Independencia efímera

Se conoce como independencia efímera al período de la historia de la República Dominicana que transcurre entre la proclamación del Estado Independiente del Haití Español el 1 de diciembre de 1821 y su anexión a la República de Haití el 9 de febrero de 1822 debido a una ocupación del ejército haitiano encabezado por Jean Pierre Boyer. La denominación "efímera" se debe precisamente al corto espacio de tiempo durante el cual se mantuvo la independencia, apenas dos meses y ocho días.

«Este artículo trata sobre la primera independencia de la República Dominicana ocurrida en 1821».
Independencia efímera
Localización
País Bandera de la República Dominicana República Dominicana
Datos generales
Suceso Independencia efímera del Estado Independiente de Haití Español
Histórico
Fecha 1 de diciembre de 1821 - 9 de febrero de 1822

Antecedentes

Desde 1809, la entonces colonia española de Santo Domingo, sufría una gran crisis económica. A este período se le conoce como España Boba, pues la metrópoli no podía atender a su colonia por los problemas que atravesaba (invasión napoleónica y movimientos independentistas en toda Hispanoamérica). A estos hechos se le sumaban el agotamiento de las riquezas de Santo Domingo y el poco estímulo para la producción de otros bienes y la actividad de corsarios que en nombre de los grancolombianos atacaban a las naves peninsulares en todo el Mar Caribe.[1]

Ante esto se había ordenado la movilización de las tropas de la colonia, pero como no se les había pagado el sueldo éstas estaban cerca del motín.[1] Había rumores de que algunos criollos influyentes planeaban declarar la independencia derrocando al gobierno colonial sobre todo después de que agentes de Caracas hubiesen hecho llegar una carta animando a los nativos a la insurrección.[2]

Ante esta situación de crisis económica, se produjo de inmediato un gran descontento en toda la población de la colonia, por lo que el escritor criollo José Núñez de Cáceres formó un grupo para conspirar contra esta situación y lograr la independencia de España.

El grupo conspirador pronto se dividió en dos tendencias:[3] un grupo era favorable a la anexión con Haití, país cuyo presidente, Boyer, había empezado a preparar su ejército para invadir Santo Domingo además de buscar el apoyo de los negros y mulatos que vivían en la parte occidental de la colonia española; su objetivo era unificar la isla para defenderse mejor de cualquier intento francés de recuperar su colonia. El otro grupo lo componían aquellos que eran favorables a la anexión a la Gran Colombia presidida por el libertador Simón Bolívar.

En la primavera de 1821 un grupo de conspiradores intentaron un golpe de Estado con la esperanza de disponer del apoyo armado que Bolívar les había garantizado, pero la previsiones militares del gobernador, brigadier Sebastián Kindelán y O'Regan, les hicieron fracasar.[4] Sorprendentemente Kindelán no tomó medidas más duras contra Núñez, quien pudo demandar al capitán Manuel Martínez, delator del movimiento, por injurias y calumnias. Al poco tiempo Kindelán fue reemplazado y su sucesor, asumiendo como verdaderas las acusaciones contra Núñez, no tenía el poder militar para enfrentarse a los aristócratas locales por lo que solo pudo vigilarlos e intentar ganar el apoyo del coronel Pablo Alí, comandante del batallón de mulatos.[4] Pero Alí, a pesar de mostrarse colaborador con el nuevo gobernador, ya había jurado lealtad junto a la mayoría de los oficiales a los conspiradores.

Para mediados de noviembre de 1821, surge un nuevo movimiento en las zonas fronterizas con Haití, con el propósito de derrocar al Capitán General, que gobernaba Santo Domingo en nombre del Rey de España, y de incorporar la colonia española al territorio haitiano. El 8 de noviembre el comandante Andrés Amarante declaró la independencia en el poblado fronterizo de Veler y quince días después el movimiento se extendió a Dajabón y Montecristi, donde sus dirigentes solicitaron a Boyer su intervención.[5] Este movimiento, desde sus inicios estuvo integrado por la clase media y pobre de la colonia, así como pequeños comerciantes, mulatos propietarios y algunos sectores importantes de los hateros.

El movimiento pudo extenderse hacia otras poblaciones de la región sur y Cibao, también algunas personas de todas las clases sociales se unieron, por lo que el proyecto de Núñez de Cáceres quedó aislado. Por esta razón, Núñez de Cáceres se vio obligado a apresurar el golpe de Estado al gobernador colonial, el brigadier Pascual Real, que había llegado en mayo de 1821.[4]

Declaración de independencia

El 30 de noviembre Núñez de Cáceres y sus hombres apresaron a Real y pasaron a controlar la capital; al día siguiente Núñez de Cáceres termina proclamando el nuevo estado bajo el nombre de Estado Independiente del Haití Español. La noticia de inmediato fue conocida en España y Núñez temió grandes represalias, no solo en España sino también en Haití y los dirigentes del movimiento fronterizo, dejando sin apoyo al nuevo Estado. De hecho en Santiago de los Caballeros la Junta Central Provisoria rechazó los actos de Núñez y le pidió a Boyer su intervención.[5]

Debido a esto, Núñez de Cáceres se vio obligado a buscar ayuda de otros países para defender la reciente nación de Haití Español; Núñez buscó la ayuda de Simón Bolívar, pero este no estaba presente y el vicepresidente José Antonio Páez no aceptó, debido a que se encontraba Bolívar combatiendo en Ecuador, los grancolombianos no estaban en condiciones de emprender una empresa bélica de tal envergadura[6] y porque no podía traicionar al gobierno haitiano, ya que este le ayudó durante su exilio en este país. Núñez recibió una carta del presidente haitiano Jean Pierre Boyer el 11 de enero de 1822, donde le comunicaba su interés y la importancia de la unificación de los dos pueblos, convirtiéndola en un solo Estado.[5] A inicios de ese mes Boyer recibió la autorización del Congreso haitiano de defender la independencia y la unificación de la isla.[6] Para defenderse Núñez y sus aliados tenían muy pocos soldados, mal armados y entrenados.[6]

Núñez de Cáceres, al no recibir el suficiente apoyo de los sectores más importante de Santo Domingo, se vio en la obligación de ponerse bajo la protección de las leyes de la República de Haití, por lo que el 9 de febrero, el presidente Boyer cruzó la frontera con 12 000 hombres[6] y tomó posesión de Santo Domingo, iniciándose así el periodo de la unificación de la isla de Santo Domingo que duraría veintidós años.

Referencias

  1. Torres, 1986: 47
  2. Moya Pons, Frank (1974). Historia colonial de Santo Domingo. Santiago de los Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra, pp. 410-411
  3. Torres, 1986: 47-48
  4. Bibiano Torres Ramírez, José Jesús Hernández Palomo (1986). Andalucía y América en el Siglo XIX. Tomo I. Sevilla: CSIC-Dpto. de Publicaciones, pp. 48. ISBN 9788-4-0006-386-3.
  5. Torres, 1986: 49
  6. Frank Moya Pons (2001). Historia del Caribe. Barcelona: Crítica, pp. 23. ISBN 978-8-48432-222-1.

Bibliografía

Enlaces externos


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