Escuela charter

Una escuela chárter (o escuela autónoma o colegio concertado en España) es una escuela que recibe fondos del gobierno, pero opera de manera independiente del sistema escolar estatal establecido dentro del que se encuentra.[2]

Escuela Preparatoria Granada Hills Charter, la escuela chárter más grande de Estados Unidos (a partir de 2003)[1]

Existe un debate en curso acerca de si las escuelas autónomas deben describirse como escuelas privadas o escuelas estatales. Los defensores del modelo chárter (o escuela autónoma) declaran que son escuelas públicas pues están abiertas a todos los estudiantes y no cobran matrícula;[3] sin embargo, los críticos argumentan en su contra que operan de forma privada y a través de una regulación que les facilita mayor flexibilidad frente a su responsabilidad pública y en asuntos relacionados con derechos laborales.[4]

Casos

Chile

Chile tiene una larga historia de escolarización privada subsidiada, similar a la escolarización autónoma en los Estados Unidos. Hasta comienzos de los 80, la mayoría de las escuelas privadas subvencionadas eran de corte religioso y pertenecían a iglesias u otros partidos privados, aunque recibían apoyo del gobierno central. Sin embargo, en la década de 1980, el Gobierno de Augusto Pinochet introdujo reformas liberales en el país. En 1981 se adoptó un sistema competitivo de vales en la educación.[5] Estos vales podían usarse tanto en escuelas públicas como en escuelas privadas subvencionadas pudiendo, estas últimas, ser administradas con fines de lucro.[6] A consecuencia de estas reformas, la proporción de escuelas privadas subvencionadas, muchas de ellas seculares, aumentó del 18,5% de las escuelas en 1980 al 32,7% de las escuelas en 2001. [18] A partir de 2012, casi el 60% de los estudiantes chilenos estudian en escuelas chárter.[7]

Colombia

Colombia tiene una larga tradición de escuelas religiosas y privadas. Con la crisis económica de las órdenes religiosas, diferentes niveles del estado han tenido que financiar estas escuelas para que sigan funcionando.[8] En algunas ciudades, como Bogotá, existen programas de escuelas privadas financiadas a través de recursos públicos, que asimismo ofrecen acceso a niños provenientes de sectores menos favorecidos de la población.[cita requerida] Sin embargo, estos casos son pocos y aproximadamente el 60% de los niños y jóvenes estudian en escuelas privadas de paga, gastos que generalmente cubren las propias familias.[9]

Referencias

  1. DiMassa, Cara Mia. "Granada Hills Gets Charter OK." Los Angeles Times. 14 de mayo de 2003. Consultado el 8 de enero de 2016.
  2. «Why hedge funds love charter schools». Washington Post (en inglés). Consultado el 18 de abril de 2019.
  3. «Charter Law Database | National Alliance for Public Charter Schools». www.publiccharters.org (en inglés). Consultado el 18 de abril de 2019.
  4. Brown, Emma (4 February 2015). "Are charter schools public or private?". Washington Post. Retrieved 21 February 2018.
  5. Carnoy, Martin (1 de agosto de 1998). «National Voucher Plans in Chile and Sweden: Did Privatization Reforms Make for Better Education?». Comparative Education Review 42 (3): 309-337. ISSN 0010-4086. doi:10.1086/447510. Consultado el 18 de abril de 2019.
  6. «Chile's School Voucher System: Enabling Choice or Perpetuating Social Inequality?». New America (en inglés). Consultado el 18 de abril de 2019.
  7. «Pinochet’s Policies Still Rankle in Chile | Inter Press Service». www.ipsnews.net. Consultado el 18 de abril de 2019.
  8. «Colombian Educational Systems». www.bgcenter.com. Consultado el 18 de abril de 2019.
  9. www.justlanded.com https://www.justlanded.com/english/Colombia/Colombia-Guide/Education/Private-education-in-Colombia |url= sin título (ayuda). Consultado el 18 de abril de 2019.
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