Guillermo II de Henao

Guillermo II de Avesnes, llamado "el Intrépido", nacido en 1307, muerto en Staveren el 26 de septiembre de 1345, fue conde de Henao, de Holanda (bajo el nombre de Guillermo IV) y de Zelanda desde 1337 a 1345. Era hijo de Guillermo I, conde de Henao, de Holanda y de Zelanda, y de Juana de Valois. Tenía apenas diecinueve años cuando sucedió a su padre. Envió ayuda a su cuñado, Eduardo III, rey de Inglaterra, que estaba en guerra con Francia. La situación era muy complicada para el joven conde pues era a la vez vasallo del rey de Francia y del emperador. Intentó contentar a los dos soberanos; pero disgustó a los dos. Por su valor en la guerra recibió el sobrenombre de "el Intrépido".

Guillermo II de Henao y IV de Holanda

Guillermo II de Henao en un grabado del siglo XVI

Conde de Henao
13371345
Predecesor Guillermo I de Henao
Sucesor Margarita II de Henao

Conde de Holanda
13371345
Predecesor Guillermo I de Henao
Sucesor Margarita II de Henao
Información personal
Nacimiento 1307
Fallecimiento 26 de septiembre de 1345
Staveren
Familia
Casa real Casa de Avesnes
Padre Guillermo I de Henao
Madre Juana de Valois
Consorte Juana de Brabante

La condesa madre, Juana de Valois, viendo con pena las disputas entre los dos monarcas, trabajó para reconciliarlos y tuvo la satisfacción de lograr un acuerdo entre los dos reyes en 1340. Nada más concluido el acuerdo, Juana de Valois, disgustada con el mundo y sus asuntos se retiró como religiosa a la Abadía de Fontanelle, cerca de Valenciennes.[1]

Su supuesto viaje a Tierra Santa

Algunos autores afirman que, no encontrando en los Países Bajos ocasión para aplacar su espíritu guerrero, marchó a España para apoyar a los reyes cristianos en su lucha contra los musulmanes y que contribuyó a la toma de Zaragoza, pasando luego a visitar Tierra Santa. Pero, según Dejardin, estos historiadores confunden al tío con el sobrino; y fue realmente Juan de Henao, conde de Beaumont, quien en 1331 estuvo en España y se destacó por su valor en la lucha.[2] A lo que hay que añadir que la toma de Zaragoza se produjo en 1118 por Alfonso I el Batallador.

Según dicho autor, existe una prueba incontestable de que el conde de Holanda estaba en 1338 en Henao, por la existencia de unas cartas, datadas en Bergues el 22 de agosto de 1338, expedidas a los habitantes de Dordrecht por las que confirma la libertad de comercio con Oosterlingen, para compensarles del incendio que había destruido parte de la ciudad.[3]

Ayuda a los Caballeros Teutones

Dos años más tarde marchó en apoyo de los Caballeros Teutones. Puede creerse que la necesidad de proteger el comercio en el mar Báltico, infestado por los piratas lituanos, fue la causa de esta expedición.

El conde Guillermo al frente de cuatrocientos caballeros y una tropa de infantes llegó a la frontera de Prusia y ofreció sus servicios a Enrique de Arsberg, Gran Maestre de los teutónicos. Éste, temiendo la ambición del joven conde, que había llegado a la cabeza de una nobleza tan poderosa, le dijo que acababa de obtener una importante victoria y que les agradecía su oferta. La tropa fue obligada a volver sobre sus pasos. Los Caballeros Teutones, indignados con el proceder de su Gran Maestro, lo depusieron poco después.[4]

La corona imperial

A su vuelta, Guillermo, encontró reunidos en Colonia a los príncipes del Imperio, que le ofrecieron la corona imperial, que él rechazó por consideración a su cuñado Luis. Se dice que este emperador quiso elevar el condado de Holanda a la categoría de ducado; pero Guillermo no pudo aceptar esta oferta pues resultaba onerosa para sus súbditos.[5]

Tutor del obispado de Utrecht

Ciudadanos de Utrecht rogando la paz a Guillermo. Obra de Jacobus van Dijck.

Juan de Dieft, obispo de Utrecht, había muerto el 1 de junio de 1340 y el papa Benedicto XI comunicó al capítulo que se reservaba la nominación del sucesor. Sin embargo, el conde Guillermo presionó para que fuera elegido Juan de Arkel. El duque de Güeldres demandó que fuera reinstalado Juan de Bronkhorst que había desistido de ser elegido cuando Dieft tomó posesión. El papa rechazó a uno y otro y nombró a Nicolás Capocci, cardenal en Aviñón, que rechazó la elección.

El conde Guillermo fue nombrado tutor del obispado por los partidarios de Arkel durante la sede vacante. Confirmado en la tutoría por el emperador, Guillermo nombró al padre de Arkel administrador del obispado quien gobernó tan mal las finanzas que el nuevo obispo encontró los cofres vacíos.[5]

El obispo Juan de Arkel se retiró a Grenoble después de haber nombrado a su hermano Roberto administrador temporal de la diócesis. Guillermo IV molesto con esta retirada del obispo se dispuso a castigar su ingratitud. El conde entró en la diócesis y tras dos batallas victoriosas, en 1345, puso sitio a Utrecht. Roberto de Arkel advirtió a su hermano de lo desesperado de la situación y el prelado solicitó a Juan, conde de Beaumont, que interviniera como mediador. Juan obtuvo de su sobrino una tregua que debía propiciar la paz. Ésta se acordó el 21 de julio.[6]

Guerra con los frisones

Los habitantes de Staveren habían reconocido a Guillermo como su señor; pero los impuestos que les había exigido para financiar la guerra de Utrecht provocaron una sublevación en la que masacraron a los recaudadores. Guillermo embarcó en Dordrecht para, acompañado de la milicia de esta ciudad, trasladarse al Zuiderzee. El mal tiempo dispersó la flota que no pudo llegar unida a la costa de Frisia. Juan de Beaumont desembarcó y se lanzó imprudentemente a la lucha siendo abatido. El conde Guillermo a la cabeza de quinientos caballeros atacó después; pero los frisones, escondidos tras las cañas, lo rodearon y le dieron muerte.[6] Los restos del ejército tuvieron que reembarcarse en los navíos. Esta sangrienta acción ocurrió en la localidad de Werrega, cerca de Staveren.[7]

Tras su muerte, su joven viuda quiso tomarse venganza sobre los frisones. Envió un destacamento a la isla de Marken que incendió el monasterio de Marienhof y ahogó a los monjes frisones en el Zuiderzee. Poco después se casó con Wenceslao de Luxemburgo, rey de Bohemia.

Su labor de gobierno

Ámsterdam apenas merecía el nombre de ciudad. Pero su situación estratégica favorecía el desarrollo del comercio y se convirtió en la rival de Dordrecht que era desde antiguo el principal mercado de Holanda. Se puede decir que fue Guillermo IV quien puso los fundamentos de la futura grandeza de Ámsterdam. En 1342, le concedió el mismo privilegio del que gozaban otras ciudades del condado. El alcalde podía juzgar todos los casos que ocurrían en el municipio y su entorno, excepto aquellos que se cometían contra la majestad del conde y de su soberanía.[8]

Se atribuye a Guillermo IV haber introducido la costumbre de repartir entre varios los feudos que se reunían en un solo dominio, que sus predecesores concedían a un solo señor sin parcelarlos. Por este medio se recompensaba a un gran número de personas; pero se degradaban los latifundios y se daba comienzo a un proceso de patronazgo y de otros derechos señoriales.[9]

Matrimonio y descendencia

Se casó en 1334 con Juana de Brabante (1322 † 1406), duquesa de Brabante y de Limburgo. Este matrimonio solo tuvo un hijo:

  • Guillermo, muerto joven.

Ancestros

Véase también

Referencias

  1. Louis Gabriel Florence Kerroux. Abrégé de L'Histoire de la Hollande y des Provinces-Unies ..., Volumen1. Ed. Jacques Murray. Leiden. 1778. Pág. 126. /en francés.
  2. Benigne Dujardin. Histoire Générale des Provinces-Unies.. Ed. P.G. Simon. París 1757. Pág. 312 y 313 /en francés.
  3. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 313
  4. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 314
  5. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 315
  6. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 317
  7. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 318
  8. Louis Gabriel Florence Kerroux. Obra citada. Pág 126 y 127
  9. Benigne Dujardin. Obra citada. Pág. 318

Bibliografía

Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.