Guido María Conforti

Guido conoció la vida de San Francisco Javier, quien como misionero muere antes de poder llegar por completo a China y decide continuar con la labor misionera de Francisco para anunciar el Evangelio donde él no pudo llegar.

En 1895 inicia un seminario para sacerdotes misioneros que llevó por nombre Seminario Xaveriano para las Misiones Extranjeras. Allí nace la congregación de los Misioneros Javerianos. De los dos primeros misioneros que partieron a China, uno murió de tifus y el otro fue llamado a retornar a Italia. Durante cincuenta años, China fue el único objetivo misionero de los Xaverianos.[1]

Guido fue nombrado obispo de Rávena en 1902, pero al poco tiempo debió renunciar por problemas de salud. En 1907, algo recuperado, fue nombrado arzobispo de Parma. Aunque ya no pudiera "ir de misiones", nunca descuidó el Seminario Xaveriano del que era superior general. En 1928 viajó a China para visitar las misiones a su cargo. Murió tres años más tarde, el 5 de noviembre de 1931.[2]

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  Estatua de Guido Maria Conforti en el Santuario de la Beata Virgen del Santo Rosario en Fontanellato.
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  Cuerpo del santo, en la casa madre de los Xaverianos

• Giulio Barsotti, IL SERVO DI DIO GUIDO MARIA CONFORTI, Postulazione Saveriana, Roma 1959.
• Augusto Luca, SONO TUTTI MIEI FIGLI, E.M.I., Bologna 1980
• Lino Ballarin, TUTTO PER LA MISSIONE, E.M.I., Bologna 1981
• Juan Lozano, MISSIONE UN PROGETTO DI VITA, E.M.I., Bologna, 1993
• Alfiero Ceresoli (a cura), MISSIONE POTENZA DEL VANGELO, E.M.I., Bologna 1994
• Battista Mondin, MISSIONE ANNUNCIO DI CRISTO SIGNORE, E.M.I., Bologna 1994