Guillermo Cifré

Guillermo (o Guillem) Cifré Figuerola, conocido por su primer apellido, Cifré (Barcelona, 22 de noviembre de 1921-4 de noviembre de 1962),[1] fue un historietista, ilustrador y animador español, creador de algunos de los personajes más representativos de la llamada «escuela Bruguera», como El repórter Tribulete y Don Furcio Buscabollos,[2] y del tipo iconográfico del solterón (Cucufato Pi, Golondrino Pérez).[3] También fue, con Peñarroya, el portadista «oficial» de muchas de las publicaciones de la casa, hasta su prematura muerte.[4]

Guillermo Cifré
Información personal
Nombre de nacimiento Guillermo (o Guillem) Cifré Figuerola
Nacimiento 22 de noviembre de 1921
Bandera de España Barcelona, España
Fallecimiento 4 de noviembre de 1962 (40 años)
Bandera de España Barcelona, España
Nacionalidad Española
Familia
Hijos Guillem
Información profesional
Ocupación Historietista, humorístico, ilustrador, dibujate
Obras notables El repórter Tribulete

Debido a ello, se lo considera uno de los «cinco grandes» de la editorial en los años 50, junto a Conti, Escobar, Giner (este, dibujante realista) y Peñarroya.[5] Es el padre del también historietista Guillem Cifré.

Biografía y obra

Infancia y juventud

Ya en el colegio, creaba una revista de 4 páginas que vendía a sus propios compañeros.[6]

Inicios en Bruguera

Su carrera profesional comenzó, junto a otros futuros dibujantes de Bruguera, en los estudios de Dibujos Animados Chamartín, donde participó en la producción de series como Civilón (1942-1944) y Garabatos (1943-1945).[2] En 1947 empezó a trabajar para la editorial Bruguera, creando las series El repórter Tribulete, que en todas partes se mete (1947), Las tremebundas fazañas de Don Furcio Buscabollos (1947), Cucufato Pi (1949) y Amapolo Nevera (1952) para las revistas Pulgarcito y El DDT.

En esta época, trabajaba con sus amigos Escobar y Peñarroya en un estudio alquilado. Gustaban de la recogida de rovellones en los meses de otoño y de gastarse bromas mutuamente, incluso en sus obras. Cifré era también un gran aficionado al fútbol y a la pintura (óleo, acuarelas o carboncillo).[6] Tuvo entonces (1952) a su hijo Guillem.

La aventura independiente: Tío Vivo

En 1957, junto con estos y otros compañeros de la editorial, Carlos Conti y Eugenio Giner, creó una empresa independiente que comenzó a publicar una nueva revista, Tío Vivo, manteniendo los esquemas típicos de las revistas Bruguera. Para esta revista, Cifré dibujó nuevos personajes, como Golondrino Pérez, Rosalía y El sabio Megatón, todos ellos de 1957.

Vuelta a Bruguera

Tras el fracaso económico de Tío Vivo, volvió a Bruguera, para la que continuó creando personajes, entre los que destaca Pepe Despiste (1959), Cepillo Chivátez (1960) y Don Tele (1960). Colaboró, además, en otras publicaciones ajenas a la editorial, como el diario deportivo Dicen, para el que creó la tira cómica de Don Césped. A principios de los años sesenta realizó también algunos chistes para revistas de historietas alemanas y británicas a través de agencias.[6]

Estilo

En opinión del investigador Juan Antonio Ramírez, la obra de Guillermo Cifré se caracteriza por su extraordinaria movilidad narrativa.[3]

Obra

Años Título Guionista Tipo Publicación
1944 Panchito Serial Seyla[2]
1947 El Reporter Tribulete, que en todas partes se mete Rafael González inicialmente[2] Serie Pulgarcito
1947 Las tremebundas fazañas de Don Furcio Buscabollos Rafael González inicialmente[2] Serie Pulgarcito
1949 Cucufato Pí Serie Pulgarcito
1951 Aventuras morrocotudas del SuperBirria Serie El DDT
1952 Amapolo Nevera Carlos Bech Serie El DDT
1953 Vagancio Serie Pulgarcito
1957 ¡Esas chicas! Serie colectiva Tío Vivo[2]
1957 Golondrino Pérez Serie Tío Vivo
1957 Rosalía Serie Tío Vivo
1957 El sabio Megatón Serie Tío Vivo
1959 Pepe Despiste Serie
1959 Cepillo Chivátez Serie Selecciones de Humor de El DDT
1960 Don Tele Serie
Don Césped Dicen

Valoración y legado

Según el investigador Luis Gasca, Guillermo Cifré fue «el más acertado mantenedor del estilo Pulgarcito».[7] Sus tipos iconográficos y su estilo sirvieron de inspiración para dibujantes posteriores.[3]

Armando Matías Guiu lo considera uno de los tres artistas más importantes de la Escuela Bruguera, junto a Conti y Escobar.[6] Jesús Cuadrado va más allá, y señala que fue uno de los grandes del tebeo de postguerra, junto a Vázquez y Ripoll G., destacando en todos ellos su causticidad, capacidad de sufrimiento, ingenio, amor al medio y cultura.[8]

En 1969, la Primera Reunión Nacional de Dibujantes de Historietas le otorgó a título póstumo su primera medalla.[2]

Referencias

  1. Cifré en Tebeosfera
  2. Cuadrado (2000), pp. 268-270.
  3. Ramírez (12/1975), pp. 103-105.
  4. Matías Guiu, Armando en Comic Story-2, encarte de la revista Bruguelandia nº 2, Editorial Bruguera, Barcelona, 1981, p. 30.
  5. Matías Guiu, Armando en ¡Hola, amigos!, presentación del quinto número de Bruguelandia, Editorial Bruguera, Barcelona, 30/11/1981, p. 3.
  6. Matías Guiu, Armando en Comic-Story 1, encarte de la revista Bruguelandia, Editorial Bruguera, Barcelona, 29/06/1981, pp. 27 a 29.
  7. Gasca (1969), p. 151.
  8. Cuadrado, Jesús en "Década tras década, hasta el desplome final", presentación en el catálogo Certamen de Cómic Injuve de 1998, Madrid, 10/1998.

Bibliografía

Enlaces externos

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