Casa de Dávila

El linaje de los Dávila tiene su origen en la ciudad de Ávila (España). Consta de dos familias perfecta e históricamente diferenciadas, encabezadas por dos guerreros medievales participantes en la reconquista de la medieval ciudad de Ávila, que adoptaron el apellido después de conquistar Ávila. Estas dos familias estaban encabezadas por Esteban Muñoz y Blasco Ximeno, dos caballeros notorios y grandes militares que llegaron de Asturias para participar en la Reconquista, siendo de vital importancia para la formación del Reino de Castilla y León.

Es, por tanto, un muy antiguo apellido castellano de origen toponímico (quizá uno de los más antiguos de los linajes nobiliarios), procedente del topónimo Ávila, nombre de una importante e histórica ciudad castellana y capital de su provincia. El étimo del topónimo Ávila se inicia en el latín Avela o Abyla, que había sido antes la Adaja, ciudad conocida como capital del pueblo íbero de los vetones. El nombre Abyla recuerda el de un promontorio célebre en Mauritania, una de las columnas de Hércules, lo que ha llevado a atribuirle, un tanto fantásticamente, un origen fenicio. Así pues podemos situar el origen del apellido a principios del Siglo XIII.

En primer lugar, destaca Blasco Ximeno (I Señor de Navamorcuerde y Cardiel), caballero y militar astur-leones, heredero de Martín Muñoz (primer repoblador de las tierras de Ávila sobre el año 1085), que participó y dirigió la Reconquista de Ávila y su posterior repoblación. Hijo de don Ibáñez, caballero de Ávila, descendiente del también llamado Blasco Jimeno, que desde Salas de Asturias vino a poblar a Ávila. Su prestigio en la ciudad del Adaja lo pone de manifiesto el hecho de que el Concejo le concediera en 1276 la potestad pública (señorío jurisdiccional) en sus cotos de Navamorcuende y Cardiel, en el extremo meridional del extenso alfoz de Ávila, el denominado entonces Campo de Arañuelo, hoy en la provincia de Toledo. Se la concede “por servicio que nos feciste señaladamente en la yda que fuiste al Rey para nos el Concejo quando era en Belcayre [...] damosvoslo e otorgamosvoslo, que lo podades poblar de quienquier e a cualquier fuero que vos querades”. Años después, el 12 de octubre de 1291, el rey Sancho IV le confirmó la posesión de los citados lugares y la jurisdicción al amparo del derecho eminente de soberanía.

Blasco Jimeno fundó en 1294 sendos mayorazgos a favor de sus dos hijos mayores, correspondiendo Navamorcuende al primogénito Fernán Blázquez y Cardiel al segundogénito Gil Blázquez. Al morir este último sin sucesión, el lugar de Cardiel, según lo dispuesto en el documento fundacional, quedó vinculado en lo sucesivo a Fernán Blázquez y descendientes.

El apellido Dávila fue llevado por los señores de Navamorcuende-Cardiel. El fundador estableció que la sucesión debía ser por línea directa de varón y esto continuó hasta el sexto señor, Juan Blázquez Dávila, quien no tuvo herederos varones y fue sucedido por su hermana Juana. Juana y su esposo Pedro González Valderrábano establecieron un nuevo mayorazgo en 1449, que permitió el llamamiento en último lugar de hembras de la línea de primogenitura. Esto se hizo en un intento de solucionar los problemas causados por la traslineación a favor de Juana de los señoríos y del de Villatoro, cuyo mayorazgo la excluía por ser de agnación rigurosa. A pesar de estos cambios, los pleitos continuaron y hubo otro intento de traslineación a favor de Isabel, hija de Enrique Dávila. Finalmente, Villatoro pasó a formar parte de la casa de Velada después de un largo pleito en el siglo XVII.

En primer lugar, destaca Esteban Domingo (I Señor de Villafranca y I Señor de las Navas). Hijo de Gonzalo González Dávila, quien había participado en las banderías aristocráticas en época de Alfonso XI a favor del infante don Juan Manuel, y nieto de Esteban Dávila el Viejo, Esteban Domingo Dávila obtuvo la alcaldía de Ávila en fechas anteriores a 1357, cuando testifica como tal en una confirmación de privilegios concedidos por el concejo abulense al camarero real Ruy López Dávalos. Sin olvidar su participación activa en la toma de disposiciones concejiles en Ávila, Esteban Domingo Dávila accedió al servicio del rey Pedro I de Castilla, quien le encomendó varias misiones de gran responsabilidad.

Con toda probabilidad, la actuación favorable de Esteban Domingo Dávila a la actuación política de Pedro I sirvió para aumentar sus prerrogativas jurisdiccionales en la villa de Las Navas y su concejo, pertenecientes a su familia, al menos, desde las confirmaciones feudales del rey Sancho IV de Castilla. El control del señorío queda patente en una escritura de confirmación de los límites y dehesas otorgada por el Honrado Concejo de la Mesta en 1360 (su sucesor, Gonzalo González Dávila recibió definitivamente el señorío de Villafranca y Las Navas en 1372 de mano de Enrique II, contra el cual, paradójicamente, había combatido en la guerra civil castellana).

Tras la muerte de Esteban Domingo Dávila, hacia 1365, le sucedieron en su linaje sus hijos habidos con Ximena Blázquez, sobrina de Gonzalo González Dávila (I Señor de Villatoro) y Gil González Dávila (I Señor de Cespedosa y Puente del Congosto). La rama de Villafranca y Las Navas heredó el cargo vitalicio de Alcaide y Regidor de la ciudad de Ávila, a partir de la cual se formó la Cuadrilla de Esteban Domingo Dávila en el concejo abulense. Fue enterrado en la capilla que fundó en el monasterio de San Francisco de Ávila.

Fachada posterior del Palacio de los Dávila, enclavado en la muralla de la ciudad de Ávila.

Esteban Domingo Dávila, primer señor de las Navas, casó con Ximena Blázquez Dávila, del linaje de Blasco Ximeno, teniendo por hijos a Pedro Dieguez Dávila y Máteos Dávila, ambos cabezas de diversas casas solariegas, entre ellas las de Jerez de la Frontera y la de Cáceres.

Según las crónicas Esteban Domingo era descendiente de Martín Muñoz, Alcalde mayor de Ávila, Alcaide del Alcázar de Ávila, capitán en la conquista de la ciudad de Jaén, poblador y primer señor de Vilafranca. Según las crónicas Martín Muñoz era descendiente a su vez de Nuño Rasura, conde y juez de Castilla.

La descripción del primer escudo de armas de los Dávila, el de Blasco Ximeno, es:

«Seis roeles de azur puestos en dos palos en campo de oro.»

Guío Castaños y Guío Martín, 2008, p. 154

La descripción del segundo escudo de armas de los Dávila, el de Esteban Domingo, es:

«Trece roeles de azur puestos en tres palos (con 4, 5 y 4 roeles), en campo de oro.»

Guío Castaños y Guío Martín, 2008, p. 154

• Alfonso Dávila y Rojas, natural de Ciudad Real, hijo de Luis Dávila, del linaje de Esteban Domingo. Capitán de los ejércitos expedicionarios, llegó a la ciudad de Tunja en 1560 a las órdenes de Antonio Beltrán de Güevara. Tuvo por hijos a Luis, Alfonso, Pedro, Diego, Juan, Francisco y Luisa, que compartirán el apellido Dávila Gaviria.

• Francisco Paredes Dávila, natural de la villa de San Felices de los Gallegos, de la casa de Toledo y del linaje de Esteban Domíngo. Subteniente en el "Fijo" y destinado a la formación de las milicias de Cartagena de Indias en 1774. Destacó como instructor de compañías militares del Caribe en la guerra entre España e Inglaterra, defendiendo las costas de La Guajira de buques ingleses. Fue destinado en 1785 a formar las milicias de la ciudad de Santa Marta y ejerció como comandante de la fortaleza de Bocachica. Fue premiado con el grado de Coronel y el título de Teniente General del Rey en Cartagena. Tuvo por hijos a Manuel María Dávila y Narváez y a María Concepción Pérez Dávila y Martínez de León.

• Guío Castaños, Guillermo; Guío Martín, Javier J. (2008). El Palacio de Contreras y la Academia de Intendencia en Ávila. p. 267. ISBN 9788461197415.