Excepcionalismo estadounidense

El excepcionalismo estadounidense o excepcionalismo americano es la teoría que promueve que Estados Unidos es cualitativamente diferente a otras naciones por factores sociológicos, políticos o económicos, o que las reglas de la historia universal que generalmente se aplican para explicar el devenir de otras naciones del mundo no pueden aplicarse en el caso de Estados Unidos.[1][2]

Argumentos a favor

Los defensores del excepcionalismo estadounidense argumentan que Estados Unidos es excepcional en el hecho de que fue fundado en ideales republicanos, en lugar de en un patrimonio, etnia, o élite común. En el discurso de Gettysburg, Abraham Lincoln expresó que «Estados Unidos es una nación concebida en la libertad, y dedicada a la proposición de que todos los hombres son creados iguales» y que la misión estadounidense es que el «gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo no perezca de la faz de la tierra», afirmación extraordinaria en una época donde la mayoría de países eran monarquías con un fuerte tenor autoritario o simples dictaduras.

De hecho, los sostenedores de esta creencia alegan que ya el autor francés Alexis de Tocqueville había advertido esta especial situación hacia 1840, anotando que el origen republicano de los EE.UU. y la autonomía relativa de las Trece Colonias contrastaba notablemente con los ejemplos históricos de Europa, en tanto los estadounidenses nunca habían conocido el feudalismo, y se habían rebelado muy tempranamente contra el derecho divino de los reyes, empezando su marcha como país autónomo de manera muy diferente al resto del mundo.

Más aún, los teóricos del "excepcionalismo" expresan que no solamente Tocqueville notó esta situación especial, sino que casi todos los comentaristas políticos europeos del siglo XIX, desde Karl Marx hasta Hilaire Belloc, destacaban que la evolución político-social estadounidense no tenía similitudes con Europa ni Asia: los EE.UU. no tenían escasez de materia prima, la variedad étnica de su población no causaba inestabilidad política, basaban su identidad patria en una ideología republicana antes que en una raíz étnica común, no conocían la monarquía ni la dictadura, y se habían habituado a la democracia y la equidad social en su vida diaria sin el nivel de prejuicios clasistas tan frecuentes en la Europa o Asia de esa época, aun admitiendo el fuerte racismo presente aún contra las minorías étnicas en EE.UU.

Ya en el siglo XX los Estados Unidos se habían tornado, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, en la principal potencia industrializada del mundo, pero que, contrariamente a lo ocurrido en Europa, el capitalismo no parecía desafiado en sus bases por el socialismo. De hecho Jay Lovestone, uno de los primeros líderes del Partido Comunista de los Estados Unidos teorizó sobre el "excepcionalismo" de su patria indicando que, por una serie de especiales circunstancias de la historia y la economía, el proletariado estadounidense se había acostumbrado a convivir con el capitalismo y no le interesaba derrocarlo violentamente -a diferencia de lo ocurrido en la Revolución rusa de 1917- anotando que esta situación "excepcional" explicaba la debilidad política del socialismo en EE.UU. Tal paradigma fue muy criticado en la URSS de Stalin, quien tachó de herejía el supuesto "excepcionalismo estadounidense".

En la actualidad

Empezada la Guerra Fría, los sectores más conservadores de la política estadounidense explican ideas y posiciones propias de acuerdo a la teoría del "excepcionalismo", alegando que los EE.UU. no pueden -ni deben- aplicar ideas político-económicas de otros países debido al "carácter excepcional" de la sociedad estadounidense, cuya "evolución" no tiene parangón con otros países del mundo, ya sea Europa, Asia, África u otros países de América, sosteniendo que los EE.UU. nunca han conocido las guerras religiosas o políticas europeas, ni han experimentado regímenes despóticos o absolutistas como los países asiáticos, y sus sistema político les ha librado de la violencia política partidista de los países africanos o latinomaericanos. De hecho, decisiones políticas del gobierno federal han sido varias veces explicadas por el "excepcionalismo" como una "justificación" para asumir vías o criterios diferentes a los del resto del mundo.

Referencias

  1. American Exceptionalism: A Double-Edged Sword. Seymour Martin Lipset. New York, N.Y.: W.W. Norton & Co., Inc. 1996. Página 18. ISBN 0-393-03725-8.
  2. de Tocqueville, Alexis. Democracy in America (1840), part 2, página 36: "The position of the Americans is therefore quite exceptional, and it may be believed that no other democratic people will ever be placed in a similar one."
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