Genealogías del Nuevo Reino de Granada

Genealogías del Nuevo Reino de Granada, es quizás un de los primeros libros publicados en la América colonial Española. Su contexto gira en torno a la Conquista de la Nueva Granada, los conquistadores y colonizadores que llegaron allí, sus fundaciones, hechos y vidas. En sus páginas es posible apreciar la conformación original de la América Hispánica desde su nacimiento, el origen de sus gentes y cómo fue de hecho su organización administrativa y política frente a la Corona Española.

Genealogías del Nuevo Reyno de Granada
de Juan Flórez de Ocariz

Portada de las Genalogías del Nuevo Reino de Granada.
Género Historia Derecho Política Administración Pública
Edición original en español del siglo XVI
País Imperio español
Fecha de publicación Redacción: 1640 - 1670; Publicación: Tomo I 1674, Tomo II 1676.

Volumen I

El primer volumen consta de 492 páginas cuyas 58 primeras las dedica Juan Flórez de Ocariz a su disertación sobre la heráldica de los hidalgos que llegaron al Nuevo Reino de Granada, la nueva heráldica otorgada a hidalgos, conquistadores y colonizadores del territorio; continúa, con el famoso Preludio Historial que lleva hasta el folio 274 y que sin duda es la parte más valiosa de toda la obra por su contexto histórico de primera mano.

Contexto Histórico

Arranca el estudio con los datos generales sobre las primeras y más notables exploraciones y conquistas del territorio de la Nueva Granada hasta traer las mesnadas de los tres conquistadores a la sabana de Bogotá; luego entra con la serie de los Catálogos, y aquí es en donde el diligente Escribano e historiador Juan Flórez de Ocariz luce sus grandes dotes de investigador, de constructor de un edificio que, al golpe de largas y laboriosas rebuscas en los archivos del Nuevo Reino, logró levantar airosamente desde sus más profundos cimientos.

Allí las nóminas de los conquistadores que subieron inician bajo los gonfalones de los tres conocidos capitanes, quienes llegaron al portal de entonces Bogotá (Bacata) en dónde fue fundada la actual capital de las República de Colombia, La muy Noble e Hidalga Villa de Santa Fe de Bogotá en el sitio de Tibzaquillo. Nóminas éstas que, si defectuosas, son las mejores y más completas que se han compuesto y, en todo caso, superiores a las que trabajara Juan Rodríguez Freile. A estas nóminas suma el genealogista las de los mílites de Lebrón y de Lugo, en lo relacionado con aquellos soldados que se establecieron en este Nuevo Reino. Todas estas listas vienen esmaltadas con muchos datos biográficos, referentes a una gran cantidad de los capitanes y soldados en ellas citados.

Continúa el cronista con el catálogo de los Presidentes, Oidores y Fiscales de la Real Audiencia, anotando puntuales datos sobre la vida y milagros de todos esos personajes. Monografía de inestimable valor, porque a su sombra quedan consignados en jugoso relieve los anales políticos y administrativos de la Nueva Granada durante los primeros ciento veinte años de su existencia como entidad civil, vale decir, desde el año de 1550, en el cual se estableció la Real Audiencia, hasta el año de 1672, en que el señor Liñán aceptó el Arzobispado de Charcas.

Prosigue el Preludio con la condensada pero preciosa relación histórico-geográfica de todas las ciudades y villas del Nuevo Reino en ese entonces existentes, estudio cuajado de valiosísimas noticias de primera mano sobre tan importante materia. Tras de este catálogo viene el de los Arzobispos y Obispos, amén del de los Canónigos y de otras dignidades metropolitanas, capítulo de historia religiosa que compite en valor y en laboriosidad con el ya mencionado dé los gobernantes civiles.

De igual y gran valor, son los catálogos que van desde las parroquias provinciales y priores, reseñas histórica sobre fundación de hospitales y hospicios, colegios de Indios, la universidad del Rosario, San Bartolomé y Santo Tomás, hasta Gobernadores de las distintas provincias, alcaldes de la Santa Hermandad; y, finalmente, catálogo de sujetos naturales del Nuevo Reino de Granada, notables por sus luces o por sus hechos, estudio inapreciable para nuestra historia literaria, civil o militar.

En el primer tomo de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada, Juan Flórez de Ocariz regala a la posteridad, 271 folios que conforman uno de los documentos históricos más precisos que conoce la historia americana y española. Aquí, se encuentran los tres árboles genealógicos de los tres fundadores de la capital de la República de Colombia, Bogotá, y la relación de las primeras ciudades fundadas.

Volumen II

El volumen dos está constituido por 500 folios que cuentan detalladamente los hechos históricos ocurridos en la Nueva Granada en el contexto de los árboles genealógicos de cuarenta conquistadores notables, tejiendo con sin igual maestría así las líneas ascendentes, a los lejanos siglos de los anales españoles (y aun del mundo romano) como también las descendentes, enriquecidas con todas sus concomitancias colaterales, de donde resulta que cada árbol, además de la línea directa de varón que desarrolla firme y certera, presenta una jugosa ramazón proveniente de enlaces de sangre, a cuya sombra van surgiendo nombres y más nombres de otras ilustres familias que se fueron fundiendo con los descendientes de la troncal que gobierna el árbol, presentándose así, en cada uno de esos árboles, el más sustancioso mosaico genealógico y biográfico de conquistadores y de personajes que brillaron en el Nuevo Reino en aquellas edades.

Contexto histórico

El segundo tomo se basa en los documentos manejados por Ocariz en su calidad de escribano real, aquí detalla los hechos sucedidos después de la conquista, iniciando la colonia. La Real Audiencia de Santa Fe que fue creada a partir de los antiguos territorios de por aquellos días se conocieron como inicialmente Castilla de Oro, esto es, los actuales territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador, parte del Perú, los actuales territorios de Surinam, Guyana y Guayana Francesa, Panamá, la Costa oriental de Costa Rica y Nicaragua, poseía en sus archivos profusión de documentos administrativos, judiciales, otorgamiento de encomiendas, hidalguías y algunos títulos nobiliarios; así como, los documentos atenientes a la fundación de las primeras ciudades y los hechos que llevaron a la formación de las primeras fases de la América Hispánica.

Compónese la Real Cancillería del Nuevo Reino de Granada de siete gobiernos de provisión del Supremo Consejo de Indias: el de la ciudad de Santafé, la metrópoli, que juntamente es Presidente y superior a los demás; el de Santa Marta, desde el río de La Hacha a ella; el de Cartagena, el de Popayán, por los pueblos y ciudades de Toro, Cartago, Anserma y Arma; el de Antioquia, el de Mérida o La Grita, y el de Guayana y doce gobiernos de capitulación; el de la Provincia de San Juan de los Llanos, Neiva, Río del Oro, los Orotomos, Santiago de la Atalaya, Medina de las Torres, el Caguán, el de Arauca, la Sed de Cristo, la villa Rica de los Cañaverales, Apure y Zarara; el gobierno de Chinatis, de la ciudad de San Faustino de los Ríos; una alcaldía mayor de la ciudad de Salazar de las Palmas, y cuatro alcaidías de minas de oro, plata y esmeraldas; dos corregimientos de provisión real: Tunja y Mariquita; veinte corregimientos de indios que provee el Presidente.-Gobernador, que son: Sogamoso, Turmequé, Zipaquirá con administración de salinas, Ubaté, Guatavita, Duitama, Chivatá, Chita, los Llanos, Sáchica, Ubaque, Bosa, Bogota, Panches, Gámeza, Tenza, Paipa, Pamplona y Mariquita; Otros de provisión del Gobernador de Mérida, y tres a la de Neiva; la Alcaldía Mayor de indios coyaimas y natagaimas, que todo se forma de cuarenta ciudades, ocho villas, dos aldeas, y a este modo nueve asientos de minas, que son: Las lajas, Santa Ana, San José de Frías, Bocaneme, con San Juan de Cordoba y Pamplona, de plata y de oro las vetas, montuosas y Río del Oro, y de esmeraldas en Muzo y Somondoco, sin otras muchas minas descubiertas y que se descubren y labran en diferentes partes; setecientos pueblos de indios, y en lo espiritual un Arzobispado, que es el de Santafé, y tres obispados, sus sufragáneos, de Cartagena, Santa Marta y Popayán, y en ellos dieciocho dignidades, ocho prebendas cincuenta y cuatro curatos, trescientas doctrinas, las ciento treinta y cinco de clérigos y las demás de religiosos, sesenta y cuatro conventos dellos, y once de monjas, y muchos hospitales, colegios y casas pías y de devoción.

El gobierno de Santa Marta tiene en el territorio desta Audiencia las ciudades de Santa Marta, Tenerife, los reyes del Valle de Upar, Ocaña, Tramalameque, la Nueva Sevilla, la Nueva Córdoba y el Pueblo Nuevo; y en el río de El hacha y La Margarita hay pesquerías de perlas.
El gobierno de Cartagena se compone de la misma ciudad el Simití y las villas de Tolú y Mompós.
El gobierno de Antioquia tiene en su jurisdicción las ciudades de Antioquia, Zaragoza, El Guamoco, San Jeronimo del Monte, San Agustín de Cáceres, todas las minerales de oro.
El gobierno de La Grita y Mérida se forma de las ciudades del Espíritu Santo de La Grita, la de Mérida, Barimas, Gibraltar, Pedraza y la villa de San Cristóbal.
El gobierno de Guayana contiene las ciudades de Santo Tomé de Guayana, San Joseph de Oruña, el Santísimo Sacramento de la Trinidad.
La Gobernación de Popayán es de ducientas y veinte leguas Norte-Sur del distrito, desde los confines de la provincia de Quito hasta los de Cartagena, y otras ciento desde los del Nuevo Reino de Granada, por el Oriente, hasta 1a mar del Sur, con trece poblaciones de españoles, parte de una Cancillería y parte de la otra, y los que son de la de Santafé quedan puestos.
El Corregimiento de Tunja comprende la misma Ciudad y las de Pamplona, Vélez y Muzo (que antes era cabeza de gobierno que se extinguió) y la villa de Nuestra Señora de Leiva.

El Corregimiento de Mariquita son la misma ciudad y la de Tocaima (que solía ser la cabeza), la de Ibagué, los Remedios y La Palma (que era del gobierno de Muzo) y la Villa San Bartolomé de Honda; (...)
FLOREZ DE OCARIZ, JUAN, Libro Primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada, pp. 115-116. Editado en Madrid en 1674

La suma de los folios del segundo volumen de tan grande obra, poseen en sí mismos las claves del inicio de la actual Hispanoamérica, las costumbres de la antigua España, se trasladan a las nuevas tierras y el concepto de propiedad privada nace en la nueva sociedad; concepto que, en el acervo indígena de orden matrilineal, no existía como tal. Es aquí en donde encontramos los troncos de las primeras familias de la Nueva Granada, familias que a la postre representarían un papel predominante en el desarrollo social y económico de los siglos posteriores. Ruiz, Venegas, Velarde, Mariño de Lobeira, Maldoado y Maldonado, Borja, Pimentel, López, y así sucesivamente transitan estas páginas; las mismas, de las cuales otros historiadores posteriores toman su fuente. Es de aquí que precisamente el prestigioso genealogista Rivas parte para formar su obra "Genealogías de Santa Fe de Bogotá" a pedido de un grupo de la élite criollo-mestiza del siglo XX que deseaba encontrar sus pergaminos.

Es aquí en donde se halla registrada por vez primera la historia de las Hinojosa y sus devaneos por la Tunja de aquellos tiempos, los primeros viajes por el Magdalena y las relaciones económicas y políticas entre las familias que darían como resultado un país un tanto extraño para sus propios ciudadanos.

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