Zona erógena
Se llaman zonas erógenas a las partes del cuerpo humano cuyo estímulo tiene como resultado la excitación sexual. Existen diferencias individuales, de modo que distintas zonas del cuerpo pueden resultar erógenas, y ello en diferente grado, en cada persona. Suelen asociarse a las zonas que presentan más densidad de terminaciones nerviosas y, por ello, mayor sensibilidad además de a los órganos genitales.
Es habitual estimularlas de varias maneras, con caricias, besos, masajes, durante los momentos preliminares del acto sexual; de este modo aumenta progresivamente la excitación de las personas implicadas, aunque también pueden ser estimuladas sin tener aquel como finalidad, como por ejemplo, durante la masturbación.
Anatomía
Se puede considerar que toda la piel es una zona erógena, aunque existen partes más propensas a producir excitación sexual si son acariciadas o besadas.
Las zonas erógenas suelen ser aquellas cuya piel presenta una mayor cantidad de terminaciones nerviosas. Además de los genitales, también son erógenos los labios, la piel del cuello, las axilas, la cintura, la cara interna de los muslos y el pecho.
Zonas erógenas masculinas
El pene tiene numerosas terminaciones nerviosas, especialmente en el prepucio y en el glande. En algunas culturas, el prepucio es circuncidado justo al nacer el niño o a los pocos años de vida. Se discute si esta operación disminuye la sensibilidad del pene. El escroto aparece también entre las zonas que los hombres consideran más erógenas.
Otras zonas que los hombres consideran erógenas son, por este orden, los labios, con una puntuación de 7 en una escala de 10 puntos - en segundo lugar entre el pene, con 9 y el escroto, con 6,5 -, la parte interna de los muslos (5,8), el cuello (5,6), los pezones (4,8), el perineo (4,8), la nuca (4,5) y las orejas (4,3).[1]
Zonas erógenas femeninas
Las mujeres consideran el clítoris como la principal zona erógena de su cuerpo. Es un órgano cuya única función consiste en proporcionar placer sexual. Del mismo modo que el pene masculino, tiene más terminaciones nerviosas que cualquier otra zona del cuerpo y su estimulación produce una gran excitación que puede llegar al orgasmo.
Por debajo de él se encuentran la vulva (8,4), los labios de la boca (7,9), el cuello (7,5), los pechos (7,3), los pezones (7,3), la parte interna de los muslos (6,7), la nuca (6,2), las orejas (5).[1]
Véase también
Referencias
- Turnbull, Oliver H.; Lovett, Victoria E.; Chaldecott, Jackie; Lucas, Marilyn D. (Abril de 2014). «Reports of intimate touch: Erogenous zones and somatosensory cortical organization». Cortex 53: 148. Consultado el 6 de enero de 2017.
Enlaces externos
- Educación Sexual para jóvenes
- Ilustraciones de la zona genital femenina
- Ilustraciones de la zona genital masculina (enlace roto el 5 de agosto de 2016)