Dios, Patria, Rey
«Dios, Patria, Rey» es el lema triádico del carlismo que sintetiza la aspiración a una monarquía católica y tradicional.
Era equivalente a la expresión «Trono y Altar» con la que se identificaban, desde el Congreso de Viena de 1814, las fuerzas contrarrevolucionarias de la Restauración europea reunidas en la Santa Alianza.
El lema carlista tuvo algunas variantes en su formulación, como «Dios, Patria, Rey, Jueces»,[1] y la posterior adición de los fueros («Dios, Patria, Fueros, Rey») como defensa por el carlismo de los derechos históricos regionales vascos y navarros (y de otras zonas forales del Antiguo Régimen, como Valencia, Cataluña y Aragón).
El lema se hizo popular en la Marcha de Oriamendi, himno carlista a partir de la década de 1930 cuya letra comienza con las palabras «Por Dios, por la Patria y el Rey». El origen de esta marcha se remonta a la batalla de Oriamendi (1837), con letra original en vascuence.
El lema carlista es similar al trilema «Allah, al-Watan, al-Malik» («Dios, la Patria, el Rey»), empleado en Marruecos.[2]
Referencias
- Germán Rueda La primera guerra carlista en Artehistoria. Del mismo autor El reinado de Isabel II, en Historia 16.
- Barreñada, Isaías (2006). Alianza de civilizaciones: seguridad internacional y democracia cosmopolita. Editorial Complutense. p. 151. ISBN 978-84-7491-809-0. Consultado el 4 de julio de 2020.