Mundo sublunar

En la antigua teoría geocéntrica, el mundo sublunar o esfera sublunar era la región del cosmos que estaba situada por debajo de la Luna. Constituida por los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, aire y fuego, la región estaba caracterizada por estar sometida al cambio, a diferencia de la Luna y el resto de esferas superiores donde, por estar constituidas por éter, dominaba la inmutabilidad.[1]

El universo según Aristóteles.

Concepto

Aristóteles, en su filosofía de la naturaleza, distinguió en la realidad sensible dos regiones o mundos: el sublunar o terrestre y el supralunar o celeste.[2]

El mundo sublunar estaba compuesto por los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) de Empédocles. Pero a diferencia de Empédocles, Aristóteles consideró que estos elementos podían transformarse unos en otros, explicando de esta forma la generación y la corrupción. En cambio, el mundo supralunar estaba compuesto únicamente por un quinto elemento llamado éter. Este quinto elemento no podía transformarse en los otros cuatro, ni alterarse de ninguna forma, siendo ingenerado e incorruptible.[2]

El movimiento natural de los cuatro elementos sublunares era rectilíneo: la tierra hacia abajo, el fuego hacia arriba y el agua y el aire horizontalmente. Por el contrario, el movimiento natural del éter era circular, considerado perfecto y sin cambio porque no tiene principio ni fin.[1]

Esta división del universo en dos regiones, una inferior sujeta al cambio y otra superior inmutable, llegaría a convertirse en una doctrina básica de la filosofía y cosmología medievales.[1]

Véase también

Referencias

  1. Koestler, 2007, pp. 59-60.
  2. Reale y Antiseri, 2007, p. 320.

Bibliografía

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