Cumbiero

Los cumbieros, también nombrados como negros cumbieros, son una tribu urbana que está estrechamente relacionada con la llamada cumbia villera, un subgénero de la cumbia argentina, y un estilo de música que nació en las villas miserias en los comienzos del siglo XXI.[1] Mientras la cumbia villera crecía y alcanzaba a parte de la Argentina y, luego, a parte de Latinoamérica, aparecieron cumbieros en los barrios bajos de Argentina y también en algunos países limítrofes. Los grupos se integran en su gran mayoría por inmigrantes y su descendencia.

En un principio, muchos escuchaban bandas muy controvertidas de Argentina como Damas Gratis y Pibes Chorros,[2] pero se hicieron un poco más populares grupos como Flor de Piedra, entre otros. Se diferencian de los llamados turros, una nueva tribu urbana nacida también en las zonas carenciadas a partir de la influencia de Los Wachiturros y bandas posteriores.[3] Tienen algunas subdivisiones en las que las diferencias se dan, principalmente, en que escuchan otras clases de cumbia, como la cumbia santafesina, en la que resalta Leo Mattioli, entre otros.[4]

Ideología

Los que los une a muchos jóvenes son la cumbia villera y la pertenencia a las villas o barrios bajos. Se suelen unir en grupos chicos, caracterizados por el "aguante" que existe entre ellos. Ellos se diferencian del resto de la sociedad, con especial odio a las fuerzas de seguridad, llamados por parte de ellos ("vigilantes"), las otras tribus urbanas y la clase alta ("chetos"). Así que cuándo tienen que rivalizar o enfrentarse a alguno de estos grupos, ellos tienden a defender al otro. Además, está muy mal visto el "botón", que es el que para evadir un arresto de la policía entrega al amigo.[5]

Estética

El estilo estético de la moda cumbiera se compone principalmente por el uso de zapatillas deportivas de colores llamativos y de alto valor, usualmente de alguna marca reconocida, como Nike o Adidas, las cuales suelen llamar "llantas"; camperas amplias y pantalones syre o de tela de avión, también de alguna marca reconocida; remeras de fútbol, preferiblemente de clubes argentinos o europeos; y por último, es usual el uso de gorras deportivas con visera, preferiblemente de color blanco o negro, y también de alguna marca deportiva famosa, las cuales llaman simplemente "viseras".[1][2] Las mujeres visten jeans o calzas ajustadas, remeras o musculosas cortas y altas llantas flúor, además de mucho maquillaje.[4]

De acuerdo a los peinados, los verdaderos cumbieros suelen dejarse el pelo largo. Es una práctica común tatuarse el nombre de algún familiar muy querido, el nombre del club del que son aficionados, la letra de alguna canción o tatuajes que inspiren miedo en los demás, como revólveres, entre otros temas.

Jerga

Los cumbieros, como casi todas las tribus urbanas, tiene ciertas jergas con las que se entienden entre ellos, cuando otras personas pudieran no captar el significado de las mismas.

Muchas de las expresiones que usan provienen del lenguaje "tumbero", que proviene de los presidiarios de las cárceles que las utilizaban para comunicarse sin que los guardias pudieran entender. Algunas de estas son:[6]

Expresión Significado
Aplicar mafia Acción de intimidar a una persona ya sea mediante palabras o con acciones violentas
Llanta Zapatilla
Cobani, cana o yuta Oficial de policía
Corta la bocha Sin rodeos; las cosas son así y punto
Faca Cualquier objeto punzante para causar daño, como un cuchillo
Fierro Pistola
Merca Droga
Fumanchero Una persona que fuma, generalmente marihuana
Ir en cana Acción en dónde lo detiene la policía y lo lleva a la comisaría o a la cárcel
Escabio Bebidas alcohólicas, generalmente la cerveza
Careta Persona que es falsa

También se utilizan otras jergas prestadas del lunfardo, como bondi o campana.

Controversias

Desde sus principios, fueron muy criticados con tanta fuerza como se critica a la música que los formó, la cumbia villera.

Cuándo la tribu urbana de los floggers apareció, se formó un odio desmedido entre parte de ellos y los cumbieros. Mientras que los cumbieros los discriminaban por ser "afeminados" y "niños mimados", según ellos; los floggers algunos los retrataban como pobres y de ser la "lacra" de la sociedad. Entre ellos se sucedieron muchas peleas, que llegaron al extremo de causar la muerte de un chico de 16 años, ya que este era flogger.[7]

El cantante de Damas Gratis, Pablo Lescano, el emblema de la cumbia villera y de los cumbieros utilizando la homosexualidad como un insulto, dijo:

Somos negros villeros y eso no es una ofensa... No me molesta que me digan así. Somos negros ¿Y qué? Peor sería que me digan cheto, esos sí que son todos putos, y eso sí que es una ofensa.[5]

Referencias

  1. «Cumbieros». Tribus urbanas. 16 de septiembre de 2013. Consultado el 20 de marzo de 2015.
  2. Tribus Urbanas - Sección: Cumbieros en el periódico Perfil
  3. «Inspirados en Los Wachiturros llegó una nueva tribu urbana: Los Turros». El Instransigente. 23 de octubre de 2011. Archivado desde el original el 2 de abril de 2015. Consultado el 20 de marzo de 2015.
  4. «Dime cómo te vistes y te diré quién eres». El Litoral. 20 de septiembre de 2008. Consultado el 20 de marzo de 2015.
  5. Los cumbieros y la cultura del aguante Archivado el 20 de agosto de 2009 en Wayback Machine. en el periódico El Periodista de Tres Arroyos
  6. Ripetta, María Helena (2 de febrero de 2014). «El lenguaje "tumbero"». Crónica. Archivado desde el original el 2 de abril de 2015. Consultado el 20 de marzo de 2015.
  7. Molina, Gustavo (22 de diciembre de 2008). «Le pegaron a la salida de un boliche por ser flogger y murió». Clarín. Consultado el 20 de marzo de 2015.
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