Economía informal

La economía informal o economía irregular es la actividad económica que es invisible al Estado por razones de evasión fiscal o de controles administrativos (por ejemplo, el trabajo doméstico no declarado, la venta ambulante espontánea o la infravaloración del precio escriturado en una compraventa inmobiliaria).

Vendedores ambulantes informales en Lima, Perú

Según la Organización Internacional del Trabajo en el año 2020, alrededor de 2 mil millones de trabajadores, o el 60 por ciento de la población mundial empleada de 15 años o más, trabajan en el sector informal.[1]

En cambio, la economía formal «es la que está dentro de los parámetros reguladores del Estado»,[2] es decir, cumple la normativa fiscal, laboral y medioambiental, paga impuestos, ha obtenido adecuadamente las necesarias licencias de actividad, se ha inscrito en los registros correspondientes y abona la seguridad social de sus trabajadores, a los que también ha inscrito.

La economía informal o irregular forma parte de la economía sumergida, al lado de las actividades económicas ilegales (por ejemplo, la facturación falsa o falseada, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la prostitución, el blanqueo de capitales, el crimen organizado y el terrorismo).

La economía sumergida, en la medida en que se transforma en renta nacional y acaba integrada en la demanda agregada, resulta incluida en el dato estadístico del producto interior bruto (PIB), como consecuencia del ajuste de los métodos empleados para estimarlo.[3]

Aunque la economía informal se ha asociado frecuentemente a países en desarrollo y economías emergentes, todos los sistemas económicos, sin excepción, participan de ella.

El daño económico que causa la economía informal al fisco no se limita a los impuestos no recaudados, sino que se extiende al pago indebido de subvenciones, subsidios (por ejemplo el subsidio de desempleo que se le da a una persona que consta como parada, pero que en realidad tiene un empleo informal a tiempo completo) o pensiones.[4]

Asimismo, la economía informal constituye uno de los supuestos más dañinos de competencia desleal entre los agentes económicos.[5]

La economía sumergida en España representaba, en 2008, más del 23 % del PIB,[6] [7] lo que equivaldría a 240 000 millones de euros.[6]

Informalidad en Latinoamérica

Según la OIT entre los años 2019 y 2020, 158 millones de personas trabajaban de manera informal en Latinoamérica.[8][9][10]

Puesto País Informalidad laboral Año Fuente
1 Bandera de Venezuela Venezuela 84.5% 2021 [11]
2 Bandera de Bolivia Bolivia 81.5% 2022 [9]
3 Bandera de Guatemala Guatemala 79% 2021 [8]
4 Bandera de Perú Perú 75.7% 2023 [10]
5 Bandera de El Salvador El Salvador 69.1% 2021 [8]
6 Bandera de Paraguay Paraguay 68.9% 2021 [8]
7 Bandera de Ecuador Ecuador 63.5% 2021 [8]
8 Bandera de Colombia Colombia 58.1% 2022 [9]
9 Bandera de México México 56.6% 2022 [9]
10 Bandera de la República Dominicana República Dominicana 54.3% 2021 [8]
11 Bandera de Panamá Panamá 52.8% 2021 [8]
12 Bandera de Argentina Argentina 48.9% 2022 [9]
13 Bandera de Brasil Brasil 38.5% 2022 [9]
14 Bandera de Costa Rica Costa Rica 36.6% 2021 [8]
15 Bandera de Chile Chile 27.4% 2022 [9]
16 Bandera de Uruguay Uruguay 23.9% 2021 [8]

Causas

Cotidianidad del mercado informal en las calles de Bolivia.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT),[12] «La causa esencial de la informalidad es la incapacidad para crear suficientes puestos de trabajo en la economía formal».

En cambio, la OIT[12] sí señala como obstáculos:

  • la corrupción política
  • las deficientes infraestructuras
  • la falta de confianza y seguridad al gobierno
  • la falta de acceso a los mercados
  • la falta de financiación de los trabajadores autónomos
  • la debilidad de las administraciones del trabajo y, en particular, de la inspección del trabajo
  • regulación y burocracia excesiva

Las causas de la informalidad son múltiples y, en su mayoría, no guardan relación con la legalidad. Por ello, sería ineficaz proceder a la formalización únicamente mediante una reforma legislativa.[12]

En otro documento, Principales causas de la economía informal y algunas soluciones,[13] la OIT divide las causas en:

  • vía expulsión: no se pueden o no se quieren pagar los mayores gastos que supone la formalidad.
  • vía exclusión: percepción de que los servicios percibidos no compensan los pagos efectuados.

Muchos jóvenes en países en desarrollo poseen empleos de baja calidad, con un escaso potencial de desarrollo profesional y poca posibilidad de contribuir a sus economías. Esto es particularmente problemático, dada la continua y significativa brecha en la productividad laboral que existe entre las regiones en vías de desarrollo y las ya desarrolladas. La enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) constituye un medio para brindar mayores oportunidades a los jóvenes marginados, mejorando sus resultados de empleabilidad.

Una revisión de 26 estudios realizados en Latinoamérica, el Caribe, Europa, Asia, y África subsahariana, utilizando participantes con edades entre 15 y 24 años, concluyó que las intervenciones de EFTP, en general, tienen un efecto pequeño, pero positivo, sobre la empleabilidad y el empleo de los jóvenes. Asimismo, no se halló ningún modelo específico de intervención que fuera mejor que otros. Estos resultados, sin embargo, impiden sacar conclusiones sólidas, debido a limitaciones tanto en los estudios como en la revisión misma. Por ello, es necesario que más intervenciones de EFTP sean evaluadas, y sus resultados difundidos de forma eficiente.[14]

Consecuencias

  • Aumento de la criminalidad
  • Bajos salarios[15]
  • Baja productividad[16][17]
  • Viviendas y construcciones vulnerables a desastres naturales
  • Bajos ingresos del Estado,[18] por lo que queda sin recursos para proporcionar servicios como educación o sanidad
  • Falta de atención médica[15] y de pensiones[19] para los trabajadores
  • Mayor índice de enfermedades de los trabajadores, ya sea por las condiciones laborales insalubres, el estrés o la pobreza[20]
  • Riesgo de despido del trabajador informal sin indemnización y sin derecho al subsidio de desempleo[21]
  • Menos formación de los trabajadores, porque proporcionar formación a sus empleados beneficia a la empresa a largo plazo, mientras que las empresas informales tienen un horizonte de corto plazo[22]
  • Dificultad de la empresa informal para acceder a financiación privada o ayudas públicas[17]
  • Competencia desleal[5] a los trabajadores y empresarios de la economía formal, que ven mermados sus ingresos, en ocasiones hasta tal punto que no tienen más remedio que pasarse a la informalidad

Lucha contra la economía informal

Asentamiento informal en Venezuela

En el lenguaje económico se conoce como formalización (laboral o empresarial) la transición de un trabajador o de una empresa de la economía informal a la formal.[23] Las políticas que pretenden conseguir o acelerar esta transición se denominan "políticas de formalización". La formalización de una empresa requiere que se inscriba en el correspondiente registro y se ponga a cumplir sus obligaciones fiscales y laborales. La formalización de un trabajador requiere, a su vez, que se inscriba (normalmente en un registro diferente; según los países y sectores esta inscripción puede realizarse por el propio trabajador, o bien por su empresario) y se ponga a cotizar al sistema de seguridad social.

También se conoce como formalización (urbana) la transformación de asentamientos informales (barrios de chabolas, favelas, ranchitos) en espacios integrados dentro del tejido urbano, con suministro eléctrico, agua, alcantarillado, accesos asfaltados, inclusión de las propiedades en el catastro de la ciudad y de sus habitantes en el censo.

Para estos procesos se suele también emplear el término "regularización" (regularización de trabajadores, regularización de asentamientos). Sin embargo es frecuente emplear "regularización" para designar el proceso por el que los inmigrantes irregulares llegan a ser ciudadanos de pleno derecho del país al que han arribado.[24]

Se considera que superar la informalidad (y por tanto conseguir la formalización) es el principal reto en desarrollo para todo el mundo[23] y también una cuestión esencial para la cohesión social y el logro de la paz.[23] La informalidad reduce los ingresos del Estado[25] y de los trabajadores, y se encuentra entre los factores originarios de la trampa de la pobreza.[26] En lo referente a los trabajadores constituye la tercera parte del objetivo de desarrollo sostenible n.º 8: «Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos». En lo referente a los asentamientos está directamente relacionado con el objetivo n.º 11: «Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles».

El Programa de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pretende conseguir «la transición de la economía informal a la economía formal».[23] Se organiza por países.[27]

Estadística

La economía informal bajo cualquier sistema de gobierno es diversa e incluye miembros ocasionales de pequeña escala (a menudo vendedores ambulantes y recicladores de basura), así como empresas más grandes y regulares (incluidos sistemas de tránsito como el de Lima, Perú). Las economías informales incluyen a los trabajadores de la confección que trabajan desde sus hogares, así como al personal empleado informalmente en las empresas formales. Los empleados que trabajan en el sector informal se pueden clasificar como trabajadores asalariados, trabajadores no asalariados o una combinación de ambos.[28]

Las estadísticas sobre la economía informal no son fiables por la propia naturaleza de su objeto, pero pueden proporcionar una imagen tentativa de su relevancia. Por ejemplo, el empleo informal representa el 58,7 % del empleo no agrícola en Medio Oriente - Norte de África -, 64,6 % en América Latina, 79,4 % en Asia y 80,4 % en África subsahariana.[29] Si se incluye el empleo agrícola, los porcentajes aumentan más allá del 90 % en algunos países como India y muchos países del África subsahariana. Las estimaciones para los países desarrollados son de alrededor del 15 %.[30] En encuestas recientes, la economía informal en muchas regiones ha disminuido en los últimos 20 años hasta 2014. En África, la participación de la economía informal ha disminuido a una estimación de alrededor del 40 % de la economía.[31]

En los países en desarrollo, la mayor parte del trabajo informal, alrededor del 70 %, es por cuenta propia. La economía informal es una mayor fuente de empleo para los hombres (63,0 % de la población activa) que para las mujeres (58,1 %). De los 2 000 millones de empleados informales en el mundo, en 2018, poco más de 740 millones son mujeres.[32]

El problema del desarrollo en Latinoamérica se encuentra fuertemente vinculado con los niveles de empleo informal. Entender la naturaleza de la informalidad es crucial para promover el desarrollo, dada sus implicaciones sobre factores como la productividad o la acumulación de habilidades. Por ello, se ha desarrollado un proyecto que explora el papel de los costos pecuniarios de solicitar una matrícula de comercio, las percepciones en cuanto a los beneficios potenciales de la formalidad, las sanciones por operar sin los instrumentos legales existentes, y la información sobre las instituciones jurídicas existentes para formalizarse.

Un estudio experimental que contó con una muestra de 1046 microempresarios de Bolivia, no inscritos en FUNDAEMPRESA para 2012, concluyó que ofrecer información sobre potenciales beneficios de formalizarse, régimen tributario, sanciones e instituciones a las cuales acudir, incide positivamente en la tenencia de instrumentos de formalización. Asimismo, un descuento del 50% sobre el costo de adquirir la matrícula no incrementa de manera significativa la obtención del instrumento. Por último, los impuestos dependientes del tamaño de las empresas podrían distorsionar algunas decisiones de aquellos establecimientos cuyos niveles de capital o ventas, por ejemplo, se encuentren alrededor de los umbrales definidos por las políticas.[33]

Empleo informal por país

País Porcentaje[34] Año
Afganistán 84,3% 2020
Albania 53% 2021
Alemania 8,3% 2021
Andorra N/A 2021
Angola 65,9% 2021
Antigua y Barbuda N/A 2021
Arabia Saudí 6,8% 2021
Argelia 30,5% 2021
Argentina 28,6% 2021
Armenia 30,6% 2021
Aruba N/A 2021
Australia 16,6% 2021
Austria 11,8% 2021
Azerbaiyán 66,3% 2021
Bahamas 14,9% 2021
Bangladés 59% 2021
Barbados 19,2% 2021
Baréin 3% 2021
Belice 35,9% 2021
Benín 89,8% 2021
Bermudas N/A 2021
Bielorrusia 3,8% 2021
Bolivia 69,1% 2021
Bosnia y Herzegovina 18% 2021
Botsuana 28,3% 2021
Brasil 35,1% 2021
Brunéi Darussalam 9,1% 2021
Bulgaria 10,5% 2021
Burkina Faso 87,1% 2021
Burundi 88,2% 2021
Bután 73,1% 2021
Bélgica 14% 2021
Cabo Verde 31,3% 2021
Camboya 47,2% 2021
Camerún 75,2% 2021
Canadá 14,3% 2021
Catar 0,4% 2021
Chad 92% 2021
Chequia 15,9% 2021
Chile 27% 2021
China 44,5% 2021
Chipre 12,1% 2021
Cisjordania y Gaza 27,1% 2021
Colombia 50,9% 2021
Comoras 58,8% 2021
Costa de Marfil 72,6% 2021
Costa Rica 26,2% 2021
Croacia 12,8% 2021
Cuba 27% 2021
Curaçao N/A 2021
Dinamarca 8,9% 2021
Dominica N/A 2021
Ecuador 54,8% 2021
Egipto 27,1% 2021
El Salvador 37,9% 2021
Emiratos Árabes Unidos 5,1% 2021
Eritrea 86,9% 2021
Eslovaquia 14,8% 2021
Eslovenia 13,6% 2021
Estados Unidos 6,6% 2021
Estonia 10,5% 2021
Eswatini 34,1% 2021
Etiopía 85,6% 2021
Federación Rusa 6,6% 2021
Filipinas 36,7% 2021
Finlandia 14,7% 2021
Fiyi 33,1% 2021
Francia 12,5% 2021
Gabón 33,6% 2021
Gambia 74,3% 2021
Georgia 48,2% 2021
Ghana 75% 2021
Gibraltar N/A 2021
Granada N/A 2021
Grecia 32,2% 2021
Groenlandia N/A 2021
Guam 13% 2021
Guatemala 36,1% 2021
Guinea 92,6% 2021
Guinea Ecuatorial 87,8% 2021
Guinea-Bissau 82,3% 2021
Guyana 31,4% 2021
Haití 76,8% 2021
Honduras 49,9% 2021
Hong Kong 8,6% 2021
Hungría 12,5% 2021
India 76,1% 2021
Indonesia 52,6% 2021
Irak 21,4% 2021
Irlanda 13,7% 2021
Irán 43% 2021
Isla de Man N/A 2021
Islandia 12,5% 2021
Islas Caimán N/A 2021
Islas del Canal 14,9% 2021
Islas Feroe N/A 2021
Islas Marianas del Norte N/A 2021
Islas Marshall N/A 2021
Islas Salomón 63,8% 2021
Islas Turcas y Caicos N/A 2021
Islas Vírgenes (EE. UU.) 11,1% 2021
Islas Vírgenes Británicas N/A 2021
Israel 12,3% 2021
Italia 21,9% 2021
Jamaica 39,8% 2021
Japón 9,8% 2021
Jordania 11,3% 2021
Kazajistán 22% 2021
Kenia 62,1% 2021
Kirguistán 33,4% 2021
Kiribati N/A 2021
Kosovo N/A 2021
Kuwait 1,7% 2021
Laos 78% 2021
Lesoto 54,9% 2021
Letonia 13,3% 2021
Liberia 80,5% 2021
Libia 29,3% 2021
Liechtenstein N/A 2021
Lituania 11,6% 2021
Luxemburgo 10,1% 2021
Líbano 38,9% 2021
Macao 6,4% 2021
Macedonia del Norte 17,1% 2021
Madagascar 89,3% 2021
Malasia 24,4% 2021
Malaui 61,4% 2021
Maldivas 20,4% 2021
Malta 15,7% 2021
Malí 81,3% 2021
Marruecos 47,9% 2021
Mauricio 18,8% 2021
Mauritania 57% 2021
Moldavia 21,7% 2021
Mongolia 47,3% 2021
Montenegro 21,1% 2021
Mozambique 85,1% 2021
Myanmar 66,4% 2021
México 31,6% 2021
Mónaco N/A 2021
Namibia 38,5% 2021
Nauru N/A 2021
Nepal 78,3% 2021
Nicaragua 43% 2021
Nigeria 80,6% 2021
Noruega 4,5% 2021
Nueva Caledonia 17,7% 2021
Nueva Zelanda 20% 2021
Níger 95,1% 2021
Omán 3,5% 2021
Pakistán 55,6% 2021
Palaos N/A 2021
Panamá 44% 2021
Papúa Nueva Guinea 78% 2021
Paraguay 45,2% 2021
Países Bajos 15,7% 2021
Perú 55,4% 2021
Polinesia Francesa 16,4% 2021
Polonia 19,8% 2021
Portugal 15% 2021
Puerto Rico 17,6% 2021
Reino Unido 14,3% 2021
República Centroafricana 94,5% 2021
República de Corea 23,9% 2021
República del Congo 76,2% 2021
República Democrática del Congo 80,7% 2021
República Dominicana 41,9% 2021
República Popular Democrática de Corea 86,6% 2021
Ruanda 66,4% 2021
Rumanía 15,5% 2021
Samoa 30,8% 2021
Samoa Americana N/A 2021
San Cristóbal y Nieves N/A 2021
San Marino N/A 2021
San Martín (parte francesa) N/A 2021
San Vicente y las Granadinas 25,3% 2021
Santa Lucía 28,5% 2021
Santo Tomé y Príncipe 61,6% 2021
Senegal 66,5% 2021
Serbia 22,9% 2021
Seychelles N/A 2021
Sierra Leona 91% 2021
Singapur 12,5% 2021
Sint Maarten (parte neerlandesa) N/A 2021
Siria 39,6% 2021
Somalia 89,6% 2021
Sri Lanka 15,9% 2021
Sri Lanka 40,5% 2021
Sudáfrica 16,5% 2021
Sudán 52,3% 2021
Sudán del Sur 91,3% 2021
Suecia 10,5% 2021
Suiza 15% 2021
Surinam 21,8% 2021
Tailandia 51,8% 2021
Tanzania 84,9% 2021
Tayikistán 26,4% 2021
Timor Oriental 67,4% 2021
Togo 77,7% 2021
Tonga 48,8% 2021
Trinidad y Tobago 23,7% 2021
Turkmenistán 29,3% 2021
Turquía 29,4% 2021
Tuvalu N/A 2021
Túnez 21,4% 2021
Ucrania 14,7% 2021
Uganda 78,1% 2021
Uruguay 28,8% 2021
Uzbekistán 46,4% 2021
Vanuatu 67,3% 2021
Venezuela 41,7% 2021
Vietnam 53,7% 2021
Yemen 56,8% 2021
Yibuti 51,4% 2021
Zambia 76,7% 2021
Zimbabue 68% 2021

Véase también

Referencias

  1. International Monetary Fund (2020). «What is the Informal Economy?» (en inglés).
  2. «Si no mejora la economía no baja el crimen». El Nuevo Día (Puerto Rico). 25 de septiembre de 2011. Consultado el 17 de agosto de 2018.
  3. EFE (14 de septiembre de 2014). «Los expertos dicen que incluir la economía ilegal en el PIB dará un dato más real». Radiotelevisión Española (España). Consultado el 17 de agosto de 2014.
  4. «La economía sumergida como agresión social».
  5. Redacción (25 de abril de 1995). «LA COMPETENCIA DESLEAL DE LA ECONOMÍA INFORMAL». El Tiempo. Consultado el 17 de agosto de 2018.
  6. «La economía sumergida mueve en España 240.000 millones, el 23% del PIB | Finanzas.com». Archivado desde el original el 19 de octubre de 2017. Consultado el 2009.
  7. GESTHA. «La economia sumergida alcanza el 23.6% en España». Consultado el 2010.
  8. Redacción RPP (2021). «OIT: 158 millones de personas trabajan de manera informal en Latinoamérica».
  9. Statista (2022). «¿A cuánto asciende el empleo informal en América Latina?».
  10. Red de Estudios para el Desarrollo (2023). «Empleo en Perú: ¿Cuántas personas trabajan en la informalidad?».
  11. TalCual (2021). «La informalidad laboral escaló a 84,5% apoyada por la crisis económica».
  12. Organización Internacional del Trabajo (2014). La transición de la economía informal a la economía formal. Ginebra, Suiza. p. 45. Consultado el 16 de agosto de 2018.
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  17. Fernández, María (23 de mayo de 2019). «Latinoamérica ahoga su productividad». El País (Madrid, España). Consultado el 29 de mayo de 2019.
  18. Teos, Edwin (18 de junio de 2018). «Buscan reducir la informalidad empresarial». La Prensa Gráfica (El Salvador). Consultado el 16 de agosto de 2018.
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  26. La Voz de la Empresa (10 de agosto de 2016). «Informalidad, precariedad laboral y empresas de subsistencia: el origen de la trampa de la pobreza». México.
  27. PROGRAMAS DE TRABAJO DECENTE POR PAÍS DE LA OIT. Ginebra, Suiza: Organización Internacional del Trabajo. 2016. ISBN 978-92-2-331183-4.
  28. Carr, Marilyn and Martha A. Chen. 2001. "Globalization and the Informal Economy: How Global Trade and Investment Impact on the Working Poor". Background paper commissioned by the ILO Task Force on the Informal Economy. Geneva, Switzerland: International Labour Office.
  29. Charmes, Jacques. "The informal economy: Definitions, Size, Contribution, Characteristics and Trends", RNSF, Rome, 2016.
  30. Organización Internacional del Trabajo, ed. (2002). Women and Men in the Informal Economy (PDF). ISBN 92-2-113103-3. Archivado desde el original el 15 de abril de 2014. Consultado el 18 de diciembre de 2006.
  31. «Africa's informal economy is receding faster than Latin America's». The Economist. Consultado el 28 de mayo de 2017.
  32. «La economía informal emplea más de 60 por ciento de la población activa en el mundo, según la OIT». 30 de abril de 2018.
  33. CAF (2014). «Incentivos a la formalización de microempresas. Resumen de evaluación de impacto». Caracas: Corporación Andina de Fomento. Consultado el 20 de enero de 2020.
  34. The World Bank. «Self-employed (% of employment) (modeled ILO estimate)» (en inglés). Consultado el 23 de agosto de 2023.
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