Edicto de Caracalla

El Edicto de Caracalla (en latín, Constitutio Antoniniana), promulgado por el emperador Caracalla en el año 212, fue un texto jurídico mediante el cual se llevó a cabo una importante reforma con repercusiones en el ius civile y en el ámbito fiscal del Imperio. Las razones por las que fue promulgado siguen siendo objeto de discusión entre los historiadores modernos, pero la más aceptada es que la intención de Caracalla fue la de incrementar los ingresos fiscales del Imperio al aumentar el número de personas que habrían de pagar impuestos sobre la manumisión de esclavos o sobre los derechos de sucesión. En cuanto a la finalidad, también existe un debate doctrinal, pero la mayoría coincide en afirmar que el motivo principal fue sufragar las costosas campañas militares del emperador en la frontera norte contra los germanos y en oriente contra los partos.

Busto de Caracalla.

Sujetos de la reforma

El Imperio romano en 210, bajo Caracalla.

Hasta el año 212, la península itálica, que constituía la extensión metropolitana de la misma Roma,[1] era el único territorio donde todos sus habitantes libres gozaban de plena ciudadanía romana, mientras, fuera de ella, en las provincias,[2] la ciudadanía romana se limitaba a las ciudades provinciales con status de colonia romana y de municipia optimo iure, así como a determinados sujetos que la habían adquirida o heredada individualmente, por eso la gran mayoría de los habitantes provinciales libres estaba compuesta por peregrini, es decir, por no ciudadanos.[3]

En el año 212, mediante la Constitutio Antoniniana, el emperador Caracalla extendió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio, siendo la mayoría de los no ciudadanos y beneficiarios del edicto el grueso de los habitantes de todas las provincias, las cuales se extendían desde Oriente Medio a la península ibérica, y desde Egipto hasta Britania.

Se excluía a una minoría denominada dediticii o dediticios, éstos son los habitantes de ciudades derrotadas por Roma, y que habían opuesto especial resistencia a la conquista antes de capitular, o que simplemente no habían capitulado. Estas ciudades son las llamadas dediticias y sus habitantes, los dediticios, podían ser masacrados o vendidos como esclavos. No se hacía mención alguna a los esclavos de ningún tipo, pues en el derecho romano no eran considerados personas, en el sentido jurídico-civil, sino que jurídicamente tenían la consideración de cosas, por lo que se les aplicaban las reglas del ius ad rem, o derecho sobre las cosas.

Oposición

Desde la dinastía Flavia, el otorgamiento de la ciudadanía romana se había convertido en un medio de promoción jurídica, constituyendo un honor. La ciudadanía romana era un requisito indispensable para acceder a las magistraturas y cargos del cursus honorum, en especial para acceder al cargo de cónsul o senador. La decisión del emperador Caracalla no obtuvo una gran acogida por parte de las clases altas, tanto por parte de familiares y allegados del emperador, como por parte de autores, como el historiador Dión Casio.

Extracto del Edicto

El texto se conserva en un papiro de la biblioteca de Gießen (Alemania) y fue publicado por P. M. Meyer en 1910.[4]

El emperador César Marco Aurelio Severo Antonino Augusto declara: [...] puedo manifestar mi agradecimiento a los dioses inmortales que me protegen [...] considero, pues, que puedo [...] servir a su grandeza [...] haciendo participar conmigo en el culto de los dioses a todos los que pertenecen a mi pueblo. Por ello concedo a todos los peregrinos que están sobre la tierra la ciudadanía romana [salvaguardando los derechos de las ciudades] con la excepción de los dediticios. Pues es legítimo que el mayor número no sólo esté sometido a todas las cargas, sino que también esté asociado a mi victoria. Este edicto será [...] la soberanía del pueblo romano.

Véase también

Referencias

  1. «Encyclopædia Britannica: Sharply distinguished from Italy were the provinces of the empire».
  2. Dolganov, Anna (1 de enero de 2021). «Documenting Roman Citizenship». Ando, C. And Lavan, M. (Eds) Imperial and Local Citizenship in the Long Second Century, Oxford University Press, pp. 185-228.
  3. "Late Antinquity" by Richard Lim in The Edinburgh Companion to Ancient Greece and Rome. Edinburgh University Press, 2010, p. 114.
  4. Wolff, H. (1978). «Die Constitutio Antoniniana und Papyrus Gissensis 40 I». The American Journal of Philology, Johns Hopkins University Press.

Bibliografía

  • Dión Casio, Historia de Roma.

Enlaces externos

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