Humillación corporal

La humillación corporal (en inglés body shaming) es el acto de ridiculizar o burlarse del aspecto físico de una persona. El alcance de la humillación corporal es amplio y puede incluir, a pesar de que no está limitado a, la humillación por gordura, de delgadez, por altura, por pilosidad (o carencia de esta), por el color de cabello, por la forma corporal, por muscularidad (o carencia de esta) y, en su sentido más amplio, incluso puede incluir la humillación por tatuajes y piercings o por enfermedades que dejan marcas físicas como la psoriasis.[1]

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En un estudio de películas y libros infantiles en relación con los mensajes sobre la importancia del aspecto físico, los medios de comunicación orientados a audiencias infantiles estaban altamente saturados con mensajes que enfatizan el atractivo como una parte importante de las relaciones y la interacción interpersonal.[2] Entre las películas que se utilizaron en el estudio, dos películas de Disney tuvieron el número más alto de mensajes sobre belleza personal. Este estudio también encontró que el 64% de los videos estudiados retrataron a sus personajes obesos como no atractivos, malos, crueles, y antipáticos; más de la mitad de estas representaciones implicaron el factor o el consumo de alimentos.[3]

Algunas formas de la humillación corporal tienen sus orígenes en la superstición popular, tal como el discriminación contra las personas con cabello rojo (pelirrojos) y estereotipos de personas con cabello amarillo (rubias).[4] Las formas de discriminación también pueden variar significativamente según el grupo de edad. Por ejemplo, entre preadolescentes, los más altos a veces son descritos como torpes o feos e incluso reciben términos peyorativos o derogatorios como «larguirucho». Sin embargo, en la adultez, tales actitudes poco halagadoras típicamente se revierten ya que la altura es normalmente valorada entre los adultos.[1]

A veces, la humillación corporal puede llevar a una percepción de que uno no es suficientemente masculino o femenino. Por ejemplo, los hombres con caderas anchas, pechos prominentes o que carecen de vello facial a veces son humillados por parecer femeninos.[5] De igual modo, las mujeres han sido humilladas corporalmente por su carencia de feminidad por parecer tener un bulto entre las piernas o por tener hombros anchos, características que son típicamente asociadas con los hombres.

Los niveles extensos de humillación corporal pueden tener efectos emocionales negativos, incluyendo reducción en la autoestima y otros problemas como desórdenes alimenticios, ansiedad, TDC y depresión.[6]

Véase también

Referencias

  1. Chen, Hong, and Todd Jackson. "Are cognitive biases associated with body image concerns similar between cultures?." Body Image 2.2 (2005): 177-186.
  2. Herbozo, S.; Tantleff-Dunn, S.; Gokee-Larose, J.; Thompson, J.K. (2004). «Beauty and thinness messages in children's media: A content analysis». Eating Disorders 12 (1): 21-34. PMID 16864302. doi:10.1080/10640260490267742.
  3. Greenberg, B.; Eastin, M.; Hofschire, L.; Lachlan, K.; Brownell, K. (2003). «Portrayals of Overweight and Obese Individuals on Commercial Television». American Journal of Public Health 93 (8): 1342-1348. PMC 1447967. PMID 12893625. doi:10.2105/AJPH.93.8.1342.
  4. Dettmar, Esther Katherine. Revising identification: fairy tales that transform tradition from within. Diss. University of Illinois at Urbana-Champaign, 2016.
  5. Namaste, Ki. "Genderbashing: Sexuality, gender, and the regulation of public space." Environment and Planning D: Society and Space 14.2 (1996): 221-240.
  6. Matheson, Mikayla. "Women’s Body Image in the Media: An Analytical Study of Recent Body Image Movements across Media Platforms." (2017).
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