Explotación infantil

La explotación infantil, también llamada esclavitud infantil es la utilización de niños en trabajos normales o peligrosos, para fines económicos familiares o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos, afectando con ello el desarrollo personal y emocional de los menores y el disfrute de sus derechos. Algunos autores utilizan este término como sinónimo de trabajo infantil, aunque otros emplean este último de un modo más amplio, sin una necesaria carga negativa.[3]

Industria de la sardina, niños cortando cabezas y colas de pescados para posteriormente ser enlatados.
Niña tirando de una tina de carbón en una mina durante la época victoriana.[1]
Trabajo infantil estimado por región en 2008. Jornadas largas, trabajo clandestino y uso de maquinaria pesada se consideran peligrosos.[2]

El trabajo infantil durante la revolución industrial

Niños trabajadores en una mina de carbón, fotografía de Lewis Hine (1911).

El salario de aquellos niños que se dedicaban a trabajar tan solo representaba el 20-15 % del salario masculino adulto. Comenzaban a trabajar a una edad muy temprana, entre 7 y 8 años. Normalmente realizan labores específicas como vigilar el correcto funcionamiento de las máquinas (portadores de bobinas, devanadores de tramas), engrasar las máquinas. La primera hiladora de algodón era tan pequeña que las únicas personas capaces de trabajar con ellas o arreglarlas eran niños y niñas, además enseñarselas a utilizar resultaba muy sencillo. Esto los exponía a un grave peligro ya que metido entre los entresijos de las máquinas sufrían quemaduras, graves traumas y aplastamiento de los miembros. Hay datos de desfiguraciones faciales a causa del aceite hirviendo de las máquinas o al tratar con productos altamente inflamables.

En los distritos fabriles es corriente que los padres envíen a trabajar a sus hijos e hijas a los siete u ocho años, en invierno y verano, a las seis de la mañana, a veces cuando aún es de noche a veces con escarcha y nieve, para ir a las fábricas, que a menudo tienen una elevada temperatura y una atmósfera poco beneficiosa. [...] Están rodeados de otros niños en las mismas circunstancias, y así, al pasar de la niñez a la juventud, poco a poco se inician, especialmente los hombres, en los seductores placeres de la droga y la embriaguez; para esto les ha preparado el duro trabajo diario, la falta de mejores costumbres y el vacío total de sus mentes [...] Un hombre en tales circunstancias se da cuenta de que todos los poderosos que viven a su alrededor están lanzados en veloz carrera para adquirir riqueza individual, sin tener ninguna consideración con él, ni con su comodidad, ni con sus necesidades, ni siquiera con sus sufrimientos, excepto por medio de una degradante caridad de parroquia, que solo sirve para endurecer el corazón del hombre contra sus semejantes o para crear al tirano y el esclavo.
Robert Owen (1815) Observaciones sobre el efecto del sistema de manufacturas.

Esto les hacía permanecer muchas horas de pie sin poder cambiar su posición. En otros casos, manipulaban manivelas que accionaban complejas maquinarias. Debido al movimiento monótono mantenido durante gran cantidad de horas, pronto aparecían deformaciones en sus extremidades.

Por otra parte, desarrollaban otro tipo de oficios. Ganaban unos pocos peniques como limpia chimeneas, mensajeros, llama-carruajes, limpia carretas, vendedores de juguetes o de flores y como porta equipajes o paquetes.

En 1850, tan solo una de cada nueve chicas alrededor de diez años trabajaban en una casa. En este mismo tiempo, durante la primera mitad del siglo XIX los huérfanos tan pronto como cumplían los 4 años eran vendidos por los orfanatos a los jefes de cuadrilla de limpia chimeneas; también era legal ''capturar'' niños sin hogar y obligarles a mantener un régimen de esclavitud. Estos mismos eran enviados dentro de la chimenea trepando por los muros de la misma con las manos o con rascadores. Todo este panorama, de escasez y miseria, hacia frecuente los hurtos infantiles de bienes consumibles.

Una sucesión de leyes sobre trabajo infantil, las llamadas Factory Acts, se aprobaron en el Reino Unido en el siglo XIX. Los niños menores de nueve años no podían trabajar, los de 9 a 16 años podían trabajar 12 horas al día según la Ley de fábricas de algodón. En 1856, la ley permitía el trabajo infantil después de los 9 años, durante 60 horas a la semana, de noche o de día. En 1900, la edad permitida para el trabajo infantil se elevó a 12 años.[4][5]

Erradicación del trabajo infantil

Dos niñas que llevan pancartas con el lema "¡ABOLID LA ESCLAVITUD INFANTIL!" en inglés y yidis. Foto probablemente tomada durante el desfile laboral del 1 de mayo de 1909 en la ciudad de Nueva York.

La erradicación del trabajo infantil tiene para la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[6] una prioridad urgente y muy importante ya que durante siglos el trabajo infantil fue aceptado y era legal mientras que actualmente, ésta y otras prioridades forman parte de la Declaración de los Derechos del Niño.

Eliminar la explotación laboral infantil es una prioridad por los efectos que las actividades laborales tienen sobre la salud y el desarrollo de los menores de edad.[7] Igualmente está demostrado que cuando los menores de edad trabajan en condiciones que afectan el ejercicio de sus derechos, con frecuencia son explotados al no recibir salario o porque las jornadas de trabajo son usualmente extensas. Algunos estudios muestran que en la medida que más trabaje el menor de edad se expone a sufrir una mayor accidentalidad y enfermedades.[8] El trabajo de menores también afecta la educación al generar deserción escolar. Está demostrado que el atraso escolar se relaciona con las horas de trabajo en la niñez.[9]

En 1992, la OIT creó el programa internacional para la erradicación del trabajo infantil para combatir el trabajo de los niños y niñas que atentan con su desarrollo y en 2014 el fundador del Centro Internacional sobre trabajo infantil y educación, Kailash Satyarthi fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la explotación infantil en la India.

Si bien el gráfico indica un menor número en América Latina, lo cierto es que las condiciones de trabajo en muchos casos son de peligro, debiéndose reglamentar los trabajos peligrosos para evitar el trabajo de niños, niñas y adolescentes. A la fecha en el Perú existe la propuesta de erradicación del trabajo infantil desde el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, ninguna otra cubre esta gran problemática. Entre 1992 al 2012 existió la propuesta Educadores de Calle de atención en calle, desactivada y reemplazada.

Causas

  • Situación de pobreza. La pobreza en las familias impide que dispongan de los recursos necesarios para comprar alimentos, ropa, acceder a una vivienda, a sanidad o a educación, llegando incluso a dejar los estudios. Muchos menores se ven en la situación de contribuir a la economía familiar realizando trabajos que ponen en peligro su vida, como los niños de República Democrática del Congo, explotados para la extracción de minerales.
  • Tráfico de niños. Muchos menores son explotados en fábricas e industrias debido a la pobreza de los países en vías de desarrollo y la necesidad de mano de obra barata. Los niños son forzados a trabajar en agricultura, en las calles o incluso en la minería, con los riesgos que ello conlleva.
  • Abandono infantil. Cuando los niños están solos tienen que buscar un trabajo para sobrevivir. En ocasiones, estos menores no acompañados se ven convertidos en esclavos sexuales, trabajadores forzosos o incluso en niños soldado. Esto resulta común en contextos de conflicto y huida, en los que muchos niños se quedan huérfanos o se pierden en el caos de la huida. Solo en la emergencia de Sudán del Sur, el 63 % de la población refugiada está compuesta por menores de 18 años; de ellos, se estima que más de 75 000 viven en el abandono.
  • Falta de acceso a educación. Los niños que no pueden acceder a educación tienen más probabilidades de convertirse en víctimas de trabajo infantil. Ir a la escuela les permite conservar sus oportunidades de futuro, les ayuda a mejorar las relaciones con las comunidades de acogida y les devuelve su infancia.[cita requerida]

Trabajo infantil por país

Niños dedicados a la extracción de diamantes en Sierra Leona.

México

De acuerdo al informe El trabajo infantil en México: avances y desafíos, elaborado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la principal causa del trabajo infantil es la pobreza. Otros factores causantes de este fenómeno social es la demanda en hogares, granjas o negocios familiares para que los niños participen en el trabajo; las normas y actitudes sociales y, los costos que implica la educación (uniformes, transporte, material escolar, inscripciones).

Solamente uno de cada cuatro niños trabajadores concluye su educación básica de lo cual se desprenden problemas como el analfabetismo y el ausentismo escolar, altos índices de reprobación, bajo aprovechamiento y deserción escolar. El informe detalla que los motivos por los cuales los niños laboran son los siguientes: 23.3 por ciento trabaja para pagar sus gastos o para la escuela; el 22.5 por ciento lo hace para completar el gasto de sus hogares; 22.4 por ciento realiza estas labores solo por ayudar y, 13.5 por ciento labora para aprender un oficio.

El trabajo infantil es un problema de escala mundial y aunque en México se ha ido reduciendo, el informe señala que aún hay un estimado de 2 millones 500 mil niños y adolescentes de 5 a 17 años laborando.[10] La OIT, UNICEF y la oficina de la UNESCO en México exhortan al país a centrar su atención en el acceso a una educación de calidad de todas las niñas, niños y adolescentes como factor clave en la lucha contra el trabajo infantil. Ya que señala que la primera razón por la que las niñas y niños no asisten a la escuela es la falta de interés o actitud, en este sentido es necesario se les dé un seguimiento educativo en comunidades indígenas, con discapacidad o migrantes (como las hijas y los hijos de jornaleros agrícolas).[11]

Según CEPAL, hasta 2019 más de dos millones de menores de edad trabajaba en el país, siendo el segundo país con más cifras en Latinoamérica, solo por detrás de Brasil.[12] A inicios de 2020 se había contabilizado un aumento de la explotación infantil en la Ciudad de México, llegando a más de 84 000 niños.[13]

Argentina

El trabajo infantil de menores es delito y solo pueden trabajar los mayores de 16 años con autorización de sus padres, la única excepción es si tiene 14 o 15 años y trabaja en la empresa del padre, madre o tutor 3 horas diarias o 15 semanales, debiendo cumplir con la asistencia escolar y no hacer tareas riesgosas o que perjudiquen la salud.[14]

Los menores que tienen 16 y 17 años pueden trabajar 6 horas por día o 36 horas semanales, y solo con permiso del Ministerio de Trabajo esa jornada puede llegar a 8 horas diarias o 48 horas semanales y está prohibido que trabajen entre las 20:00 y las 6:00. El sueldo no puede ser menor a los de los demás trabajadores si la jornada de trabajo es igual o sus tareas son las mismas que hacen los trabajadores mayores de edad y la licencia anual por vacaciones no puede ser de menos de quince días.

En los últimos años, el trabajo infantil en Argentina ha aumentado: hacia el año 2018, más de 1,4 millones de niños trabajaba.[15]

Ecuador

Diferentes formas de trabajo infantil en Centroamérica, 1999.

El trabajo infantil en Ecuador, la edad en la que se registra mayor trabajo infantil es entre los 12 y los 17 años, "lo que tienen un impacto en la interrupción de la educación" de los adolescentes.[16] Incluso trabajando a las espaldas de los padres por la falta de empleo por varios ámbitos de pobreza, acceso a la educación o factores cultural, etc.[17] Según el fondo de las naciones unidas para la infancia (UNICEF), el trabajo infantil tiene consecuencias desfavorables acorto como a largo plazo: en lo inmediato hay un deterioro en la educación del niño una exposición a situaciones de riesgos (accidentes, lesiones físicas,enfermedades) y una socialización en ámbitos que no siempre son adecuados para su edad.[18]

Cabe recalcar que en el transcurso del tiempo que se ha investigado este problema del trabajo infantil, las investigaciones siempre nos traen mismo punto de origen, por eso debe ser estudiada esta problemática desde varias perspectivas para el cambio social.

Ocasionalmente, y a pesar del exhaustivo trabajo de las autoridades nacionales y locales por controlar esta situación, se ha llegado a saber de casos de menores (de inclusive 10 o 14 años) que no han cursado un solo año de escolaridad (ni siquiera el nivel de Inicial), por lo cual, dichos niños y jóvenes llegan a formar parte de la también alarmante tasa de analfabetismo en el país

Perú

El trabajo infantil en el Perú es muy notable. Pese a que la Ley 27337 establece que el trabajo recién se permite desde los 14 años, hacia el año 2019 más de un millón de menores de edad trabajaban en el país, alrededor del 88 % en el área rural y agrícola, una cifra equivalente al 17.6 % de niños del país.[19] Esto se ve en varias regiones del país, que niños desde muy corta edad, sacrifican su infancia para poder aportar algo a la economía familiar. Este problema se da por muchos factores de pobreza, problemas de planificación familiar, explotación en las áreas rurales o por trata.

Filmografía

  • El corazón de la Tierra, dirigida por Antonio Cuadri, narra una de las primeras manifestaciones que hubo en España en 1888 a consecuencia de las minas de Río Tinto en contra de la explotación infantil.
  • En 1941, la película ¡Qué verde era mi valle! ganó el Oscar al mejor film del año. En esta película se narra la historia de los Morgan, una familia de mineros del carbón en el sur de Gales, en el Reino Unido. Todos los miembros varones de la familia trabajaban en dicha mina, incluyendo al hijo menor, Huw, personaje interpretado por Roddy McDowall, actor que en ese entonces tenía 13 años y que narra las condiciones tan críticas del trabajo infantil en las minas carboníferas, con sus peligros de derrumbes y explosiones.
  • El documental Los Herederos realizado en el 2009 por Eugenio Polgovsky retrata las vidas de los niños que son forzados a trabajar en las áreas rurales de México
  • El documental La Espalda del Mundo, de Javier Corcuera, relata la experiencia de niños y adolescentes picapedreros de la zona de Progreso, distrito de Carabayllo, Lima, Perú, durante el año 2002.

Véase también

Referencias

  1. «Testimony Gathered by Ashley's Mines Commission». www.victorianweb.org. Consultado el 23 de septiembre de 2020.
  2. National Geographic en Español, noviembre de 2010.
  3. UNICEF. Trabajo infantil. Freno al desarrollo. Panorama general y políticas para su erradicación. Santiago, 2000.
  4. Laura Del Col (West Virginia University). «The Life of the Industrial Worker in Nineteenth-Century England». victorianweb.org.
  5. «The Factory and Workshop Act, 1901». Br Med J 2 (2139): 1871-2. 1901. PMC 2507680. PMID 20759953. doi:10.1136/bmj.2.2139.1871.
  6. «Convenio C182 - Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182)». www.ilo.org. Consultado el 14 de noviembre de 2018.
  7. Ayala, L., & Rondón, A. (2004). «Efectos del trabajo infantil en la salud del menor trabajador.» Rev Salud Publica, 6, 270-88.
  8. Schlick, C., Joachin, M., Briceño, L., Moraga, D., & Radon, K. (2014). «Occupational injuries among children and adolescents in Cusco Province: a cross-sectional study.» BMC public health, 14(1), 766.
  9. Pinzón-Rondón, A. M., Briceño-Ayala, L., Botero, J. C., Cabrera, P., & Rodríguez, M. N. (2006). «Trabajo infantil ambulante en las capitales latinoamericanas.» Salud pública de México, 48(5), 363-372.
  10. Muñoz Ríos, Patricia. «Colima, Guanajuato, Guerrero y Puebla, donde más niños trabajan.» La Jornada. [en línea]. [Consulta: 11 de diciembre de 2014]. Disponible en web: http://www.jornada.unam.mx/2014/12/09/sociedad/040n1
  11. Unicef. «1 de cada 5 niños que trabajan en México, lo hace para pagar la escuela o sus propios gastos.» Consultado el 7 de diciembre de 2015.
  12. «México, el segundo país de Latinoamérica con más casos de trabajo infantil: Cepal». Animal Político. 12 de abril de 2019. Consultado el 20 de julio de 2020.
  13. de 2020, 24 de Enero. «Explotación laboral infantil creció en la Ciudad de México durante los últimos dos años». infobae. Consultado el 20 de julio de 2020.
  14. «Se agrava el problema del trabajo infantil». www.lanacion.com.ar. 9 de junio de 2019. Consultado el 20 de julio de 2020.
  15. ext/2B54D722293945FEPQ/2?accountid=32861# «ECUADOR PRÁCTICANTE ERRADICA EL TRABAJO INFANTIL EN LOS BASUREROS: ECUADOR TRABAJO INFANTIL».
  16. Martinez, Albertina Mitjáns (2001). «Trabajo Infantil y Subjetividad: una perspectiva necesaria». Estudos de Psicologia (Natal) 6 (2): 235-244. ISSN 1413-294X. doi:10.1590/s1413-294x2001000200011. Consultado el 18 de julio de 2019.
  17. «Trabajo Infantil y salud laboral:».
  18. CORREO, NOTICIAS (15 de junio de 2019). «Perú: Perú tiene la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica | NOTICIAS CORREO PERÚ». Correo. Consultado el 20 de julio de 2020.

Bibliografía

Enlaces externos

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