Ernesto Sánchez Villares

Ernesto Sánchez Villares o Ernesto Sánchez y Sánchez-Villares nació en Villavieja de Yeltes, Salamanca, el 17 de junio de 1922 y murió en Valladolid el 16 de mayo de 1995. Fue médico, pediatra y catedrático de la Universidad de Valladolid.

Ernesto Sánchez Villares
Información personal
Nacimiento 17 de junio de 1922
Villavieja de Yeltes (España)
Fallecimiento 16 de mayo de 1995 (72 años)
Valladolid (España)
Nacionalidad Española
Educación
Educado en Universidad de Salamanca
Información profesional
Ocupación Profesor universitario, médico, pediatra y escritor
Empleador
Distinciones

Notas familiares y personales

Nació y se crió en el corazón del campo charro salmantino asistiendo a la escuela pública junto a sus dos hermanos, Antonio y Agustina. Su padre, Ernesto Sánchez Hernández, médico, originario de Hinojosa de Duero, en los Arribes del Duero, se había licenciado en Salamanca, 1918. Fue requerido por el alcalde de Villavieja de Yeltes y a los dos meses hubo de enfrentarse a la pandemia de gripe. Atendió solícitamente a la población y fue tan apreciado que decidió seguir siendo médico rural, aunque su idea inicial era formarse como pediatra con el profesor Nogueras, del que había sido alumno interno. Trabajó doce años en Villavieja, luego se trasladó a Ciudad Rodrigo, donde ejerció el resto de su vida. En ambas localidades dirigió el Dispensario de Lucha Antipalúdica y otras funciones. Su madre, María Sánchez-Villares, era natural de Ciudad Rodrigo e hija de Antonio Sánchez-Villares, farmacéutico en Ciudad Rodrigo, que fue un activo político liberal, diputado por Salamanca y presidente de la Diputación Provincial. Es recordado en su localidad con una calle que lleva su nombre.[1]


En 1956 Sánchez Villares se casó con Mercedes Jacob Castillo, que primero fue discípula y luego pediatra colaboradora. Había nacido el 14 de marzo de 1931 en Bilbao, donde estudió el Bachillerato y la carrera de piano. A los 17 años se trasladó a Salamanca donde estudió medicina con un brillante expediente. En quinto curso conoció la Pediatría y a su profesor, Sánchez-Villares, y allí se unieron sus destinos. De tal forma que Ernesto le debe a su mujer una buena parte de su fecundidad profesional, además de la familiar. Tuvieron ocho hijos; Mercedes, Marta, Isabel, Ernesto, Conchita, Arancha, Eduardo y Ramón. Una de las hijas, Conchita, falleció a corta edad en un accidente de tren. De los siete restantes, cinco son médicos en las especialidades de Hematología, Pediatría, Dermatología, Oftalmología y Radiología. En 1960 Mercedes leyó su tesis doctoral “La Pediatría y la Puericultura en España durante el siglo XVIII”, bajo la dirección del historiador Luis Sánchez Granjel.[2]

Sánchez Villares fue gran lector, ameno conversador y cultivador de la amistad. Cuando sus obligaciones se lo permitían, asistía a la tertulia de un hotel de Valladolid, de la que formaban parte Miguel Delibes, Álvarez Quiñones, intelectuales y profesores de la Universidad.[3][4] Aunque visitó muchos países, nunca olvidó sus raíces salmantinas, a las que siempre retornaba. Cada año acudía con devoción a la floración de los almendros en los Arribes del Duero con su familia de allí. Tenía muy a bien haber nacido en un pueblo, en casa, atendido el parto por el médico del pueblo, su padre. Y también tuvo la fortuna de morir en su casa, rodeado de su familia, como era su deseo, poco antes de cumplir 73 años, a causa de un cáncer de pulmón. Ahora descansa en la sepultura familiar del cementerio de Ciudad Rodrigo. Valladolid y Ciudad Rodrigo han dedicado una calle a su memoria.[5]

Los periódicos de Valladolid y Salamanca publicaron notas en su recuerdo firmadas por Delibes M, Granjel LS, Crespo M, Tovar J, Blanco Quirós A, Ortiz O, Rodicio M, Riaño C y otros, que fueron reunidas en el Boletín de Pediatría, la revista que él había fundado 35 años antes.[6] Lo mismo ocurrió en las revistas pediátricas, como Anales de Pediatría (1995; 42:395-7, M Crespo Hernández); Archivos de Pediatría (1995; 46:171, M Cruz Hernández); Acta Pediátrica Española (1995; 53:414, I Villa Elízaga); Rev Esp Pediatr (1995; 51:221. M Hernández Rodríguez) y Pediatrics in Review (1995; 16: J Peña Guitián).

Sánchez Villares con su mujer, discípula, compañera y pediatra Mercedes Jacob Castillo, en el domicilio familiar de Valladolid

Vida universitaria y formación profesional

Sánchez Villares cursó el Bachillerato en el Instituto de Ciudad Rodrigo, donde profesores extraordinarios impulsaron su vocación hacia el campo de las ciencias y pronto ayudaba a su padre en tareas auxiliares del Dispensario de Lucha Antipalúdica. Estudió Medicina en la Facultad de Salamanca (1939-1945) con brillantez, 20 matrículas de honor y premio extraordinario de Licenciatura. Allí compartió curso con dos compañeros que serían amigos entrañables de por vida: Luis Sánchez Granjel y José Castillo Nicolau.[7] Especialmente cercana fue su relación con el primero, acompañante y testigo en sus oposiciones académicas. La atracción fue doble y convergiendo en el interés por la Historia de la Pediatría [8][9] También entabló relación con estimables profesores como Fernando Galán, que le inició en la Genética, José García-Blanco Oyarzábal profesor de Fisiología o Alfredo Carrato, de Histología y Anatomía Patológica, en cuya cátedra entró como alumno interno por oposición. Así adquirió una sólida formación preclínica. Siempre guardó un gran afecto por ellos, sus primeros profesores de Medicina. En quinto curso conoció a Guillermo Arce, catedrático de Pediatría quien le cautivó como profesor, como clínico y como persona. Al terminar el curso le propuso hacerse pediatra como alumno interno, a lo que accedió con entusiasmo.[10] En su vida universitaria se relacionó asiduamente con alumnos y profesores de Letras, iniciando su amistad con múltiples personajes de la cultura salmantina como Antonio Tovar, Carmen Martín Gaite o Rafael Santos Torroella.

Primera de las Memorias de la Cátedra y Escuela Profesional que Sánchez Villares editaba y distribuía anualmente. La portada reproducía la del libro que Luis Mercado editó en Valladolid el año 1611 (REF 26)

Entre 1945 y 1947 hizo su formación pediátrica en la Casa de Salud Valdecilla y el Jardín de la Infancia de Santander.[11][12] En 1947 accede por oposición a la plaza de Profesor Adjunto en Salamanca y empieza a colaborar en la docencia. En la década de los cincuenta fue aumentando esta responsabilidad a medida que avanzaba la enfermedad de Guillermo Arce, afecto de Parkinson. Crea la Escuela Profesional de Pediatría y también comienza el ejercicio de la medicina privada. En 1951 obtuvo en Madrid el Grado de Doctor con la Tesis titulada "Estudio del desarrollo corporal, esqueleto-radiológico y hematología de las insuficiencias tiroideas en la infancia". En el curso 1953-54 fue becado para trabajar en la Universitats Kinderklinik de Múnich dirigida por el profesor Alfred Wiskott. En 1964 alcanzó la Cátedra de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela, aunque siguió en Salamanca sustituyendo a su maestro Arce y finalmente en 1965 fue cuando accedió por traslado a la de Valladolid donde creó la Escuela Profesional de Pediatría, siguiendo el patrón de la de Guillermo Arce. Siempre estimuló la formación, en Europa y América, de sus colaboradores orientándoles hacia distintas especialidades pediátricas, lo que consideraba fundamental para el progreso de la Pediatría. Se fueron formando secciones de especialidades y consolidando líneas de investigación. Todo ello fue el germen del Hospital Materno Infantil que él consideraba la culminación de su obra, aunque nunca se abrió. Muy preocupado con el papel del niño en la sociedad, propuso el concepto de Pediatría Social, denominada Pediatría Preventiva por los americanos, con la intención de buscar la integración del niño en la sociedad y de que ésta tomara conciencia de su importancia.[13]

Con el historiador L Sánchez Granjel (1920-2014) y el neurobiólogo J Castillo Nicolau (1920-2002). Compañeros de licenciatura en Salamanca (1945) fueron Premio de Castilla y León en Ciencias Sociales y en Investigación (REF. 7,8,9)

Bajo su tutela se formaron docenas de discípulos que accedieron al profesorado universitario, como los catedráticos Manuel Hernández Rodríguez, Valentín Salazar Alonso-Villalobos, Manuel Crespo Hernández, Alfredo Blanco Quirós, Julio Ardura Fernández, Javier Álvarez Guisasola y Juan Antonio Tovar Larrucea, los profesores titulares Ricardo Escribano Albarrán (Salamanca), Samuel Gómez García, Margarita Alonso Franch, Joaquín Fernández Toral (Oviedo), María José Martínez Sopena, Rafael Palencia Luaces, además de responsables de servicios hospitalarios y de pediatras de atención primaria ampliamente distribuidos.[14] Fue un ante todo un “Maestro” y así le consideraron de forma unánime los pediatras formados por él tanto en Salamanca como en Valladolid, quizás uno de los últimos maestros que impartió docencia en las facultades de medicina, donde a veces esa figura es confundida con la más utilizada, de “Profesor”.[15][16][17][18]

Seguramente una frase que con frecuencia repetía sirva magistralmente para aclarar la diferencia[19]:

“No hay mayor satisfacción para un maestro que ver como sus discípulos le superan en conocimientos y en logros”

Manuel Cruz Hernández, otro maestro, cuya vida académica mantuvo paralelismo con la de Sánchez Villares supo destacar de éste su personalidad poliédrica y su defensa del trabajo multidisciplinario y en equipo, reconociéndole como gran impulsor de la colaboración del Grupo Latino de Pediatría que estaba constituido por relevantes pediatras italianos, portugueses y españoles [20] Así mismo, otro pediatra histórico, Ángel Ballabriga Agudo (1920-2008), con motivo del X Memorial Arce-Sánchez Villares celebrado en 1997, nos dejó constancia de la cercanía de sus trayectorias:

“Sánchez Villares pasó a integrarse en el pequeño grupo de inconformistas que tratábamos de cambiar las reglas del juego, salir del aislamiento y de la uniformidad mediocre e incorporarnos en el concierto científico internacional y en la “nueva pediatría”... El esfuerzo duró décadas, y Sánchez Villares sufrió también los inconvenientes que tienen los que sin miedo adoptan posiciones de vanguardia” [21]

En 1975 fue nombrado Decano de la Facultad de Medicina, renunciando a los 12 meses, en opinión de Ángel Torío López (1927-2016) catedrático de Derecho Penal “como afirmación de la libertad académica ... como testimonio de su actitud”.[22] Tras su jubilación oficial (1987) es nombrado Profesor Emérito y miembro del Consejo Social de la UVA en representación de la Junta de CyL. En ese tiempo impartió cursos y actividad docente itinerante en cualquier lugar donde se le requería. Co-dirigió el Título Universitario de Nutrición y Dietética de la UVA, coordinó Cursos de Formación Continuada de la Sociedad de Pediatría de Asturias Cantabria Castilla y León (SCCALP) y colaboró con la UNICEF de Castilla y León. Especial mención merece su implicación en la lucha contra el alcoholismo y la drogadicción.[23][24]

Retrato dibujado y dedicado por el pintor orensano Manuel Prego de Oliver (1915-1986)
Guillermo Arce y Ernesto Sánchez Villares en el claustro universitario de Salamanca

Actividad clínica

Cuando Ernesto Sánchez Villares tomó posesión de la cátedra de Valladolid en 1965 también se hizo cargo de la asistencia pediátrica, entonces ubicada en el llamado Pabellón de Niños del Prado de la Magdalena.[25] Era un edificio rectangular que se había edificado bajo la muy atenta supervisión del anterior catedrático Evelio Salazar García (1902-1965) en el lugar previamente ocupado por el Pabellón de Niños Tuberculosos 8 y del que asimiló luminosidad y unas amplias terrazas donde jugaban y comían los niños no encamados. Además de la sala de hospitalización, consultas ambulatorias, biblioteca y despacho del director, contenía un laboratorio clínico y de investigación, dirigido por Isidro Carreras Vila también procedente de Salamanca, y una sala de rayos X. Cuando se fue haciendo preciso, se instalaron en el sótano y la buhardilla nuevas unidades especiales. En el Pabellón vivían durante un año dos pediatras en formación. La atención de enfermería era realizada por alumnas en prácticas bajo la supervisión de monjas tituladas. Un conserje vigilaba el buen orden de las personas y de las cuentas.[26] En la Escuela Profesional de Pediatría para Médicos y Enfermería tras 2 años se accedía al título de especialista. Se admitían 10 médicos cada año, la primera promoción comenzó en los cursos académicos de 1966-68. Los pediatras Juan A Tovar Larrucea, alumno de Salamanca, y Martín Martín Bermejo fueron los dos primeros médicos internos, a los que siguieron Samuel Gómez García y Eladio Jiménez Mena; los asturianos Julio Ardura Fernández y Joaquín Fernández Toral fue la tercera pareja. Las actividades de la Escuela se recogían con detalle en una monografía anual que se distribuía entre autoridades académicas y otras cátedras de pediatría.[27][28] Esta Escuela Profesional, aunque legalmente siguió vigente, realmente dejó de funcionar a partir de 1978 coincidiendo con los primeros exámenes estatales del sistema MIR.[29]


Aunque muy entrañable, en el “Pabellón” la asistencia pediátrica estaba muy limitada por lo que las autoridades académicas y sanitarias aprobaron la construcción de un Hospital Materno-Infantil cercano al H Clínico Universitario. La primera piedra se colocó ante la presencia del rector José Ramón del Sol Fernández (1924-86) el día de Nochebuena de 1974, mientras tanto la asistencia de mujeres y niños continuó provisionalmente en instalaciones de la Facultad de Medicina. El nuevo edificio se construyó y se dotó de material y personal, pero el Ministerio de Sanidad no aprobó su apertura a pesar de la enérgica campaña encabezada por Sánchez Villares. Definitivamente el 4 de agosto de 1984 se ordenó el traslado de la asistencia materno-infantil a pasillos del Hospital Clínico Universitario, donde continúa. La docencia MIR fue suspendida y los pediatras en formación debieron hacer una “diáspora” por el país en busca de hospitales donde fueran admitidos. A partir de aquel día la labor hospitalaria de Sánchez Villares se hizo rutinaria, refugiándose en la asistencia privada y en la docencia, al final las actividades para él más gratificantes. En marzo de 1995, pocas semanas antes de su fallecimiento, Sánchez Villares dejó escrito lo que permanentemente confesaba a colaboradores y amigos:

“El suceso que ha dejado en mi más profunda frustración fue el “aborto” del Hospital Materno Infantil de Valladolid, concebido como centro terciario para cubrir las necesidades de Castilla y León, que sigue discriminada frente a otras comunidades incluso uni-provinciales”. 24

A lo largo de su trayectoria profesional fue requerido para trasladarse a Madrid y dirigir diferentes hospitales. Aunque consideró todas esas invitaciones no aceptó ninguna. Con independencia de razones personales, no querer competir con amigos colegas por esas plazas o estar ya dotadas las plantillas pediátricas fueron las motivaciones expuestas. Con ocasión de la apertura del Hospital Infantil 12 de Octubre, Segovia de Arana, entonces Subsecretario de Sanidad, le pidió que gestionara la dotación material, puesta en marcha y posterior dirección, pero tras varios meses en Madrid, retornó a Valladolid y el catedrático Ángel Nogales Espert (Valencia 1941-Madrid 2012) fue quien se hizo cargo de la dirección hasta su fallecimiento. 27

Reformador de la pediatría

Sánchez Villares fue el motor de la Sociedad Castellano Astur Leonesa de Pediatría (SCALP) que desde 1956 dirigía el pediatra burgalés Díez Rumayor.[30] En 1960 fundó el Boletín de Pediatría y lo dirigió hasta 1977 cuando pasó la responsabilidad a su discípulo Manuel Crespo Hernández (Carbajosa de la Sagrada, Salamanca 1936 - Oviedo 2017).[31] En sus páginas escribió con regularidad editoriales de opinión, siendo sus líneas maestras, según el momento: “Las sociedades regionales de Pediatría”; “Las revistas de Pediatría”; “El origen de la Pediatría y sus límites”; “Las especialidades pediátricas”; “Dependencia de la Pediatría de condiciones sociales y económicas”, luego “Universidad y Facultades de Medicina”, finalmente “Los Hospitales Materno-Infantiles”. Son textos que en algunos casos, y transcurridos 60 años, mantienen gran parte de su vigencia.[32]

“Definitivamente aceptado que quien hace medicina infantil no puede abarcar el cúmulo de conocimientos que se hace preciso dominar; que tampoco puede llegar a la aplicación de métodos y técnicas que requieren de un entrenamiento muy concreto, y que las exigencias de los tiempos y el progreso científico obligan a la fragmentación de los saberes, es obvio reconocer no solo la necesidad, sino el objetivo beneficio que proporciona el especialismo” [33] “No entendemos cómo se pide a las facultades de medicina que actualicen sus métodos pedagógicos, sus sistemas de enseñanza, la calidad formativa de sus alumnos, etc. Y sin embargo falta en nuestro país un estudio ponderado que permita saber el número de médicos que se necesitan. No se dota a los Centros de material, métodos y personal que necesitan” [34]

Entre 1972 y 1988 fue director de Anales Españoles de Pediatría que pasaría luego a denominarse Anales de Pediatría. En la primera etapa le acompañaron como secretarios de redacción Juan Tovar Larrucea, Ricardo Escorihuela Esteban y Antonio Arbelo López de Letona. La administración y distribución corría a cargo de la editorial Garsi. En ese periodo la revista pasó de ser una recopilación de noticias y referatas, a tener un formato en consonancia con las publicaciones internacionales. Con motivo del homenaje recibido de la Asociación Española de Pediatría (AEP), José Peña Guitián, entonces su presidente, le calificó como “Refundador de Anales de Pediatría”.[35]

Sánchez Villares fue elegido en 1972 Presidente de la AEP en el XIII Congreso de Palma de Mallorca, aunque ya había mostrado su liderazgo en los previamente celebrados en Sevilla (23-24 oct. 1970) y en Lanzarote (10-12 oct. 1971) urgiendo la necesidad de un cambio radical para la primitivamente denominada Asociación de Pediatras Españoles (APE). Le acompañó como secretario Carlos García Caballero con el que había coincidido dos años antes en la Sección Profesional debatiendo sobre la “asistencia ambulatoria”. Fueron vicepresidentes de las respectivas áreas Federico Collado Otero (Hospitales), I Elola Cuartielles (Asistencia ambulatoria) y Julio Monereo González (Cirugía Pediátrica); el tesorero fue Armando Romanos Lezcano. Como escribió el propio García Caballero fueron años de intenso trabajo con múltiples frentes abiertos, principalmente 5:[36]

1. Consolidar el cambio de APE a AEP, desarrollando los nuevos estatutos aprobados el año anterior en Lanzarote.

2. Modernizar Anales Españoles de Pediatría y conseguir su inclusión en Current/Contents y en Index Medicus.

3. Implantar progresivamente unidades de especialidades pediátricas en los principales centros del país, siguiendo el modelo instaurado por Enrique Jaso Roldán (1904-1993) en la Clínica Infantil La Paz.

4. Promover la expansión internacional de la AEP en particular hacia las Sociedades Latinoamericanas (ALAPE)

5. Elevar la edad de la asistencia pediátrica hasta los 14 años en todo lugar y circunstancia.

Joaquín Colomer Sala (1924-2011) y posteriores presidentes de la AEP mantuvieron la estela y al fin las áreas pediátricas específicas fueron reconocidas en 1978 [37] y las Áreas de Capacitación Específica (ACES), como la neonatología, en el año 2014.[38] La mayoría de las asociaciones de especialidades pediátricas, convertidas en Sociedades cuando la legislación lo permitió, tuvieron su nacimiento durante los años (1972-76) de presidencia de Sánchez Villares. En alguna de ellas, como la de Nefrología o la de Pediatría Social, su intervención fue muy directa.[39] Como una frustración de ese período, G Caballero reconoció no haber podido conseguir de las sociedades regionales el apoyo económico para establecer la AEP en un local independiente. Treinta años más tarde el Presidente Alfonso Delgado Rubio (1944-2021) trasladó la AEP al número 1 de la calle Aguirre, pero Sánchez Villares ya no lo vio.

Para Juan Riera Palmero, catedrático de Historia de la Medicina, “el mérito de Sánchez Villares no está en lo que hizo, sino en como lo hizo” debiendo ser valoradas las circunstancias en las que vivió. Sin duda la razón de ser de Sánchez Villares fue la Pediatría que reiteradamente definía así: 8

Pediatría es un especial modo y manera de aplicar la medicina integral a un periodo de la vida que se extiende desde la concepción al fin de la adolescencia

Curriculum vitae

El CV en extenso de Sánchez Villares se publicó en tres ocasiones, la primera con motivo de su acceso a la Cátedra, luego coincidiendo con su jubilación y finalmente con su fallecimiento:

1. Bio-bibliografía del profesor Dr E Sánchez Villares. Bol Pediatr 1964; 5:422-433

2. CV parcial (1947 a 1987) con ocasión de su jubilación oficial. Bol Pediatr 1987; 28:203-222

3. CV parcial (1987 a 1995) con ocasión de su fallecimiento. Homenaje al profesor Sánchez Villares. Universidad de Valladolid. Gráficas Varona. Salamanca 1996; pp 11-18

Distinciones y cargos

* Numerario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid (1971). Recibido por el académico Faustino Zapatero Ballesteros (1899-1978)

* Premio Castilla y León de las Ciencias en 1986 (ref. El País 24 nov 1986)

* Miembro del Consejo Social de la Universidad de Valladolid por representación de la Junta de Castilla y León 1987

* Director Honorario de “Anales Españoles de Pediatría”. Número Homenaje: 1989

* Vicepresidente UNICEF de Castilla y León. 1990

* Medalla de Oro de la ciudad de Salamanca. 8 sept. 1993

* Pregonero Ferias y Fiestas de Villavieja de Yeltes (Salamanca), 22 de agosto de 1993. “Retornando a los orígenes”. Pregón literario

Publicaciones

En los años iniciales la temática de sus artículos era muy variada con predominio de las observaciones clínicas de entidades raras o desconocidas en España y de algún estudio clínico-epidemiológico. Con el tiempo se fue centrando en líneas más concretas, como crecimiento, nutrición, gastroenterología, genética o inmunidad.

Participación en libros y monografías

* En, Patología General. De Balcells Gorina. 2ª ed. Editorial Toray 1965

* En, Genética al día. De Sánchez Cascos. Editorial Labor. Editorial Labor. 1972

* En, Historia Universal de la Medicina. De Laín Entralgo P. Editorial Salvat. Barcelona 1975; vol 7: pp 278-288

* En, Tratado de Pediatría. De J Meneghello. Editorial Doyma 1980

* En, Pediatría Básica. Idepsa. Barcelona. 1980 (autor y editor)

* En, Monografías sobre Medicina Pediátrica. Medicine 1983, pp 2789-3104; Medicine 1985, pp 131-139; Medicine 1987, pp 3289-3596 (autor y editor)

* En, Premios Nutrición Infantil. Nestlé. Barcelona 1986.

* En, Nutrition Workshop. Nestlé.1987, pp 1-7

* En, Urgencias en la práctica médica. Medicina Integral. Idepsa Barcelona 1988, pp 141-151

* En, Nutrición del niño críticamente enfermo. De Francisco Ruza. Jarpyo Editores. Madrid 1990, pp 257-266

* En, Diálogos en Pediatría, serie IV, De Julio Meneghello. Publ Mediterráneo. Santiago Chile 1991, pp 113-126

* En, Pediatría. De Julio Meneghello. Publ Mediterráneo. Santiago Chile. 4ª ed. 1991, pp 627-635

* En, Homenaje a S Granjel. Junta de CyL. Valladolid. 1994

* En, Sin fronteras. Homenaje a María J Canellada. Editorial Complutense. Madrid, 1994

• En, Pediatría Social. De C García Caballero. Diez de Santos, 1995, cap. 16

Escritos universitarios y académicos

* Medicina infantil y su problemática. Sesión Inaugural Curso 1978. Real Acad Med Cirug Valladolid 1978

* Reflexiones en la frontera de medio siglo de Pediatría. Lección Inaugural del Curso 1985-86. Universidad de Valladolid 1985

* Doctorado “Honoris Causa” de Su Majestad La Reina. Laudatio. Universidad de Valladolid 1986; pp 17-37

* Doctorado “Honoris Causa” del Prof. Francisco Grande Covián. Laudatio. Universidad de Valladolid 1992; pp 19-55

* Doctorado “Honoris Causa” del Prof. A Ballabriga Aguado. Laudatio. Universidad de Valladolid 1993; pp 11-22

Historia y problemática de la Pediatría y de sus especialidades

* La Escuela de Pediatría del Prof. G Arce. Bol Pediatr 1969; 10:17-25

* Introducción a la problemática del especialismo en pediatría. Actas X Reunión AEP. Granada 1973: 7-16 y Bol Pediatr 1973 (Varios editoriales)

* Problemática actual de la Medicina Infantil. An Pediatr 1976; 9 (supl 7): 13-35

* La docencia en pediatría en los últimos 40 años. An Pediatr 1987; 27 (supl 28): 75-77

* La pediatría española de los últimos 50 años. Arch Pediatr 1989; 40:445-449

* Pediatría y sus áreas específicas. Presente, antecedentes históricos y evolución de la especialidad. Organización Médica Colegial. Eros Monográfica Madrid 1990; 35: 3-11

* El futuro de las especialidades pediátricas. An Pediatr 1991; 49:80-85

* Diez paradojas de nuestra actual Pediatría. Contemporary Pediatr (ed esp) 1992; 2:53-55.

* Antecedentes de la educación pediátrica. An Pediatr 1992; 36 (supl 48) 284-285

* Digamos que es singular. Maltrato institucional a niños hospitalizados. Bol Pediatr 1993; 34:7-12

Sobre adolescencia y drogadicción

* El adolescente en la sociedad actual. An Pediatr 1988; 29 (supl 32): 219-299

* Factores socioculturales que inducen a los jóvenes y adolescentes al consumo de alcohol y drogas. Jornadas de Información y Prevención sobre Alcoholismo. A.R.-VA. Valladolid 1-6 dic. 1989. pp. 36-38

* Aprender a decir no para asegurar el si. Jornadas de Información y Prevención sobre el Alcoholismo. A.R.-VA. Valladolid 2-5 oct. 1990. pp. 46-47.

* Uso y abuso del alcohol en el adolescente. Opción en libertad. Jornadas de Información y Prevención sobre el Alcoholismo. A.R.-VA, Valladolid 3-6 nov. 1991. pp. 36-38

* Adolescencia: evolución histórica. An Pediatr 1991; 35 (supl 46): 56-72

* Delimitación conceptual y contenido de la adolescencia. Medicine. 5ª ed. Pediatría (VI) 1991; 85:3265-68

* Drogadicción: responsabilidades compartidas. Jornadas de Información y Prevención sobre Alcoholismo. A.R.-VA. Valladolid 15 nov. 1992

* En torno a la adolescencia. En, Sin fronteras. Homenaje a María Josefa Canellada. Editorial Complutense. Madrid, 1994

Referencias

  1. Sánchez Jacob, Isabel. Ernesto Sánchez Villares. Notas aportadas por la familia. Consultado el 28 de febrero del 2023
  2. Jacob Castillo, M (1962). «La Pediatría y la Puericultura en España durante el siglo XVIII.». Cuadernos de Historia de la Medicina Española 1962; 1:123-168.
  3. Delibes, M (21 de mayo de 1995). «Dos contertulios.». Norte de Castilla (Valladolid).
  4. Alvarez-Quiñones Caravia, P (1996). Gráficas Varona., ed. Estudios de Pediatria. Homenaje Al Profesor Sánchez Villares. Salamanca: Universidad de Valladolid. pp. 75-76. ISBN 978-8477626718.
  5. Sánchez Villares E. Pregón literario. “Retornando a los orígenes”. Fiestas de Villavieja de Yeltes (Salamanca), 22 agosto 1993.
  6. Crespo Hernández, M (1995). «Ernesto Sánchez Villares In Memoriam.». Bol Pediatr; 36:13-17.
  7. Los mejores de los nuestros. Premios Castilla y León 1984-2006. Junta de CyL. 2006; pp 137-38
  8. Riera Palmero, J (2009). «Evocación del profesor Ernesto Sánchez Villares.». Bol Pediatr 2009; 49:298-302.
  9. Granjel LS. Ernesto Sánchez Villares. Compañero y amigo. En, Homenaje al profesor Sánchez Villares. Universidad de Valladolid 1996; pp 47-49 .  ISBN: 84-7762-671-5.
  10. Bio-bibliografía del profesor Dr E Sánchez Villares. Bol Pediatr 1964; 5:422-433
  11. Sánchez Villares E. La Escuela de Pediatría del Prof. G Arce. Bol Pediatr 1969; 10:17-25
  12. Collado Otero F. El amigo, ese hombre, el maestro. En, Homenaje al profesor Sánchez Villares. Universidad de Valladolid 1996; pp 33-35
  13. «Ernesto Sánchez y Sánchez Villares | Real Academia de la Historia». dbe.rah.es. Consultado el 31 de julio de 2023.
  14. Cruz M. Sesenta años de Pediatría inacabada. Páginas vividas de la historia pediátrica contemporánea. Ed Ergón. Madrid 2010; pp 38-45
  15. Blanco Quiros A, Ardura Fernández J. Acto en recuerdo al prof. Ernesto Sánchez Villares en el XIX Congreso Nacional de Pediatría. Alicante 23 de sept. De 1995. Bol Pediatr 1995; 36:279
  16. Ardura J. Prof. Ernesto Sánchez Villares: Del Maestro clásico a su actual necesidad. Bol Pediatr 2008; 48:311-317 http://www.sccalp.org/boletines/2008-48-206/articulos/prof-ernesto-sanchez-villares-del-maestro-clasico-a-su-actual-necesidad
  17. Sánchez Martín J. Semblanza de los profesores Arce y Sánchez Villares. Bol Pediatr 2007; 47:307-309.
  18. Martín Esteban M. Don Ernesto en Salamanca, los años difíciles. Bol Pediatr 2006; 46:266-268.
  19. González García H, Marugán Miguelsanz JM, Martínez Sopena MJ, Álvarez Guisasola FJ. Recordando a D. Ernesto Sánchez Villares en el vigésimo aniversario de su fallecimiento. Bol Pediatr 2015; 55:266-268
  20. Cruz M. Estela de afanes comunes: El reto del trabajo disciplinario. En, Homenaje al profesor Sánchez Villares. Universidad de Valladolid. Gráficas Varona. Salamanca 1996; pp 41-46.
  21. Ballabriga A. Editorial. X Memorial Guillermo Arce-Ernesto Sánchez Villares. Bol Pediatr 1997; 37: 129.
  22. Torío López A. El profesor Ernesto Sánchez-Villares en la Universidad y Sociedad de Valladolid. Bol Pediatr 2004; 44:205.
  23. García Fuentes M, Arce JL. Formación continuada en Pediatría. En, Homenaje al profesor Sánchez Villares. Universidad de Valladolid. Gráficas Varona. Salamanca 1996; pp 83-86.
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Bibliografía

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