E. T. A. Hoffmann

Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (nacido como Ernst Theodor Wilhelm Hoffmann,[1] adoptó el nombre de Amadeus en honor del compositor Wolfgang Amadeus Mozart;[1] Königsberg,[1] 24 de enero de 1776[1]- Berlín, 25 de junio de 1822[2]), conocido como E. T. A. Hoffmann, fue un escritor, jurista, dibujante y caricaturista, pintor, cantante (tenor) y compositor musical prusiano, que participó activamente en el movimiento romántico de la literatura alemana.[3]

E. T. A. Hoffmann

Autorretrato de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, 1822
Museos Estatales de Berlín.
Información personal
Nombre de nacimiento Ernst Theodor Wilhelm Hoffmann
Nombre en alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann
Nacimiento 24 de enero de 1776
Königsberg (Prusia Oriental), Reino de Prusia
Fallecimiento 25 de junio de 1822
(46 años)
Berlín (Brandeburgo), Reino de Prusia
Causa de muerte Parálisis diafragmática
Sepultura Cementerio de Jerusalén y la Iglesia Nueva III, Kreuzberg
Nacionalidad Prusiana
Familia
Cónyuge Maria Thekla Michaelina Hoffmann
Educación
Educado en Universidad de Königsberg
Información profesional
Ocupación escritor, jurista, dibujante, pintor, cantante y compositor musical
Años activo 1809-1822
Cargos ocupados Juez
Movimiento Romanticismo alemán
Seudónimo E. T. A. Hoffmann
Género Fantástico
Instrumento Órgano
Obras notables
Sitio web www.etahg.de
Firma

Biografía

Nació en Königsberg, en Prusia Oriental (actualmente Kaliningrado, en Rusia), en una familia de origen polaco y húngaro.[1] Tras la separación de sus padres[1] en 1776 se crio con la pietista familia de su madre, una mujer enferma y neurótica, integrada por sus dos hermanas y un hermano, su tío, persona dominante con el que no se llevó nada bien y a quien llamaba "Dios mío".

Pese a haber mostrado una precoz disposición para la pintura y la música, al ser hijo y sobrino de juristas Hoffmann se vio obligado por su familia a continuar la tradición y estudiar Derecho[2] en la Universidad de Königsberg, y empezó en Glogovia[2] una carrera administrativa que lo llevó a Berlín,[2] Poznan[2] y Plock. En 1800 es nombrado auditor y destinado a Posen y entre 1804 y 1807 ocupó un puesto en el tribunal de Varsovia,[2] donde ya con treinta años se replanteó su vida y retomó su vocación artística primeriza, viviendo una época de intensa actividad en este campo: creó una orquesta, organizó conciertos y compuso bastante música, aunque se emborrachaba escandalosamente y sus caricaturas le daban algún que otro problema con la autoridad; hubo un breve interludio provocado por la invasión napoleónica de 1806[2] que lo llevó de nuevo a Berlín, donde sufrió unas fiebres tifoideas que casi acaban con su vida. En 1808 se trasladó a Bamberg[2] (Reino de Baviera), donde residió hasta 1813 viviendo en exclusiva de su arte y de su trabajo como tramoyista, director y escenógrafo en el teatro que dirigía su amigo Franz von Holbein (1779-1855), dedicándose además a tareas tan dispares como la de director de orquesta y arquitecto. Más tarde se trasladó a Leipzig con un empleo similar y comienza a colaborar como crítico musical en la revista Allgemeine Musikalische Zeitung; marcha luego a Dresde antes de regresar definitivamente a Berlín.[2]

A partir de 1814, año en que aparece su Fantasiestücke, empieza a consagrarse como autor y al tiempo que estrena Undine en Berlín (Provincia de Brandeburgo) acepta el cargo de consejero de justicia del tribunal de la administración prusiana de esa misma ciudad. Escribe su novela gótica más oscura y célebre, Los elixires del diablo. Papeles póstumos del hermano Medardo, un capuchino (1815 1.ª parte; 1816 la 2.ª). Le llega entonces el triunfo y, esclavo de su excesiva sensibilidad, se entrega a una vida desordenada que destruye su salud (enferma de alcoholismo y sífilis) y lo acerca a la locura, aunque siguió ejerciendo como jurista hasta su muerte y no se resintió toda la ingente producción literaria que desarrolló en estos últimos años; incluso, atacado por la parálisis el mismo año de su muerte, 1822, dicta sus obras a secretarios o a su esposa.[4] Sus amigos intentan alejarlo del abismo, pero enfrentado a los oficiales prusianos y a la censura y abrumado por la desaparición de su gato "Mürr", se agrava definitivamente su sífilis y deja de escribir. La muerte le sobreviene el 25 de junio de 1822.

La fama de E. T. A. Hoffmann se debe más a su obra como escritor que a sus composiciones musicales, y como tal ejerció un influjo sensible en grandes autores como Edgar Allan Poe, Théophile Gautier e incluso Kafka.[5] Sus obras de ficción, de horror y de suspense, que combinan lo grotesco y lo sobrenatural con un poderoso realismo psicológico, se encuentran entre las mejores y más influyentes del movimiento romántico. Heine escribió sobre él:

Sus libros son los más notables de nuestro tiempo. Todos llevan el sello de lo extraordinario... En Los elixires del diablo se contienen las cosas más terribles y espantosas que puede imaginar el espíritu humano. ¡Cuán débil nos parece El Monje de Lewis, que trata el mismo tema! En Gotinga, un estudiante se volvió loco tras leer esta novela

Inspiración en otros autores

Tumba de E. T. A. Hoffmann en el cementerio III perteneciente a las congregaciones evangélicas de la Iglesia de Jerusalén y la Nueva Iglesia, en Kreuzberg (Berlín).
Traducción de la inscripción de la lápida:
«E. T. W. Hoffmann / nacido en Königsberg en Prusia / el 24 de enero de 1776 / fallecido en Berlín, el 25 de junio de 1822 / Canciller de la Corte de Justicia / excelente en su oficio / como poeta / como músico / como pintor / dedicado por sus amigos».

Como E. T. A. Hoffmann era un magnífico músico, admirado por Beethoven y otros, sus creaciones literarias inspiraron muchas piezas musicales de otros autores. Algunas de las más famosas son, indudablemente, los cuentos fantásticos en los que Jacques Offenbach fundó su ópera Los cuentos de Hoffmann (1880), donde sitúa a E. T. A. Hoffmann como el protagonista de las historias: Der Sandmann («El hombre de arena»), «La noche de San Silvestre» (o de Nochevieja), «El puchero de oro», «Kleinzach» y «El violín de Cremona». Léo Delibes, el célebre compositor francés, también utilizó «El hombre de arena» para su ballet Copelia (1870).

Su personaje del kapellmeister Johannes Kreisler también inspiró la obra para piano Kreisleriana del compositor alemán Robert Schumann. Richard Wagner usó un tratamiento de E. T. A. Hoffmann en Los maestros cantores de Núremberg. Vincenzo Bellini usó «El dux y la dogaresa» para la ópera Marino Faliero, Gaetano Donizetti toma muchos rasgos de «Signore Formica» para su ópera bufa Don Pasquale, etc. Así mismo, E.T.A. Hoffmann se inspiró en la ópera Don Giovanni de su admirado Mozart para su complejo relato Don Juan. E. T. A. Hoffmann, siempre artista completísimo, imprime un horror deliciosamente elegante en obras magistrales como El magnetizador, El mayorazgo, Vampirismo, Los autómatas y otros.

Muchas de sus novelas cortas más famosas fueron reunidas en sus Piezas fantásticas (2 volúmenes, 1814–1815), que también contienen una colección de crítica musical y sus propias ilustraciones. Una de sus obras considerada cumbre es la estupenda novela Los elixires del diablo (1816), famosa por el uso del doppelgänger, es decir, un doble fantasmal, y está clasificada como una de las grandes glorias del romanticismo alemán y la literatura universal.

E. T. A. Hoffmann además de notable literato fue dramaturgo y compositor de música religiosa y música incidental para obras de teatro, sinfonías y ballets. Fruto de tal actividad es la propia ópera Ondina (Undine), de 1816, con un libreto basado en un cuento que Friedrich de la Motte Fouqué había escrito en 1811, en pleno auge de las narraciones fantásticas o cuentos de hadas (no debemos olvidar que las colecciones de los hermanos Grimm aparecieron entre 1812 y 1815). En el libreto de Undine realidad y fantasía se fusionan, se interrelacionan, al menos; concretamente narra la venganza de los «seres sin alma» (o sea, el mundo fantasmal), que se cierne sobre los «seres con alma» (es decir, el mundo real), al haberse opuesto los segundos al deseo de Ondina, hija de las aguas, de ser aceptada por los hombres y de acceder en última instancia al amor humano. Tras esta bella poesía, debemos centrar nuestra atención en el trasfondo temático, por su poder simbólico y evocador, así como por su preferencia hacia unos temas que serán germen de la ópera romántica alemana y más concretamente de la de Richard Wagner. Por eso es fundamental conocer la obra tanto literaria como teatral de E. T. A. Hoffmann, en cuanto supone un antecedente inmediato de la obra operística posterior.

Adaptaciones de sus obras

Silueta dieciochesca de Hoffmann, por  su biografo Carlos Fuentes
Silueta en estilo dieciochesco de E. T. A. Hoffmann sobre un autorretrato, por Carlos Fuentes y Espinosa, biógrafo del genial artista.

A pesar de su amplia influencia, sus obras han sido adaptadas al cine esporádicamente, debido probablemente a su dificultad escenográfica, enorme intensidad psicológica y manejo de matices conductuales. La versión más renombrada es la adaptación de la ópera Los cuentos de Hoffmann, realizada por los directores-productores Powell y Pressburger en 1951. El cuento que ha tenido más versiones ha sido su fantasmagórico El cascanueces y el rey de los ratones, célebre gracias al famosísimo ballet de Chaikovski El cascanueces, especialmente en series de dibujos animados, y en la película El Cascanueces y los cuatro reinos (2018).

Algunos cineastas como David Lynch pueden considerarse herederos lejanos del planteamiento psicológico propuesto por Hoffmann, especialmente por ahondar en la situación espectral del «doble». En 2006 se llevó a cabo el cortometraje Don Giovanni, de Ricard Carbonell, en el que se moderniza el cuento «Don Juan» y se plantean cuestiones relacionadas con el doppelgänger ('doble personal').

En el año 2000 los hermanos Quay (Stephen Quay y Timothy Quay) codirigen un mediometraje de género musical titulado "The Sandman", adaptación libre de la obra de Hoffmann, contando con el bailarín y coreógrafo William Tuckett.

Ediciones

Obras literarias

  • Fantasiestücke in Callots Manier (1814/1815). Contiene:
    • Jaques Callot
    • Ritter Gluck
    • Kreisleriana
    • Don Juan
    • Nachricht von den neuesten Schicksalen des Hundes Berganza
    • Der Magnetiseur
    • Der goldne Topf (1814 y 1819)
    • Die Abenteuer der Sylvester-Nacht
    • Prinzessin Blandina
  • Die Elixiere des Teufels. Nachgelassene Papiers der Bruders Medardus, eines Kapuziners (1815 1.ª parte, 1816 2.ª)
  • Nachtstücke (1816/1817)
  • Seltsame Leiden eines Theater-Direktors (1818)
  • Klein Zaches, genannt Zinnober (1819)
  • Haimatochare (1819)
  • Die Marquise de la Pivardiere (Nach Richers Causes Célèbres) (1820)
  • Prinzessin Brambilla (1820)
  • Die Serapionsbrüder (1819/1821). Contiene:
    • Rat Krespel
    • Die Fermate
    • Der Dichter und der Komponist
    • Ein Fragment aus dem Leben dreier Freunde
    • Der Artushof
    • Die Bergwerke zu Falun
    • Nußknacker und Mausekönig
    • Der Kampf der Sänger
    • Doge und Dogaresse
    • Meister Martin der Küfner und seine Gesellen
    • Das fremde Kind
    • Nachricht aus dem Leben eines bekannten Mannes
    • Die Brautwahl
    • Der unheimliche Gast
    • Das Fräulein von Scuderi
    • Spieler-Glück
    • Der Baron von B.
    • Signor Formica
    • Zacharias Werner
    • Erscheinungen
    • Der Zusammenhang der Dinge
    • Vampirismus
    • Die ästhetische Teegesellschaft
    • Die Königsbraut
    • Die Automate
  • Lebensansichten des Katers Murr (1819/1821)
  • Die Irrungen (1820)
  • Die Geheimnisse (1821)
  • Die Doppeltgänger (1821)
  • Der Elementargeist (1821)
  • Meister Floh (1822)
  • Des Vetters Eckfenster (1822)
  • Der Feind (Fragmento) (1822)

Gustav Gugitz le atribuye también la novela erótica Schwester Monika (1815).

Vocal

  • Messa d-Moll. (1805)
  • Trois Canzonettes à 2 et à 3 voix (1807)
  • 6 Canzoni per 4 voci a cappella (1808): Ave Maris Stella, De Profundis, Gloria, Salve Redemptor, O Sanctissima, Salve Regina
  • Miserere b-Moll (1809).
  • In des Irtisch weiße Fluten (Kotzebue), Lied (1811)
  • Recitativo ed Aria „Prendi l’acciar ti rendo“ (1812)
  • Tre Canzonette italiane (1812); 6 Duettini italiani (1812)
  • Nachtgesang, Türkische Musik, Jägerlied, Katzburschenlied für Männerchor (1819–1821)

En piezas escénicas

  • Die Maske (Libreto: E. T. A. Hoffmann), Singspiel (1799)
  • Die lustigen Musikanten (Libreto: Clemens Brentano), Singspiel (1804)
  • Música incidental para la obra de Zacharias Werners Das Kreuz an der Ostsee (1805)
  • Liebe und Eifersucht Calderón / August Wilhelm Schlegel (1807)[6]
  • Arlequin, música para ballet (1808)
  • Der Trank der Unsterblichkeit (Libreto: Julius von Soden), ópera romántica (1808)
  • Wiedersehn! (Libreto: E. T. A. Hoffmann), prólogo (1809)
  • Dirna (Libretto: Julius von Soden), Melodrama (1809)
  • Música incidental para el drma de Julius von Sodens Julius Sabinus (1810)
  • Saul, König von Israel (Libreto: Joseph von Seyfried), Melodrama (1811)
  • Aurora (Libreto: Franz Ignaz von Holbein), ópera heroica (1812)
  • Undine (Libreto: Friedrich de la Motte Fouqué), ópera mágica (1814)
  • Der Liebhaber nach dem Tode

Instrumental

  • Rondo für Klavier (1794/1795)
  • Ouvertura. Musica per la chiesa d-moll (1801)
  • 5 Klaviersonaten: A-Dur, f-moll, F-Dur, f-moll, cis-moll (1805–1808)
  • Große Fantasie für Klavier (1806) (perdida)
  • Sinfonie Es-Dur (1806)
  • Harfenquintett c-moll (1807)
  • Grand Trio E-Dur (1809) für Violine, Violoncello und Klavier
  • Walzer zum Karolinentag (1812) (perdida)
  • Serapions-Walzer (1818–1821) (perdida)
  • Fantasie Teutschlands Triumph in der Schlacht bei Leipzig (publicada en 1814 en Leipzig bajo el pseudónimo Arnulph Vollweiler) (desaparecida)

Notas y referencias

  1. Hoffmann (2011), p. 11
  2. Hoffmann (2011), p. 12
  3. Sobre la concepción romántica de la música en las obras de Hoffmann, véase Fausto Cercignani, E. T. A. Hoffmann, Italien und die romantische Auffassung der Musik, en Das Land der Sehnsucht. E. T. A. Hoffmann und Italien editado por S. M. Moraldo, Heidelberg, Winter, 2002, 191-201.
  4. Biografías y Vidas. «E.T.A. Hoffmann». Consultado el 21 de marzo de 2012.
  5. Hoffmann (2011), p. 15
  6. Ein irres, wirres Kreisen. en: FAZ. 6. November 2010, S. 40.

Bibliografía

  • Bravo-Villasante, Carmen (1973). El alucinante mundo de E. T. A. Hoffmann. Madrid: Nostromo.
  • Hoffman, E.T.A. (2011). Vampirismo. Reino de Cordelia. p. 69. ISBN 9788493796365.

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