Hernán Urbina Joiro

Nació el 16 de junio de 1965 en el Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar. El 3 de mayo de 1967 se traslada con sus padres y hermanos a vivir a San Juan del Cesar, La Guajira, a unos 55 kilómetros al norte de Valledupar. En 1983 viaja a Bogotá a cursar estudios de medicina en la Universidad del Rosario donde se gradúa en 1989.[2] Tras realizar la medicatura rural en Valledupar entre 1989 y 1990, en enero de 1991 inicia estudios de especialización en Medicina Interna en el Hospital Militar Central de Bogotá, tiempo en que es reconocido con el Premio Merck Sharp and Dohme por el mejor trabajo científico del XII Congreso Colombiano de Medicina Interna en 1992 [3] y el Premio Nacional de Medicina Shyntesis-Asociación Colombiana de Medicina Interna al mejor proyecto de investigación colombiano en 1993.[4]

En enero de 1994 viaja a Ciudad de México a cursar una subespecialidad en Reumatología en el Instituto Nacional Salvador Zubirán. Allá empezó a publicar sus trabajos científicos en las mejores revistas de Reumatología [5],[6],[7] pero además conoció la obra de Octavio Paz.[8] que lo introdujo para siempre en el mundo literario. México es el punto de partida de sus ensayos, columnas periodísticas, la fundación de sus revistas, la escritura de sus cuentos y novelas. Regresa a Colombia en 1996 e inicia su obra humanística.[9]

Urbina Joiro empieza a escribir poemas en San Juan del Cesar desde los 9 años. A los 12 años gana el primer lugar en el Festival de Compositores y en adelante se impondría en los principales concursos regionales de compositores.[10]

Urbina registró en versos desde los 9 años las masacres entre familias en su pueblo, San Juan del Cesar, las conmociones trágicas o alegres de Colombia y del mundo, prefigurando además al historiador que hoy elogia la Academia de Historia de Colombia por sus ensayos.[11]

Luego siguió indagando sobre la condición humana a través de su carrera como médico, mientras monologaba o reproducía en voces, metros e imágenes diversas el vértigo y la incertidumbre del mundo contemporáneo, dejando en las calles de Colombia y América varios de los versos más queridos que se cantan desde principio de los años ochenta, hoy también recopilados en el libro Poesía escogida 1974-2019. Canciones para el camino..[12]

La antología de sus versos Canciones para el camino. Poesía Escogida 1974 – 2019 (Caligrama Random, 2020), contiene 182 poemas escritos a lo largo de 45 años y abarca la poesía social, la lírica amorosa, la poesía a los lugares entrañables, la poesía al afecto fraterno, la metapoesía, la historia de Colombia y el mundo.[13]

En el Colegio El Carmelo de San Juan del Cesar, hoy Colegio Francisco Palau y Quer, Urbina Joiro colaboraba con el periódico colegial, cuya impresión se hacía en Valledupar en los talleres del Diario Vallenato, dirigido por la periodista Lolita Acosta, que reproducía sus artículos también en el más importante diario de la región, por entonces.[14] Poco después empezaría a publicar artículos de opinión en los diarios colombianos El Heraldo y El Tiempo, a llevar columnas semanales en el diario El Universal (Cartagena de Indias), diario El Pilón (Valledupar), diario Meridiano de Córdoba (Montería) y a colaborar con medios extranjeros como la revista centroamericana Carátula y la Fundación Gabriel García Márquez para un Nuevo Periodismo Iberoamericano.[15] En 1996 funda y dirige la revista Romanceros.[16] Desde 2014 funda y dirige la revista Humanidad Ahora .[17]

Urbina Joiro es médico egresado del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, especialista en Medicina Interna del Hospital Militar Central de Bogotá y especialista en Reumatología del Instituto Nacional Salvador Zubirán-UNAM.

En 1991 ganó el premio al mejor trabajo del XII Congreso Colombiano de Medicina Interna por su investigación Impacto de la resistencia a la insulina y la hipertensión arterial en el Hospital Militar Central de Bogotá. En 1992 ganó el Premio Nacional de Medicina Shyntesis-Asociación Colombiana de Medicina Interna al mejor proyecto de investigación colombiano, Anticuerpos monoclonales y péptidos sintéticos contra la Artritis Reumatoide.

Sus artículos médicos han sido publicados en, entre otros grandes medios científicos, en Journal of Rheumatology, Clinical Experimental of Rheumatology, la Revista Mexicana de Reumatología, la revista Medicina (Academia Nacional de Medicina de Colombia).[18]

Por cerca de una década se desempeñó como Secretario General de la Academia de Medicina de Cartagena de Indias, de la cual es Miembro de Número. Es uno de los médicos más jóvenes en ser elegido Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia en el año de 2012.[19]

En diciembre de 1999 fija su residencia en Cartagena de Indias, donde retoma las investigaciones iniciadas en Bogotá, en 1997, en torno a un enigmático personaje de La Conquista española, la India Catalina, hasta terminar la revisión de numerosas pruebas existentes en América y España, que develaron la auténtica procedencia, fisonomía y actuaciones de la India Catalina en el siglo XVI, rescatando de la leyenda a un personaje de primer orden en la historiografía colombiana, como lo expresó el entonces de la Academia de la Historia de Cartagena de Indias en 2003, en la ceremonia de ingreso de Urbina como miembro y en el prólogo de la primera edición de este trabajo, el único formal, extenso y avalado por la Academia de la Historia de Cartagena de Indias y la Academia Colombiana de Historia, publicado en 2006, Entre las huellas de la India Catalina.[20] Luego el autor ampliaría este trabajo con una nuevas búsquedas de pruebas entre 2012 y 2016, que culminaron con la publicación de una segunda edición en la Universidad del Rosario en el año de 2017.[21]

Antes, en el año de 2003, mientras adelantaba sus investigaciones sobre la India Catalina, Urbina Joiro se vinculó a los homenajes por los 40 años del gran autor Gustavo Gutiérrez Cabello con la escritura de un estudio sobre la evolución de los versos, las melodías y las armonías de la música vallenata desde los tiempos precolombinos hasta nuestros días, con énfasis en la segunda mitad del siglo XX, libro de ensayos que tituló Lírica Vallenata,,[22] que cambió la forma de revisar los cantos vallenatos e introdujo con fuerza los conceptos de lírica y fusiones modernas en esa música, de acuerdo con el expresidente colombiano Alfonso López Michelsen [23]

En 2009 con el ensayo En la era del Caduceo de Mercurio, Urbina Joiro se posesionó como Miembro Correspondiente de la Academia de Medicina de Cartagena de Indias. En ese ensayo pone de presente el espíritu de la actual era de la mercantilización en la medicina con el aforismo:

En un extraño momento, el bastón de Asclepio, dios de la medicina, fue cambiado por el caduceo de Mercurio, dios del comercio y también de los ladrones.[24]

Con el ensayo Del Lenguaje del sufrimiento tomó posesión de su ascenso como Miembro de Número de la Academia de Medicina de Cartagena de Indias. En ese trabajo, tras revisar el pensamiento sobre dolor y sufrimiento, propone un auténtica nueva filosofía del sufrimiento humano y está contenido en el libro Humanidad Ahora: diez ensayos para un nuevo partidario de lo humano, con el que fue admitido como Miembro de Número en la Academia Nacional de Medicina de Colombia en 2012.[25] Entre muy diversas propuestas, Urbina Joiro invita en Humanidad Ahora a redefinir la noción de humanista, propuesta que se puede resumir en su aforismo, allí consignado:

Humanista ya no es aquel que sólo cultiva los studia humanitatis, sino el que siempre se restaura como partidario de lo humano que vivifica frente al sufrimiento y la indolencia.[26]

En 1993 mientras trabajaba en Bogotá en el laboratorio de Biología Molecular e Inmunología del Hospital San Juan de Dios, Urbina Joiro empezó a desarrollar una serie de cuentos que reúne actualmente en el libro Despertado en Ayer, tras 24 años de escritura.[27]

Tras 13 años de investigaciones y escritura, Urbina Joiro culminó su primera novela, el Almirante del desierto, obra con una nueva propuesta estilista en la que se narra la vida trágica del que, pese a ser el más grande hombre de los mares en América en el siglo XIX, José Padilla, no alcanzó en vida el título por el que se le conoce, Almirante Padilla, muerto en circunstancias políticas muy parecidas a las que sacuden hoy a la América Latina.[28]

• Premio Nacional Merck Sharp & Dohme. Mejor Trabajo Científico del XII Congreso Colombiano de Medicina Interna (1992)[3]
• Premio Nacional SYNTHESIS-Asociación Colombiana de Medicina Interna. Mejor Proyecto Colombiano de Investigación (1993).[4]
• Orden Civil al Mérito Cartagena Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, grado de Gran Oficial, por "Entre las huellas de la India Catalina" (2006)[29]  
• Orden Puerta de Oro de Colombia, grado Oro, por su trayectoria humanística (2006)[30]  
• Insignia Nicolás Monardes de la Sociedad de Médicos Escritores de Sevilla modalidad Oro (2008)[31]
• Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia (2012)[32]
• Orden Pedro Romero de Cartagena de Indias por su aporte a las ciencias, las artes, la literatura y la historia (2015)[33]
• Orden Gran Cruz de Caballero del Congreso de la República de Colombia (2015)[34]

• Página oficial del autor
• Academia Nacional de Medicina de Colombia Archivado el 17 de julio de 2019 en Wayback Machine.
• Revista Nova et Vetera. Universidad de Rosario, Colombia Archivado el 17 de julio de 2019 en Wayback Machine.
• Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano
• Wikimedia Commons. Imágenes de uso libre del autor y su obra