Capra

Capra es un género de mamíferos artiodáctilos de la familia Bovidae que suelen conocerse comúnmente como cabras o cabras salvajes. Está compuesto de hasta 9 especies, incluyendo la cabra salvaje (o cabra montés), el markhor y el íbice. No obstante, existen animales de otros géneros (que no son Capra) de la subfamilia Caprinae y que a veces se denominan "cabras", como los del género Oreammos,[1] al que pertenece la "cabra" de las Montañas Rocosas (Oreamnos americanus). Las cabras salvajes son originarias del centro-oeste de Asia, donde todavía viven la mayoría de las especies actuales, y desde donde colonizaron partes de Europa y África.

Capra

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae
Subfamilia: Caprinae
Género: Capra
Linnaeus, 1758
Distribución
Especies
Véase el texto

La cabra doméstica (Capra aegagrus hircus) es una subespecie domesticada de la cabra salvaje (Capra aegagrus). Hace unos 9000 años, durante el Neolítico, aparecieron en Mesopotamia las primeras cabras domésticas, cuya distribución actual, tanto en forma doméstica como asilvestrada, es prácticamente cosmopolita. Las cabras son hoy en día uno de los principales animales domésticos en Oriente Medio, norte y este de África y la Europa Mediterránea.

Aspectos generales

Son animales gregarios que viven en manadas pero, al contrario que sus próximos parientes, las ovejas (género Ovis), las cabras son animales adaptados a comer arbustos y matas correosas propias de medios secos y/o montañosos. Suelen ser animales ágiles, capaces de trepar con facilidad por pendientes sumamente empinadas y saltar de un risco alejado a otro.

Son capridos (Caprinae), como los Ovis (que incluye las ovejas), pero se distinguen de estos por la presencia de glándulas de olor cerca de los pies, en la ingle y en frente de los ojos, por la ausencia de otras glándulas faciales y por la presencia de una barba en los machos y de callos sin pelo en las rodillas de las patas delanteras.[2]

Las especies salvajes presentan un marcado dimorfismo sexual, manifestándose grandes diferencias de talla, color y cornamenta entre machos y hembras; sin embargo las diferentes razas domésticas tienden a suavizar estas diferencias.

Mitología

El aquelarre, de Francisco de Goya.

En la tradición judía, el Día de la Expiación se sacrificaba un macho cabrío a Dios y se expulsaba al desierto otro, el chivo expiatorio al que simbólicamente se cargaba con las culpas del pueblo. Esta tradición dio origen al mito del ángel caído Azazel.

La cabra era un animal muy venerado en Mendes en Egipto. Estaba prohibido matarla, porque Khnum, una gran divinidad de esta ciudad, se había ocultado bajo la figura de una cabra por esto se le representaba con rostro de este animal. Mientras que en Mendes se reverenciaba este animal y se inmolaban las ovejas, en Tebaida, por el contrario, veneraban las ovejas y sacrificaban las cabras.

Entre los griegos, estaban consagradas a Zeus, en memoria de la ninfa Amaltea. Los lacedemonios, las inmolaban a Hera. Los romanos en sus medallas, representaban a Juno Sospita con una piel de cabra.

Se había puesto, dice Aulo Gelio, una cabra blanca en un cuadro de Homero, porque se le consagraba uno de estos animales en sacrificio como a poeta dedicado a Apolo, al cual acostumbraba inmolar cabras de este color.[3]

Las mitologías griega y romanas recogían otros personajes con forma de cabra e híbridos de cabra y otras especies, como la Quimera, Ega (Aix), Amaltea (representada en la constelación de Capricornio), y los faunos y sátiros.

Otras culturas europeas también concibieron dioses como machos cabríos, como el Akerbeltz de la mitología vasca.

Taxonomía

Macho de cabra montés de Nubia
Corazón caprino.

Todos los miembros del género Capra son bóvidos (miembros de la familia Bovidae), y más específicamente caprinos (subfamilia Caprinae). Como tales, son rumiantes, lo que significa que rumian y tienen estómagos de cuatro cámaras que juegan un papel vital en la digestión, regurgitación y redigestión de su comida.

A veces se ha considerado que el género incluye Ovis (oveja) y Ammotragus (oveja de Berbería),[4] pero estos generalmente se consideran géneros distintos, dejando "Capra" para las cabras montesas. En este género más pequeño, algunos autores han reconocido solo dos especies, el marjor por un lado y todas las demás formas incluidas en una especie por el otro lado.[5] Hoy en día, se suelen aceptar nueve especies:[6]

Las cabras del género Capra tienen relaciones sistemáticas complejas, que aún no están completamente resueltas. Estudios recientes basados en ADN mitocondrial sugieren que la cabra montés siberiana y la cabra montés nubia representan especies distintas, que no están muy estrechamente relacionadas con la cabra montés alpina físicamente similar. La cabra montés alpina forma un grupo con la cabra montés española. El tur del Cáucaso occidental parece estar más relacionado con la cabra salvaje que con el tur del Cáucaso oriental. El marjor está relativamente poco separado de otras formas; anteriormente se había considerado una rama separada del género.[7]

Casi todas las especies de cabras salvajes son alopátricas (separadas geográficamente); las únicas superposiciones geográficas son la cabra salvaje (Capra hircus) con el tur del Cáucaso oriental (Capra caucasica cylindricornis), y el marjor (Capra falconeri) con la cabra montés siberiana (Capra siberica). En ambos casos, las especies superpuestas no suelen cruzarse en la naturaleza, pero en cautiverio, todas las especies de "Capra" pueden cruzarse y producir descendencia fértil.[8]

Especies y subespecies

Domesticación y usos

Cabras utilizadas para el control natural de malezas
Íbice escalando con seguridad una pendiente rocosa

Junto con las ovejas, las cabras estuvieron entre los primeros animales domésticos. El proceso de domesticación comenzó hace al menos 10 000 años en lo que ahora es el norte de Irán.[9] El fácil acceso humano al pelo de cabra, carne y leche fueron las principales motivaciones. Las pieles de cabra se usaron popularmente hasta la Edad Media para agua y botellas de vino al viajar y acampar, y en ciertas regiones como pergamino para escribir.

Véase también

Notas y referencias

  1. Oreamnos (en inglés)
  2. Parrini, F. et al. (2009). «Capra ibex (Artiodactyla: Bovidae)». Mammalian Species 830: 1-12. doi:10.1644/830.1.
  3. Diccionario universal de mitología
  4. Ansell, W. F. H. 1972. Order Artiodactyla. Part 15. Pp. 1–84, in The mammals of Africa: An identification manual (J. Meester and H. W. Setzer, eds.) [issued 2 May 1972]. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C., not continuously paginated. (quoted in Grubb, P. (2005). Wilson, D. E.; Reeder, D. M., eds. Mammal Species of the World: A Taxonomic and Geographic Reference (3ª edición). Baltimore, Maryland, EE.UU.: Johns Hopkins University Press. ISBN 0-8018-8221-4. OCLC 62265494.)
  5. Haltenorth, T. 1963. Klassifikation der Säugetiere: Artiodactyla I. Handbuch der Zoologie, 8(32):1–167 (quoted in Grubb, P. (2005). Wilson, D. E.; Reeder, D. M., eds. Mammal Species of the World: A Taxonomic and Geographic Reference (3ª edición). Baltimore, Maryland, EE.UU.: Johns Hopkins University Press. ISBN 0-8018-8221-4. OCLC 62265494.)
  6. Nathalie Pidancier, Steve Jordan, Gordon Luikart, Pierre Taberlet: Evolutionary history of the genus Capra (Mammalia, Artiodactyla): Discordance between mitochondrial DNA and Y-chromosome. Molecular Phylogenetics and Evolution 40 (2006) 739–749 online
  7. Phylogenetic Reconstructions in the Genus Capra (Bovidae, Artiodactyla) Based on the Mitochondrial DNA Analysis. Russian Journal of Genetics, 2007, Vol. 43, No. 2, pp. 181–189. online
  8. V. G. Heptner: Mammals of the Sowjetunion Vol. I UNGULATES. Leiden, New York, 1989 ISBN 90-04-08874-1
  9. Melinda A. Zeder, Brian Hesse: The Initial Domestication of Goats (Capra hircus) in the Zagros Mountains 10,000 Years Ago. Science 24 March 2000: Vol. 287. no. 5461, pp. 2254–2257 online abstract

Enlaces externos

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