Habiru
Habiru o Apiru fue el nombre dado por varias fuentes sumerias, egipcias, acadias, hititas, mitanias, y ugaríticas (datadas, aproximadamente, desde antes de 2000 a. C. hasta alrededor de 1200 a. C.) a un grupo de gentes que vivían en las áreas de Mesopotamia nororiental y el Creciente Fértil desde las fronteras de Egipto en Canaán hasta Persia. Dependiendo de fuente y época, los habiru son descritos variadamente como nómadas o seminómadas, generalmente como trabajadores migrantes, ocasionalmente como mercenarios, ocasionalmente sirvientes o incluso esclavos, aunque también como gente rebelde.[1]
Introducción
Los nombres Habiru y Apiru son usados en textos cuneiformes acadios. El nombre correspondiente en la escritura consonántica egipcia parece ser pr.u, convencionalmente pronunciado apiru (siendo -u el sufijo de plural en idioma egipcio); {Un ejemplo de cómo ver esta palabra en egipcio es: pr.u = pr pr pr // Ambos son ejemplos del plural. pr es también representado con los "pies andantes", y con "pr" para casa, y "r" combinados}. En los registros mesopotámicos son también identificados por el logograma sumerio SA.GAZ, de pronunciación desconocida.
Cuando se encontró la primera mención escrita de los Habiru (las cartas de Amarna, que incluyen muchas de gobernantes cananeos vasallos escritas en acadio a los faraones egipcios en el siglo XIV a. C.), los científicos igualaron con entusiasmo a esos pueblos con los Hebreos bíblicos (BRY), y pensaron que esos registros proporcionaban confirmación independiente de la invasión de Canaán por los hebreos bajo Josué. Sin embargo, este descubrimiento ha sido cuestionado por algunos científicos y es materia de muchas disputas.
Según más textos eran descubiertos a través de todo el cercano oriente, llegó a ser claro que los habiru se encontraban por casi todo el Creciente fértil, el arco de civilización "que se extendía desde las cuencas de los ríos Tigris-Éufrates, por el norte hasta el litoral del Mediterráneo y hacia el sur a través del Valle del Nilo, durante el segundo milenio."[2] Carol Redmount que escribió 'Bitter Lives: Israel in and out of Egypt' en The Oxford History of the Biblical World concluyó que el término "Habiru" no tenía afiliaciones étnicas comunes, que no hablaban un lenguaje común, y que normalmente llevaban una existencia marginal y a veces rebelde en los bordes de la sociedad establecida.[3] Ella define los varios Apiru/Habiru como "una clase social inferior, poco definida, compuesta de elementos de población móviles y elusivos sin lazos firmes con las comunidades asentadas" a los cuales se refieren como a "fuera de la ley, mercenarios, y esclavos" en los antiguos textos.[3]
Las fuentes
Registros sumerios
Los documentos sumerios del reinado de Shulgi de Ur (alrededor del 2150 a. C.) describen una clase de "gente desharrapada, que viaja entre un silencio mortal, que destruye todo, cuyos hombres van donde quieren — establecen sus tiendas y campamentos — pasan su tiempo en el campo sin observar los decretos de mi rey".
Esos pueblos son designados por un logograma de dos caracteres cuneiformes de pronunciación desconocida, que es transcrito convencionalmente como SA.GAZ. Aunque el logograma aparece en literatura sumeria, los dos símbolos no tienen significado por separado en idioma sumerio. Algunos científicos han propuesto que el logograma era pronunciado GUB.IRU en sumerio.
El logograma SA.GAZ en algunas antiguas listas de vocabulario es glosado como la palabra acadia habbatu que significa "salteador" o "ladrón de caminos".
Fuentes mesopotámicas tempranas
El logograma sumerio SA.GAZ aparece en textos de Mesopotamia del sur, datados alrededor de 1850 a. C., donde se aplica a pequeñas bandas de soldados, aparentemente mercenarios al servicio de ciudades-estado locales por la provisión de alimento u ovejas. Uno de esos textos usa la palabra cuneiforme acadia Hapiri en vez del logograma; otro los describía como "soldados del oeste". Sus nombres son predominantemente acadios; algunos son semíticos occidentales, algunos desconocidos. Sus orígenes, cuando están registrados, son de pueblos locales.
Una carta a un mercader asirio antiguo residente en Ali?ar solicita su ayuda para liberar o rescatar algunos Hapiri, anteriormente ligados al palacio de Shalahshuwe (aún no identificado), ahora prisioneros de las autoridades locales.
El Prisma de Tikunani, datado de alrededor de 1550 a. C., lista los nombres de 438 Habiru soldados o sirvientes del rey Tunpi-Te??ub de Tikunani, una pequeña ciudad-estado de Mesopotamia central. La mayoría de esos nombres son típicamente hurritas, el resto son semitas, uno es casita.
Otro texto de alrededor de 1500 a. C. describe a los Hapiru como soldados o trabajadores, organizados en bandas de varios tamaños comandadas por jefes SA.GAZ: una banda de Tapduwa tiene 15 soldados, otra de Sarkuhe tiene 29, y otra de Alalakh tiene 1.436.
Fuentes cananeas
Un número de las cartas de Amarna—enviadas a los faraones Amenhotep III, Amenhotep IV (Akhenaton) y, brevemente, sus dos sucesores, de reyes vasallos de Canaán y Siria en los años 1300s a. C. — mencionan a los "Habiru". Esas cartas, escritas por escribas cananeos en el lenguaje acadio cuneiforme, se lamentan sobre ataques de grupos armados que estaban dispuestos a luchar y saquear para cualquiera de las partes de las guerras locales a cambio de equipamiento, provisiones y alojamiento.
Esos pueblos son identificados por el logograma sumerio SA.GAZ en la mayoría de las cartas, y por el nombre acadio Hapiru en unas pocas del área Jerusalén. Parecen estar activos en una amplia área que incluye Siria (en Upe cerca de Damasco), Fenicia (Sumur, Batrun y Biblos), y hacia el sur, hasta Jerusalén. Ninguno de los reyes de la región, con la posible excepción de uno Abdi-Ashirta, son llamados Habiru o SA.GAZ.
Fuentes egipcias
Varias fuentes egipcias, tanto anteriores como posteriores a las cartas de Amarna, mencionan un pueblo llamado `pr.u en el sistema de escritura consonántico egipcio, donde -.u es la designación de plural. La pronunciación de esta palabra ha sido reconstruida como apiru. Por similitud de contexto y descripción, se cree que los egipcios pr.u son equivalentes a los acadios Habiru/Hapiru.
En su relato de la conquista de Joppe, el general Toth del faraón Thutmose III (alrededor de 1440 a. C.) pide en algún momento que sus caballos sean llevados dentro de la ciudad, no sea que sean robados por un Apir que pase.
En dos estelas en Menfis y Karnak, Amenhotep II hijo de Thutmose III se enorgullece de haber hecho 89.600 prisioneros en su campaña en Palestina (alrededor de 1420 a. C.), incluyendo "127 príncipes y 179 nobles (?) de Retenu, 3600 Apiru, 15 200 beduinos, 36 600 hurritas," etc.
Una estela del reinado de Sethy I (alrededor de 1300 a. C.) dice que el faraón envió una expedición a Siria o Palestina, en respuesta a un ataque de "los apiru del Monte Yarmuta" sobre un pueblo local. Un número no especificado de los apiru fueron capturados y traídos de vuelta a Egipto como esclavos.
Una lista de bienes legados a varios templos por el faraón Ramsés III (alrededor del 1160 a. C.) incluye muchos siervos, egipcios y extranjeros: 86.486 a Tebas (2607 extranjeros), 12 364 a Heliópolis (2093 extranjeros), y 3079 a Menfis (205 extranjeros). Los siervos extranjeros son descritos como "maryanu (soldados), apiru, y gentes ya establecidas en los terrenos del templo".
Los obreros que Ramsés IV envió a las canteras de Uadi Hammamat incluían 5000 soldados, 2000 hombres ligados a los templos, y 800 Apiru. Esta es la última referencia clara que aparece en documentos egipcios.
Fuentes hititas
Los SA.GAZ son mencionados en al menos una docena de documentos del reino hitita, comenzando desde 1500 a. C. o antes. Varios documentos contienen la frase "las tropas de Hatti y las tropas SA.GAZ", siendo Hatti la región central del reino hitita. Dos juramentos de los reinados de Suppiluliuma (probablemente Suppiluliuma I, reinó alrededor de 1358 a. C. ? 1323 a. C.) y Mursilis II (alrededor de 1300 a. C.) invocan, entre una larga lista de deidades, "...los dioses Lulahhi (y) los dioses Hapiri, Ereskigal, los dioses y diosas de la tierra de Hatti, los dioses y diosas de la tierra de Amurru, ...".
Otra mención tiene lugar en un tratado entre los reyes Duppi-Teshub de Amurru y Tudhaliyas de Carchemish, arbitrados por Mursilis II. El monarca hitita recuerda cómo él ha restaurado al rey Abiradda en el trono de Jaruwatta, un pueblo en la tierra de Barga, que había sido capturado por los hurritas y dado "al abuelo de Tette, el SA.GAZ".
Otro texto registra la existencia de un establecimiento habiru en algún sitio cerca de un templo hitita; uno de Tahurpa nombra dos mujeres SA.GAZ cantantes.
Fuentes mitanias
Una inscripción de una estatua encontrada en Alalakh en el sureste de Anatolia , el príncipe Mitay se unió al "pueblo Hapiru" en "Ammija en la tierra de Canaán". Los hapiru lo reconocieron como el "hijo de su señor" y se "reunieron a su alrededor;" se dice que incluyen "nativos de Halab, del país de Mushki, del país de Nihi y también guerreros del país de Amae." Tras vivir entre ellos durante siete años, condujo a sus guerreros Habiru en un exitoso ataque por mar sobre la ciudad-estado de Alalakh, donde llegó a ser rey.
Varias listas detalladas de tropas SA.GAZ han sido encontradas en el mismo sitio, enumerando ochenta en total. Sus nombres son predominantemente hurritas; siete son quizá semitas. Llegaron de una variedad de localidades repartidas alrededor de la región. Uno había sido ladrón, otro un esclavo, otros dos, sacerdotes; la mayoría se convirtieron en infantería, un puñado fueron conductores de carros, uno mensajero. Como los soldados SA.GAZ de las antiguas ciudades-estado mesopotamias, recibieron pagos, o quizá raciones en forma de ovejas. Una enumeración general de soldados SA.GAZ en la ciudad recuenta 1436 en total.
En Nuzi, documentos de la casa de un oficial llamado Tehiptilla registran un número de habiru entrando voluntariamente a un servicio de larga duración a cambio de alimento, vestido y cobijo. Registros públicos de la misma ciudad detallan donaciones de comida y vestidos a los Habiru, al principio a grupos, al final a individuos. A uno se le da comida para un caballo, quizá indicando una función militar. Otro documento distribuye obreros habiru a varios individuos.
La población local era predominantemente hurrita, mientras aproximadamente 2/3 de los nombres habiru son semitas; de estos, todos son semíticos orientales (acadios), y ninguno semítico occidental.
Ugarit
El la ciudad portuaria de Ugarit al norte de Siria, una tablilla cuneiforme que estaba aun siendo cocida cuando la ciudad fue destruida (alrededor de 1200 a. C.) menciona los PRM (que se asume sean los Hapiru, siendo -M el sufijo ugarítico de plural). Listas de impuestos de la ciudad registran la existencia de "Aleppo de los PRM" (en ugarítico) y "Aleppo de los SA.GAZ" (en acadio; el logograma está ligeramente modificado del usual SA.GAZ). Al ser encontradas en listas de cuatro Aleppos que son de otro modo los mismos, éstas son ciertamente la misma localización, pero no está claro si son o no establecimientos separados o barrios de una ciudad.
Interpretaciones
Habiru como un grupo étnico difuso
Los científicos desde Moshe Greenberg han visualizado a los Hapiru, como las bandas de cosacos del siglo XVII de las estepas de Europa del Este, como estando formadas de forajidos y marginados de las sociedades agrícolas vecinas. Los números de los Habiru del II milenio a. C. crecieron a partir de los campesinos que habían huido de las condiciones económicas cada vez más opresivas de los reinos de Asiria y Babilonia. La trayectoria del Rey Idrimi de Alalakh (alrededor de 1500 – 1450) puede proveer un paralelo en un nivel social más alto: forzado al exilio, el Rey Idrimi primero huyó a Emar en el Éufrates, y luego a Canaán donde se unió a otros refugiados sirios para vivir con los errantes Hapiru. Su breve biografía no habría aparecido en absoluto en las inscripciones si no hubiera sido capaz de regresar y hacer un exitoso intento al poder en la ciudad de Alalakh.
Algunos científicos han visto el legado Habiru preservado en los topónimos de la Kabira de Irán, el valle del Río Khabur del norte del Éufrates y quizá también el valle de Hebrón.
Habiru y los Hebreos
Desde el descubrimiento de las inscripciones del segundo milenio a. C. que mencionan a los Habiru, ha habido muchas teorías que los relacionan con los hebreos de la Biblia.
Los Habiru son más una designación social que étnica o tribal. Paul Johnson, por ejemplo, escribe que en el antiguo contexto mesopotámico y egipcio:
Habiru fue al parecer un término despectivo aplicado a las gentes no urbanas difíciles y destructivas que se desplazaban de lugar en lugar. No eran tribus de hábitos regulares, que emigrasen periódicamente con los rebaños [...]. [...] Precisamente porque no era fácil clasificarlas, [las tribus habiru] desconcertaban e irritaban a las autoridades [mesopotámicas y] egipcias conservadoras, que sabían muy bien cómo tratar a los auténticos nómadas.[4]
Todo esto si bien pudo haber sido realidad en términos históricos no necesariamente es automáticamente aplicable para con Abraham y su descendencia. Por más que Johnson no dude en proclamar que el primer patriarca hebreo era un importante jefe habiru, su argumentación no va más allá de lo puramente conjetural.
Este autor, por otra parte, describe los habiru también como gente migrante, trabajadores e incluso mercenarios. Les atribuye gran inteligencia. Y, a pesar de ello, no puede sino admitir que:
El modo de denominar a los antepasados de los judíos siempre ha supuesto un problema. Hebreos es insatisfactorio, aunque a menudo es necesario usarlo, pues el término habiru, del cual cabe presumir que deriva, describía más un modo de vida que a un grupo étnico determinado.[5]
Significativamente, y contradiciendo las difusas características de los habiru como grupo, el clan liderado por Abraham y sus descendientes constituía un grupo étnico bien determinado: uno cuya característica prominente y decisiva era su incondicional monoteísmo.
Anthony Burgess explica el cambio decisivo que implica la actitud de Abraham en la Antigüedad:
En una era politeísta, estableció el monoteísmo. Esto era algo que los egipcios nunca pudieron entender. Se trataba además de un monoteísmo ético en el que el hombre se encontraba en una situación de relación moral con Dios. Dios no tenía mediadores: estaba totalmente en contacto con el hombre y le decía a éste, de manera inequívoca, lo que deseaba.[6]
Con base en la fe y el convenio, el monoteísmo abrahámico cobra finalmente particular vigor e identidad en alguien cuyo egipcio nombre significa literalmente "salvado de las aguas":
Moisés sacó de Egipto a los israelitas porque un sofisticado pueblo monoteísta no podía subsistir en un país que, aunque poderoso y tecnológicamente avanzado, se aferraba a una fe infantil.[7]
Si bien existen varias teorías que intentan conectar los "habiru" con los hebreos, lo cierto es que hasta ahora todos los intentos de relacionar al grupo de los apiru (Habiru) con el gentilicio "ibri" carecen de pruebas concluyentes para sustentar tal idea. Anson Rainey explica que todo este debate por el momento no más que una expresión de deseo.[8]
Por su parte, Sigmund Freud deriva el nombre Moisés de un término egipcio. El consenso actual reconoce un origen egipcio en el nombre.[9] Moisés es la transcripción del egipcio - mose,[10] usado generalmente como sufijo y procedente de la raíz m-s-s que significa "engendrado por". Es común en nombres teóforos como Tutmoses o Ramsés.[11][12] [nota 1]
El padre del psicoanálisis sostiene que Moisés no es judío, sino un egipcio que transmite al pueblo judío el monoteísmo del faraón Akenatón. Los judíos, siempre según la tesis de Freud, asesinan a Moisés, abandonando la religión que éste les había transmitido, olvidando este hecho, colectivamente, al cabo de un tiempo. Cuando, posteriormente, este recuerdo reprimido sale a la superficie, se originan el pueblo judío y su religión.
Habiru no es una identificación étnica y el término es empleado para referirse tanto a grupos semitas como a otros que no lo son; por consiguiente: "la conexión [entre habiru y hebreos bíblicos], si es que hay alguna, permanece oscura".[13]
Referencias
- ¿Quiénes fueron los habiru o apiru?, El Enciclopedista, 23 de octubre de 2012; consultado 12 de julio de 2013 En su entrada denominada "hebreo", el DRAE propone para hapiru el significado de "paria" (22a edición), pero tal etimología carece de sustento científico referenciado y por lo tanto es solo una hipótesis cuestionable. Por otra parte, el Diccionario acadio-español (Glosbe), no posee ni "abiru", ni "apiru", ni "habiru", ni tampoco "hapiru"; lo mismo vale para el Diccionario sumerio-acadio de Casa Europa (ambos accedidos 12 de julio de 2013).
- Carol A. Redmount, 'Bitter Lives: Israel in and out of Egypt' en The Oxford History of the Biblical Word, ed: Michael D. Coogan, (Oxford University Press: 1999), p.98
- Ibid., p.98
- Paul Johnson, Historia de los Judíos (1987), Zeta, 2010, p. 30.
- Johnson, Historia de los Judíos, p. 39; énfasis en del cual cabe presumir que deriva ha sido intencionalmente agregado.
- Anthony Burgess, Una historia de los judíos, El País, 16 de julio de 1988; accedido 15 de julio de 2013
- Burgess, Historia de los judíos, 1988; accedido 17 de julio de 2013
- Anson F. Rainey, Unruly Elements in Late Bronze Canaanite Society, en Pomegranates and Golden Bells, ed. David Pearson Wright, David Noel Freedman, Avi Hurvitz, Eisenbrauns, 1995, p. 483. Para una discusión, ver O. Loretz, Habiru-Hebräer, Berlín, 1984; N. Na'aman, "Habiru and Hebrews: The Transfer of a Social Term to the Literary Sphere", JNES, 45, 1986, pp. 271-88; y A.F. Rainey, Habiru-Hebräer, 1987.
- La tesis data del siglo XIX y fue popularizada por el ensayo de Freud, Moisés y la religión monoteísta. Véase: Assmann, Jan (1977) ,Moses the Egyptian. The Memory of Egypt in Western Monotheism, Harvard University Press.
- Thomas Römer, « Moïse : un héros royal entre échec et divinisation », en Philippe Borgeaud, Thomas Römer et Youri Volokhine (eds.), Interprétations de Moïse : Égypte, Judée, Grèce et Rome, Leiden-Boston, Brill, 2010 (ISBN 978-9004-1795-30), p. 189 (en francés)
- Römer, Thomas (2015) Moïse en version originale : Enquête sur le récit de la sortie de l'Égypte, Bayard Culture, 2015, p 66.
- En Samaria se encuentra atestiguado el nombre Ana(t)moses, que combina el nombre de la diosa cananea Anat, con la raíz egipcia mss. Véase: Bromiley, Geoffrey W. (1988) The International Standard Bible Encyclopedia. Volume 4, Wm. B. Eerdmans Publishing, p. 417 (en inglés)
- J.D. Douglas, The Zondervan Illustrated Bible Dictionary, 2011, p. 557: "the connection, if there is any, remains obscure".
Bibliografía
- Paul Johnson, Historia de los Judíos (A History of the Jews, 1987), Zeta, 2010. ISBN 978-84-9872-408-0
- Forrest Reinhold, Hurrian Hebrews; Ea as Yahweh; The Origins Of The Hebrews & "The Lord Iowa, 2000.
- Israel Finkelstein and Neil Asher Silberman, The Bible Unearthed: Archaeology's New Vision of Ancient Israel and the Origin of its Sacred Texts. 2003
- Moshe Greenberg, The Hab/piru, American Oriental Society, New Haven, 1955.
- Oxford History of the Biblical World, page 72. ISBN 0-19-513937-2
- Mirjo Salvini, The Habiru prism of King Tunip-Te??up of Tikunani. Istituti Editoriali e Poligrafici Internazionali, Rome (1996). ISBN 88-8147-093-4
- Robert D. Biggs, (Review of the above). Journal of Near Eastern Studies 58 (4), October 1999, p294.
- Mendenhall, George E. The Tenth Generation: The Origins of the Biblical Tradition, The Johns Hopkins University Press, 1973.
- Mendenhall, George E. Ancient Israel's Faith and History: An Introduction to the Bible in Context, Westminster John Knox Press, 2001.
- George Roux, Ancient Iraq, third edition 1992 ISBN 0-14-012523-X
- Daniel C. Snell, Life in the Ancient Near East, Yale, 1997. ISBN 0-300-06615-5
- Robert Drews, The End of the Bronze Age: Changes in Warfare and the Catastrophe CA. 1200 B.C., Princeton, 1993. ISBN 0-691-02591-6
- Robert Drews, The Coming of the Greeks: Indo-European Conquests in the Aegean and the Near East, Princeton, 1988. ISBN 0-691-03592-X
- Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament, James B. Pritchard, Ed. Second Edition. Princeton, 1955.
Véase también
- Se considera, pues, que Moisés es la segunda parte de un nombre compuesto, del cual se ha hecho desaparecer el nombre divino; sin embargo, hay testimonios del nombre egipcio Mss, transcripto como Mesu en las obras de egiptología, por lo cual puede considerarse que Moisés es, en su forma corta, también un nombre egipcio.