Enrique el Navegante

Enrique de Portugal, conocido como Enrique el Navegante (Oporto, 4 de marzo de 1394-Sagres, 13 de noviembre de 1460),[1] fue un infante portugués y primer duque de Viseo,[1] con un destacado papel en la política portuguesa de la primera mitad del siglo XV y el inicio de la Era de los Descubrimientos en Portugal. Por ser hijo, hermano y tío de reyes consiguió el monopolio de las exploraciones por las costas africanas y las islas del océano Atlántico. Al final de su vida estableció su hogar en Sagres, en el extremo suroeste de la península ibérica.

Enrique el Navegante
Duque de Viseo

Retrato normalmente identificado como del infante Enrique, realizado hacia 1470.
Información personal
Otros títulos
Nacimiento 3 de marzo de 1394
Oporto, Reino de Portugal
Fallecimiento 13 de noviembre de 1460 (66 años)
Sagres, Reino de Portugal
Sepultura Monasterio de Batalha
Familia
Casa real Avís
Padre Juan I de Portugal
Madre Felipa de Lancaster

Firma Firma de Enrique el Navegante

Escudo de Enrique el Navegante

Biografía

Enrique nació el 4 de marzo de 1394 en Oporto, hijo de Juan I de Portugal, fundador de la Dinastía de Avís, y de Felipa de Lancaster, nieta de Eduardo III de Inglaterra, hija de Juan de Gante, duque de Lancaster, y hermano de Enrique IV de Inglaterra.[1]

Monumento a Enrique el Navegante en Ceuta

En 1414 convence a su padre para montar una campaña para la conquista de Ceuta. La ciudad fue tomada en agosto de 1415, otorgando al reino de Portugal el dominio del comercio que la ciudad ostentaba. Ese mismo año fue nombrado caballero y recibió el título de duque de Viseo.[1]

Lagos, en el Algarve, se convirtió en un lugar de construcción naval gracias a su puerto. Desde allí partieron expediciones de la casa del infante Enrique. Uno de los primeros resultados fue el reconocimiento y, a partir de 1425, la colonización del archipiélago de Madeira por João Gonçalves Zarco y Tristão Vaz Teixeira.[1] El 25 de mayo de 1420, Enrique fue nombrado gran maestre de la Orden de Cristo, que sucedió a la Orden del Temple, cargo que ostentaría hasta el final de sus días.

En 1426, sus navegantes descubrían las primeras islas Azores posiblemente por Gonçalo Velho Cabral, que también fueron colonizadas por los portugueses.[1]

Tras la muerte de Juan I en 1433, Eduardo I, hermano mayor de Enrique, sube al trono y le concede un quinto de todos los beneficios comerciales con las zonas descubiertas, así como el derecho a explorar más allá del cabo Bojador. En aquella época el cabo Bojador era el punto más meridional de la costa de África conocido por los europeos. Gil Eanes, que mandó una de las expediciones, fue el primero en pasarlo en 1434, acabando con el mito que hasta entonces se tenía sobre lo que se encontraría más allá del cabo.[1]

Enrique fue uno de los principales organizadores de la conquista de Tánger en 1437, que fue un gran fracaso, ya que su hermano más pequeño, Fernando, llamado el «Infante Santo», fue hecho prisionero con un cautiverio que duró seis años hasta su muerte.[2] Su reputación militar sufrió un serio revés y por ello dedicó los últimos años de su vida a la política y a las exploraciones.

Enrique «el Navegante» en la fachada del Real Gabinete Portugués de Lectura.

El reinado del rey Eduardo duró apenas cinco años, tras los cuales Enrique apoyó a su hermano el infante don Pedro en la regencia, durante la minoría de edad de su sobrino Alfonso V, recibiendo a cambio la confirmación de su monopolio sobre las navegaciones al sur del estrecho de Gibraltar.[2] Procedió también durante la regencia a la colonización de las Azores.

Las expediciones cobraron un gran impulso con una nueva embarcación: la carabela. Nuno Tristão y Antão Gonçalves llegaron al cabo Blanco en 1441. La bahía de Arguin en 1443, donde construyeron un fuerte en 1448.[1] Entre 1444 y 1446 cerca de cuarenta embarcaciones salieron de Lagos.[1] Dinis Dias llegó al río Senegal, dobló la península de Cabo Verde en 1444 y visitó Guinea. Con ello los portugueses rebasaron el límite sur del gran desierto del Sahara. A partir de ahí el infante cumplió con dos de sus objetivos: evitar las rutas del comercio por el Sahara y acceder a las riquezas de África meridional.[cita requerida]

En el conflicto que se desató entre el regente don Pedro y el rey Alfonso V, Enrique apoyó a este último. En 1449 las fuerzas alfonsinas derrotaron en la batalla de Alfarrobeira a las de don Pedro, que murió en combate. Enrique recibiría después en recompensa el monopolio de los paños de lana, de la cual producían gran cantidad sus grandes territorios continentales y en las Azores.[2]

En 1452 la llegada de oro era suficiente como para que se acuñasen los primeros cruzados de oro portugueses. En 1455 y 1456 dos bulas papales (la Romanus Pontifex de Nicolás V y la Inter caetera de Calixto III) le reconocieron a Portugal el monopolio de la conquista, comercio y navegación al sur de los cabos Bojador y Não. La segunda de ellas establecía la autoridad eclesiástica sobre aquellas tierras de la Orden de Cristo dirigida por Enrique.[2] En 1460 Diogo Gomes descubrió el archipiélago de Cabo Verde.[1] Para este año los portugueses habían explorado la costa africana hasta Sierra Leona.

En 1443 el regente don Pedro le había otorgado al infante Enrique un territorio situado alrededor del cabo de San Vicente, en el extremo sudoeste de Portugal. Enrique se trasladó al Algarve en 1452 y a partir de 1457 se instaló en Sagres, donde murió tres años más tarde.[3] Su estancia allí dio lugar posteriormente, a partir de 1625,[3] al mito histórico de la denominada Escuela de Sagres, supuesto centro de estudio de navegación y astronomía de cuya existencia, sin embargo, dudan muchos historiadores.[4][5] Recibió sepultura en la Capela do Fundador en el monasterio de Batalha junto a sus padres.[6]

Legado

Monumento a los Descubrimientos, construido en Lisboa en 1960 en conmemoración del quincuacentenario del fallecimiento de Enrique «el Navegante».
Moneda portuguesa de 1960 con la efigie de Enrique «el Navegante».

Se interesó por la predicción astrológica e impulsó la creación en la Universidad de Coímbra de una cátedra de astrología, disciplina que en aquella época también incluía lo que hoy día se conoce como astronomía.[3] Los descubrimientos impulsados durante la época del Infante fueron la base para el posterior desarrollo del Imperio colonial portugués.

El sobrenombre de «Navegante»

Monumento a Enrique el Navegante en Oporto

Nadie en el siglo XV llamó «Navegante» al infante Enrique. El apodo lo acuñaron dos historiadores alemanes del siglo XIX, Heinrich Schaefer y Gustav de Veer. Más tarde fue popularizado por dos autores británicos que lo incluyeron en el título de sus biografías del infante: Henry Major en 1868 y Raymond Beazley en 1895.[3]

Contrariamente a sus hermanos, el infante Enrique no fue particularmente elogiado en vida por su intelecto. Fueron solo cronistas posteriores como João de Barros y Damião de Góis los que le atribuyeron un carácter erudito y un interés por la cosmografía. El mito de la denominada "escuela de Sagres" que habría fundado el infante Enrique fue creado en el siglo XVII, principalmente por Samuel Purchas y Antoine Prévost. La visión idealizada del Infante como un presunto pionero de la exploración y de la ciencia alcanzó su apogeo en el Portugal del siglo XIX.[7]

Ancestros

Referencias

  1. «Henrique (D.). O Navegador.». Portugal - Dyhynjicionário Histórico, Corográfico, Heráldico, Biográfico, Bibliográfico, Numismático e Artístico (en portugués) III. 1904-1915. pp. 901-903. Consultado el 1 de noviembre de 2011.
  2. Silva de Sousa, João (2010). «O Infante D. Henrique, 1394-1460 (Assinalando os 550 Anos da sua morte)». O Portal da História (en portugués). Consultado el 21 de abril de 2014.
  3. Randles, W.G.L. (1993). «The alleged nautical school founded in the fifteenth century at Sagres by Prince Henry of Portugal, called the 'Navigator'». Imago Mundi 45 (1): 20-28.
  4. Marques, Alfredo Pinheiro (2005). Os Descobrimentos e o 'Atlas Miller' (en portugués). Universidade de Coimbra. p. 52.
  5. Daniel, Rocha (8 de febrero de 2009). «Brasil: historiador nega existência da Escola de Sagres». Público. Consultado el 16 de octubre de 2013.
  6. Mendes Leal, Telmo (septiembre 2014). Pequenas arquiteturas para grandes túmulos: a microarquitetura no final da Idade Média (Tesis maestría) (en portugués). p. 91. Consultado el 22 de febrero de 2021.
  7. Alegria, Maria Fernanda; Daveau, Suzanne; Garcia, Joao Carlos; Relaño, Francesc (2007). «Portuguese Cartography in the Renaissance». En David Woodward (ed.), ed. Cartography in the European Renaissance. The History of Cartography 3. University of Chicago Press. p. 1002. ISBN 0-226-90733-3.

Bibliografía

  • Amsler, Jean (1968). Historia Universal de las Exploraciones Tomo II. Madrid: Espasa-Calpe, S.A.
  • Nemésio, Vitorino (1959). Vida e Obra do Infante D. Henrique (en portugués). Lisboa: Comissao do quinto centenario Morte D.Henrique.
  • Simaan, Arkan (2007 editorial=Harmattan). L'Ecuyer d'Henri le Navigateur (en francés). París.ISBN 978-2-296-03687-1
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