Gyula Peidl
Gyula Peidl (Ravazd, Imperio austrohúngaro, 4 de abril de 1873-Budapest, Hungría, 22 de enero de 1943), político húngaro socialdemócrata, efímero primer ministro del Gobierno de transición tras la caída de la República Soviética Húngara.
Gyula Peidl | ||
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Presidente interino de la Primera República Húngara | ||
1-6 de agosto de 1919 | ||
Predecesor | Sándor Garbai | |
Sucesor | José Augusto de Austria (Regente de Hungría) | |
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Primer ministro de Hungría | ||
1 de agosto de 1919-6 de agosto de 1919 | ||
Predecesor | Antal Dovcsák | |
Sucesor | István Friedrich | |
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Información personal | ||
Nacimiento |
4 de abril de 1873 Ravazd, Imperio austrohúngaro | |
Fallecimiento |
22 de enero de 1943 , Budapest, Hungría | |
Sepultura | Cementerio de la calle Fiumei | |
Nacionalidad | Húngara | |
Información profesional | ||
Ocupación | Cajista, economista, periodista, sindicalista y político | |
Partido político | Partido Socialdemócrata Húngaro | |
Comienzos
Encabezó el sindicato de impresores desde comienzos del siglo XX.[1][1] En 1909 ingresó en la dirección del Partido Socialista.[1]
Durante el Gobierno de Mihály Károlyi fue ministro de Trabajo y Bienestar.[1] Opuesto a la unión del partido con los comunistas a comienzos de la república soviética, dimitió de su cargo en la dirección pero mantuvo su pertenencia al nuevo partido unificado.[1]
Llegada al Gobierno
En julio de 1919, las tropas rumanas cruzaron el Tisza y marcharon hacia Budapest.[2] El 1 de agosto de 1919, Béla Kun cedió el poder a un Gobierno moderado formado únicamente por socialdemócratas,[3][4] controlado por dirigentes sindicales y abandonó al día siguiente el país.[2][1] El Parlamento republicano aceptó unánimemente el cambio de Gobierno[5] ante la impopularidad del régimen soviético y la derrota, que auguraba la pronta ocupación rumana de la capital.[2] El presidente Sándor Garbai convocó a Peidl y le comunicó su encargo de formar Gobierno, así como la lista de ministros, que Peidl aceptó con renuencia por su cercanía al anterior gabinete.[5]
La posición del Gobierno era débil, sometida a diversas presiones: opositores en la capital, el Ejército Nacional contrarrevolucionario de Horthy, al que desertaron algunas unidades militares menores, o los oportunistas que abandonaron a los socialistas tras haber respaldado la república soviética.[6]
Medidas de gobierno
El gabinete contenía cuatro antiguos comisarios del Gobierno Kun, transformados rápidamente en socialdemócratas, que conservaron importantes carteras ministeriales (entre ellas Defensa o Exteriores).[1][7] En su primera reunión el 2 de agosto, quedó abolida la república soviética y se declaró de nuevo la república popular, se disolvieron los tribunales populares y se liberó a los presos políticos.[7][8][9] La liberación de los opositores reforzó a los contrarrevolucionarios.[9] El país funcionaba sin jefe del Estado ni Cortes.[10]
Se devolvieron las propiedades nacionalizadas a sus antiguos dueños.[8] Las haciendas confiscadas, sin embargo, no fueron entregadas a los terratenientes, como gesto al campesinado.[8]
El mismo día, se invitó al Partido de los Pequeños Propietarios a entrar en el Gobierno, y el representante Aliado prometió el fin del bloqueo económico.[7][11] El Gobierno de Peidl trataba de demostrar a los Aliados su ruptura con el régimen anterior y su disposición a seguir una política de moderación.[8] Los Aliados, no obstante, se negaron a reconocer al nuevo Gobierno al contar únicamente con miembros socialistas.[8] El ejército rumano de ocupación tampoco se mostró dispuesto a apoyar al nuevo Gobierno ni a protegerlo de las fuerzas contrarrevolucionarias.[8]
Mientras, ese mismo día, el Ejército recuperaba Szolnok, a las afueras de Budapest y rechazaba a los rumanos.[7][6] Los Aliados ordenaron a su representante que comenzase negociaciones con Peidl si este aceptaba, como hizo, el armisticio de Belgrado; a la vez Peidl pidió un ejército de ocupación, en parte para contrarrestar a rumanos y checos y en parte para reforzar su Gobierno.[6][7]
El día 4, se disolvió la policía comunista (Guardia Roja) y regresó la antigua policía.[8][7] Se ordenó secretamente la captura de los dirigentes comunistas.[7][8][12] El nuevo Gobierno no tenía, sin embargo, el control real de ninguna fuerza armada, habiéndose disuelto los batallones de trabajadores.[8]
Las medidas tomadas rápidamente por el nuevo Gobierno trataban de ganarse las simpatías de la burguesía y del campesinado, a la vez que el gabinete comenzaba el 5 de agosto una ronda de conversaciones con los partidos liberales.[8] Ese mismo día y a petición del representante Aliado, se disolvieron la Guardia Roja, ya muy débil y desorganizada,[12] y las demás unidades de voluntarios.[6] También ese día se ordenó la retirada de la moneda impresa durante la república soviética y volvió a entrar en circulación legal la divisa de la monarquía.[13]
Derrocamiento
Al mismo tiempo, las fuerzas contrarrevolucionarias conspiraban para derrocar al Gobierno y colocar al archiduque José en el poder.[13][7] La misma noche del día 4, lo trajeron de su castillo a Budapest[13] con idea de hacerse con el poder al día siguiente.[14][15] Peidl recibió una comunicación desde Viena anunciando que los Aliados iban a apoyar al Gobierno si incluía elementos burgueses, lo que animó a los contrarrevolucionarios a acelerar sus planes, respaldados por el comandante rumano pero rechazados por el representante Aliado.[14][15]
Los rumanos tomaron la capital el 4 a petición de los contrarrevolucionarios refugiados en Viena, en contra de las advertencias de los Aliados.[14][16] En el resto del país, el hundimiento de la administración comunista y el vacío que creó llevaron al caos.[16][14] La situación no era mucho mejor en la capital ocupada, donde se producían saqueos y venganzas.[14]
El día 6, la policía y parte del ejército estaban ya en manos de los conspiradores contrarrevolucionarios.[8][17][10] Esa tarde detuvieron al ministro de Interior y se enteraron de que el Gobierno se hallaba reunido en el Palacio Sándor.[17][10] El general Schnetzer ocupó, con apoyo rumano, el ministerio de Defensa, sin hallar resistencia.[10][17] Al mismo tiempo, un representante de los coaligados se presentó ante el gabinete, respaldado con cuarenta policías montados[18] y algunos oficiales.[10][8][17] Exigió, bajo amenazas de arresto, la dimisión del Gobierno.[19][10] Peidl protestó débilmente y pidió a los asaltantes que se retirasen.[19][10] Tras recibir promesas de seguridad personal y de la formación en unos meses de un Gobierno de coalición, el Gobierno decidió ceder[18] al ultimátum.[20][19] Un contingente rumano que se hallaba en las cercanías del palacio no intervino.[18]
El día 7 el rey de Rumanía, Fernando, entró en la capital.[20][21] El mismo día, el archiduque José[18] se convirtió en regente[22][20] e István Friedrich, un industrial, formó un nuevo Gobierno[23][22][24][18] con funcionarios de carrera de los distintos ministerios y parte de los conjurados, en general burgueses plebeyos.[22]
El golpe de Estado frustró las posibilidades de colaboración entre socialistas y liberales, y alejó del Gobierno a algunas destacadas figuras políticas opuestas a la toma del poder por la fuerza.[21][25]
Tras el Gobierno
Peidl se exilió en Austria hasta su regreso a Hungría en 1921, donde retomó su actividad sindical. De 1922 a 1931 dirigió la representación socialdemócrata en el Parlamento. Murió en Hungría en 1943.
Notas y referencias
- Szilassy, 1971, p. 49.
- Szilassy, 1969, p. 100.
- Balogh, 1976, p. 269.
- Mocsy, 1983, p. 133.
- Szilassy, 1971, p. 50.
- Szilassy, 1971, p. 53.
- Szilassy, 1969, p. 101.
- Mocsy, 1983, p. 134.
- Szilassy, 1971, p. 52.
- Szilassy, 1969, p. 103.
- Szilassy, 1971, pp. 50, 53.
- Szilassy, 1971, p. 54.
- Szilassy, 1971, p. 55.
- Szilassy, 1969, p. 102.
- Szilassy, 1971, p. 56.
- Szilassy, 1971, p. 57.
- Szilassy, 1971, p. 61.
- Balogh, 1975, p. 301.
- Szilassy, 1971, p. 62.
- Szilassy, 1969, p. 104.
- Szilassy, 1971, p. 63.
- Mocsy, 1983, p. 135.
- Balogh, 1976, p. 269-271.
- Szilassy, 1971, p. 64.
- Szilassy, 1969, p. 105.
Bibliografía
- Balogh, Eva S. (1976). «Istvan Friedrich and the Hungarian coup d'etat of 1919: A Reevaluation». Slavic Review 35 (2): 269-286.
- — (1975). «Romanian and Allied Involvement in the Hungarian Coup d'Etat of 1919». East European Quarterly 9 (3): 297-314.
- Mocsy, Istvan I. (1983). The Uprooted: Hungarian Refugees and Their Impact on Hungary's Domestic Politics, 1918-1921 (en inglés). East European Monographs. p. 252. ISBN 9780880330398.
- Szilassy, Sándor (1969). «Hungary at the Brink of the Cliff 1918-1919». East European Quarterly 3 (1): 95-109.
- — (1971). Revolutionary Hungary 1918-1921 (en inglés). Danubian Press. pp. 141. ISBN 9780879340056.