Felipe de Cléveris

Felipe de Cléveris (o Philippe de Clèves) (Le Quesnoy 1459 - Château de Wijnendaele, 28-1-1528), Señor de Ravenstein, Wijnendaele y Enghien, Almirante de los Países Bajos (1485-1488), fue un noble y jefe militar de los Países Bajos Borgoñones, consejero del emperador Maximiliano I.

Felipe de Cléveris-La Marck, Señor de Ravenstein
El gran retórico Jean Molinet presenta su obra a Felipe de Cléveris.
Escudo de Felipe de Cléveris

Biografía

Aristócrata cuya franqueza de pensamiento y firmeza de carácter le causaron graves problemas, Felipe de Cléveris (conocido en su juventud como Felipe de Ravenstein) fue un guerrero ambicioso al servicio de los duques Valois de Borgoña. Fiel a la dinastía de Borgoña, era partidario de la autonomía de las ciudades frente al deseo centralizador del emperador Maximiliano de Habsburgo (1459-1519), una vez que había muerto María de Borgoña.

Hijo de Adolfo II de Cléveris, Señor de Ravenstein (1425-1492, (nieto de Juan Sin Miedo) y Beatriz de Portugal († 1462, nieta de Juan I de Portugal). Al igual que su padre, caballero de la orden del Toisón de Oro e importante cargo en la corte de Borgoña. Felipe fue compañero de juegos en la infancia de María de Borgoña (1457-1482) por la que sentía gran afecto.[1]

La rebelión de Flandes

En 1477, Felipe fue nombrado gobernador militar del Flandes francés. Luchó contra el ejército francés, con éxito variable; participó notablemente en victoria borgoñona de la batalla de Guinegatte (7 de agosto de 1479). En 1482, restauró el orden en el Principado de Lieja, tras el asesinato del príncipe obispo Luis de Borbón (1438-1482) por Guillermo de La Marck, apodado el jabalí de las Ardenas († 18-6-1485).

Felipe Monseñor de Ravenstein, como sus contemporáneos le llamaban, casó en 1485 con Francisca de Luxemburgo († 1523), hija de Pedro II de Luxemburgo, conde de Saint-Pol, señor castellano de Enghien, donde se celebró el matrimonio.

Cuando en 1486 Maximiliano fue llamado a Alemania para arreglar la sucesión de su padre Federico III, Felipe de Cleves asume junto a Engelbert II de Nassau y el canciller Jean Carondelet, el gobierno interino de los Países Bajos borgoñones. Tras el regreso de Maximiliano, Felipe participó activamente en la represión del levantamiento de las ciudades flamencas de Ypres, Brujas y Gante; y cuando Maximiliano fue hecho prisionero,[2] se ofreció como rehén respondiendo con su vidas del cumplimiento de los acuerdos firmados por el emperador (16 de mayo de 1488). Sin embargo, ya liberado, Maximiliano rechazó los acuerdos. Lo que motivó a Felipe a decantarse por las ciudades flamencas rebeldes (bando de la casa Brederode). Publicó un escrito en el que se consideraba a sí mismo como el verdadero defensor de la casa de Borgoña contra los Habsburgo. Acusó a Maximiliano de pretender anexionar los Países Bajos borgoñones al Sacro Imperio y, contra el "traidor" Maximiliano, presentó al hijo de de este último, Felipe el Hermoso, como el único heredero legal de los Estados de Borgoña. La reacción no tardó: el 5 de septiembre de ese mismo año (1488), Felipe de Cléveris fue despojado de su título de Almirante de los Países Bajos y se le desterraba del imperio.[3]

En respuesta, buscó el apoyo de Carlos VIII de Francia (1470-1498),[4] que fue poco. Los Hameçons y el Principado de Lieja también se aliaron con él. Defendió con éxito Gante del sitio de las tropas imperiales de Federico III, hizo incursiones por el Brabante, ocupó por un tiempo Bruselas, Lovaina y Tirlemonte, y situó su centro de operaciones en La Esclusa. Alberto de Sajonia (1443-1500) restableció la autoridad del emperador expulsando a Felipe del Brabante. La resistencia de Felipe duró hasta el 12 de octubre de 1492, cuando rinde la Esclusa, su último refugio, y se somete.

Al servicio del Rey de Francia

En busca de nuevos aires, se pone al servicio de Luis XII de Francia (1462-1515) participando en varias campañas militares en el Mar Mediterráneo, y en premio es nombrado virrey de Génova. De vuelta a casa, apela a Carlos V que, asesorado por sus consejeros, no le da su completa confianza. Por afecto y lealtad con el soberano construyó una residencia de caza anexo al Priorato de Groenendael. Pero fue en vano.

Retiro

Resignado, se retira a su castillo de Enghien. Lleva una vida de estudio y escribe una Introducción de todos las maneras de guerrear tanto por tierra que por mar, ... (publicado en 1579). Se dedica a la caza, la devoción y la beneficencia, y colecciona obras de arte, que adornan sus castillos de Enghien y Wijnendaele. Su gran biblioteca queda en su casa de Gante.

Cuando su esposa Francisca muere sin hijos el 5 de diciembre de 1523, el castillo y el señorío de Enghien son heredados por la hermana de ella, María de Luxemburgo, que era princesa viuda de Vendôme. Felipe, que había jugado un importante papel cultural en Enghien y había hecho numerosas y muy buenas mejoras en el castillo, ha de marchar y se retira al castillo de Winendaele, propiedad desde 1410 de los duques de Cléveris. Murió tres años después, de un ataque de apoplejía; Él y su esposa fueron enterrados en la antigua iglesia de los dominicos de Bruselas. Legó sus bienes al emperador, incluyendo la biblioteca y la colección de tapices.

A pesar de su brillante ingreso en la corte borgoñona, Felipe de Cléveris no logra colmar sus ambiciones de noble y de militar. Y aunque apoyado por su amigo el conde Charles de Lalaing, nunca fue admitido en la Orden del Toisón de Oro como lo había sido su padre, Adolfo de Cléveris-Ravenstein (1425-1492). También se le puede reprochar la muerte impune de dos sus adversarioa 1484 y 1490. Sin embargo, merece ser considerado uno de los últimos caballeros de la Edad Media; hombre de honor, cuya palabra tenía un valor sagrado.

Referencias

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