Fascismo de izquierda

Fascismo de izquierda es un término sociológico y filosófico utilizado para categorizar aquellas tendencias en las políticas de izquierda que suelen ser comúnmente atribuidas a la ideología del fascismo.[1][2][3] El fascismo ha sido históricamente considerado como una ideología de extrema derecha.[4][5][6][7][8][9]

Exhumación de cadáveres de la Masacre de Katyn. En total fueron asesinados por los comunistas 21.768 ciudadanos polacos, ejecutados en el bosque de Katyn como en las prisiones de las ciudades de Kalinin, Járkov y otros lugares. Cerca de ocho mil eran militares prisioneros de guerra, seis mil eran policías y el resto eran civiles integrantes de la intelectualidad polaca —profesores, artistas, investigadores e historiadores— presos bajo la acusación de ser saboteadores, espías, terratenientes, dueños de fábricas, abogados, funcionarios públicos peligrosos y sacerdotes cristianos.

Como otras definiciones de fascismo, esta varía y se extiende sobre las similitudes entre el fascismo italiano y la construcción del estado soviético de la década de los años 1920, incluye la comunidad de intereses del pacto Ribbentrop-Molotov entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética, el totalitarismo de Mao Zedong, los crímenes del régimen de Pol Pot en Camboya y las desviaciones de la izquierda criticadas por Horowitz.[cita requerida]

Fascismo de izquierda es usado en la política contingente, pero su estudio sistemático y científico se realiza bajo el término Totalitarismo[cita requerida] que lo tipifica con las siguientes características: "1. una ideología oficial que impone formas de comportamiento para todos los aspectos relevantes de la vida humana a las que debe someterse en forma por lo menos pasiva cualquier miembro de la sociedad, 2. un partido único generalmente bajo un caudillo único que dispone sobre una organización jerárquica y oligárquica que esta sobrepuesta o entrelazada con la burocracia estatal 3. un control técnico, casi absoluto sobre todas las armas y medios de lucha. 4. un control técnico, casi perfecto sobre todos los medios de comunicación de masas. 5. un sistema de terror que basa su efectividad en el control de los medios de comunicación y armas (puntos 3 y 4) por parte de la policía y que no solo se aplica contra los enemigos del régimen sino también contra otros grupos de la sociedad.[10]

El término fue conocido ampliamente a través de los sociólogos Jürgen Habermas e Irving Louis Horowitz. Otro uso temprano del término es empleado por Victor Klemperer, cuando describe las similitudes cercanas entre el régimen nacionalsocialista alemán y la República Democrática Alemana.[11] Sin embargo, ya en 1926, el sacerdote y político italiano Luigi Sturzo utilizó el término fascismo di sinistra.[12] El Parlamento Europeo igualó los regímenes comunistas totalitarios y el fascismo en una resolución del 19 de septiembre de 2019 sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa.[13]

Uso

Luigi Sturzo escribió en 1926 en su libro "Italien und der Faschismus": "En general se puede constatar entre Rusia e Italia solo una diferencia, por cierto que el bolchevismo es una dictadura comunista o fascismo de izquierda y el fascismo una dictadura conservadora o bolchevismo de derecha."[14] En Alemania generó controversia en la izquierda el uso del término «fascismo de izquierda» (linker Faschismus) por Jürgen Habermas, un sociólogo y filósofo influenciado por la Escuela de Frankfurt. Utilizó el término en la década de 1960 para alejar a la Escuela de Frankfurt de la violencia y el autoritarismo de los terroristas de izquierda.[15][16][17] Habermas, cuyo trabajo enfatiza la importancia del discurso racional, las instituciones democráticas y la oposición a la violencia, ha hecho contribuciones importantes a la teoría del conflicto.[cita requerida]

Irving Louis Horowitz

El sociólogo Irving Louis Horowitz plantea en su libro de 1984 Winners and Losers que décadas después de que Lenin hubiese advertido sobre un "infantilismo de izquierda", se ha materializado un fascismo de izquierda.[18] Horowitz afirmó que el "fascismo de izquierda" surgió nuevamente en la vida política de los Estados Unidos durante la década de 1980 en la forma de una negativa a desvincular la retórica radical de la realidad totalitaria.[18]

Para sustentar su teoría de un nuevo fascismo de izquierda en los EE. UU., proveniente de la escuela de Frankfurt, Horowitz observa que Theodor Adorno diferencia entre la cultura popular y la cultura de elites y, por primera vez en la historia del marxismo, Adorno ataca la cultura popular. Horowitz considera tal ataque como obscurantista, elitista, antipopular, teutónico y peligroso: "Aquí es donde Adorno coloca el entablado para una cultura del fascismo de izquierda, que representa un ataque a los órganos populares de la sociedad por ser lo que son y una correspondiente demanda elitista que sean de otra manera, esto es purificados."[18]:210–211

Un segundo factor en la conformación de este nuevo fascismo es la teoría del foco revolucionario que considera irrelevantes las condiciones económicas y las organizaciones sociales en la sociedad, que tanto importaban a Lenin, para que un pequeño grupo de revolucionarios selectos, producirá a través del caos y la protesta, un movimiento revolucionario acompañado de un terrorismo internacional de apoyo. Esta teoría del putsch, del grupo conspirativo pequeño que toma el poder en el momento preciso, es común con el fascismo de derecha.[18]:212 Otros factores comunes a ambos desvíos son que cada persona desea el orden en vez del caos, que no se necesita una teoría social para acceder al poder, que el origen de clase es menos importante que el rol social que toma la persona, factores de la sicología de masas que reemplazan la historia de la sociedad.[18]:212

Richard Wolin

A finales del siglo XX y principios del XXI, el término "fascismo de izquierda" se ha utilizado para describir alianzas políticas híbridas inusuales.[19][cita requerida] El historiador Richard Wolin ha utilizado el término "fascismo de izquierda" al argumentar que algunos intelectuales europeos se han enamorado de las teorías postmodernistas o anti-Ilustración, abriendo la oportunidad a posiciones irracionales, antidemocráticas y de culto que combinan características de la izquierda con las del fascismo.[20] El filósofo y periodista Bernard-Henri Lévy llama a este híbrido político "neoprogresismo", "nueva barbarie" o "fascismo rojo" en su libro de 2008 Left in Dark Times. Lévy sostiene que es antiliberal, antiamericana, antiimperialista, antisemita y proislamofascista.[21][22]

Hannah Arendt

La filósofa Hannah Arendt dio en su obra Los orígenes del totalitarismo al concepto de "totalitarismo" un fundamento teórico y describió el paralelismo entre el Nacional Socialismo, el Estalinismo y parcialmente el Maoismo. Ahrendt no les llamaba "fascistas" sino "totalitarios" y diferenciaba la dictadura de Mussolini, del Franquismo y los regímenes de Europa Oriental tras la muerte de Iósif Stalin. Según Hannah Arendt, la referencia social-darwinista de los nacional-socialistas a la "leyes de la naturaleza" para justificar el aniquilamiento de las "razas inferiores" corresponde a la referencia de los comunistas a las "leyes objetivas de la historia" que legitimaban la destrucción de las clases sociales moribundas.[10]

Peter Sloterdijk

En una entrevista del año 2005, el filósofo alemán Peter Sloterdijk sostuvo que:[23]

Que el fascismo de izquierda le haya gustado presentarse como comunismo, era una trampa para moralistas. Mao Tse Tung nunca fue otra cosa que un nacionalista chino de la izquierda fascista, que en sus inicios hablaba con la jerigonza de la Internacional Comunista de Moscú. Comparado con la placentera exterminación promovida por Mao, Hitler parece un cartero raquítico. Sin embargo, la comparación entre monstruos no es agradable a nadie. El engaño ideológico más masivo del siglo [XX] fue precisamente, que después de 1945 la izquierda fascista acusó a los derechistas de fascismo, para quedar finalmente como sus opositores. En realidad se trató de una autoamnistía. Cuanto más se expusieran como imperdonables los horrores de la derecha, más desaparecía la izquierda del campo visual.

Sloterdijk caracteriza en su obra "Zorn und Zeit" (2006) al "fascismo de izquierda" como el "juego verbal dominante" en el antifascismo de la postguerra, del Estalinismo y de la nueva Izquierda [tras la caída del Muro de Berlín] y extendió el concepto a todo el Socialismo realmente existente bajo Lenin, Stalin y Mao. Sloterdijk enumera las características que para él igualan sus sistemas al de los nacionalsocialistas: Führerprinzip (subyugación al caudillo), Militarismo, Centralismo, Colectivismo, contrario a los principios de la democracia, desconfianza del individualismo y Pluralismo, monopolización del espacio público y los medios a través de la propaganda del partido, la derogación de la prohibición de matar a cambio de la realización de la causa y otras similitudes más.[24]

Italia

Tras la captura del poder en Italia por Benito Mussolini, Giovanni Amendola caracterizó primero a los fascistas y luego a los estalinistas en 1925 como "totalitarios": fascismo y comunismo son "reacciones totalitarias ante el liberalismo y la democracia". Lo que debía ser una afrenta fue levantado por la dirigencia de los fascistas a comienzos de 1926 como bandera. A partir de entonces la oposición liberal-conservadora italiana hizo suya la tesis de la similitud estructural de las dictaduras comunista y fascista. En ese sentido, el sacerdote Luigi Sturzo, dirigente del Partito Popolare Italiano, un predecesor de la Democracia Cristiana (Italia), escribió en 1926:[25]

En general se puede advertir entre Italia y Rusia solo una diferencia, que el bolchevismo ruso es una dictadura comunista o un fascismo de izquierda y el fascismo una dictadura conservadora o bolchevismo de derecha.

República de Weimar

En 1929 el Partido Comunista de Alemania (KPD) hizo suya la tesis estalinista del socialfascismo según la cual los reformistas de la fracasada, europea occidental, Segunda Internacional, sobre todo la socialdemocracia alemana, eran ayudantes del fascismo que se cernía sobre Europa. Esta ordenación ideológica tenía el sentido político de fortalecer en su lucha a los partidos de la Internacional comunista, dirigidos por Moscú, y a la vez servir de fundamento a la pretensión del Partido Comunista de la Unión Soviética de ser el dirigente del movimiento proletario internacinal.[26] La reacción del partido socialdemócrata alemán fue endurecer su posición anticomunista. El, posteriormente secretario general, Kurt Schumacher declaró ante el Reichsbanner Schwarz-Rot-Gold:[27]

’’El camino de los lamentablemente bastante numerosos proletarios de la cruz gamada va con los comunistas, los que en realidad son solo copias con un barniz rojizo de los nacionalsocialistas. Ambos comparten el odio a la democracia y su predilección por la violencia.’’

Esto se transformó tras la derrota del fascismo alemán en 1945 en el muy citado “fascistas con barniz rojizo”.[28] El comunista antimilitarista Otto Rühle escribió en reacción al Pacto Hitler-Stalin de 1939 durante su exilio en México un artículo titulado “Fascismo marrón y rojo”. Compara en él el desarrollo en Alemania y Rusia desde 1914 y encontró entre las dictaduras de Hitler y Stalin, las que el caracterizaba como “totalitarias”, una “sorprendente coincidencia en los fundamentos de los sistemas, en su doctrina de poder, sus principios autoritarios, el aparato dictatorial, la dinámica de igualar todas las opiniones a la del gobierno central, los métodos de aplicar la violencia.[29]

Véase también

Notas

    Referencias

    1. Christopher Hitchens, Arguably, Editorial Twelve, Nueva York, 2012, página 512: .. if the analogy to that decade is allowed, then is is very much easier to envisage het brutally handsome pal Andreas Baader as an enthusiastic member of the Brownshirts.
    2. Ernest Sternberg,A Revivified Corpse: Left-Fascism in the Twenty-First Century: Oxymoronic Left, new barbarism, neoprogressivism, red fascism—Lévy does not keep to a single name for it
    3. Entrevista a Daniel Cohn-Bendit por Stefan Aust, Gunther Latsch, Georg Mascolo y Gerhard Spörl publicada el 29 de enero de 2001 por Spiegel, Ein Segen für dieses Land: ... ich habe ihm [Jürgen Habermas] im Nachhinein Recht gegeben für seinen Satz vom Linksfaschismus der Studenten. (... posteriormente encontré correcta su [Jürgen Habermas] frase sobre el fascismo de izquierda y los estudiantes")
    4. Davies, Peter; Lynch, Derek (2002). The Routledge Companion to Fascism and the Far Right. Routledge. pp. 1–5.
    5. Griffin, Roger (1995). Fascism. Oxford, Inglaterra: Oxford University Press. pp. 8, 307.
    6. Kallis, Aristotle (2003). The Fascism Reader. Nueva York: Routledge. p. 71.
    7. Hartley, John (2004). Communication, Cultural and Media Studies: The key concepts (3ra edición). Routledge. p. 187. ISBN 978-0-521-55982-9.
    8. Wilhelm, Reich (1970). The Mass Psychology of Fascism. Harper Collins. ISBN 978-0-285-64701-5.
    9. Hawkesworth, Mary; Kogan, Maurice (1992). Encyclopaedia of Government and Politics: Volume 1. Routledge. ISBN 978-0-203-71288-7.
    10. Bundeszentrale für politische Bildung, Der Totalitarismusbegriff im Wandel, publicado el 21 de septiembre de 2006
    11. Chalmers, Martin (2003). The Lesser Evil: The Diaries of Victor Klemperer, 1945–1959. Weidenfeld & Nicolson.
    12. Hanno Beth,Rechtsradikalismus, Linksradikalismus, Linksfaschismus
    13. Parlamento Europeo, Importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa, 19 de septiembre de 2019.
    14. Citado por Hanno Beth desde "L. Sturzo, Das bolschewistische Rußland und das faschistische Italien", escrito por Ernst Nolte, "Theorien über den Faschismus", página 225.
    15. Jürgen Habermas, "Die Scheinrevolution und ihre Kinder. Sechs Thesen über Taktik, Ziele und Situationsanalysen der oppositionellen Jugend" (Frankfurter Rundschau, 5 June 1968) in: Wolfgang Abendroth, Oskar Negt, Die Linke antwortet Jürgen Habermas, Europäische Verlagsanstalt, pp. 5–15. Habermas later retracted the term in: Jürgen Habermas, "Probe für Volksjustiz", Der Spiegel, 10 October 1977.
    16. Wallace, Ruth Ann and Wolf, Allison. Contemporary Sociological Theory: Continuing the Classical Tradition. 3rd ed. (1991). p. 116.
    17. Hohendahl, Peter Uwe. Reappraisals: Shifting Alignments in Postwar Critical Theory (Cornell University Press, 1991). ISBN 0-8014-9706-X. 9780801497063. pp. 9–10.
    18. Horowitz, Irving Louis. Winners and Losers: Social and Political Polarities in America (Duke University Press, 1984). ISBN 0-8223-0602-6. ISBN 978-0-8223-0602-3. ch. 17. p. 209.
    19. TELOS (fall 2008). no. 144.
    20. Wolin, Richard. The Seduction of Unreason: The Intellectual Romance with Fascism from Nietzsche to Postmodernism (Princeton University Press, 2004).
    21. Sternberg, Ernest (7 de enero de 2009). «A Revivified Corpse: Left-Fascism in the Twenty-First Century». Telos Press. Consultado el 15 de noviembre de 2017.
    22. Murphy, Paul Austin (julio de 2013). «Red Fascism». New English Review. Archivado desde el original el 3 de agosto de 2018. Consultado el 3 de agosto de 2018.
    23. Michael Klonowsky: Die Freigabe aller Dinge. Interview mit Peter Sloterdijk. In: Focus. 31/2005.
    24. Peter Sloterdijk: Zorn und Zeit: politisch-psychologischer Versuch. Suhrkamp, Frankfurt am Main 2006, ISBN 3-518-41840-8, S. 258 und 313.
    25. Luigi Sturzo: Das bolschewistische Rußland und das fascistische Italien. S. 225: citado en: Gamal Morsi: Amerika ist immer woanders. Die Rezeption des American Dream in Italien. Tectum Verlag, 2001, ISBN 3-8288-8325-7, S. 86.
    26. Jeannette Michelmann: Aktivisten der ersten Stunde. Die Antifa in der Sowjetischen Besatzungszone. Böhlau, Wien 2002, ISBN 3-412-04602-7, S. 29 f.
    27. zitiert nach Heinrich Potthoff: Kurt Schumacher – Sozialdemokraten und Kommunisten (Referat bei der Friedrich Ebert Stiftung, September 1999)
    28. Mike Schmeitzner: Totalitarismuskritik von links: deutsche Diskurse im 20. Jahrhundert. Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen 2007, ISBN 978-3-525-36910-4, S. 255.
    29. Alfons Söllner, Ralf Walkenhaus, Karin Wieland: Totalitarismus, eine Ideengeschichte des 20. Jahrhunderts. Oldenbourg, München 1997, ISBN 3-05-003122-0, S. 108 Archivado el 2 de noviembre de 2014 en Wayback Machine..
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