Epidemia de baile de 1518

La peste del baile (o la plaga de danza) fue un caso de coreomanía ocurrido en Estrasburgo, una ciudad del Sacro Imperio Romano Germánico (ahora al noreste de Francia), a mediados de 1518.[1] Una mujer llamada Frau Troffea comenzó a bailar descontroladamente sin poder parar. Diversas personas se unieron a bailar sin descanso durante días y, al cabo de aproximadamente un mes comenzaron a sufrir invalidez en las piernas y ataques epilépticos. La mayoría murió como consecuencia de infartos, derrames y agotamiento. Esto fue lo que se creyó a causa de algunas crónicas de autores que no presenciaron el acontecimiento. Los documentos oficiales de la prefectura de Estrasburgo, escritos por testigos que sí presenciaron el hecho in situ, no hablan de muertes, solo de desvenecimiento u agotamiento. Esto fue tratado en un libro publicado en 2018 llamado "1518. La fiebre del baile" y que fue editado para acompañar la exposición de arte realizada por el Musée de l'Oeuvre Notre-Dame-arts du Moyen âge de Estrasburgo para conmemorar los 500 años de esta epidemia.

Se desconoce el origen de esta «epidemia», aunque se supone que se trató de un caso de histeria colectiva.[2]

Acontecimientos

Los hechos se iniciaron a mediados de julio de 1518, cuando una mujer comenzó a bailar fervorosamente en una calle de Estrasburgo, Francia.[3] Esta situación se prolongó por tres días seguidos. En una semana se habían unido otras 34 personas, y en un mes, cerca de 400 bailarines. Algunas de estas personas finalmente murieron de ataques al corazón, derrames cerebrales o agotamiento.[3]

Documentos históricos tales como «apuntes de doctores, sermones, crónicas locales y regionales e incluso notas publicadas por el municipio de Estrasburgo» hacían énfasis en el hecho de que las víctimas bailaban.[3]

A medida que la «epidemia» de baile empeoraba, nobles preocupados con lo acontecido buscaron el consejo de médicos locales, quienes descartaron causas astrológicas y en su lugar anunciaron que la epidemia se debía a una enfermedad causada por un aumento en la temperatura de la sangre.

Sin embargo, en vez de prescribir sangrías, las autoridades persuadieron a que la gente continuara bailando, en parte abriendo dos mercados e incluso construyendo un escenario. Lo anterior debido a que creían que si las personas bailaban día y noche, se mejorarían. Para incrementar la efectividad de la cura, incluso contrataron músicos para mantener a los enfermos bailando.[4] Algunos de los bailarines fueron llevados a capillas, donde buscaron la cura de su enfermedad.

Las teorías modernas incluyen la intoxicación alimentaria por los productos tóxicos y psicoactivos de los hongos del cornezuelo, que crecen comúnmente en los granos de la familia del trigo (como el centeno o la cebada). La ergotamina es el principal producto psicoactivo de los hongos del cornezuelo, está estructuralmente relacionada con el fármaco recreativo dietilamida del ácido lisérgico (LSD-25) y es la sustancia a partir de la cual se sintetizó originalmente el LSD-25. El mismo hongo también ha sido implicado en otras grandes anomalías históricas, incluyendo los juicios de Salem.

El historiador británico John C. Waller propuso, en su libro A time to dance, a time to die: the extraordinary story of the dancing plague of 1518 (2008), que posiblemente una temporada de hambruna extrema pudo haber provocado fiebres altas que impulsaron momentos de desenfreno sin control.[5]

Véase también

Referencias

  1. «La extraña epidemia de baile que recorrió las calles de Estrasburgo hace 500 años». El Mundo. 27 de julio de 2019.
  2. Waller, John (2008): «Falling down», artículo del 18 de septiembre (en inglés) en el diario The Guardian (Londres).
    Chronicles of 1374 tell of large numbers of men and women dancing, while screeching with pain, leaping into the air, running wildly from place to place, and calling on the mercy of God and the saints. [...] The 1374 outbreak occurred just after a devastating flood.
    During another outbreak in 1518, the inhabitants of Strasbourg were reeling from severe famine, their morale already shattered by syphilis, smallpox and plague. They danced in their misery because people living along the Rhine and Moselle rivers had a longstanding fear of devils and saints who inflicted a terrible, compulsive dance. Having fallen into a trance state, they acted in accordance with these supernaturalist beliefs: dancing wildly for days on end.
  3. Viegas, Jennifer (2008): «"Dancing plague" and other odd afflictions explained», artículo del 1 de agosto de 2008 (en inglés) en el sitio web Discovery News. Consultado el 6 de mayo de 2013. Archivado desde el original el 13 de octubre de 2012.
  4. Waller, John C. (septiembre de 2008). «In a spin: the mysterious dancing epidemic of 1518». Endeavour (Elsevier) 32 (3): 117-121. ISSN 0160-9327. PMID 18602695. doi:10.1016/j.endeavour.2008.05.001.
  5. Artículo en digitaljournal.com

Bibliografía adicional

  • Backman, Eugene Louis (1977) [1952]. Religious Dances in the Christian Church and in Popular Medicine. Westport, CT: Greenwood Press. ISBN 978-0-8371-9678-7.
  • Waller, John (2008). A Time to Dance, A Time to Die: The Extraordinary Story of the Dancing Plague of 1518. Thriplow: Icon Books. ISBN 978-1-84831-021-6.
  • Waller, John (2009). The Dancing Plague: The Strange, True Story of an Extraordinary Illness. Naperville, IL: Sourcebooks, Inc. ISBN 978-1-4022-1943-6.

Enlaces externos

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