Competencia digital

La competencia digital es la capacidad de utilizar las tecnologías de la información y de la comunicación en las tareas de la vida cotidiana, en la escuela, en el trabajo o al ocio.[1] Su contrario es el analfabetismo digital.[2] Se considera como una de las capacidades básicas (además de leer, escribir y matemática) y transversal, es decir una habilidad necesaria en cualquier otra materia que se enseña en la escuela, y más tarde todo por todas partes en casi todas las actividades de la vida cotidiana para toda persona que quiera interactuar con normalidad a la sociedad actual.[3][4]

El uso de la informática y de la telemática implica transformación de la manera de trabajar y cambios en el acceso a la información y el conocimiento. Cada vez más contenidos y actividades pedagógicas (ejercicios, actividades. lecturas, cuestionarios) utilizan herramientas electrónicas, de las cuales hay que dominar el uso para acceder a la información que hasta hace poco todavía necesitaban papel y lápiz.

Alfabetización digital

La alfabetización digital es indispensable para participar en las otras actividades: uso del hardware, la navegación por Internet, uso del correo electrónico, de los buscadores y de software. La desmaterialización de la información también contribuye a la reducción del volumen de residuos de papel, CD, y otros recursos, pero implica el dominio de las nuevas herramientas tecnológicas, una inversión en hardware más complejo que la hasta hace poco tradicional pizarra y tiza, y una adaptación de toda la pedagogía.[5] La velocidad de obsolescencia del hardware y la necesidad de encontrar plataformas y sistemas operativos uniformes o compatibles entre ellos es otro reto técnico y económico.

El despliegue normativo de la Ley Orgánica de Educación (LOE) incorpora el concepto de competencia digital en los decretos de enseñanzas mínimas de la educación obligatoria.[6] La competencia digital también se recoge a los nuevos decretos del currículum de la educación infantil, la educación primaria y la educación secundaria obligatoria de Cataluña. El nuevo currículum (2015) de la educación primaria de la Generalitat de Cataluña explicita como una mayor innovación la presencia de competencias digitales en todas las áreas.[7] Ambos currículums de las Illes Balears y de la comunidad Valenciana del 2014 van en el mismo sentido.[8][9]

En Cataluña el despliegue normativo de la LEY 12/2009, del 10 de julio, de educación regula la adquisición de las competencias básicas en el ámbito digital que tienen que adquirir los estudiantes de los Sistema Educativo Catalán. El Departamento de Enseñanza también ha iniciado la definición de cuáles son las competencias digitales que tienen que tener los docentes para conseguir el dominio de las herramientas tecnológicas entre el alumnado[10]

Competencia Digital Docente

El Departamento de Enseñanza el 23 de mayo de 2016 publica al Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña la definición de la Competencia digital docente, como la capacidad que tienen los docentes de aplicar y transferir todos sus conocimientos, estrategias, habilidades y actitudes sobre las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento (TACO) en situaciones reales y concretas de su praxis profesional para: (a) facilitar el aprendizaje de los alumnos y la adquisición de la competencia digital de este colectivo; (b) llevar a cabo procesos de mejora e innovación a la enseñanza de acuerdo con las necesidades de la era digital; y (c) contribuir a su desarrollo profesional de acuerdo con los procesos de cambio que tienen lugar a la sociedad y a los centros educativos. La Competencia digital docente (CDD) está formada por conocimientos y habilidades de dos tipos: la competencia TIC referida al uso instrumental de las tecnologías (CDI) y las habilidades de carácter didáctico y metodológico (CDM).[11]

Acreditación de la Competencia Digital Docente en Castilla y León.

La Consejería de Castilla y León con fecha de 23 de febrero ha publicado la orden para la acreditación del personal docente. En Castilla y León se regula el proceso para la acreditación de la Competencia Digital docente que establece seis niveles de competencias desde el nivel A1 hasta el C1.[12]

Competencia digital durante la pandemia por Covid-19

Argentina

A principios del 2020 en adelante Argentina se vio afectada por la creciente ola de contagios por Covid-19 que había comenzado a extenderse por todo el mundo. Ante esto y con la esperanza de disminuir la curva de casos positivos, el Gobierno de la Nación decidió posponer las clases presenciales por un tiempo indeterminado para recurrir a la virtualidad. En el transcurso de este periodo tanto estudiantes como docentes tuvieron que hacer frente a problemas que se les presentaron paulatinamente, tales como complicaciones con la conectividad y fallas en el funcionamiento de celulares y notebooks; en el plano psicológico se observaron diferentes inconvenientes como la sobre información, que generó una incertidumbre sobre cuáles eran las mejores formas de prevención contra el Covid-19.[13]

Una de las medidas para intentar asistir con la virtualidad fue el desarrollo del proyecto “Seguimos educando”, a cargo del Ministerio de Educación Nacional y mediante el cual se ponían a disposición de los alumnos y docentes recursos virtuales para asegurar la continuidad educativa a distancia. El portal abarcaba múltiples materias y niveles escolares (desde la educación inicial hasta la secundaria/técnica) a través de medios audiovisuales, juegos, textos y artículos, entre otros. También contaba con programas emitidos por medio de la TV pública ―canal de aire nacional― y por los canales Paka-paka, Encuentro y Mirador. Estas reformas orientaron el currículo a la priorización y reorganización de saberes, la diversificación de las estrategias de enseñanza y metas de aprendizaje, la revisión de tiempos y recursos complementarios, así como las propuestas didácticas de intensificación de la enseñanza que combinan trabajo en la escuela y en el hogar en el marco de los calendarios establecidos.[14]

El recibimiento del proyecto por parte de la comunidad educativa fue variado inclinándose a negativo. Una serie de entrevistas realizadas a docentes de Bahía Blanca demostró la marcada desigualdad social en relación a las competencias digitales locales. Los estudiantes de los sectores de bajos recursos carecían de los medios necesarios para implementar exitosamente el proyecto; no contaban con los dispositivos o los servicios de internet necesarios para conectarse a la plataforma. Mientras tanto los alumnos de escuelas de clase media poseían en su mayoría los medios (utilizaban aplicaciones y programas como Google Classroom, Zoom, Meet), pero de igual manera decidían no utilizar los recursos del proyecto ya que los docentes preferían utilizar el propio. Por otro lado, los estudiantes que eran capaces de asistir a escuelas privadas contaban con sus propias plataformas (previas inclusive a la pandemia) por el medio de las cuales organizaban el contenido a enseñar.

Como consecuencia, se estima que un millón de estudiantes se desvincularon del sistema educativo. Se observó una marcada diferencia entre docentes de escuelas públicas y privadas, ya que los estudiantes de escuelas privadas contaban con una mayor cantidad de herramientas y por lo tanto “desarrollan una mayor cultura digital”. Los docentes de escuelas públicas hablaron de las oportunidades que brinda las redes sociales, aunque también mostraron preocupación por los riesgos que las mismas entrañan, haciendo mención en la narrativa del “nativo digital que aprende velozmente”.[15]

En conclusión, los docentes proponían una agenda crítica en educación mediática que parte de la prioridad de superar las carencias materiales presentes en cada territorio. Luego, plantearon formar en capacidades críticas para comprender los medios desde su rol social de informar, así como aprovechar las oportunidades que ofrecen, teniendo en cuenta las habilidades que se desarrollan con facilidad en las redes sociales de moda, pero de forma limitada en tareas que escapan a estas. Los docentes lograron altos niveles de resiliencia, pero exigieron de sus estados el rol de acortar las brechas existentes y agudizadas con la pandemia a través de políticas sostenibles.

Capacitación docente

Las competencias digitales se abren paso cada vez más como imprescindibles para alcanzar una verdadera sociedad de la información y el conocimiento. Identificarlas, describirlas, evaluarlas, constituyen procesos vitales para diferenciarlas de otras habilidades necesarias para el trabajo con las TIC. Estas competencias revisten una necesidad importante en el contexto actual de la Covid-19, tanto por sus deficiencias en la población general, como en el ámbito educativo.[16]

Las mayores dificultades identificadas corresponden con carencias en la formación en competencias digitales del profesorado, así como falta de resiliencia del sistema ante situaciones extraordinarias. También se debe destacar la brecha digital existente entre docentes en función de su género, edad y tipo de centro educativo, y la menor competencia tecnológica en niveles educativos inferiores, que son los más vulnerables en una enseñanza remota.[17]

Por lo tanto, la competencia digital de los docentes debe ser desarrollada con el fin de llegar a ser capaces de acompañar a los procesos de enseñanza de los estudiantes frente al contexto mundial. Diversas medidas para favorecer esta transición de la presencialidad a virtualidad fueron planteadas por parte del Gobierno de Argentina. Entre ellas, el desarrollo del curso “Formar en contextos virtuales”, organizado por el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC). Estos encuentros de capacitación docente fueron cruciales para incrementar la competencia docente frente al ámbito digital durante la pandemia.

La importancia de la intervención de organismos gubernamentales en el dictado de estos cursos recae en que, particularmente en este caso, se brindaron herramientas para poder afrontar todos estos cambios que se dieron en el ámbito educativo durante y posterior a la pandemia. La desdramatización de la tecnología también fue un eje importante que dio lugar a que la competencia docente pueda mejorarse y así transformar las estructuras tradicionales de enseñanza.[18]

Referencias

  1. «competència digital». L'Enciclopèdia.cat. Barcelona: Grup Enciclopèdia Catalana.
  2. «analfabetisme digital». L'Enciclopèdia.cat. Barcelona: Grup Enciclopèdia Catalana.
  3. . Grao. ISBN 9788499800769. Falta el |título= (ayuda)
  4. Xarxa Telemàtica Educativa de Catalunya (XTEC) (ed.). «Copia archivada». Archivado desde el original el 25 de diciembre de 2015. Consultado el 30 de noviembre de 2018.
  5. Generalitat de Catalunya (ed.). «Promoció de l’ús responsable de paper i de la desmaterialització de la informació a les escoles» (PDF) (en catalán).
  6. 21st Century Skills And Competences For New Millenium Learners in OECD Countries (pdf). OECD.
  7. Generalitat de Catalunya (ed.). «Copia archivada». Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2018. Consultado el 30 de noviembre de 2018.
  8. Govern de les Illes Balears, ed. (18 de julio de 2014). «Decret 32/2014, de 18 de juliol, pel qual s’estableix el currículum de l’educació primària a les Illes Balears» (PDF) (en catalán). Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2018.
  9. Introducció.
  10. xavitc (ed.). «Copia archivada». Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2018. Consultado el 30 de noviembre de 2018.
  11. RESOLUCIÓ ENS/1356/2016, de 23 de maig, per la qual es dóna publicitat a la definició de la Competència digital docent. (PDF) (en catalán). Archivado desde el original el 10 de enero de 2022. Consultado el 30 de noviembre de 2018.
  12. «Acreditación de la Competencia Digital Docente en Castilla y León».
  13. Crispaciones colectivas en pandemia..
  14. «Perspectivas docentes para una agenda crítica en educación mediática post COVID-19. Estudio comparativo en Latinoamérica». Perspectivas docentes para una agenda crítica en educación mediática post COVID-19. Estudio comparativo en Latinoamérica.
  15. Las desigualdades educativas durante la pandemia en la educación primaria de Argentina.
  16. Competencias digitales en el contexto COVID 19: una mirada desde la educación.
  17. Competencia Digital Docente en el País Vasco durante la pandemia del COVID-19.
  18. Formarnos en contextos virtuales.

Bibliografía

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