Francisco Mateos Gago

Francisco Mateos Gago y Fernández (Grazalema, 15 de junio de 1827-Sevilla, 29 de octubre de 1890) fue catedrático de teología en la Universidad de Sevilla y decano de la Facultad.[1]

Francisco Mateos Gago
Información personal
Nacimiento 15 de junio de 1827
Grazalema (España)
Fallecimiento 29 de octubre de 1890 (63 años)
Sevilla (España)
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Sacerdote, teólogo, escritor y profesor universitario
Cargos ocupados
Empleador Universidad de Sevilla
Partido político

Biografía

Fue alumno de Sagrada Teología en la Universidad literaria de Sevilla, que más tarde le confirió los grados académicos, excepto el de doctor, que recibió en el Seminario central de Granada, y después revalidó en la Central de Madrid.[2]

Durante muchos años se dedicó a la enseñanza en el Seminario conciliar de San Isidoro y San Francisco Javier de Sevilla, desempeñando varias cátedras, una de las cuales le sirvió de título para su ordenación sacerdotal. También fue profesor, aunque por breve tiempo, del Seminario de Cádiz.[2]

Fue miembro del claustro de la Universidad de Sevilla, primero en la enseñanza de Sagrada Teología, cuya cátedra obtuvo por oposición, y posteriormente en la cátedra de Lengua Hebrea, que ocupó a consecuencia de la supresión de la enseñanza teológica en las Universidades, llegando a ser decano de la facultad de Filosofía y Letras.[2]

La necrología que publicó el Boletín oficial del Arzobispado de Sevilla a su muerte, afirmó que la ciudad lo tenía por uno de sus hijos predilectos y que, además de como teólogo, había destacado por sus labores caritativas, diciendo que:

«su celo apostólico le llevó mil veces al lado del pobre y del enfermo para consolarle, como sucedió muy especialmente en las épocas de 1854 y 1865, cuando el cólera morbo diezmaba los habitantes de nuestra amada ciudad. En aquellos tristísimos días, el Sr. Gago ofreció su concurso personal al señor Párroco de Santa Cruz para la asistencia de los coléricos, y tan á conciencia cumplió su promesa, que nos aseguran personas bien informadas que durante muchas noches consecutivas no se entregó al descanso, permaneciendo como celoso centinela al pié de la ventana de su habitación y teniendo á la mano la caja que guarda los Santos Óleos para acudir presto al primer aviso.»[2]

Según el citado boletín, durante el Sexenio Revolucionario el Padre Gago se destacó por su campaña contra la propaganda protestante en Sevilla, mediante la cual habría logrado ahuyentar a los propagandistas de la ciudad. Durante esa misma época hizo otra campaña a favor de los monumentos religiosos de Sevilla, escribiendo al ministro de Fomento Ruiz Zorrilla a raíz de su decreto de incautación, al presidente de la Academia de San Fernando, enviándole la renuncia de individuo de la comisión de Monumentos históricos, y otros muchos artículos y cartas en defensa de los intereses religiosos y artísticos de Sevilla.[2]

Participó en el Concilio Vaticano I como teólogo asesor del vicario apostólico de Gibraltar. Fue distinguido con el título de Juez Prosinodal por el cardenal González, cuando era arzobispo de Sevilla, y recibió también otras distinciones honoríficas y delicadas comisiones que le confiaron tanto los prelados de Sevilla como los de otras diócesis. Rehusó condecoraciones civiles como la cruz de segunda clase de la Orden de Beneficencia por sus labores caritativas.[2]

Publicista y polemista católico, fue el promotor y uno de los más asiduos redactores del diario carlista El Oriente (1869-1873) y dirigió la Revista arqueológica sevillana. También colaboró en semanarios como La verdad católica o La semana católica[3] y en el diario tradicionalista madrileño El Siglo Futuro.[4] Militante carlista, se separó de esta causa en 1888 para adherirse al partido integrista de Ramón Nocedal. Coleccionó sus principales escritos como teólogo, apologista católico y polemista en una obra de varios tomos titulada Colección de opúsculos.[2]

Se distinguió por su feroz oposición al darwinismo, defendido en la misma universidad por el profesor Antonio Machado y Núñez (1815-1896). Sacerdote y canónigo de la Catedral de Sevilla, fue también fundador de la Academia Sevillana de Estudios Arqueológicos.

Sus restos mortales se encuentran en el Panteón de Sevillanos Ilustres. En 1893 se bautizó con el nombre de «Mateos Gago» a una calle del centro de Sevilla. En Grazalema (Cádiz), su ciudad natal, una de las principales calles lleva su nombre.

Obras

Referencias

  1. Catedráticos de la Universidad española en 1858
  2. «Tributo de admiración y justicia rendido por los diarios todos de Sevilla a la memoria del santo y sabio sacerdote el Doctor don Francisco Mateos Gago (Q. E. P. D.)». El Siglo Futuro: 2. 5 de noviembre de 1890.
  3. Checa Godoy, 1991, p. 203.
  4. Díaz Díaz, Gonzalo (1995). «Mateos-Gago Fernández, Francisco». C.S.I.C. (Hombres y documentos de la filosofía española, Volumen 5). p. 351. ISBN 84-00-07504-8.

Bibliografía

  • Checa Godoy, Antonio (1991). Historia de la prensa andaluza. Fundación Blas Infante. ISBN 84-86814-57-X.
  • Gabaldón de la Banda, José Fernando (2017). Los opúsculos de Francisco Mateos Gago. Un retrato histórico y social de la Sevilla de la II mitad del XIX. Páginas del Sur S.L. ISBN 978-84-606-8717-7.

Enlaces externos

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