Cueva de Belda

La cueva de Belda está situada en la sierra del Camorro del municipio de Cuevas de San Marcos, en la provincia de Málaga, España. Presenta una orientación N-S y unos 350m de desarrollo. Es una cavidad sin habilitar, tan sólo se ha instalado una valla metálica que limita el acceso.

Cueva de Belda
Localización geográfica
Ecorregión Región Biogeográfica Mediterránea
Localización administrativa
País EspañaBandera de España España
División Andalucía Andalucía
Subdivisión Málaga Málaga
Localidad Cuevas de San Marcos
Características
Geología calizas y dolomías
Bocas 1
Longitud interior 350 m.
Desnivel 81%

Tiene un alto valor arqueológico, geológico y biológico. Fue declarada Zona Especial de Conservación en 2015 por la colonia de murciélagos que alberga.

Rasgos geológicos

Esta cavidad es de origen kárstico desarrollada en calizas y dolomías grises del Jurásico inferior (entre 205 y 180 millones de años de antigüedad). Pertenece a la unidad geológicas del Subbético Medio. Tiene una orientación noroeste y unos 350 m de longitud. Posee una alta pendiente (81%), abriéndose su boca a una altitud de 710 m sobre el nivel del mar y llegando a alcanzar una altitud máxima de 800 m. Cuenta con una boca de forma ovalada de dimensiones superiores a los 10 m de alto por 6 m de ancho y está formada por una serie de salas repartidas por toda la cueva. En la parte interna se localizan tres lagos con elevadas cúpulas y diferentes tipos de espeleotemas, como columnas, coladas, estalactitas y estalagmitas, así como varios gours.[1]

Arqueología

La Cueva de Belda fue citada por Puig y Larraz en 1896 en su libro Cavernas y Simas de España, destacando sus grandes dimensiones. En 1960 el Grupo Arqueológico y Espeleológico de la O.J.E. descubre su yacimiento prehistórico, y en ese mismo año Manuel Casamar lo da a conocer en el VII Congreso Arqueológico Nacional de Barcelona.

Se han encontrado importantes restos arqueológicos, como hachas de sílex, puntas de lanza y otros utensilios de piedra de edades Musteriense, Neolítico medio y Calcolítico, aunque gran parte del material hallado se encuentra sin catalogar. También han sido hallados restos humanos fosilizados y muestras de la cultura dolménica.

A finales del siglo XIX se creó una sociedad de miembros ilustres del municipio con el fin de buscar un tesoro, lo que produjo el deterioro del material arqueológico y de numerosos espeleotemas.

Fauna

La importancia de la cueva para la fauna radica en la gran colonia de murciélagos que alberga y la presencia ocasional de aves rapaces como buitre común, águila real, águila perdicera, halcón peregrino o búho real. Se ha constatado también la presencia de abundante de arácnidos, crustáceos, miriápodos y coleópteros.[1]

Las especies de quirópteros cavernícolas que se han dectectado son Miniopterus schreibersii, Myotis blythii, Myotis myotis, Rhinolophus euryale, Rhinolophus ferrumequinum, Rhinolophus hipposideros, Rhinolophus mehelyi, Myotis daubentonii, Myotis escalerai y Myotis emarginatus.[1]

Referencias

Bibliografía

Fuentes

El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de Malagapedia, publicada en castellano bajo la licencia Creative Commons Compartir-Igual.

Enlaces externos

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