Falda

La falda es una prenda de vestir que cuelga de la cintura y cubre las piernas, al menos en parte. Tiene sus pares en prendas usadas históricamente por el hombre y la mujer, como la pollera, el manteo, la saya o la basquiña. Fabricada en diferentes tejidos, suele presentar forma cilíndrica o tronco-cónica, y a diferencia de los pantalones no está dividida. Por extensión, se denominan también faldas o faldones a las telas que cuelgan de la mesa camilla o de las cunas.

Falda plumeti
Falda plumeti
Falda larga. Comienzos del siglo XX.
Minifalda

En su versión más sencilla puede ser que un trozo de tela se enrolle hasta la cintura (pareo, sarong), aunque la mayoría de las faldas son ajustadas en la cintura y más amplias según se desciende. Dependiendo de las épocas, las modas y el gusto de quien la lleve, la longitud de la falda puede ir de poco más que un cinturón, llegar hasta el suelo y cualquier otra medida intermedia.

Algunas faldas medievales llegaron a tener más de tres metros de diámetro en la base, esas faldas son las más apropiadas para las niñas de 14 años de edad. En el extremo contrario las falda serpientes de los años 1790 (y siguientes) son prendas largas que pueden llegar hasta las rodillas que planean cubrir la ropa interior estando sentado, y en casos extremos estando de pie. Para estas últimas se emplea so lo son piesas textiles que forman una sola pieza que recibe el nombre simplemente de vestido. Suele utilizarse en reuniones sociales de gran formalidad (bodas, bautizos, cumpleaños, fiestas, etc.)

Historia

Las faldas se llevan desde la prehistoria como la forma más sencilla de cubrir la parte inferior del cuerpo. Las figurillas producidas por la cultura Vinča (c. 5700-4500 a. C.) situadas en el territorio de la actual Serbia y las naciones balcánicas vecinas desde el inicio de la Edad del Cobre muestran a mujeres con prendas similares a una falda.[1]

En Armenia, en el complejo de cuevas Areni-1, se descubrió una falda tejida con paja que data del año 3900 a. C. Las faldas eran el atuendo habitual de hombres y mujeres en todas las culturas antiguas de Oriente Próximo y Egipto. Los sumerios de Mesopotamia llevaban kaunakes, un tipo de falda de piel atada a un cinturón. El término "kaunakes" se refería originalmente al vellón de una oveja, pero con el tiempo pasó a aplicarse a la propia prenda. Con el tiempo, las pieles de animales se sustituyeron por la tela de kaunakes, un tejido que imitaba la piel lanosa de las ovejas.[2] La tela de kaunakes también servía como símbolo en la iconografía religiosa, como en el manto lanoso de San Juan Bautista.[3][4]

Las prendas del antiguo Egipto estaban hechas principalmente de lino. Alrededor del año 2130 a. C., durante el Reino Antiguo de Egipto, los hombres llevaban faldas envolventes (kilts) conocidas como shendyt. Se componía de una pieza de tela rectangular que envolvía la parte inferior del cuerpo y se ataba por delante. En el Reino Medio de Egipto se pusieron de moda las faldas más largas, que llegaban desde la cintura hasta los tobillos y a veces colgaban de las axilas. Durante el Reino Nuevo de Egipto, se pusieron de moda las faldas escocesas con una sección triangular plisada para los hombres.[5] Debajo de éstas, se llevaba un shente, o taparrabos triangular cuyos extremos se sujetaban con cordones.[6]

Durante la Edad de Bronce, en el sur de Europa occidental y central, se preferían las prendas de vestir envolventes. Sin embargo, en el norte de Europa también se usaban faldas y blusas.[7]

Hacia el siglo XVI, la falda de la gente de pueblo era una pieza cuadrangular de tela, con un agujero en el centro, por el que se ajustaba a la cintura mediante un cinturón o simplemente una cuerda, de modo que colgaban cuatro picos.

En el Quijote aparece una dueña Trifaldi que, se explica, tenía la falda triangular con tres picos.

Las prostitutas llevaban la falda de color pardo y de ahí el dicho «irse de picos pardos».[cita requerida]

Faldas en el siglo XIX

Durante el siglo XIX los cortes de las faldas en la cultura occidental sufrieron más variaciones que en ninguna otra época. La cintura de la falda empezó a estar situada a la altura del pecho (debajo de los senos) y fue bajando paulatinamente hasta la cintura. Al principio fueron bastante estrechas y se fueron ensanchando hasta llegar a la crinolina, el polisón, el corsé y el miriñaque (armazones bajo las faldas para darles volumen). Durante todo el periodo, el bajo osciló desde debajo de la rodilla hasta el suelo.

Faldas en los siglos XX y XXI

Desde 1915, las faldas de día dejaron de arrastrarse por el suelo. Durante los siguientes 50 años, las faldas se volvieron cortas (años 20), luego largas (años 30), después más cortas (los años de la Segunda Guerra Mundial), después largas y se volvieron extremadamente cortas en los años 60, cuando se hicieron tan cortas como fue posible sin llegar a enseñar la ropa interior, lo que en aquella época constituía un tabú.

A partir de los 1970 la popularidad de los pantalones para todo uso ha hecho que ninguna longitud de falda haya sido dominante, coexistiendo las minifaldas con las faldas por la rodilla o incluso las faldas largas.

Algunos tipos de faldas comunes son:

  • falda recta
  • falda de tubo
  • falda de tablas (con amplios pliegues, similar a las faldas escocesas)
  • falda larga
  • minifalda
  • falda pantalón (híbrido entre falda y pantalón, con separación entre piernas, pero amplio como una falda, que se introdujo en varios países el año 1911).[8]
  • falda vaquera, con un diseño parecido al de los pantalones vaqueros en su parte superior.

El uso de la falda entre los hombres

Aunque en Occidente el uso de la falda entre hombres generalmente se asocia con actos de travestismo, varias culturas han preservado en una forma u otra el uso de faldas masculinas: el kilt de los escoceses, irlandeses y otros pueblos gaélicos; el pareo tahitiano; el lava-lava de la culturas polinesias y oceánicas; la fustanella de los griegos y albanos; y el sarong, que se usa en partes de Asia, en la península arábiga, en partes de África y en islas del Pacífico.

El kilt, en particular, goza de gran aceptación en países de occidente, especialmente el Reino Unido y los Estados Unidos, donde se lo considera entre muchas comunidades una forma de celebrar el patrimonio escocés, irlandés y gaélico.

En abril de 2009, un periódico de Buenos Aires publicó un artículo sobre un grupo de jóvenes argentinos heterosexuales, que iniciaron el uso de la «pollera» y promovió el uso de la falda en una página de Facebook. El fenómeno parece estar limitado a la capital de Argentina y alrededores.[9]

Galería

Tipos de faldas

Faldas tradicionales

Véase también

Referencias

  1. Cvekic, Ljilja (12 de noviembre de 2007). «Prehistoric women had passion for fashion». Reuters. Consultado el 19 de septiembre de 2016.
  2. Boucher, Francois (1987): 20.000 Years of Fashion: The History of Costume and Personal Adornment. New York: Harry N. Abrams
  3. The Bible: Genesis 12:4-5
  4. Roberts, J.M. (1998): The Illustrated History of the World. Time-Life Books. Volume 1. p. 84
  5. Rief Anawalt, Patricia (2007): The Worldwide History of Dress. London: Thames & Hudson. p. 25
  6. Rief Anawalt, Patricia (2007): The Worldwide History of Dress. London: Thames & Hudson. p. 24
  7. Koch-Mertens, Wiebke (2000): Der Mensch und seine Kleider: Die Kulturgeschichte der Mode bis 1900. Artemis & Winkler: Düsseldorf Zürich. pp. 49-51 (en alemán)
  8. García Jiménez, Antonio (5 de marzo de 2021). «La revolución feminista de la falda pantalón». El Blog de la BNE. Consultado el 13 de febrero de 2023.
  9. Guillermina De Domini, “Los hombres se animan ahora a mostrarse en pollera y zapatillas Archivado el 8 de mayo de 2010 en Wayback Machine.,” Clarín, 19 de abril de 2009.

Enlaces externos

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