Elecciones estatales de Coahuila de 2005

Rumbo a la elección general de finales de septiembre en el oficialista Partido Revolucionario Institucional se apuntaban a la gubernatura el lagunero Raúl Sifuentes entonces secretario de gobierno estatal, el alcalde de Saltillo Humberto Moreira Valdés y Alejandro Gutiérrez quien también había sido precandidato en 1999. Durante la primera parte del sexenio, Sifuentes había arrancado como favorito pero en 2002 ya en la segunda parte serían los moreiristas los que llegaban como favoritos a la interna por la candidatura. Los enriquistas se decantaron por el profesor Moreira y cabilderon con nomenklaturas municipales por apoyo a la nominación lo cual disminuyó las fuerza electoral de Sifuentes fuera de la región lagunera. A cambio, los moreiristas cedieron candidaturas a las presidencias municipales y a las diputaciones. Un ejemplo de ello, fue la capital Saltillo, los moreiristas negociaron con la nomenklatura municipal y acordaron la alcaldía para la misma a cambio de apoyo a la gubernatura.

En el Partido Acción Nacional el bloque lagunero logró la imposición en el 2004 en la dirigencia estatal de Esther Quintana nativa de Guerrero quien operó a favor de Jorge Zermeño Infante como abanderado del albiazul. Los zermeñistas lograron sumar a la Unidad Democrática de Coahuila a la postulación a cambio de ceder 2 distritos (Muzquiz y Acuña) donde el PAN no registraría candidatos y apoyar a la UDC en Acuña donde buscaba la alcaldía. En Torreón los zermeñistas consiguieron la nominación de un candidato afín desplazando a la postulación de los anayistas quienes tenían la alcaldía desde el 2002.

Mientras tanto en el Partido de la Revolución Democrática los moreiristas lograron desplazar al dirigente estatal en el 2004 y apoderarse del sol azteca vía un dirigente interino, refrendando la victoria en el 2005 con el nuevo dirigente estatal. Diversas tribus internas promocionaron la candidatura de Jaime Martínez Veloz pero finalmente se registró a Juan Pablo Rodríguez Delgado hijo del exalcalde priista de Saltillo (1975-78) recordado por ser leal al exgobernador Oscar Flores Tapia. La candidatura no representaba amenaza alguna a la candidatura priista y el PRD era en los hechos un partido paraestatal del moreirismo.

El Partido del Trabajo y Convergencia se coaligaron para postular al profesor Ramón Díaz mientras el Partido Verde registró de manera simbólica a Ana Patricia Alvarado.