pimientos o cebollas en el interior del bocadillo de calamares.

Historia

Si bien diversas fuentes claman orígenes distintos, principalmente se atribuye el origen del bocadillo de calamares a la llegada de parte de la corte de Fernando II de Aragón a Madrid, donde residía la corte de Isabel I de Castilla. Se dice que parte de la nobleza aragonesa quiso popularizar este plato para dar más influencia a los territorios adyacentes a la costa de la Corona de Aragón, por tanto, conseguir más peso respecto al Reino de Castilla. El intento no fue exitoso, ya que por problemas de logística de la época, los calamares que se podían conseguir desde los territorios de Aragón llegaban en mal estado hasta Madrid.[cita requerida]

No fue hasta el reinado de Isabel II de España (es decir, alrededor de 1850), cuando el bocadillo pudo gozar de la popularidad intencionada por la corte de Fernando II, gracias a la llegada de técnicas de refrigeración y conservación más modernas, y mejora de infraestructuras de puertos y caminos. Lamentablemente, para aquel entonces, factores como el Decreto de Nueva Planta, y la victoria isabelina de las Guerras Carlinas hicieron que la presencia en corte de nobles aragoneses fuera casi anecdótica, y que el antiguo Reino de Aragón perdiese cualquier capacidad de influir sobre el reino de Castilla.[cita requerida]

Así pues, se podría decir que el bocadillo de calamares, aun habiéndose originado en Madrid tal como se ha dicho, podría clasificarse dentro de la gastronomía catalanoaragonesa.[cita requerida]

Véase también

Referencias

  1. «¿Por qué el bocata de calamares es un plato típicamente madrileño?». Madrid Secreto.
  2. Néstor Luján, (1994), "Como piñones mondados, Cuento de Cuentos de Gastronomía",Ed. Folio,Barcelona, pp:123
  3. Joaquín de Entrambasaguas, (1971), "Gastronomía Madrileña", Instituto de Estudios Madrileños, pág. 23
  4. «Los bocadillos de calamares llegaron a Zaragoza en 1950». comecomezaragoza.es
  5. Manuel Martínez Llopis, Simone Ortega, (1987), «La cocina típica de Madrid», Alianza Editorial. pág. 311
  6. Francisco Gómez Porro, (2003), La conquista de Madrid: paletos, provincianos e inmigrantes, Silex Ediciones, Madrid, pág. 170
  7. «Ruta del Bocadillo de Calamares». http://www.mahoudrid.com/.

Enlaces externos

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