Economicismo

El economicismo es un criterio o doctrina que implica un sesgo o abuso en la concepción del comportamiento de una sociedad, reduciendo todos los hechos sociales a su aspecto económico (reduccionismo económico).[1]

Una consecuencia del economicismo (aunque no solo de ello) es la desatención de los aspectos sociales, morales, culturales y políticos de problemas sociales tales como la degradación ambiental, la guerra, la salud pública, el analfabetismo, etc.[2] Según Bunge la sociedad debe entenderse como un sistema constituido por cuatro subsistemas: biológico, económico, político y cultural.[3]

El término 'economicismo' (o reduccionismo económico) también se usa, en filosofía de la ciencia por ejemplo, para calificar los modelos o teorías de la microeconomía clásica, en los que la oferta y la demanda son los únicos factores pertinentes o importantes para explicar y predecir el comportamiento económico de la sociedad, con lo cual se ignoran otros factores de índole cultural, humana, social, política, espiritual o moral.

En la investigación social inspirada por el individualismo metodológico (que por sí mismo no es siempre economicista) el economicismo consiste en una reducción unilateral del hombre a la figura del homo oeconomicus: una reducción que, en el nombre de una filosofía gruesa y de una falsa psicología, deja de lado todos los demás aspectos del ser humano (homo faber, homo loquens, homo ludens, etc.).[4]

Véase también

Referencias

  1. Real Academia Española. «economicismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
  2. Bunge, M. Filosofía política. Barcelona, Gedisa.
  3. Bunge, Mario (2008). Filosofía y sociedad (1. edición). México: Siglo Veintiuno Editores. ISBN 9682327296.
  4. Caruso, S. Homo oeconomicus. Paradigma, critiche revisioni. Firenze University Press, 2012.
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