Diócesis de Tarija

Con la finalidad de sentar límites para la Corona de España, el virrey Francisco Álvarez de Toledo ordenó la fundación de esta Villa a Luis de Fuentes y Vargas, hecho que se realiza el 4 de julio de 1574, bajo el nombre de “La Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa”; como un avance significativo y grandioso en el descubrimiento de tierras para España y defensa de los aguerridos asaltos de los chiriguanaes a los tomatas, churumatas y ramas de tribus guaraníes.

Un siglo después de la fundación de Tarija, hacia finales de 1600, es posible vislumbrar una creciente actividad misionera de la Iglesia en estas tierras. La cronología histórica, es bastante compleja, pero se podría determinar con dichos datos, la presencia de 5 órdenes religiosas masculinas a estas alturas de la historia civil y religiosa. Aunque algunas de estas obras aparecen ya en una preocupante decadencia, ante todo por la pobreza y las enfermedades del tiempo y la época.

Tarija, como jurisdicción Eclesiástica dependió del Arzobispado de La Plata hasta 1807. Siendo Papa Pio VII pasó a depender del recién creado Obispado de Salta en 1807, que incluía en su jurisdicción los territorios de: Jujuy, Catamarca, Tucumán, Salta, y Tarija, esto duró hasta 1857. El 23 de septiembre de 1857, el Papa Pio IX por un “Prescrito Pontificio” se reincorporaba a Tarija al Arzobispado de La Plata con sede en Chuquisaca, mediante ley del 22 de noviembre.

Mediante ley de 18 de enero de 1919 promulgada por el Presidente José Gutiérrez Guerra, se creó el Vicariato Apostólico del Sudeste (Chaco) cuya jurisdicción comprendía parte de Provincias de tres departamentos: Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca.

Las referencias señaladas y otras que se desconoce, dan cuenta que desde hacía mucho tiempo atrás se veía la necesidad e interés de crear un ente que aglutinase en Tarija, era un lugar estratégico y con muchas posibilidades, inclusive mucho más antes que la creación del obispado de Salta y del vicariato del Chaco.

Sin duda que las gestiones de autoridades, personeros, comités, directorios y juntas para lograr este propósito fueron muchas y largas de esperar. Dos acontecimientos serían gravitantes para lograr este objetivo y de gran importancia a señalar en esta relación histórica:

• La preparación a la celebración de los 100 años de la República, que en su fase previa fue marcada por la visita del internuncio a Tarija, Monseñor “Rodolfo Caroli]”, después de realizar un recorrido desde La Paz-Beni-Santa Cruz-El Chaco-Tarija, escuchó en persona las peticiones y los ruegos de la gente en la voz de sus autoridades. Aquí empezarían las gestiones más serías y concretas.
• La preparación a la celebración del Primer Congreso Eucarístico en Bolivia, con motivo de unirse como Iglesia en Bolivia a conmemorar el Centenario de la República, se determinó la necesidad de reavivar la fe y vivencia eucarística del pueblo boliviano, como también de se vio la urgencia de reestructurar los espacios de evangelización, determinando la creación de tres nuevas Diócesis: Potosí, Oruro y Tarija. El congreso eucarístico se realizó luego, como parte de las grandes celebraciones por el Centenario, del 11 al 15 de agosto de 1925 en la ciudad de la Paz.

Muy pronto se vería coronado este anhelo, mediante Ley de la República promulgada por el Presidente Constitucional Bautista Saavedra el 11 de octubre de 1924 se determinaba la creación de los Obispados en los departamentos de Potosí, Oruro y Tarija.

Tarija como diócesis fue erigida el 21 de noviembre de 1924 por el Papa Pío XI, mediante la constitución apostólica y bula papal: «Praedecessoribus Nostris”, con sede en la misma ciudad de Tarija. La Iglesia Matriz que fue parte del Colegio Jesuítico de Tarija, fue elevada a título de Catedral el 11 de marzo de 1925, fecha que se estableció como sede del Obispo, al conocerse el nombramiento de su primer obispo y pastor, Mons. “Ramón María Font y Ferrés”.

De acuerdo al Anuario Pontificio 2018 la diócesis tenía a fines de 2017 un total de 458 000 fieles bautizados.

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