Fábula agonal

La fábula agonal (agonal deriva de Agon, en griego clásico ἀγών contienda, desafío, disputa) es uno de los dos tipos de fábulas en las que se dividen las fábulas clásicas: fábulas etiológicas y fábulas agonales.

Fábula el granjero y la serpiente.

Las fábula agonal presenta principalmente tres momentos en su desarrollo: Una situación principal en la que hay un enfrentamiento, de palabra o de acción, o ambas cosas a la vez, entre dos protagonistas; o, entre el protagonista y el antagonista. Una evaluación o «agón» con una intervención de cada uno de los personajes enfrentados. Frecuentemente, suele terminar con una conclusión, y a veces, con lamentación o sarcasmo.

Un ejemplo característico de fábula agonal es la fábula «El hombre y la culebra» de Esopo.

En esta fábula se muestra que los ingratos y los malos, mientras más beneficios reciben, más se animan a hacer daño a quien le ayuda.

A modo de ejemplo podemos analizar la estructura de esta fábula, que se repite en todas las fábulas agonales, tanto esópicas, como de otros autores:

  • Situación: Un caminante encuentra una culebra muerta de frío.
  • Agón: La recoge y la cobija en su regazo, pero la culebra, animada por el calor, muerde a su protector, quien muere.
  • Conclusión: No se debe ayudar a quienes, lejos de agradecerlo, se volverán contra su benefactor.

Véase también

Referencias

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